Dicen que las primeras impresiones duran toda la vida y, aunque no lo hayas notado, tu voz tiene un impacto enorme en la impresión que das a los demás. Tu voz puede imponer respeto y mostrar confianza, pero también puede ser acogedora y ayudar a expresar emociones. Si tienes una voz débil, nasal o entrecortada, es posible que no des una muy buena primera impresión, pero la buena noticia es que el tono de la voz es algo que sí se puede mejorar. Si bien no es posible cambiar el tono de tu voz natural, puedes trabajar en otros elementos que harán que se oiga más fuerte y más impresionante.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Practicar técnicas de respiración y relajación

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    Practica respirar correctamente. Para producir una voz suave, potente y natural, primero tienes que aprender técnicas de respiración adecuadas. Aunque los seres humanos están diseñados para respirar y hablar desde el diafragma, muchas personas lo hacen con el pecho, lo cual produce una voz más débil. Para saber si respiras con el pecho, debes inhalar y ver si tu pecho y tus hombros se elevan.[1] Para corregir este problema y enseñarle a tu cuerpo a respirar desde el diafragma:[2]
    • Respira profundo durante cuatro segundos, asegurándote de respirar hacia el diafragma. Después de cuatro segundos, contén el aire en el diafragma por otros cuatro segundos y luego exhala contando cuatro segundos. Repite este ejercicio todos los días durante dos minutos. Poco a poco, aumenta el tiempo que practicas esta técnica a cinco minutos al día.
    • Una vez que te sientas cómodo con la técnica de respiración de los cuatro segundos, puedes seguir practicándola, pero aumentando los tiempos al inhalar, aguantar y exhalar, a 20 segundos. Debes hacerlo solo una vez al día.
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    Incorpora la respiración adecuada al hablar. Al enseñarle a tu cuerpo la técnica de respiración adecuada, puedes empezar a practicar hablar desde tu diafragma. Para hacerlo, respira profundo desde el diafragma y practica hablar mientras exhalas y aplanas tu abdomen. A medida que comiences a quedarte sin aire, respira profundo de nuevo y habla otra vez, pero asegúrate de hablar solamente cuando tu vientre se esté aplanando.[3]
    • Cuando puedas, respira por la nariz. El aire inhalado por la nariz es más húmedo y mejor para tus cuerdas vocales y tu fuerza vocal.
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    Relaja el cuerpo y la voz. La tensión muscular en el cuerpo y la garganta o el estrés emocional pueden causar estragos en tu voz, lo cual puede llevarte a producir una voz débil y nasal, sin resonancia (no se transmite bien). Con suerte, los ejercicios de respiración calmarán tu cuerpo y tu mente; luego puedes relajar tu garganta de la siguiente manera:
    • Bosteza profundamente y, al terminar, empieza a tararear. Abre la mandíbula hasta un nivel cómodo y muévela de lado a lado a medida que tarareas. Hazlo durante unos minutos y luego utiliza los dedos para masajearte la garganta.[4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Alcanzar tu tono natural

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    Practica tu tono. Es importante hablar en tu tono natural, ya que tratar de hacerlo en un tono más alto o más bajo puede dañar tus cuerdas vocales, lo cual afectará tu resonancia. Por otra parte, un buen tono te ayudará a producir una voz mucho más agradable y, si bien puede ser difícil cambiar tu tono natural, puedes producir una voz más gruesa y profunda, y darle más carácter si trabajas con el tono que ya tienes.[5]
    • Para aprovechar las ventajas de tu tono natural, asegúrate de estar relajado al hablar. El estrés puede poner tensión en tus músculos, incluidas tus cuerdas vocales, y esto puede hacer que tu voz se vuelva aguda y chillona.[6]
    • Respira desde el diafragma al hablar, porque esto te permitirá proyectar tu voz de forma adecuada y con la fuerza suficiente.
    • La resonancia en tu cuerpo le dará a tu voz apoyo y profundidad, debido a que el aire en tu cuerpo vibra en diferentes cavidades, como la nariz, la garganta, el pecho y la boca, y estas áreas producen sonidos de distinta calidad. Para tener una voz gruesa y profunda, tienes que hacer que el aire resuene en todas esas cavidades. Por ejemplo, si utilizas solamente la cavidad nasal, tu voz será más aguda y nasal.
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    Evita una voz nasal. Tener una voz nasal significa que tu voz no será lo suficientemente profunda, fuerte o gruesa. Para determinar si tu voz es nasal, coloca tus dedos en el puente de la nariz y di "ñandú" y "mamá". Sentirás el puente vibrar al decir estas palabras. Ahora di palabras que no tengan "ñ", "n" o "m". Si sientes la misma vibración en la nariz, entonces tu voz es nasal. Para evitarla, sigue estas recomendaciones:[7]
    • Concéntrate en usar el rango total de movimiento con los labios, la mandíbula, los dientes y la lengua al hablar. Cuando no utilizas todo el rango de movimiento con estos articuladores, es más probable que concentres el sonido en la cavidad nasal en lugar de la boca.
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    Habla de forma más melodiosa. Una voz melodiosa es la que transmite variaciones, emociones y energía, mientras que una voz melodiosa es plana y monótona. Puedes trabajar para tener una voz más melodiosa variando tu tipo de tono mientras hablas.[8]
    • Muchos oradores hacen esto de manera natural al hacer preguntas. Cuando la gente habla, indica que se trata de una pregunta elevando el tono de la voz en las sílabas finales de la frase.
    • Practica decir la frase "vas a ir allá" de tres maneras diferentes. En la primera debes hablar sin cambiar la inflexión (declarativa), en la segunda debes elevar ligeramente el tono de tu voz con cada palabra (interrogativa) y, en la tercera, debes bajar ligeramente el tono con cada palabra (enfática). Di la frase en voz alta y observa cómo transmite distintos significados.
    • Para practicar la incorporación de estos cambios en el habla cotidiana, lee en voz alta para ti mismo todos los días y concéntrate en variar el tono de tu voz en diferentes palabras para transmitir distintas emociones.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Practicar ejercicios vocales

