Conforme te vas acercando a terminar una tensa partida de ajedrez, es importante que mantengas el impulso al entrar en la fase final. Quizás parezca fácil ganar la partida cuando quedan menos piezas en el tablero, pero de todos modos es un desafío si tu oponente te da pelea. Por fortuna, puedes usar muchas tácticas para terminar con fuerza. Para empezar, este artículo repasará algunas estrategias básicas y pasará a la forma de mover piezas específicas y hacer jugadas ganadoras.

Método 1
Método 1 de 10:
Aprovecha la oportunidad para capturar piezas.

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    Deshazte de las piezas poderosas de tu oponente si te da la oportunidad. Aunque tengas más piezas que tu oponente, no estás a salvo de sus ataques. Si tienes una ventaja con una mayor cantidad de piezas menores en el tablero (por ejemplo, los alfiles y los caballos), haz el intento de deshacerte de tantas piezas de tu oponente como puedas. Conforme vayas capturando más de sus piezas, le será aún más difícil intentar defenderse contra tus ataques.[1]
    • Si bien quizás pierdas algunas de las piezas con las que ataques, no hay problema si de por sí tienes una ventaja. Tan solo observa con cuidado los movimientos de tu oponente de forma que él no se ponga a la cabeza.
    • Ten cuidado con usar los peones y ponerlos en riesgo. Intenta guardarlos, ya que son importantes para mantener el control del tablero y tener un final exitoso.

Método 2
Método 2 de 10:
Mantén la defensiva si llevas la ventaja.

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    Protege las piezas de forma que no caigas en las trampas de tu oponente. El final del juego en el ajedrez no es el momento de ser temerario, ya que es posible que tu oponente aún tenga algunos trucos bajo la manga. Mantén las piezas cerca unas de otras de forma que siempre haya una protegiendo a otra. Tómate tu tiempo al mover las piezas para asegurarte de que no estén en riesgo de que las capturen.[2]
    • Por ejemplo, mantén a un alfil en la misma diagonal que otra de tus piezas de forma que puedas usarlo para capturar la pieza de tu oponente si te ataca.
    • No dejes las piezas varadas y solas a un lado del tablero, ya que tu oponente podrá capturarlas con facilidad y obtener una ventaja.

Método 3
Método 3 de 10:
Empuja al rey de tu oponente hacia una esquina.

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    Es mucho más fácil hacerle jaque mate a tu oponente en las esquinas o los bordes. Si se encuentra en el centro del tablero, tu oponente podrá maniobrar a su rey para salirse de las trampas y ataques. Posiciona tus piezas para proteger las casillas frente a su rey de forma que no pueda avanzar. Conforme tu oponente vaya sacando a su rey del peligro, vuelve a posicionar tus piezas para seguir forzándolo hacia atrás a una trampa.[3]
    • Por ejemplo, si el rey de tu oponente se encuentra en F7, intenta mover tus piezas de forma que puedas capturarlo en E6, F6 y G6. Esto evitará que pueda avanzar.

Método 4
Método 4 de 10:
Planifica con varios movimientos de antemano.

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    Al prestar atención al estado del tablero, puedes predecir a dónde mover las piezas. Evita apresurarte a hacer tu siguiente jugada sin pensarla bien, ya que esto podría costarte la partida. Analiza todos los movimientos posibles y piensa muy bien en la forma como esperas que responda el otro jugador. Si puedes, haz el intento de pensar con alrededor de 5 pasos de antemano de forma que consideres todas las opciones.[4]
    • Se necesita de mucha práctica para ver cuáles son los movimientos más beneficiosos. Conforme vayas jugando ajedrez por más tiempo, te resultará mucho más fácil predecir las jugadas adecuadas.

Método 5
Método 5 de 10:
Activa y centraliza tu rey.

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    El rey se convierte en una pieza poderosa para controlar el tablero. Conforme vaya habiendo cada vez menos piezas en el tablero, puedes avanzar el rey de forma segura desde la última fila. Haz el intento de empujar a tu rey hacia el centro del tablero (por ejemplo, los espacios D4, D5, E4 y E5). Asegúrate de que tus demás piezas le brinden cierta protección de un jaque mate. Usa al rey para atacar los peones de tu enemigo a la vez que defiendes los tuyos.[5]
    • En la mayor parte de las partidas, es más probable que gane quien mueva al rey la mayor distancia.
    • No hay un momento exacto en el que debas avanzar el rey sino que debes esperar hasta que tu oponente no pueda amenazarlo con tanta facilidad.

Método 6
Método 6 de 10:
Establece una oposición para bloquear el rey de tu oponente.

