Los gatos escarban o miccionan con frecuencia en las macetas con plantas. Asimismo, podrían masticar los tallos y las hojas de las plantas, lo que perjudicará la salud de tu planta. Si deseas que tu gato se mantenga alejado de tus macetas con plantas, existen varias medidas que puedes adoptar. Puedes colocar barreras para mantenerlo alejado, puedes corregir su comportamiento o puedes probar otras soluciones.

Método 1
Método 1 de 3:
Colocar barreras

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    Coloca piedras o rocas. Si tienes dificultades para mantener a tu gato alejado de las macetas con plantas, un método de barrera podría ser la opción más adecuada para alejarlo de la tierra. Algunos dueños consideran que el uso de rocas o piedras puede ser una opción divertida y con una estética agradable.
    • Coloca las rocas alrededor de la base de la planta y cerciórate de no aplastar ningún tallo ni desenterrar las raíces. Al regar, el agua debe pasar por las fisuras de las rocas con facilidad y llegar a la tierra. Tu gato no podrá escarbar ni miccionar en la tierra, ya que las rocas le impedirán el paso.[1]
    • Puedes recolectar rocas grandes que se encuentren al aire libre. Si deseas un estilo o esquema de color determinado, podrías comprar rocas decorativas o gemas en Internet.[2]
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    Usa conchas marinas. Las conchas marinas sirven de manera similar a las piedras. Puedes usarlas para cubrir la tierra que rodee tus macetas con plantas, lo que creará una barrera atractiva que el agua podrá atravesar con facilidad siempre que sea necesario. Puedes recolectarlas en la playa o puedes comprarlas en Internet o en una tienda.[3]
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    Coloca piñas en una planta. Las piñas también pueden servir para mantener a tu gato alejado de tus plantas. Coloca las piñas alrededor de la base de tu planta. Del mismo modo que las conchas marinas o las piedras, esto obstruirá el paso de tu gato, pero permitirá que el agua ingrese a la tierra. Puedes recolectar las piñas en el exterior cuando las veas.
    • Las piñas pueden ser más frágiles que las conchas marinas o las piedras. Es probable que tu gato pueda retirarlas si desea llegar a la planta.
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    Envuelve la base de la planta con papel aluminio. A la mayoría de los gatos les desagrada caminar sobre papel aluminio, ya que es resbaloso. Puedes colocar papel aluminio sobre la tierra que rodee la planta y levantarlo cuando tengas que regar. Este es un método que puedes emplear con mucha facilidad. No obstante, la principal desventaja es que a muchas personas les desagrada su estética.[4]
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    Usa cinta de doble cara. Es probable que a tu gato le desagrade que sus patas se vuelvan pegajosas. Si te desagrada la apariencia del papel aluminio, podrías colocar cinta de doble cara en la tierra que rodee la planta. La cinta podría retirar un poco de suciedad, pero no arrancará una gran parte de la planta. Del mismo modo que el papel aluminio, puedes levantar la cinta cuando tengas que regar.[5]
    • Algunos gatos tienden a masticar o comer plástico. Si sabes que en el pasado tu gato ha comido o masticado bolsas o envoltorios de plástico, es probable que este método no sea muy bueno para ti. Tu gato no debe comerse la cinta y enfermarse.
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Método 2
Método 2 de 3:
Probar otras soluciones

