Las persianas venecianas son accesorios populares en la mayoría de las casas, ya que sus tablillas horizontales se pueden ajustar para permitir la entrada de cualquier cantidad de luz. Además, estas persianas están hechas con una amplia variedad de materiales para adaptarse al estilo de una habitación. Al igual que cualquier mobiliario, las persianas acumulan polvo y deben limpiarse de manera periódica. Puedes desempolvarlas con un paño de vez en cuando o utilizar una aspiradora como un método más eficiente. Si tus persianas necesitan una limpieza más profunda, puedes restregarlas con agua y detergente o desmontarlas para remojarlas. Con una limpieza regular, tus persianas pueden continuar siendo un elemento fresco y fabuloso de la casa.

Método 1
Método 1 de 5:
Asegurar las persianas y tratarlas previamente

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    Baja las persianas y cierra las tablillas para facilitar su limpieza. Al bajar las persianas, lograrás extenderlas para facilitar su limpieza. Después de bajarlas por completo con la cuerda de tracción, utiliza la varilla giratoria para ajustar el ángulo de las tablillas. Cierra las persianas por completo, como si buscaras la máxima privacidad.[1]
    • Las persianas bajadas son más voluminosas que las abiertas, pero es necesario que las coloques de esta manera. Tan solo debes tener cuidado si planeas moverlas.
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    Amarra las cortinas y otros muebles alrededor de las persianas. Jálalas hacia un lado para que no te estorben mientras limpias. Envuelve las cortinas ondulantes con una banda si continúan cayéndose frente a las persianas. También puedes desmontarlas de la pared para que tengas un mejor acceso a ellas. Aleja los muebles, los juguetes y otros obstáculos cercanos que puedan hacerte tropezar.[2]
    • Considera la posibilidad de lavar o aspirar las cortinas para limpiarlas. Es fácil olvidar que estas también acumulan mucho polvo.
    • Deja el espacio suficiente para desplazarte por las persianas y utiliza un taburete si es necesario. No es necesario que enjabones ninguna otra cosa mientras limpias, así que mantén todo alejado de tus suministros de limpieza.
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    Elimina cualquier residuo evidente con papel absorbente antes de la limpieza. Examina las áreas problemáticas de las persianas. Nunca se sabe en qué momento las cosas se ensucian (ya sea con comida, salpicaduras de insectos, manchas pegajosas o derrames), por lo que debes eliminar la mayor cantidad de escombros posible para evitar que se extiendan durante la limpieza. Por ahora, las toallas secas pueden ser suficientes.[3]
    • Trata de limpiar los derrames y otras manchas recientes para que no tengan tiempo de impregnarse en las persianas. De esta manera, facilitarás la limpieza de rutina.
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Método 2
Método 2 de 5:
Desempolvar

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    Escoge un guante de algodón u otra herramienta para eliminar el polvo suave. Los guantes te permiten tratar las persianas venecianas con la mano, pero existen muchas alternativas que puedes utilizar. A muchas personas prefieren utilizar un calcetín viejo. Si no te molesta meter la mano en algo que utilizabas en los pies, el uso de un calcetín es tan sencillo como el de un guante. De lo contrario, puedes utilizar un paño limpio y suave u otro pedazo de tela.[4]
    • Muchas tiendas de artículos generales venden guantes para desempolvar. Estos elementos prácticamente están diseñados para limpiar persianas y no encontrarás una mejor herramienta para llevar a cabo una limpieza ligera. Puedes buscarlos junto con cualquier otro producto de limpieza necesario.
    • Los plumeros son excelentes herramientas para realizar un mantenimiento de rutina sobre las persianas. Estos elementos son excelentes para alcanzar con facilidad las áreas más altas en las persianas, pero no resultan tan efectivos para limpiar persianas individuales.
    • Otras opciones incluyen papel absorbente y toallitas para secadora. Estas últimas son buenas, ya que evitan la estática que atrae el polvo. Este producto debe cambiarse a medida que se ensucia.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Kadi Dulude

    Kadi Dulude

    Profesional de limpieza de casas
    Kadi Dulude es el dueño de Wizard of Homes, una empresa de limpieza con sede en la ciudad de Nueva York. Kadi lidera un equipo de más de 70 profesionales de limpieza registrados, y sus consejos de limpieza han aparecido en Architectural Digest y New York Magazine.
    Kadi Dulude
    Kadi Dulude
    Profesional de limpieza de casas

    Utiliza un plumero seco Swiffer sobre las persianas una vez por semana. Si las desempolvas una vez por semana, evitarás la necesidad de limpiarlas a profundidad, lo que te tomaría más tiempo.

