Si has intentado memorizar un ensayo, monólogo u otro texto, quizás hayas repetido las palabras una y otra vez hasta recitarlas de memoria. Sin embargo, esta no siempre es la forma más rápida de memorizar algo y, su el texto es grande, quizás no cuentes con el tiempo necesario para seguir repitiendo en voz alta. En cambio, usa técnicas de memorización que se adecúen a tu estilo de aprendizaje y enfócate en recordar el texto, en vez de aprender de memoria.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Dividir el texto entre partes más pequeñas

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    Divide el texto entre acciones u objetivos separados. Una vez que leas el texto que quieres memorizar, comenzarás a observar patrones. Usa estos patrones o temáticas en el texto para dividirlo entre unidades más pequeñas. Las unidades no necesariamente corresponderán a párrafos completos e incluso oraciones completas. En cambio, cada unidad pequeña debe abordar una única idea.[2]
    • Por ejemplo, si quieres memorizar el Discurso de Gettysburg de Abraham Lincoln, el primer pedazo corresponderá a la primera oración del discurso, en que Lincoln habla de la fundación de Estados Unidos. La segunda parte podría relacionarse con la descripción de Lincoln de la Guerra Civil. La tercera sería el combate en que Lincoln fue consagrado ese día. A pesar de ser pedazos separados, el segundo y tercero son parte del mismo párrafo.[3]
    • Busca frases que sepas que no te costará tanto memorizar. Por ejemplo, si recuerdas la frase "cuatro veintenas y siete años" del Discurso de Gettysburg, no tendrás que preocuparte por memorizarla.
    • En ocasiones, también es útil darle otro formato al texto. Puedes escribirlo a mano o en la computadora, dejando bastante espacio entre los trozos de información. Incluso puedes incluir encabezados distintos para cada uno.
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    Practica cada segmento de forma separada. Ahora que has identificado los segmentos de información, comienza por el primero y repite hasta sentirte cómodo con él y ser capaz de recitarlo sin mirar el texto. Luego, sigue con el segundo y haz lo mismo.[4]
    • Familiarízate bien con cada segmento por separado antes de unirlos. Si hay un área específica que te resulta problemática, sepárala en trozos incluso más pequeños. Luego, une esos segmentos más pequeños cuando logres memorizarlos.
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    Une el primer segmento con el segundo. Una vez que los aprendas, será hora de unirlos para poder memorizar todo el texto en algún momento. Comienza con el primer texto y recítalo de memoria. Esta vez, en vez de detenerte en el primer segmento, sigue con el segundo.[5]
    • Practica el primer y segundo segmento juntos hasta recitarlos con fluidez. Luego, estarás listo para agregar el tercer segmento.
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    Repite el proceso hasta memorizar todo el texto. Una vez que unas el primer y segundo segmento como una unidad, sigue con el tercero y practica los tres juntos. Esto reforzará la memorización de los segmentos anteriores. Sigue agregando segmentos hasta alcanzar el final del texto que quieres memorizar.[6]
    • Si encuentras puntos difíciles, detente y revísalos hasta recitarlos con fluidez. Luego, integra esa parte al resto del segmento.
    • Durante el proceso, presta atención a las transiciones que puedas usar como disparadores para unir los segmentos a la perfección. Si estas transiciones no están en el texto, agrégalas mentalmente para conectar los segmentos. Solo recuerda no decirlas en voz alta.

Método 2
Método 2 de 3:
Crear un palacio de la memoria

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    Proyecta un lugar familiar en tu mente. La técnica del palacio de la memoria, también conocida como "método de loci", data desde los antiguos griegos. La idea es pensar en un lugar familiar y añadir el texto que quieras memorizar al lugar que ya has memorizado. Este lugar se convertirá en tu "palacio de la memoria".[7]
    • En ocasiones, es más fácil usar tu casa, dado que estarás íntimamente relacionado con las salas y los objetos.
    • Tu lugar puede ser un sitio ficticio con el que estés muy familiarizado. Por ejemplo, si eres fanático de Harry Potter y tienes un mapa conocido en tu mente de Hogwarts, puedes usarlo.
    • Tu "palacio de la memoria" no tiene por qué ser un solo edificio o lugar. También puede ser una ruta de un sitio a otro. Por ejemplo, puedes usar tu ruta de casa al trabajo o la escuela.
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    Asigna partes del texto que quieras memorizar a las salas del "palacio". Revisa el texto y divídelo entre partes más pequeñas. Esto puede ser tan breve como frases o tan largo como párrafos. Piensa en las salas de tu "palacio de la memoria" y los objetos del lugar. Establece un punto de inicio lógico y comienza a conectar las partes del texto con los objetos en la sala. No es necesario que los objetos existan en la sala. Simplemente colócalos allí en tu mente.[8]
    • Por ejemplo, si quieres memorizar el soliloquio de Hamlet, puedes imaginar la letra "B" en la puerta de una sala. Cuando abras la puerta, habrá flechas y hondas cayendo de una gran bolsa de monedas de oro. Si cierras la puerta y te acercas a la sala, hay brazos que se estiran para tomarte y llevarte por un océano turbulento.[9]
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    Camina por el palacio para conectar la información. Cuando entres en el palacio y lo recorras mentalmente, encontrarás cada porción de texto que quieres recordar. Únelas mientras te mueves por el palacio, tomando siempre la misma ruta. Probablemente necesites varios recorridos hasta unificar todo el texto, pero cada uno reforzará la asociación mental entre la imagen visual y el texto.[10]
    • Si encuentras una parte difícil de recordar, vuelve a pensar en el objeto asociado con esa porción o divídela entre partes más pequeñas asociadas a varios objetos.
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    Usa la imagen mental para recordar el texto que quieres memorizar. Cuando quieras recitar el texto memorizado, regresa mentalmente al palacio de la memoria. Al recorrer las salas, recita el texto en función de los objetos que veas.[11]
    • Dominar esta técnica puede tomar un tiempo. Si el tiempo apremia, quizás no sea el mejor momento para crear un palacio de la memoria. Sin embargo, una vez que lo uses varias veces, quizás notes que te ayuda a memorizar el texto más rápido.
    • Si has usado una ruta y no un palacio, puedes viajar por el texto que quieres memorizar todos los días mientras te diriges a la escuela o el trabajo. Incluso puedes probar al revés al regresar a casa. De esta forma, podrás decir que sabes el texto "al derecho y el revés".