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    Trabaja en la articulación y la enunciación. Si hablas entre dientes o no articulas adecuadamente, tus palabras no serán claras al hablar y la gente tendrá dificultades para entenderte. Las claves para articular palabras claras es formar el sonido para decir la palabra precisa, apoyando el sonido con la respiración y terminando de hacerlo por completo. Los ejercicios de articulación y enunciación incluyen:[9]
    • Ejercicios con la lengua: dobla la lengua hacia atrás como si quisieras tocar la parte posterior de tu garganta. Estírala hasta donde puedas y luego sácala de la boca lo más lejos posible. Repite 10 veces.
    • Ejercicios de mandíbula: haz movimientos amplios con la mandíbula y movimientos exagerados con la lengua y la mandíbula, repite cada una de las siguientes sílabas cinco veces: ba, ma, wa, fa, pa, da, ja, la, kua, sa, si, so, su, zi, zo, zu.
    • Ejercicios de labios: di el siguiente trabalenguas, concentrándote en la articulación de cada palabra: "sentarse en solemne silencio en un dique oscuro opaco; en una prisión pestilente con una cerradura antigua; esperar la sensación de un castigo corto y brusco; desde un helicóptero de guerra barato en un bloque grande y negro". A medida que mejoras, dilo cada vez más rápido.[10]
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    Proyecta desde la zona de la cara que incluye los labios, el costado de la nariz y el puente de la nariz. Tu voz debe provenir desde ahí. Para encontrar esta zona, haz el sonido mmm-hmm una y otra vez. Coloca las manos sobre tus labios y mueve el sonido hasta que sientas que esta zona vibra. Para proyectar desde esta zona:
    • Di mmm-hmm uno, mmm-hmm dos, mmm-hmm tres, y toma nota de si esa zona vibra cuando dices los números. Si eso no sucede, trabaja para mover el sonido hasta que tus mmm- hmmms y tus números vengan desde esa zona.[11]
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    Haz una sesión de entrenamiento de fuerza vocal. Para ayudar a proyectar tu voz con más potencia y producir una voz fuerte y potente, haz ejercicios de fuerza. Para hacerlos, inhala profundamente y exhala lentamente mientras haces un sonido sibilante. Repite 10 veces al día.[12]
    • También puedes intentar decir "ney" 10 veces, pero el truco es decirlo en voz alta, sin gritar, y en diferentes tonos a medida que subes y bajas tu rango vocal.
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Consejos

  • Las sustancias tales como los productos lácteos, el café y el vino pueden espesar el moco o eliminar la humedad de tus cuerdas vocales, lo cual puede afectar la calidad de tu voz.[13] Si vas a hablar por un buen rato o vas a presentar una exposición, bebe agua antes para asegurarte de que tus cuerdas vocales estén húmedas.[14]
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Advertencias

  • Haz ejercicios de entrenamiento vocal solamente durante 5 a 10 minutos por sesión. Siempre debes descansar la voz entre sesiones y detenerte si empiezas a sentir dolor o escozor.
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Acerca de este wikiHow

David A. Payne, JD
Coescrito por:
Anfitrión del podcast “Somebody Somewhere” de crímenes reales
Este artículo fue coescrito por David A. Payne, JD. David A. Payne es el cocreador, autor y presentador del aclamado podcast sobre crímenes reales "Somebody Somewhere" (alguien en algún lugar), una Elección del Editor de 2018 en Spotify. Además de los podcasts, David ha trabajado como fiscal adjunto de los EE. UU., Asesor general y ejecutivo de nivel C en varias empresas. Recibió su doctorado en jurisprudencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke y ha tenido la licencia para practicar leyes en California a partir de 2019. Este artículo ha sido visto 72 884 veces.
Categorías: Discursos
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