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    Tu oponente no podrá moverse a donde quiera si proteges las casillas. La oposición tan solo quiere decir mover a tu rey dos casillas frente al rey de tu oponente de forma que controles el espacio directamente entre ellos y las dos casillas diagonales frente a ti. Tu oponente estará en peligro si se mueve hacia cualquiera de esas casillas y, por ende, se verá obligado a moverse hacia atrás o hacia un lado. Haz el intento oponerte a su rey con la mayor frecuencia posible de forma que tu oponente no pueda capturar tus demás piezas.[6]
    • Por ejemplo, si tu oponente tiene al rey en D6, mueve el tuyo a D4 de forma que evites que se mueva a C5, D5 y E5.
    • Antes de establecer una oposición, ten mucho cuidado y observa las otras piezas de tu oponente de forma que no caigas en una trampa o un jaque mate.

Método 7
Método 7 de 10:
Corona tus peones.

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    Llevar los peones al otro lado del tablero te brinda una enorme ventaja. Si tienes la oportunidad de avanzar los peones, hazlo siempre y cuando no corras peligro de que los capturen. Al llegar al otro lado del tablero, puedes coronar el peón para convertirlo en una pieza más poderosa (por ejemplo, una reina). De este modo, adquieres mucha mayor movilidad y control sobre el tablero de forma que sea más probable que consigas la victoria.[7]
    • Es más probable que corones un peón del lado del tablero en donde tengas una mayoría. Por ejemplo, si hay 3 peones en el lado izquierdo del tablero y 4 en el lado derecho, intenta avanzar por el lado derecho.
    • A esto se le conoce como enroque del lado opuesto. Puede costarte muchas piezas pero, si juegas de la forma correcta, puedes ganar.[8]

Método 8
Método 8 de 10:
Juega con caballos si hay muchas piezas.

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    Salta de un lado a otro del tablero con los caballos para capturar las piezas del enemigo. Si hay muchos peones que les bloquean el movimiento a ti y tu oponente en el centro del tablero, es mucho más difícil usar mucho los alfiles o las torres. Los caballos pueden saltar sobre las piezas, por lo que es posible acceder a casillas a las que normalmente no podrías llegar. Busca casillas en las que puedas capturar los peones de tu oponente para abrir el tablero de forma que puedas usar las demás piezas.[9]
    • Por ejemplo, si tienes un caballo en D4, podrías capturar piezas en B3, B5, C2, C6, E2, E6, F3 o F5.
    • Después de que te deshagas de más piezas, los caballos son menos eficaces, ya que no pueden moverse tan lejos como los alfiles y las torres.

Método 9
Método 9 de 10:
Usa los alfiles cuando tengas espacio abierto.

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    Utiliza el largo rango de movimiento del alfil para evitar el movimiento. Un tablero abierto es cuando el centro no tiene muchas piezas y te brinda una gran movilidad. Los alfiles pueden moverse cualquier distancia en una diagonal recta, por lo que es mucho más fácil maniobrarlos cuando hay menos piezas en el tablero.[10]
    • Prueba con posicionar a los alfiles lado a lado como una forma de bloquear al rey de tu oponente desde 2 diagonales. Esto hará que te sea mucho más fácil forzar a su rey hacia una esquina.
    • Mantén tus demás piezas fuera de las casillas a las que tu alfil pueda llegar para que tenga una mayor movilidad. Por ejemplo, si uno de tus alfiles está en una casilla blanca, coloca tus demás piezas en casillas negras.

Método 10
Método 10 de 10:
Corta el movimiento de su rey con una torre.

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    Controla las filas y columnas del tablero para acorralar a su rey. Las torres se mueven en línea recta, por lo que crean una pared que el rey de tu oponente no podrá atravesar. Si tu oponente tiene a su rey a un lado del tablero, busca la fila o columna vacía más cercana a él para mover allí tu torre. Tu oponente no podrá mover su rey sin ponerlo en peligro y, por ende, es mucho más fácil forzarlo a una posición menos deseable.[11]
    • Por ejemplo, si tu oponente tiene a su rey en F6, mueve una de tus torres a algún lugar de la columna E y posiciona la otra en la fila 5. Esto acorralará a tu oponente en la esquina superior del tablero.
    • Las torres funcionan mejor si no quedan muchas piezas en el tablero.

Consejos

Advertencias

  • Ten el cuidado de no perder la concentración al llegar al final de la partida. Hay menos piezas, por lo que un solo error podría significar que pierdas.[13]
  • Ten cuidado con colocar a tu oponente en un punto muerto. Estos ocurren cuando el rey de tu oponente no está en jaque pero tampoco puede hacer un movimiento legal, lo que significa que ningún jugador gana.[14]

Acerca de este wikiHow

Vitaly Neimer
Coescrito por:
Maestro internacional de ajedrez
Este artículo fue coescrito por Vitaly Neimer. Vitaly Neimer es un maestro internacional de ajedrez y entrenador de ajedrez profesional certificado con más de 25 años de experiencia como jugador. Tiene más de 15 años de experiencia en entrenamiento, en los cuales ha enseñado a más de 3500 estudiantes.
Categorías: Ajedrez