Método 3
Método 3 de 3:
Probar otras técnicas de memorización

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    Memoriza la primera letra de cada palabra del texto para crear un atajo. Memorizar algo se trata tanto de tu capacidad de recordar la información como de grabarla en tu memoria. Para ejercitar tu capacidad de recordar, haz una página nueva solo con la primera letra de cada palabra en el texto. Incluye la puntuación para identificar las oraciones y las pausas. Luego, intenta recordar el texto usando solo esas primeras letras.[12]
    • Por ejemplo, si quieres memorizar el soliloquio de Hamlet de Shakespeare, puedes escribir "s o n s, e e l c. ¿q d m d o e a n e s l f i e p r, o r c u m d d, y a d c e?".[13] Luego, verás cuántas palabras puedes recordar a partir de esas letras.
    • Haz un círculo en las letras que correspondan a las palabras que no puedas recordar y retoma el texto. Usa tu técnica de memorización favorita para grabar mejor esas palabras en tu memoria en el contenido del texto y vuelve a probar con las primeras letras.
    • Este truco también es útil si quieres recordar algo que hayas memorizado hace mucho tiempo en lo cual no hayas pensado mucho desde ese entonces. Quizás te sorprendas al ver cuánto recuerdas.
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    Convierte las palabras en una canción para recordar mejor. La melodía y el ritmo de una canción se unen con el texto y facilitan recordarlo. Usa una melodía familiar o tu canción favorita donde puedas incorporar el texto. No importa si las líneas riman (probablemente, no lo hagan), siempre y cuando puedas incorporarlas en una canción.[14]
    • Si tienes inclinaciones musicales, puedes grabarte tocando la canción. También puedes encontrar una versión instrumental de la canción en tu servicio de transmisión favorito.
    • Los programas educativos a menudo crean canciones de documentos históricos y discursos. Haz una búsqueda en línea o tu servicio favorito de transmisión para ver qué puedes encontrar.
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    Camina mientras recitas el texto memorizado para estimular el cerebro. Una vez que grabes el texto en tu memoria, te resultará más fácil recordarlo si puedes moverte mientras lo recitas, en especial si te has movido al memorizarlo. Estar activo estimula el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que hará que te resulte más fácil recordar un texto que has memorizado.[15]
    • Siéntete libre de gesticular para absorber la emoción del texto. Cuanta más pasión y emoción le añadas, mejor podrás recordarlo.
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    Conecta imágenes al texto si eres aprendiz visual. Quizás te resulte más fácil recordar imágenes que palabras, en cuyo caso esta técnica podría ser ideal para ti. Similar a la técnica del palacio de la memoria, crea una imagen para cada palabra principal del texto. Tu cerebro generalmente podrá completar los artículos y otras palabras pequeñas de forma automática.[16]
    • Por ejemplo, si quieres memorizar el discurso de Gettysburg de Abraham Lincoln, puedes pensar en la imagen de tu padre, una imagen de Estados Unidos, una imagen de la Estatua de la Libertad, y un signo igual que represente la primera línea: "Hace cuatro veintenas más siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente a una nueva nación concebida en libertad, y dedicada a la proposición que todos los hombres son creados iguales".
    • Si te gustan los emojis, puedes "traducir" el texto en emoji. Dado que ya estás familiarizado con estas imágenes, quizás te ayuden a recordar el texto con más facilidad.
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    Grábate leyendo el texto si eres aprendiz auditivo. Algunas personas pueden grabar mejor cosas en su memoria si las escuchan una y otra vez. Si este es tu caso, grábate leyendo el texto que quieres memorizar para poder escucharlo. El acto de hablar y escuchar podría mejorar tu memoria.[17]
    • Si no te gusta el sonido de tu propia voz, puedes pedirle a alguien que lea el texto por ti. Sin embargo, verás menos beneficios si escuchas la voz de alguien más que si escucharas tu propia voz.
    • Si quieres memorizar un texto relativamente famoso, quizás puedas encontrar grabaciones en línea de actores famosos y otras celebridades leyendo el texto.

Consejos

  • Una vez que descubras un método que te resulte útil, practícalo para memorizar discursos, monólogos o ensayos que despierten tu interés. Cuanto más practiques la memorización, más la perfeccionarás.
  • Después de memorizar algo, esfuérzate por recitarlo al menos una vez cada dos días para afianzarlo en tu mente.

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Categorías: Técnicas de estudio