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    Emplea el olor a cítrico como repelente. Muchas personas notan que a sus gatos les desagrada el olor de las frutas cítricas. Remoja unos pedazos de algodón en zumo de limón, de naranja o de lima. Colócalos en la tierra alrededor de la planta. Esto podría disuadir a tu gato para que no se acerque a las plantas.[6] Reemplaza los pedazos de algodón de vez en cuando si notas que el olor empieza a desaparecer o si tu gato vuelve a acercarse a las plantas.
    • Siempre emplea el zumo en lugar de los aerosoles cítricos que cuenten con extracto de aceite cítrico, a veces denominado como limoneno o linalool. Este se encuentra en muchos perfumes, insecticidas y champús. Puede ser tóxico para los gatos si lo ingieren, por lo que es mejor ser más cautelosos.[7]
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    Emplea substancias con sabores desagradables. Si tu gato mastica las plantas de las macetas, rocíales una substancia con un sabor feo. A los gatos les desagrada el sabor de las salsas calientes, el gel de aloe, la pimienta roja y la manzana amarga. Coloca una de estas substancias en un rociador y aplica un poco en la planta y la maceta. Hazlo algunas veces a la semana. Con el tiempo, tu gato aprenderá a asociar a la planta con un mal sabor, y ya no se acercará a ella.[8]
    • Una buena idea podría ser rociar primero una hoja pequeña de la planta con la substancia que hayas elegido. Observa si esto genera algún efecto negativo y cerciórate de que no lastime a tu planta.
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    Ahuyenta a tu gato para que se aleje de las plantas. Si observas que tu gato se acerca a las plantas, puedes ahuyentarlo con un sonido desagradable. Puedes hacer sonar una campana o soplar un silbato. Asimismo, puedes colocar algunas monedas en una lata vacía y agitarla. Si observas que tu gato se acerca a la planta, emplea el objeto que hayas escogido para hacer ruido y así asustarlo. Este método requiere un poco de supervisión, ya que tendrás que observar a tu gato de manera minuciosa, pero puede ser eficaz si se usa con frecuencia.[9]
    • Asimismo, puedes usar trampas para asustar que sean seguras para gatos. Por ejemplo, podrías dejar un dispositivo de detección de movimiento cerca de tus plantas, el cual emita ruidos o luces cuando note una perturbación. Podrías colocar una torre de latas de gaseosa cerca de tus plantas, la cual podría derrumbarse si tu gato camina cerca de ella.[10]
    • No emplees este método si tienes un gato bastante asustadizo. Tienes que ahuyentar a tu gato, no asustarlo. Si tu gato se estresa, esto podría provocar otros comportamientos indeseados.[11]
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    Dale sus propias plantas a tu gato. Los gatos podrían disfrutar masticando o comiendo plantas. Si esto le gusta a tu gato, podrías tener más dificultades para mantenerlo alejado de tus plantas. Puedes comprar macetas con plantas seguras para gatos en una tienda de mascotas o en el supermercado. Estas plantas están diseñadas para atraer a los gatos y animarlos a masticar o comer las hojas.[12]
    • Coloca la hierba para gatos en las áreas de la casa que este frecuente. Si colocas la hierba cerca de su cama o sus tazones de agua o comida, podría determinar que estas plantas son para él.
    • Si tu gato cuenta con sus propias plantas para masticar, podría sentir menos interés por tus macetas con plantas.
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    Cuelga tus plantas. Si tal parece que las barreras, los repelentes o el entrenamiento no disuaden a tu gato, simplemente podrías tener que mantener tus plantas fuera de su alcance. Ve a la ferretería de tu localidad y compra colgadores para colgar tus plantas en las paredes o en el techo. A muchas personas les agrada la estética de las plantas colgadas.[13]
    • Si sabes que a tu gato le encanta escalar, puedes comprar una jaula para aves vieja y colocar la planta dentro de ella. Este puede ser un truco decorativo divertido y un poco peculiar que le dará un toque especial a tu casa y al mismo tiempo mantendrá a tu gato alejado de tus plantas.
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Método 3
Método 3 de 3:
Corregir el comportamiento del gato

