Pintar ladrillos es una excelente forma de modernizar el enladrillado y cambiar la combinación de colores. Logra un acabado de calidad preparando la superficie de los ladrillos antes de empezar a pintar.[1] Esto ayuda a que la pintura se adhiera a los ladrillos y le da un acabado parejo. El proceso de pintura puede llevar mucho tiempo, pero los resultados finales valdrán el esfuerzo.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Imprimar los ladrillos

  1. 1
    Limpia los ladrillos con un cepillo de alambre y agua jabonosa.[2] Frota la superficie de los ladrillos y el espacio entre ellos, utilizando un cepillo de alambre y agua jabonosa. Frota con movimientos hacia arriba y hacia abajo. Asegúrate de retirar toda la suciedad de la superficie y los depósitos blancos con rayas.[3]
  2. 2
    Trata cualquier marca residual con una mezcla de TSP. Si hay marcas que no se desprenden, aplica una mezcla de fosfato trisódico (TSP) y agua en la zona. Mezcla 1/2 taza de TSP con 8 litros (2 galones) de agua caliente para crear una solución de TSP. Frota los ladrillos con la mezcla y un cepillo de alambre y luego enjuaga los ladrillos con agua.[4]
    • Puedes comprar el fosfato trisódico en las ferreterías.
    • Ten mucho cuidado al utilizarlo, ya que es un químico peligroso. Siempre utiliza lentes de seguridad y guantes cuando frotes con el líquido. Evita dejar caer fosfato trisódico en cualquier superficie que no sea ladrillo.[5]
    • Deja que los ladrillos se sequen por completo antes de aplicar la imprimación. Esto puede tardar hasta 24 horas.
  3. 3
    Retira cualquier mueble de la zona. La pintura es muy difícil de quitar de los muebles. Mueve cualquier mueble que esté cerca de los ladrillos que vas a pintar.
    • Si no puedes mover un mueble, colócale una sábana vieja encima.[6]
  4. 4
    Cubre las zonas que no deseas pintar con periódico y cinta adhesiva. Arranca tiras de cinta de pintor y utilízalas para cubrir cualquier zona pequeña del auto que no deseas que se manche con pintura. Si hay zonas grandes, utiliza cinta de pintor para pegar periódicos sobre la superficie.[7]
    • Puedes comprar la cinta de pintor en las ferreterías.
  5. 5
    Aplica una imprimación de látex sobre los ladrillos con una brocha de 6,4 cm (2,5 pulgadas). Mete 1/3 de la brocha en la imprimación. Aplícala en los ladrillos con pasadas suaves hacia arriba y hacia abajo. Empieza en la parte superior de la zona y avanza hacia la parte inferior. Aplica una capa fina de modo que la imprimación no gotee y produzca bultos en la pintura. Deja que la imprimación se seque por completo antes de aplicar la segunda capa de imprimación o la pintura. Esto tardará 1 día.[8]
    • Si los ladrillos no han sufrido los efectos de los depósitos blancos o el moho, necesitarán otra capa.
    • Puedes comprar la imprimación de látex en las tiendas de pintura o las ferreterías.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 2:
Aplicar la pintura

