Este artículo fue coescrito por Michelle Driscoll, MPH. Michelle Driscoll es la propietaria de Mulberry Maids en el norte de Colorado. Ella recibió su maestría en Salud Pública en la Escuela de Salud Pública de Colorado en 2016.
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Los pisos de baldosas de piedra son una gran inversión ya que son duraderos y bonitos. Además, las migajas y pelusas se camuflan entre las variaciones naturales de la piedra. Afortunadamente, como son duraderas y naturalmente bonitas, limpiar las baldosas de piedra es bastante sencillo. Límpialas de manera regular con una mopa y un limpiador suaves, frota la lechada y retira las manchas si es necesario.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Realizar mantenimiento periódico
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1Barre con una escoba suave todos los días. La suciedad y las migajas pueden ser la causa potencial de un arañazo, por lo que asegúrate de barrerlo todos los días. Utiliza una escoba de cerdas suaves y un recogedor con borde de goma.[1]
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2Asegúrate de que la aspiradora tiene una configuración para pisos duros. Si quieres usar la aspiradora en el piso de baldosas de piedra, asegúrate de que tiene una configuración para superficies duras. Busca en la parte inferior de la aspiradora para asegurarte de que no tiene cabezales de cepillos giratorios. ¡No arañes las baldosas de piedra!
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3Friega con una esponja suave o una mopa semanalmente. Mantén la suciedad a raya fregando las baldosas semanalmente. Utiliza un cabezal de mopa suave o una esponja y no empapes el piso de agua. Humedece una mopa con solución limpiadora y limpia la suciedad.
- Utiliza un limpiador de pisos general diluido en las superficies más duras de piedra, como el granito y la losa.
- Utiliza limpiador específico en los pisos de piedra más suaves, como el mármol y la piedra caliza.
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4Utiliza un limpiador específico en los pisos de piedra más suaves. El mármol y la piedra caliza se rayan fácilmente, por lo que asegúrate de que los friegas semanalmente con un limpiador específico para baldosas de piedra. Los limpiadores más fuertes dañarán la superficie de la piedra suave. Compra un limpiador de baldosas de piedra especialmente formulado en la tienda local del hogar o pregunta por una buena recomendación al distribuidor de baldosas.[2]
Método 2
Método 2 de 3:Limpiar la lechada
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1Frota la lechada con un cepillo suave. Utiliza un cepillado suave para llegar a los espacios entre las baldosas. Utiliza un limpiador específico para piedras suaves y prueba con uno para todos los usos sobre granito o losa. Sumerge un cepillo pequeño o mediano en el limpiador de tu elección y frota la lechada vigorosamente. Retira el limpiador con una esponja empapada en agua.
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2Utiliza una parte de lejía en 10 partes de agua sobre lechada blanca. Blanquea la lechada descolorida mezclando una solución de 1 parte de lejía con 10 partes de agua. Frota la lechada con la solución y limpia a fondo toda la lejía con una esponja empapada en agua. Seca la zona por completo limpiándola con un trapo limpio y dirigiendo un ventilador sobre ella.[3]
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3Desinfecta la lechada de color con una solución de agua y vinagre. Mezcla solución limpiadora de una parte de agua y una parte de vinagre blanco para limpiar la lechada de color. Sumerge un cepillo en el limpiador, frota durante 30 segundos y enjuaga todo el vinagre de la piedra con una esponja empapada en agua. Repite el proceso con la solución de vinagre y agua hasta que la lechada esté perfectamente limpia. Seca la zona con un trapo suave y limpio.[4]
Método 3
Método 3 de 3:Quitar manchas
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1Disuelve las manchas de aceite con acetona. La grasa de cocinar, los derrames de leche o de maquillaje no tienen ninguna oportunidad contra la acetona. Sumerge una bola de algodón en una pequeña cantidad de acetona y frota ligeramente cualquier mancha con base de aceite. Enjuaga la zona con una esponja empapada en agua inmediatamente.
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2Limpia las manchas con base acuosa con peróxido de hidrógeno y amoniaco. Elimina las manchas difíciles de café, té u orina de mascota con peróxido de hidrogeno y amoniaco. Frota una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno al 12% y una gota de amoniaco sobre manchas con un trapo o esponja suaves. Enjuaga la zona inmediatamente con una esponja empapada en agua.
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3Utiliza un emplasto sobre manchas resistente. Las manchas que no quieren desaparecer con la limpieza habitual y las técnicas para quitar manchas requieren del uso de un emplasto. Haz una pasta con el limpiador y un polvo, como polvo de talco, tiza en polvo o arcilla de caolín seca. Esparce la mezcla sobre las manchas de 0,6 a 1 cm (1/4 a ½ de pulgada) de espesor, cúbrelo con una envoltura de plástico y déjalo reposar de 24 a 48 horas.
- Mezcla ½ de taza de bicarbonato con 1 cucharada de agua para manchas de aceite.
- Mezcla ½ de taza de talco con 1 cucharada de acetona para las manchas de base acuosa.
Advertencias
- No uses limpiadores fuertes en los pisos de baldosas de piedra. Mantente alejado de los fregados con líquido o polvos y los limpiadores muy ácidos.