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    Pasa los dedos ligeramente sobre las tablillas y los accesorios. Comienza en el centro de cada tablilla y avanza hacia los bordes. Termina un lado, luego regresa al centro y avanza hacia el otro lado. Tienes que hacer esto sobre cada tablilla, por lo que no será el proceso más rápido, pero eliminarás mucho polvo. Presiona las persianas lo más suavemente posible y evita estrujarlas mientras cepillas los bordes.[5]
    • Al trabajar desde el centro, te aseguras de que el polvo no raye la tablilla de un extremo al otro. Asegúrate de examinar la herramienta de limpieza y reemplazarla a medida que se ensucia.
    • Recuerda abarcar las manijas o las cuerdas que cuelgan de las persianas. Restriégalas con el mismo método que las tablillas.
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    Cambia o limpia el plumero para evitar dejar polvo sobre las tablillas. Ese polvo tiene que quedarse en algún lado y, con el tiempo, abarcará el guante o el paño. Sacúdelos al aire libre para desempolvarlos. También puedes buscar una bolsa de basura, colocarte el guante o tomar el plumero y sacudir el polvo. Haz esto cada vez que el plumero se vea sucio para evitar ensuciar las persianas mientras las limpias.[6]
    • Si tienes herramientas desechables para desempolvar (como papel absorbente), debes desecharlas, ya que acumulan suciedad. Es probable que tengas que utilizar bastantes de estas dependiendo de qué tan sucias se encuentren las persianas, por lo que no es necesariamente la solución más rentable o ecológica.
    • Los plumeros sucios se pueden lavar con agua y detergente seguido de un buen enjuague con agua limpia. Deja que se sequen antes de volver a pasarlos sobre las persianas.
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    Voltea las persianas para limpiar el otro lado. Utiliza el rodillo de las persianas para invertirlas. Ajusta las tablillas para que puedas ver sus extremos posteriores, que normalmente apuntan hacia la ventana. Luego, utiliza tus herramientas para desempolvar y repetir el proceso de limpieza. Limpia cada tablilla de forma individual, así como la cuerda de tracción y otros accesorios.[7]
    • Deslízate sobre el respaldo de las persianas si es necesario para limpiar cada tablilla. Es más sencillo ajustar las tablillas con el rodillo, pero aún podrías llegar al otro lado si no puedes moverlas.
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Método 3
Método 3 de 5:
Aspirar la suciedad resistente

