¿Tienes esos días en los que te repites que no necesitas la escuela o en los que no tienes ganas de salir de la cama? No eres el único que se siente así, pero si tienes éxito en la escuela, esto sentará las bases para tener la vida que deseas en el futuro. Hay muchas medidas que puedes adoptar a fin de mantenerte motivado en la escuela.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Aprender a valorar la escuela

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    Imagina la vida que quieras tener en la adultez. La escuela podría ser aburrida todos los días, y algunas de tus clases podrían parecerte poco importantes en este momento. Sin embargo, recuerda que, sin la escuela, no podrás tener la vida que deseas en la adultez. Los estudios han demostrado que las personas jóvenes que se esfuerzan por tener metas claras alcanzan logros más importantes y una mayor satisfacción en la vida.[1] Elabora una lista de las cosas que te gustaría lograr como adulto. Estas son algunas cosas que podrías querer en la adultez:
    • viajar por el mundo;
    • mantener una familia;
    • conducir un buen auto;
    • comprar boletos de temporada para ver a tu equipo deportivo favorito;
    • tener dinero extra para ir a conciertos, comer en restaurantes elegantes, ver obras, etc.
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    Ten en cuenta las habilidades que necesitarás en tu trabajo soñado. Deberás amar el trabajo que tengas cuando crezcas, por lo que debes dedicar un tiempo en la escuela a preparar las habilidades que necesitarás para conseguir dicho trabajo.
    • Elabora una lista de todos los trabajos que podrían hacerte feliz.
    • Para cada trabajo, enumera las habilidades que necesitarás a fin de poder hacerlo bien.
    • Empareja estas habilidades con las clases y los clubs de la escuela que te prepararán para tu trabajo soñado.
    • Esfuérzate mucho más en dichas clases. Únete a estos clubs. Ten en cuenta que, si te esfuerzas en la escuela, esto garantizará que tengas una profesión gratificante más adelante en tu vida.
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    Saca provecho de las oportunidades sociales. Esto no significa que debas hablar durante la clase o pasar notas, sino que hagas que la escuela sea un lugar más agradable al aceptar a tus compañeros de clase. No tengas una actitud gruñona e inapropiada tan solo porque estás en la escuela. Disfruta de la compañía de tus compañeros; incluso podrías notar que anhelas ir a la escuela.
    • Aprovecha tu tiempo libre en la escuela. La hora del almuerzo y el tiempo entre las clases serán fantásticos para recuperar tus energías antes de la próxima clase, ya que podrás reírte con tus amigos.
    • Únete a clubs y equipos extracurriculares para encontrar personas que tengan los mismos intereses que tú.
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Parte 2
Parte 2 de 5:
Sentar las bases para el éxito

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    Programa tu tiempo de estudio. Si no sientas las bases para tener éxito en la escuela, definitivamente odiarás asistir a ella todos los días. Por lo tanto, deberás esforzarte mucho. Si creas un horario constante para después de la escuela y los fines de semana, lograrás que tus calificaciones mejoren, mejorarás tu autoconfianza y apreciarás más la escuela.
    • Sigue una rutina que tenga patrones. Las personas exitosas suelen seguir rutinas constantes para mantenerse encaminadas y lograr sus metas.[2] .
    • Podría haber alguna variación a lo largo de la semana. Por ejemplo, podrías tener actividades del club o prácticas los martes y los jueves, pero no los demás días. No obstante, todas las semanas debes saber qué tendrás que hacer cada día.
    • Tómate un descanso de vez en cuando. Los estudios han demostrado que tomar un descanso para recuperar energía cuando sientes que estás agotado ayuda a mejorar tu productividad.[3]
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    Mantén un calendario. La escuela no te parecerá tan abrumadora si te mantienes al día con tus obligaciones. Compra una agenda para seguir el horario que has creado en el paso anterior. Anota toda la tarea en ella, así como todas las fechas de entrega de las asignaciones y los proyectos a largo plazo.
    • Escribe recordatorios sobre los proyectos a largo plazo en los días previos a la fecha de entrega, así no te olvidarás de ellos hasta el último momento.
    • También puedes usar una aplicación de calendario en tu teléfono para llevar un control de tus obligaciones. La mayoría de las aplicaciones pueden programarse para recordar las fechas de entrega.[4]
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    Crea un buen entorno de estudio. Si estudias en un espacio caótico, odiarás el tiempo que le dediques al estudio. Verifica que este espacio esté ordenado de una forma que te ayude a disfrutar de la hora de estudio lo mejor que puedas.
    • Mantén tu escritorio ordenado y limpio, de modo que no te frustres si lo encuentras desordenado.
    • Ten tus útiles (como lápices, resaltadores y engrapadoras) bien organizados, así podrás encontrarlos con facilidad.
    • Verifica que el espacio esté bien iluminado. Las luces tenues pueden darte dolor de cabeza, lo que definitivamente no te ayudará a mantenerte motivado.
    • Determina si trabajas mejor en silencio o con un poco de ruido de fondo. Algunas personas se distraen con los ruidos, mientras que otras no pueden trabajar sin música de fondo.
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    Crea un grupo de estudio. Al estudiar con amigos, ¡esto no se sentirá tan pesado! Sin embargo, tendrás que verificar que se mantengan enfocados en la tarea, en lugar de bromear y divertirse.
    • Los grupos de estudio no deben tener más de 3 o 4 miembros, así no armarán alboroto.
    • Reúnanse como mínimo una vez a la semana siguiendo un horario constante. Podrán reunirse en la escuela durante el receso, o en la casa de un miembro después del día de clase.
    • Ofrécete como el líder o coordinador del grupo. Definirás en qué clases y proyectos se enfocará el grupo en una determinada semana, de modo que todos trabajen juntos y se ayuden entre sí en lugar de trabajar de forma aleatoria en sus propios proyectos.
    • Prepárate para cada reunión. No solo llegues y esperes hacer el trabajo en el grupo. Llega preparado con información sobre la tarea en la que hayan estado trabajando toda la semana.
    • Recuerda darle al grupo descansos pequeños de vez en cuando para relajarse y recuperar energía.
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Parte 3
Parte 3 de 5:
Abordar tus metas

