Muchas personas tienen problemas al leer. Leer bien requiere de tiempo, paciencia y práctica. Lo más importante es averiguar el propósito de la lectura, pues leer las instrucciones para armar muebles y estudiar un libro de texto no es lo mismo. Una vez que hayas averiguado tu propósito, puedes escoger enfocarte en lo que sepas que es tan intenso como las técnicas de lectura que enfaticen cosas como el vocabulario o la velocidad, o en extensas técnicas que te ayuden a comprender el significado de un texto de una manera más profunda.

Método 1
Método 1 de 4:
Realizar una lectura previa

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    Asegúrate de entender el tipo de texto que tienes. Pregúntate “¿Qué tipo de obra estoy leyendo?”, “¿El texto se basa en información, como un periódico, un libro de texto o un manual?” o “¿Se trata de un texto más creativo o artístico, como una novela o un cuento?”. Estos detalles son importantes.
    • Por ejemplo, si lees para seguir instrucciones (como una receta o una guía de ensamblaje), tendrás que entender el significado exacto de cada paso.
    • Si lees un texto que tiene mucha información, como un libro de texto, entonces estás leyendo más que nada para obtener nueva información con respecto a cosas que no conoces o que no entiendes.
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    Determina el propósito de la lectura. La razón por la que lees tiene un impacto en la manera en que lees. Por ejemplo, leer una novela para una clase puede ser diferente que leerla por placer, pues es necesario que entiendas y que recuerdes el texto en vez de simplemente disfrutar la experiencia de leerlo. Pregúntate “¿Para qué leo?”.
    • Si lees para obtener información (por ejemplo, para cumplir requisitos del trabajo o de la escuela), probablemente tendrás que probar técnicas extensivas.
    • Si lees para practicar la pronunciación, aprender el vocabulario o estudiar la gramática, probablemente tendrás que probar técnicas intensivas.
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    Echa un vistazo a la lectura antes de empezar. Cualquiera sea el propósito de la lectura, tomarte algunos minutos para inspeccionar el texto es muy útil. Fíjate cómo está estructurada y presentada la obra. Estas son maneras sencillas de aumentar tu comprensión.[1]
    • ¿Tiene un título la obra?
    • ¿Hay algún índice que puedas revisar?
    • ¿La obra está separada en dos secciones?
    • ¿La obra tiene algún detalle “adicional”, como palabras clave en negrita, ilustraciones o gráficos?

Método 2
Método 2 de 4:
Leer intensivamente

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    Lee intensivamente si deseas practicar los fundamentos y aprender el vocabulario. La lectura intensiva se enfoca más en los detalles individuales de lo que estás leyendo. Si deseas practicar la pronunciación, estudiar la gramática o aprender el vocabulario, tendrás que leer más lentamente y enfocar más en las palabras y en las oraciones individuales.[2]
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    Busca la esencia. En el caso de la lectura intensiva, no siempre es importante entender cada detalle de lo que significa algo. En cambio, puedes leer para captar la esencia, lo cual significa simplemente tratar de obtener una noción general de lo que aborda la lectura. A medida que leas, te enfocarás más en los detalles como la ortografía, la pronunciación y el ritmo de las oraciones.[3]
    • No te quedes atascado en las partes que no puedas entender. Si puedes resumir el punto principal de lo que estás leyendo, entonces no hay problema.
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    Lee en voz alta. Esta medida puede mejorar tus habilidades de lectura, ya que hace que estés más involucrado con el texto de dos formas, con los ojos (a medida que leas las palabras) y con los oídos (a medida que escuches las palabras). Leer en voz alta también es fundamental si tratas de practicar la pronunciación.
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    Trata de adivinar el significado de cualquier palabra nueva. Cuando leas una palabra que no conozcas, trata de no recurrir al diccionario inmediatamente. En cambio, trata de adivinar el significado de la palabra tomando como base las palabras que la rodean (el contexto).[4]
    • Por ejemplo, imagina que lees la siguiente oración y que deseas saber qué significa "pesimista": "Mi madre es muy optimista, que es una actitud completamente opuesta a la de mi hermano, que es pesimista".
    • De la oración, puedes deducir que "pesimista" significa lo contrario de optimista (es decir, una persona que ve el aspecto más favorable de las cosas).
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    Escribe las palabras nuevas que desees aprender. Si lees cualquier palabra que no conozcas, escríbela y busca su significado en un buen diccionario. De esta manera, puedes estudiar las palabras después.[5]
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    Lee tan frecuentemente como puedas. Mientras más leas, más fácil se volverá. Practicar al menos por 15 o 30 minutos al día, todos los días, hará una gran diferencia.[6]
    • Si tratas de mejorar tu habilidad básica, lee cualquier cosa que te interese.
    • Volver a leer las cosas que ya leíste puede hacer que tu confianza aumente.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Soren Rosier, PhD

    Soren Rosier, PhD

    Candidato a PhD en Educación
    Soren Rosier es un candidato a doctorado en la Escuela de Postgrado de Educación de Stanford. Estudia cómo los niños se enseñan unos a otros y cómo capacitar maestroscolegas eficaces. Antes de empezar su PhD, fue profesor de secundaria en Oakland, California, e investigador en SRI International. Terminó sus estudios de pregrado en la Universidad de Harvard en 2010.
    Soren Rosier, PhD
    Soren Rosier, PhD
    Candidato a PhD en Educación

    Piensa bien en los libros que elijas leer. El candidato a doctorado y exdocente Soren Rosier comenta: "Lo mejor que puedes hacer para mejorar en tu lectura es leer mucho de manera independiente. Busca libros que te interesen y que también estén a tu nivel de lectura. Si lees textos demasiado difíciles y te cuesta comprenderlos, entonces no disfrutarás de la lectura".