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    Conecta un accesorio de plumero o un cepillo para tapicería a una aspiradora. Vas a necesitar una aspiradora con una manguera para alcanzar las persianas. Conecta el accesorio de cepillo a la boquilla al final de la manguera. Utiliza un accesorio de plumero si la aspiradora viene con uno, ya que es suave y efectivo sobre superficies delicadas como las persianas. Los cepillos para tapicería son un poco más grandes, pero aún aceptables para las persianas.[8]
    • Sin importar lo que hagas, no trates de utilizar la manguera sin un accesorio, ya que tiene la suficiente potencia para jalar las tablillas y rayarlas o astillarlas.
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    Mantén las persianas inmóviles mientras pasas la aspiradora. Incluso si cuentas con el accesorio correcto, no debes arriesgarte al aspirar. Cuelga las tablillas mientras mueves la aspiradora a lo largo de cada una. Simplemente puedes sujetar el extremo de la tablilla para hacerlo. A medida que avanzas por la tablilla, debes cambiar al otro lado para mantenerla estable.[9]
    • A nadie le gusta ver cómo sus persianas se rompen y se hacen pedazos durante una limpieza de rutina. Las tablillas pueden ser delicadas, así que debes tener cuidado siempre sea posible. Sostén con firmeza las tablillas para evitar que la manguera de la aspiradora las succione.
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    Desplaza la aspiradora desde el centro hacia los lados de las tablillas. Siempre debes seguir la dirección de las tablillas. Para las persianas venecianas, esto significa desplazar la manguera de la aspiradora de derecha a izquierda. Debes trabajar con una tablilla a la vez, comenzando en el centro con cada pasada. Vuelve a pasar sobre cada persiana hasta que quede limpia.[10]
    • Configura la aspiradora en la potencia más baja posible para reducir las posibilidades de dañar las tablillas.
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    Abre e invierte las tablillas para limpiar la parte inferior de las persianas. Utiliza la varilla giratoria para girar la tablilla por completo. También vas a detectar polvo sobre el lado que apunta hacia la ventana, así que este es un buen momento para limpiar esta parte. Vuelve a pasar varias veces la aspiradora sobre cada tablilla, recordando limpiarla desde el centro en cada pasada.[11]
    • Examina las tablillas para detectar escombros en cuanto termines. Es probable que tengas que revisarlas varias veces para eliminar todo el polvo.
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Método 4
Método 4 de 5:
Limpiar las manchas ligeras

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    Utiliza un limpiador de madera para renovar las persianas de madera sin dañarlas. Es mejor que evites remojar las tablillas de madera en agua. En su lugar, rocía un limpiador de madera o cera para muebles sobre cada tablilla individual. Toma un paño de algodón o un calcetín limpio para frotar el limpiador de un lado a otro a lo largo de la mancha. Deja la cuerda y otros accesorios intactos por ahora para limpiarlos con agua más adelante.[12]
    • Si no cuentas con un limpiador específico para madera, puedes eliminar una mancha restregándola con una cantidad muy pequeña de agua. Humedece el calcetín o el paño y prepárate para secar la madera una vez que hayas terminado.
    • La mayoría de las persianas de madera se tratan con un acabado que resiste las manchas, por lo que una toallita seca o un paño limpio suelen ser suficientes para pulirlas.
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    Mezcla agua tibia y vinagre en un balde para limpiar las persianas que no son de madera. Llena un balde con agua y luego agrega aproximadamente ¼ de taza (60 ml) de vinagre blanco. Para conseguir una solución más potente, trata de preparar una mezcla que contenga agua y vinagre en partes iguales. También puedes agregar ¼ de taza (60 ml) de detergente líquido en lugar de agregar más vinagre.[13]
    • Un detergente suave está formulado para uso general en lugar de cortar la grasa resistente. Recuerda enjuagar el detergente con agua limpia cuando termines de restregar las persianas.
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    Humedece un paño limpio o una esponja en la mezcla. Debes escoger un material no abrasivo (como un pedazo de algodón o el lado suave de una esponja). Los calcetines viejos sirven como estropajos excelentes cuando se utilizan sobre manchas difíciles. Sumerge el estropajo en el agua para humedecerlo, pero no lo empapes, ya que terminará goteando por todas partes.[14]
    • Si vas a utilizar un calcetín, puedes utilizarlo para sujetar las tablillas individuales mientras las restriegas.
    • Para tratar las áreas difíciles de alcanzar, puedes utilizar un hisopo. Los hisopos son excelentes para alcanzar los recovecos estrechos.
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    Limpia las persianas hasta que las manchas desaparezcan. Restriega de manera horizontal a lo largo de las persianas, comenzando en el centro y trabajando hacia el borde de cada mancha. Presiona ligeramente hacia abajo para que no termines doblando las tablillas. Además, limpia la cuerda de tracción, el riel superior y otros accesorios.[15]
    • Las manchas difíciles deben tratarse con un lavado profundo. Estas pueden ocurrir incluso si cuidas muy bien de tus persianas.
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    Seca las persianas con un paño para terminar de limpiarlas. Coloca un paño de algodón limpio sobre las persianas justo después de que termines de restregarlas, en especial si estás trabajando sobre madera. Absorbe toda la humedad que detectes y verifica si la mancha desaparece. La mayoría de las manchas desaparecerán si las restriegas un poco. De esta manera, te ocuparás también de cualquier polvo restante en el área.[16]
    • Los tratamientos repetidos pueden hacerse cargo de las manchas difíciles, pero debes tener cuidado. Es mejor realizar una limpieza más profunda que doblar las tablillas fuera de su lugar con un restregado agresivo.
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Método 5
Método 5 de 5:
Llevar a cabo una limpieza profunda