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    Divide las tareas grandes en otras más pequeñas.[5] No te abrumes con una presentación para la clase o un ensayo largo. Recuerda que no tendrás que terminar un proyecto de una sola vez.
    • Enumera todos los diferentes pasos que deberás completar para terminarlo.
    • Crea un horario que te obligue a terminar una parte pequeña del proyecto cada día.
    • Para un ensayo, podrías leer y resumir una fuente el primer día, otra al día siguiente y una tercera para el tercer día; resumir los argumentos al cuarto día; elaborar el esquema del argumento al quinto día; incluir las citas de otras fuentes al sexto día; escribir el ensayo en el séptimo y el octavo día; descansar al noveno día; y revisar el trabajo el décimo día.
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    Prémiate. Si quieres mantenerte motivado en la escuela, necesitarás algo que anhelar. Negocia contigo mismo: si estudias por 2 horas, podrás mirar tu programa de televisión favorito a las 8:00 p.m. Si obtienes una buena calificación en tu ensayo, te tomarás todo el fin de semana libre y solo te relajarás.
    • Recuerda que nadie puede trabajar todo el tiempo. Tómate un poco de tiempo libre cuando lo merezcas.
    • Si no cumples tus metas, esfuérzate por cumplir tu promesa. Si pierdes el tiempo en las redes sociales durante una de las dos horas en las que debías estudiar, ¡no deberás ver tu programa de televisión favorito!
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    Créate consecuencias.[6] Si no alcanzas las metas de trabajo que te has fijado, deberás darte un castigo. Trabajarás más durante la semana si no puedes ir al cine el fin de semana con tus amigos por haber holgazaneado.
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    Comunica tus metas. Cuéntales a los demás que te vas a fijar objetivos más difíciles. Diles a tus amigos, tus padres y a todas las personas que conozcas que planeas aumentar tus calificaciones de inglés para el final del semestre; o que vas a sacar una buena calificación en el examen de química. Si les hablas a los demás sobre tus metas, te esforzarás más para evitar la vergüenza de no cumplirlas.
    • No te desanimes si haces tu mejor esfuerzo y aun así no las cumples. Redobla tus esfuerzos. Con trabajo duro y tiempo, las cumplirás.
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Parte 4
Parte 4 de 5:
Enfocarse y concentrarse