Método 3
Método 3 de 4:
Leer extensivamente

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    Prueba la lectura extensiva si buscas la comprensión. La lectura extensiva funciona cuando tratas de comprender el significado de lo que estás leyendo. Esta técnica se enfoca en la idea general. Es mejor para cosas como estudiar un libro de texto, leer un artículo del periódico para obtener información o leer una novela por placer.[7]
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    Toma nota cuando leas. Si quieres leer para comprender algo a un nivel más profundo, como al estudiar un libro de texto, ayuda leer más activamente. Busca un cuaderno y toma nota de las cosas importantes que notes a medida que leas.[8]
    • Por ejemplo, puedes hacer viñetas para hacer un resumen cada vez que llegues a una idea principal.
    • Si hay términos o fechas clave en el texto que lees, haz una nota también.
    • Si hay partes que no entiendes, escribe las preguntas que tengas y vuelve a ellas después.
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    Comenta la lectura. Si puedes escribir o hacer marcas en el texto que estés leyendo, esto también puede ayudar a aumentar tu comprensión. Por ejemplo, puedes subrayar o resaltar los pasajes importantes. También puedes probar cosas como encerrar en un círculo los términos clave y escribir notas en los márgenes.[9]
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    Analiza lo que lees haciendo un resumen. Cada cierto tiempo, detente y escribe algunas oraciones en las notas para resumir lo que has leído hasta ahora. Poner las ideas principales en tus propias palabras y escribirlas es una manera de verificar que comprendes lo que lees. Repasar el material también te puede ayudar a recordar lo que has leído.[10]
    • Si tienes problemas resumiendo o recordando alguna parte de lo que has leído, repásala una vez más.
    • También puedes tratar de escribir un resumen a manera de bosquejo, en vez de escribir oraciones completas.
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    Identifica las palabras y conceptos clave. Cuando te encuentras con una palabra o un concepto que parezca esencial para el significado de un texto, toma una nota. Si lees un libro de texto, estos podrían estar resaltados en negrita o en una sección de vocabulario aparte. Puedes escribir las palabras o conceptos para estudiarlos después, o incluso hacer una lista de tarjetas.[11]
    • Si encuentras una palabra o concepto que parezca importante, pero no está claramente definido en el texto, busca su significado en un diccionario o una enciclopedia (ya sea virtual o físico).
    • Si ves ciertas palabras que se usan una y otra vez, esta es otra señal de que son importantes para lo que lees y de que valen la pena buscarlas.

Método 4
Método 4 de 4:
Mantenerte enfocado y motivado

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    Lee junto con un amigo. Leer un texto puede ser más fácil y divertido cuando estás con alguien más. Por ejemplo, puedes leer la misma sección de un texto que tu pareja, hablar de ello para asegurarte de que ambos hayan entendido las ideas principales.[12]
    • Para mejorar la lectura en voz alta, incluso puedes hacerlo con alguien que sientas que es un mejor lector. Mientras tu pareja lee, escucha su pronunciación, velocidad y ritmo. Túrnense y luego pidan retroalimentación.
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    Elige el entorno de lectura correcto. Si realmente quieres concentrarte en tu lectura, evita la televisión, música, teléfonos, computadoras y las personas habladoras. Estas distracciones dificultan la concentración, ralentizando la lectura y provocando frustración.
    • Lee en un lugar tranquilo y bien iluminado con un escritorio y una silla cómoda si es posible.
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    Usa un puntero mientras lees si tienes problemas para concentrarte en la página. Toma un separador, una regla o un papel pequeño y colócalo en la página que quieres leer. Deslízalo hacia debajo de modo que solo puedas leer una línea del texto y luego muévela hacia abajo para leer la siguiente línea. Esto puede hacer que la lectura sea más manejable.
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    Lee algo que te interese si tienes elección. No es una sorpresa que estarás más motivado a leer un texto que realmente te interese. Si tienes la opción de elegir libros u otras cosas para leer tú mismo, busca temas que te interesen.[13]
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    Lleva un registro de tu progreso. Mantén registros, como una lista de libros o de artículos que has leído y de cuántos minutos lees cada día. Ver lo mucho que has logrado con el tiempo puede animarte a continuar haciendo progresos.

Acerca de este wikiHow

Soren Rosier, PhD
Coescrito por:
Candidato a PhD en Educación
Este artículo fue coescrito por Soren Rosier, PhD. Soren Rosier es un candidato a doctorado en la Escuela de Postgrado de Educación de Stanford. Estudia cómo los niños se enseñan unos a otros y cómo capacitar maestroscolegas eficaces. Antes de empezar su PhD, fue profesor de secundaria en Oakland, California, e investigador en SRI International. Terminó sus estudios de pregrado en la Universidad de Harvard en 2010. Este artículo ha sido visto 177 679 veces.
Categorías: Lectura y comprensión