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    Retira las persianas desarmando los soportes al final del riel superior. Los soportes se ubican a los lados del riel superior del que cuelgan las tablillas. Estos soportes se pueden abrir fácilmente con un destornillador plano. Abre el soporte y jala el riel hacia ti para desmontar las persianas de la pared.[17]
    • No todas las persianas presentan exactamente el mismo mecanismo de bloqueo, así que debes consultar el manual del propietario para conseguir instrucciones más específicas. En general, no necesitas nada más que un destornillador.
    • La limpieza profunda se recomienda solo para persianas metálicas y sintéticas. Es casi seguro que las persianas de madera se dañarán, así que debes probar esto bajo tu propio riesgo. Lee las recomendaciones de limpieza del fabricante para conseguir una mejor solución.
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    Extiende las persianas en la base de una bañera. Considera la posibilidad de colocar una toalla en la base de la bañera primero si te preocupa rayar las persianas. Si estás listo para colocarlas en la bañera, debes dejarlas lo más planas posible sobre la base. Si las persianas son un poco más largas que la bañera, puedes doblar los extremos un poco más.[18]
    • Si es posible, mantén el riel superior y otros componentes metálicos fuera del agua para evitar que se oxiden.
    • Si no tienes espacio para las persianas en el baño, trata de llevarlas al exterior. El jardín y la entrada del auto son algunos buenos lugares para realizar este procedimiento. Primero debes extender una lona o una manta para evitar que se ensucien aún más.
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    Llena la bañera con agua tibia y agrega un detergente líquido. Deja que el agua fluya hasta que cubra las persianas. Luego, vierte aproximadamente ¼ de taza (60 ml) de cualquier detergente lavavajillas suave que tengas en la cocina. Además, agrega hasta ¼ de taza (60 ml) de vinagre blanco si crees que necesitarás un poder de limpieza adicional para cortar la grasa de las persianas más sucias.[19]
    • Aunque no vas a utilizar mucha agua, es mejor que tengas a la mano algunas toallas de repuesto para evitar salpicaduras o goteras mientras limpias.
    • Si vas a limpiar las persianas al aire libre, conecta una manguera de jardín a un grifo cercano. Luego, rocía las persianas varias veces hasta que queden limpias.
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    Deja que las persianas se remojen durante al menos media hora. La cantidad de tiempo que necesitas para dejar las persianas en el agua dependerá de qué tan sucias se encuentren. Si las desempolvas con bastante regularidad, esto puede tardar tan solo 30 minutos. Es probable que tengas que dejar las persianas con una acumulación profunda de suciedad durante 3 horas o más. Está bien que dejes las persianas en agua durante toda la noche si realmente necesitan pasar un tratamiento más riguroso.[20]
    • Si tienes prisa, trata de agitar las persianas en el agua. Utiliza una escobilla suave para ayudarte a eliminar las manchas.
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    Restriega las manchas con un cepillo suave o una esponja. Es probable que el remojo no sea suficiente para eliminar las manchas más difíciles. Por fortuna, las escobillas pueden ayudarte. Asegúrate de escoger una suave que no raye las persianas (como un cepillo de cocina con cerdas de nailon, una esponja no abrasiva o un paño suave). Restriega a lo largo de cada tablilla con una presión suave hasta que queden limpias.[21]
    • El restregado resulta muy útil para las persianas instaladas al aire libre, ya que probablemente no podrás remojarlas. Continúa restregándolas y rociándolas hasta que queden limpias.
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    Enjuaga las persianas con agua limpia para eliminar el detergente. Drena la bañera y luego abre el grifo. Un cabezal de ducha extraíble puede ser útil para este procedimiento, pero no te preocupes si no cuentas con uno. Trata de utilizar un balde para aplicar agua sobre las persianas o deja que el agua se rocíe hasta que enjuague todo el detergente. Examina ambos lados para verificar si quedan restos de jabón o manchas.[22]
    • Si puedes evitarlo, mantén las persianas lo más inmóviles que puedas para evitar cualquier riesgo de dañarlas. Si tienes que moverlas, debes hacerlo con cuidado y mantener una toalla debajo de ellas.
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    Cuelga las persianas al aire hasta que se sequen. Si tienes la suerte de contar con un buen clima, extiende las persianas sobre una barandilla, una cerca o algún otro lugar expuesto a la luz solar y al aire circulante. Esto ayudará a que las persianas se sequen más rápido. También puedes colocarlas sobre una barandilla de ducha, una viga del garaje o algún otro lugar. Espera a que se sientan completamente secas al tacto antes de volver a colgarlas sobre la pared.[23]
    • Para acelerar el proceso de secado, puedes pasar un paño seco sobre ellas. También puedes utilizar una secadora de cabello en una configuración de temperatura muy baja. Sostenla a aproximadamente 20 cm (8 pulgadas) de las persianas y mantenla en movimiento.
    • Mantén las persianas alejadas de los calefactores y los radiadores para evitar que se deformen. Evita dejarlas contra superficies calientes.
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Consejos