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    Anima a tu gato a usar su caja de arena. Si tu gato hace sus necesidades en una maceta con una planta, tendrás que animarlo a usar su caja de arena. Existen varios motivos por los que a un gato podría desagradarle el uso de su caja de arena. Intenta resolver todo problema posible.
    • Mantén limpia la caja de arena. A los gatos les desagrada tener que miccionar y defecar en una caja de arena sucia. Si consideran que su caja no está lo suficientemente limpia, usarán otros objetos de la casa. Limpia la caja de arena como mínimo una vez al día.[14]
    • Cerciórate de que la caja de arena de tu gato sea de fácil acceso. Si la caja tiene lados demasiado altos, esto podría hacer que tu gato tenga dificultades para entrar y salir escalando. Si mantienes la caja de arena en un espacio que suela estar cerrado, tu gato no podrá encontrarla cuando la necesite. Por otra parte, el gato podría sentir vergüenza o miedo de usar una caja que esté afuera al aire libre, en un área en la que haya mucho ruido o conmoción.[15]
    • Si tienes varios gatos en tu casa, es probable que tengas que conseguir otra caja de arena. En ocasiones, los gatos se vuelven territoriales con sus cajas de arena. Si colocas otra caja, esto podría incentivar a tus gatos a usar sus cajas en lugar de tus plantas.[16]
    • Emplea otra arena sanitaria. Los gatos son delicados en relación con su arena sanitaria, y algunas marcas podrían desagradarles. Si tu gato tiene problemas con la caja de arena, prueba una arena de otra marca que sea más suave. Recuerda que a muchos les desagrada la arena sanitaria con aroma y podrían hacer sus necesidades fuera de su caja para evitarla.
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    Premia a tu gato por mantenerse alejado de las plantas. Los gatos en general responden mejor al refuerzo positivo que al negativo. Si ves que tu gato no le hace nada a una planta, premia su comportamiento.
    • Observa a tu gato cuando esté cerca de tus plantas. Elógialo si pasa cerca de la planta sin escarbar la tierra. Llámalo por su nombre empleando un tono de voz amable y suave, y dale una golosina o atención para premiarlo por mantenerse alejado de las plantas.[17]
    • Siempre premia a tu gato inmediatamente después de que pase cerca de la planta sin causar incidentes. Los animales solo se percatan del momento actual. Tendrás que elogiar a tu gato en el mismo momento para que comprenda qué comportamiento es deseable.[18]
    • Sé lo más constante posible. No siempre podrás observar tus plantas, pero intenta premiar a tu gato siempre que veas que no le haga nada a la planta. Esto permitirá arraigar en tu gato el comportamiento que sea adecuado.[19]
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    No castigues a tu gato por escarbar o miccionar en una planta. Los gatos no responden bien al castigo. Los gatos no suelen relacionar los gritos, las reprimendas o los tiempos a solas con un comportamiento determinado. Ellos podrían agitarse o asustarse si se les castiga, lo que puede provocar más malos comportamientos. Si observas a tu gato entrando en una maceta con una planta, es mejor distraerlo con otro juguete o actividad, en lugar de gritarle.[20]
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    Bríndale más entretenimiento a tu gato. Los gatos podrían comportarse mal debido al aburrimiento, lo que también puede generar estrés y ansiedad. Si tu gato no se siente lo suficientemente ocupado en casa, podría escarbar tus plantas. Intenta combatir su comportamiento dándole más juguetes.
    • Reserva un tiempo todos los días para jugar con tu gato. Intenta jugar de 20 a 30 minutos con tu gato todos los días. Puedes arrastrar un hilo por el piso para que tu gato lo persiga. Asimismo, puedes arrojar un juguete para que tu gato lo persiga. Los juguetes con plumas cuentan con plumas colgantes en el extremo del hilo. Estos son juguetes populares entre los dueños de los gatos.[21]
    • También debes conseguirle juguetes con los que pueda jugar solo. Esto evitará que tu gato se aburra mientras no estés en casa. Intenta conseguirle ratones o aves de juguete que puedan revolcar en el piso por su cuenta. Los juguetes con rompecabezas interactivos pueden ser divertidos. El rompecabezas tendrá en su interior un pedazo pequeño de comida o una golosina, y el gato tendrá que resolverlo para obtener el premio.
    • Algunas compañías venden discos de DVD estimulantes o tranquilizantes que puedes reproducir en tu televisión mientras estés fuera de casa. Estos mantendrán a los gatos entretenidos cuando no haya nadie en casa.
    • Tu gato debe contar con acceso a las ventanas de tu casa. Los gatos adoran contemplar la vida silvestre y las actividades al aire libre.
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Advertencias

  • Mantén las plantas tóxicas lejos del alcance de los gatos. Si tu gato ingiere una planta tóxica, llévalo al veterinario de inmediato.
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Acerca de este wikiHow

Francine Miller
Coescrito por:
Consejero certificado de comportamiento animal
Este artículo fue coescrito por Francine Miller. Francine Miller es consejera de conducta animal aplicada y fundadora de Call Ms Behaving, un servicio de asesoría conductual para perros y gatos en San Diego, California. Con más de 16 años de experiencia, Francine se especializa en tratar problemas de conducta tales como agresividad, ansiedad por separación, fobias, reacciones de miedo, destructividad, marcas de orina y conductas compulsivas. Utiliza un plan de modificación y manejo del comportamiento que es únicamente refuerzo positivo. Tiene un diploma en consejería de conducta canina del American College of Applied Science (ACAS). Francine ha completado todos los cursos para obtener una maestría en ciencias aplicadas del comportamiento animal y consejería familiar para animales de compañía del American College of Applied Science (ACAS). Es asociada certificada de la Asociación Internacional de Consultores de Comportamiento Animal (IAABC) y miembro de Pet Professional Guild. Este artículo ha sido visto 88 967 veces.
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