  1. 1
    Elige una pintura que resista el calor y la humedad si es necesario. Si vas a pintar ladrillos que estarán expuestos a mucha humedad, como los de un baño, la pintura elastodinámica es una opción adecuada. Esta se desempeña bien en todas las condiciones climáticas y ayuda a evitar las grietas, lo que la vuelve una buena opción para la mayoría de los ladrillos de interiores y exteriores. La pintura acrílica de látex de exteriores es otra buena opción para los ladrillos de exteriores, ya que ayuda a evitar el moho y repele la humedad.[9]
    • Si no sabes de qué color pintar los ladrillos, lleva a casa una variedad de muestras de pintura en una tienda de pintura. Sostenlas contra la zona para ayudarte a decidir qué color se ve mejor. El negro, el blanco y el gris son opciones sorprendentes y que no pasan de moda.
    • Si vas a pintar ladrillos que están encima de una estufa o en una chimenea, debes utilizar pintura resistente al calor. Puedes comprarla en una tienda de pintura.
    • Considera utilizar una pintura brillante o semibrillante, puesto que son fáciles de limpiar.[10]
  2. 2
    Revuelve la pintura con una paleta de madera. Abre la lata de pintura con una herramienta 5 en 1. Utiliza la paleta de madera para revolver la pintura con un movimiento circular. Sigue mezclándola hasta que el color sea uniforme y todos los líquidos estén combinados.
    • Si no logras que los líquidos se combinen después de 15 minutos de revolver, lleva la pintura a una tienda de pintura y pídeles que la agiten por ti.
  3. 3
    Vierte la pintura en un balde. Coloca las manos a ambos lados de la lata de pintura y levántala con cuidado sobre el balde. Inclina suavemente el recipiente y vierte 7,5 cm (3 pulgadas) de pintura en el balde. Vuelve a colocar la tapa sobre la lata de pintura para mantenerla fresca.[11]
    • Vierte la pintura en el balde al exterior sobre un periódico o una base de lona. Esto evitará que los derrames accidentales manchen la alfombra o el piso.
    • El balde debe estar limpio y sin polvo.
  4. 4
    Humedece la brocha con agua o disolvente de pintura. Si utilizas una pintura de látex, mete toda la brocha en agua. Si utilizas una pintura a base de aceite, utiliza un disolvente de pintura. Absorbe el exceso de disolvente o agua de la brocha con un trapo viejo de modo que la brocha esté húmeda, pero sin gotear.[12]
    • Puedes comprar el disolvente en una tienda de pintura.
  5. 5
    Mete 1/3 de la brocha en el balde de pintura. Utiliza una brocha de poliéster o nailon de 6,4 cm (2,5 pulgadas) de ancho. Coloca el 1/3 de las cerdas en la pintura y empújalas contra el costado del balde. Así empujarás la pintura hacia la brocha. Golpéala suavemente contra las paredes interiores del balde para retirar el exceso de pintura y saca la brocha.[13]
    • No limpies la brocha en el borde del balde, ya que así quitas mucha pintura de la brocha.
  6. 6
    Pinta la zona de arriba a abajo. Píntala con pasadas suaves hacia arriba y hacia abajo. Aplica una capa fina de modo que la pintura no gotee. Primero cubre la franja superior de la zona con pintura y avanza hacia abajo hasta que toda la zona tenga una capa fina de pintura.[14]
    • Vuelve a meter la brocha en la pintura de forma regular para lograr un acabado liso y uniforme.
    • Deja que la pintura se seque por 24 horas.
  7. 7
    Aplica una segunda capa. Una vez que la primera capa se haya secado por completo, aplica una segunda capa siguiendo el mismo método que la primera. La segunda capa ayudará a aumentar la calidad de la pintura acabada.[15]
    • Ten cuidado de utilizar pasadas de pintura consistentes en la capa final para crear un acabado uniforme.
    Anuncio

Cosas que necesitarás

  • sábanas viejas
  • periódico
  • cinta de pintor
  • un cepillo de alambre rígido
  • agua o disolvente de pintura
  • imprimación
  • pintura
  • un balde
  • una brocha de poliéster o nailon de 6,4 cm (2,5 pulgadas) de ancho

Acerca de este wikiHow

James Guth
Coescrito por:
Especialista en pintura
Este artículo fue coescrito por James Guth. James Guth es el copropietario y fundador de Chesapeake Painting Services LLC. Con más de 20 años de experiencia, James se especializa en pintura exterior e interior, paneles de yeso, lavado a presión, papel tapiz, teñido de madera, sellado y carpintería. James tiene una licenciatura en Economía y Administración de Empresas con concentración en Finanzas de la Universidad de Towson Este artículo ha sido visto 34 121 veces.
Categorías: Pintura de exteriores
Anuncio