  • Guarda tus calcetines viejos. Estos elementos son excelentes para limpiar tablillas, ya que son suaves y funcionan como un guante para desempolvar comprado en una tienda.
  • Limpia las persianas cada pocas semanas para evitar que acumulen polvo. El mantenimiento regular implicará menos necesidad de sesiones de limpieza profunda.
  • Incluso las persianas bien cuidadas necesitan una limpieza profunda en ocasiones. Considera la posibilidad de hacer esto una o dos veces al año.[24]
  • Trata de utilizar un par de calcetines, uno en cada mano. Utiliza uno para restregar las persianas y otro para secarlas.
  • Recuerda limpiar las cuerdas, las varillas y otros accesorios junto con las persianas. Puedes limpiar estos elementos con el mismo método que las tablillas.
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Advertencias

  • Las persianas venecianas de madera son delicadas y pueden dañarse con facilidad con los líquidos, así que ten cuidado con lo que aplicas sobre ellas. Es mejor limpiarlas con un paño seco y un limpiador especial, aplicando una cantidad muy pequeña de agua limpia si es necesario.
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Cosas que necesitarás

Asegurar las persianas y tratarlas previamente

  • detergente líquido suave
  • papel absorbente
  • amarres para cortinas (opcional)

Desempolvar

  • un guante para desempolvar, un paño u otra herramienta
  • una bolsa de basura
  • agua
  • detergente lavavajillas

Aspirar la suciedad resistente

  • una aspiradora con manguera
  • un accesorio de plumero o un cepillo para tapicería

Limpiar las manchas ligeras

  • un balde
  • agua
  • vinagre
  • detergente lavavajillas suave
  • paños de algodón o calcetines

Realizar una limpieza profunda

  • un destornillador plano
  • una toalla o una lona
  • agua
  • un cepillo de cerdas suaves o una esponja
  • una bañera (opcional)
  • una manguera (opcional)

Acerca de este wikiHow

Kadi Dulude
Coescrito por:
Profesional de limpieza de casas
Este artículo fue coescrito por Kadi Dulude. Kadi Dulude es el dueño de Wizard of Homes, una empresa de limpieza con sede en la ciudad de Nueva York. Kadi lidera un equipo de más de 70 profesionales de limpieza registrados, y sus consejos de limpieza han aparecido en Architectural Digest y New York Magazine. Este artículo ha sido visto 60 019 veces.
Categorías: Limpieza de ventanas
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