Usar un rodillo de pintura es una manera rápida de pintar las paredes interiores y exteriores de la casa. Si bien las brochas pueden parecer la opción más fácil, en realidad te podrás ahorrar mucho tiempo optando por un rodillo de pintura. Los rodillos cubren una superficie mayor que las brochas y pueden brindar un acabado igualmente uniforme en áreas grandes y pequeñas. Antes de empezar a hacer rodar la pintura, deberás comprar el tipo de rodillo adecuado para el trabajo en específico y aprender a aplicar la pintura de manera efectiva. De lo contrario, todo puede resultar en un acabado veteado o disparejo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir un rodillo de pintura

  1. 1
    Compra un rodillo de pintura con una estructura sólida de metal para poder reutilizarlo. Busca rodillos que tengan dientes o puntas pequeñas que sujeten la funda del rodillo. Los dientes evitarán que la funda gire o se caiga mientras pintas. En promedio, se puede comprar un buen rodillo de pintura por menos de $20.[1]
    • Evita comprar un rodillo de un solo uso, ya que un marco de baja calidad limitará considerablemente la capacidad de control al pintar.
  2. 2
    Colócale un alargador de mango al rodillo para pintar con facilidad las áreas más altas o grandes. El mango alargado te dará un mejor control para pintar grandes áreas que requieren trazos de pintura largos y uniformes, ahorrándote tiempo al subir y bajar de una escalera. Compra un alargador de mango de madera de unos 120 cm (48 pulgadas) en una ferretería local por unos $3, o usa un palo de escoba con rosca.[2]
    • Si vas a pintar un área pequeña o fácil de alcanzar, no es necesario ponerle un alargador de mango al rodillo.
  3. 3
    Compra una funda según el área que quieras pintar. Las fundas largas funcionan bien para pintar las áreas grandes como las paredes y las más cortas son ideales para pintar áreas pequeñas o estrechas. Asegúrate de que la funda se ajuste al marco del rodillo. Elige un grosor que se adapte mejor a la textura de la superficie que vas a pintar. Las fundas gruesas funcionan mejor para las paredes con una textura áspera y las de pelo corto funcionan mejor en las paredes con una textura suave.[3]
    • Para las pinturas a base de aceite usa una funda de fibra sintética o natural, mientras que para las pinturas a base de látex usa una funda sintética solamente.[4]
    • Usa una funda 1 cm (3⁄8 de pulgada) de grosor en las paredes de interiores que tengan una textura suave; usa una de 2 cm (3⁄4 de pulgada) de grosor en las paredes de exteriores que tengan una textura gruesa como el estuco.[5]
    • Evita comprar una funda de rodillo barata o desechable. No retendrá tanta pintura como una funda de calidad y no esparcirá la pintura de manera uniforme. La funda de mezcla de lana y poliéster promedio tiene un costo aproximado de $6 en una ferretería o tienda de pintura.[6]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cargar el rodillo con pintura

  1. 1
    Vierte la pintura en un cubo que tenga una rejilla o en una bandeja para rodillo. Llena el cubo unos 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de pintura, o hasta que la superficie de la pintura toque la parte inferior de la rejilla en el interior del mismo. La rejilla del rodillo ayudará a cubrir el rodillo con pintura, por lo que no debe quedar sumergida. Si vas a usar una bandeja, vierte unos 2,5 cm (1 pulgada) de pintura en el depósito. No te excedas en el llenado.[7]
    • Es muy fácil derramar la pintura al cargar el rodillo si la bandeja está sobrecargada.
    • Para las áreas grandes, usa un cubo con una rejilla de rodillo dentro. El cubo puede contener más pintura que una bandeja y no será tan fácil de voltear ni derramar accidentalmente.[8]
  2. 2
    Prepara la funda quitando las fibras sueltas y humedeciéndola con agua. Usa un trozo de cinta adhesiva o un cepillo quitapelusas para quitar las fibras sueltas de la funda, ya que estas podrían adherirse a la pintura. Luego, humedece el rodillo con agua para terminar de prepararlo. Agita el rodillo para sacar el agua que haya entrado en el marco metálico y sécalo con un paño. La funda debe estar un poco húmeda pero sin chorrear agua.[9]
    • Con esto, te ahorrarás tiempo, ya que las fundas secas tardan más tiempo en cargarse uniformemente con la pintura.
  3. 3
    Sumerge el rodillo en la pintura y ruédalo sobre la rejilla o la bandeja. Continúa rodándolo hasta que la funda tenga una capa uniforme de pintura. La rejilla y las protuberancias en la bandeja ayudarán a distribuir la pintura en todo el rodillo. Evita volver a sumergirlo directamente en la pintura. Sobrecargar la funda puede causar que queden rayas de pintura en la pared al usar el rodillo.[10]
    • Si no preparaste la funda con agua, sumerge y rueda el rodillo por lo menos 5 o 6 veces para cubrir la funda completamente.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Pintar una pared