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    Practica la meditación. La meditación despejará de tu mente las distracciones que podrían evitar que te concentres en tus estudios. Antes de sentarte a estudiar, dedica 15 minutos a meditar, lo cual te ayudará a adoptar la mentalidad adecuada para cumplir tus metas sin distracciones.
    • Busca un entorno tranquilo.
    • Siéntate con las piernas cruzadas sobre el suelo en una posición cómoda, apoyando la espalda en una pared si es necesario.
    • Cierra los ojos y concéntrate en la oscuridad.
    • Piensa únicamente en la oscuridad que ves. No pienses en nada más.
    • ¡Ve a estudiar cuando hayan pasado 15 minutos!
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    Resume las lecturas y los videos interesantes.[7] Incluso si no te gusta leer para hacer tu tarea, es probable que leas todos los días. Leerás artículos interesantes en internet y verás videos interesantes en la televisión y en internet. Resumir es una de las habilidades más útiles que puedes tener, y es la base de todo lo que haces en la escuela. Al practicarla en historias e información que te parezcan interesantes en lo personal, podrás perfeccionar esta habilidad académica importante y al mismo tiempo pensar en algo que en verdad disfrutes.
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    Practica trucos para la plenitud mental.[8] Ya sea que estés en clase o sentado en tu escritorio en casa, podrías estar somnoliento o soñar despierto debido al aburrimiento. Una manera adecuada de volver a concentrarte es practicar trucos de plenitud mental.
    • Crea una acción simple pero distintiva que te envíe un mensaje claro.
    • Deberá ser algo que no hagas con frecuencia, como mover los dedos de los pies.
    • Siempre que sientas que tu mente deambula, mueve los dedos de los pies para volver a concentrarte.
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    Cuenta hacia atrás desde 100.[9] Si sientes que tu mente divaga y no puedes concentrarte en tu meta, realiza una tarea que sepas que puedes cumplir; que tome un par de minutos y que sea lo suficientemente difícil como para requerir tu concentración, pero no tanto como para frustrarte. Contar hacia atrás desde 100 te ayudará a calmarte y centrar tu mente.
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    Eleva tu frecuencia cardiaca. Los estudios han demostrado que ejercitarse tan solo por 10 minutos antes de hacer una tarea puede mejorar el desempeño al aumentar el flujo de sangre al cerebro.[10] Los efectos pueden durar unas horas, por lo que obtendrás beneficios considerables por un poco de ejercicio.
    • Salta la cuerda, haz saltos de tijera, corre en tu posición o realiza alguna otra actividad sencilla que puedas hacer con facilidad en tu habitación.
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Parte 5
Parte 5 de 5:
Hacer cambios en tu estilo de vida para mantenerte motivado

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    Duerme de 8 a 10 horas todas las noches. Los estudios han demostrado que el cuerpo de los adolescentes no funciona bien temprano por la mañana, por lo que muchos estudiantes de secundaria tienen dificultades para concentrarse en la escuela, ya que están somnolientos.[11] Gran parte del motivo por el que a muchos estudiantes no les agrada la escuela es que están cansados. Por naturaleza, el cuerpo de los adolescentes quiere permanecer despierto y dormir hasta tarde, pero tendrás que hacer que se adapte a tu horario escolar.
    • Ve a dormir a una hora razonable, incluso si aún no estás cansado.
    • No mires televisión ni uses la computadora como mínimo una hora antes de ir a la cama.[12]
    • No tomes siestas durante el día, así estarás más cansado por la noche.
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    Consume una dieta saludable. Quizás no notes de inmediato la manera en la que tu dieta se relaciona con tu desempeño en la escuela, ¡pero esta es muy importante! Una dieta desequilibrada podría hacerte sentir lleno, pero no siempre te dará la energía que necesitas para mantenerte concentrado y productivo, y no estarás motivado si te sientes cansado. Siempre come el desayuno para darle energía al cuerpo a primera hora de la mañana.
    • Los pescados con omega-3 y los granos integrales mejoran el funcionamiento de la memoria.
    • Las frutas y los vegetales oscuros brindan antioxidantes que mejoran la memoria y la capacidad cognitiva.[13]
    • Los alimentos ricos en vitamina B (incluidos la espinaca, el brócoli y los frejoles) son buenos para la memoria y el nivel de alerta.
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    Haz mucho ejercicio. Muchos estudios han comprobado la relación entre el ejercicio y el aumento de la productividad, por lo que deberás mantenerte activo.[14] El ejercicio frecuente no solo te ayudará a concentrarte cuando estés estudiando, sino que también mejorará tu estado de ánimo.[15] Estar concentrado y de buen humor será vital para mantenerte motivado en la escuela.
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Consejos

  • No pienses en lo que hagas mal; en lugar de ello, piensa en lo que hagas bien.
  • Recuerda que no hay problema en cometer errores, pero trata de aprender de ellos y no te desanimes.
  • Si odias mucho la escuela, piensa en las clases o actividades que te gusten, y que estén en tu horario de hoy. Por ejemplo, el almuerzo, la clase de gimnasia o una clase especial como la de cocina. Reflexiona sobre todo beneficio que obtengas de esta experiencia.
  • El fracaso puede ser la mejor lección.
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