  1. 1
    Utiliza una brocha para trazar el perímetro de la pared con pintura. Pinta con trazos largos y horizontales para cubrir uniformemente. El grosor de la funda del rodillo hace que sea difícil aplicar pintura en las esquinas adyacentes, techos, molduras, puertas y ventanas. Incluso si logras pintar dichas áreas de cerca, lo más probable es que queden rayas en la superficie.[11]
  2. 2
    Desliza la pintura sobre la pared con un movimiento ligeramente inclinado hacia arriba. Empieza a pintar a unos 15 cm (6 pulgadas) de la esquina y a unos 30 cm (12 pulgadas) desde la parte inferior de la pared. Luego, detén el primer movimiento a unos 5 o 10 cm (2 o 4 pulgadas) de distancia del techo. La mayor parte de la pintura en el rodillo cargado se transferirá a la pared desde este primer movimiento. Al dejar las áreas del techo y las esquinas sin pintar tendrás margen de movimiento para esparcir toda la pintura aplicada.[12]
    • Para lograr una mejor cobertura de pintura, divide mentalmente las paredes grandes en secciones de unos 60 o 90 cm (2 o 3 pies) de ancho y divide las áreas más pequeñas en tercios. A continuación, trabaja en una sección con una sola carga de pintura antes de pasar a la siguiente sección con una nueva carga.[13]
  3. 3
    Extiende la pintura en las áreas no pintadas pasando el rodillo de arriba a abajo. Trata de cubrir las áreas por la esquina, el techo y la parte inferior de la pared que intencionalmente dejaste en blanco. Utiliza movimientos continuos de arriba a abajo como un zigzag vertical. Continúa con este movimiento hasta que la pintura se extienda uniformemente para esa sección de la pared.[14]
    • Usa siempre una presión suave al pasar el rodillo o al extender la pintura. Los movimientos bruscos o la presión excesiva pueden producir rayas en la pintura y provocar que se acumule pintura en la funda.[15]
    • Si el rodillo de pintura comienza a pegarse a la pared y no esparce la pintura, no agregues presión. Esto significa que el rodillo necesita ser cargado con más pintura.[16]
  4. 4
    Recarga el rodillo con pintura y comienza a pintar la siguiente sección de la pared. Para conseguir una cobertura más suave, extiende siempre la pintura hacia la sección previamente pintada. Deja aproximadamente unos 15 cm (6 pulgadas) de espacio entre el espacio pintado y la nueva sección.[17]
    • Continúa este proceso hasta que toda la pared esté pintada.
  5. 5
    Conecta las distintas secciones de pintura con trazos superpuestos. Usa los mismos movimientos de arriba y abajo en zigzag usados para esparcir la pintura. No es necesario limpiar ni recargar el rodillo para este proceso. El residuo de pintura restante en el rodillo ayudará a mezclar la pintura húmeda en la pared sin sobresaturarla.[18]
    • Dejar una capa uniforme de pintura cerca del techo y el suelo con un trazo vertical es un reto si nunca antes has usado un rodillo de pintura. Usa un trazo horizontal para emparejar la pintura cerca de estas áreas.[19]
  6. 6
    Aplica una segunda capa de pintura una vez que la primera se haya secado, si es necesario. Revisa el área pintada durante el día y fíjate si el color del pigmento es uniforme. La mayoría de las pinturas de colores claros requieren dos capas para cubrir bien una pared. Algunas de las pinturas más oscuras pueden requerir hasta 3 capas.[20]
    • Para las pinturas a base de aceite, puedes aplicar una segunda capa después de que se haya secado durante 24 horas. La pintura de látex se seca rápidamente, por lo que se seguramente podrás aplicar una segunda capa después de 4 horas de secado.[21]
  7. 7
    Limpia el marco y la funda del rodillo cuando termines de pintar. Utiliza una rasqueta de rodillo para eliminarle el exceso de pintura. Pasa la rasqueta por toda la funda. Quita toda la pintura que puedas antes de lavarlo. A continuación, enjuaga la funda con agua hasta que salga transparente. Deja que se seque durante la noche antes de volver a colocarla en el marco metálico.[22]
    • Puedes comprar rasquetas de rodillos en la sección de pintura en una ferretería de la localidad. Si no tienes una rasqueta de rodillo, usa con cuidado una espátula para masilla.
    Anuncio

Cosas que necesitarás

  • rodillo de pintura
  • funda para rodillo
  • cubo o bandeja
  • rejilla para rodillo
  • brocha o cinta de pintor (opcional)
  • pintura
  • agua
  • paño
  • quitapelusas o cinta adhesiva (opcional)
  • rasqueta de rodillo o espátula para masilla

Acerca de este wikiHow

Jeff Baldwin
Coescrito por:
Pintor residencial
Este artículo fue coescrito por Jeff Baldwin. Jeff Baldwin es pintor residencial y propietario de Baldwin Custom Painting. Con dos décadas de experiencia en pintura, Jeff se especializa en proyectos de pintura comerciales pequeños y residenciales de alta gama. Dedicados a la artesanía de calidad, Jeff y Baldwin Custom Painting brindan servicios certificados, asegurados, con licencia y seguros para el plomo en pintura residencial, pintura comercial ligera y repintado de madera. Este artículo ha sido visto 169 305 veces.
Anuncio