Para administrar una inyección intradérmica apropiadamente, primero tendrás que preparar el medicamento y lavarte las manos. Antes de insertar la aguja, asegúrate de tensar la piel y de orientar la aguja adecuadamente. Mientras administras el medicamento, fíjate si aparece una roncha (una marca pequeña similar a una burbuja). Esto indica que el medicamento ha sido administrado de manera correcta. Cuando el medicamento haya sido administrado, saca la aguja lentamente y bótala en un contenedor para objetos punzantes.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la inyección

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    Prepara el medicamento. Revisa las órdenes del doctor, la resistencia a múltiples antibióticos (MAR, por sus siglas en inglés) y el manual de terapia parenteral con medicamentos (PDTM, por sus siglas en inglés) para identificar el medicamento correcto que se debe administrar. Luego prepara el medicamento colocando la jeringa en la ampolla apropiada.[1]
    • Asegúrate de llenar la jeringa con una cantidad apropiada de medicamento. La dosis de una inyección intradérmica es generalmente menos de 0,5 ml.
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    Reúne los suministros. Coloca guantes no estériles, una jeringa, bastoncillos con alcohol y gasa en una bandeja. Coloca la bandeja cerca de tu área de trabajo.[2]
    • Asegúrate de que la aguja que uses sea una aguja de calibre 26 o 28 de 1 a 2 cm (3/8 a ¾ pulgadas).
    • Los guantes médicos no estériles se usan generalmente para procedimientos médicos que no son quirúrgicos.[3]
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    Explica el procedimiento al paciente. Preséntate al paciente. Para reducir la ansiedad del paciente con respecto al procedimiento, explícale la razón por la que se lleva a cabo y qué es lo que implicará.[4]
    • Además, permite que el paciente exprese cualquier inquietud y haz preguntas antes de empezar.
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    Lávate las manos y ponte los guantes. Para evitar cualquier tipo de contaminación, asegúrate de lavarte las manos cuidadosamente con agua y jabón. Enjabónate las manos por al menos 20 segundos y enjuágate con agua tibia. Antes de cerrar el agua, sécate las manos con toallas de papel y luego úsalas para cerrar el grifo. Cuando tus manos estén secas, ponte los guantes médicos a fin de prepararte para el procedimiento.[5]
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    Escoge el sitio de la inyección. Las inyecciones intradérmicas generalmente se ponen en la superficie interior del antebrazo. Escoge un sitio para la inyección en el que no hayan vellos, lunares, erupciones, cicatrices u otras lesiones de la piel.[6]
    • Las inyecciones intradérmicas también se pueden administrar en el muslo del paciente o en la parte trasera de su brazo superior. Pregunta al paciente en dónde prefiere que le pongas el medicamento.
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    Revisa cuidadosamente el medicamento y al paciente. Asegúrate de tener el medicamento y la dosis correctos. También debes verificar el nombre del paciente para asegurarte de administrar el medicamento correcto a la persona correcta. Asegúrate de que el paciente sepa qué es lo que le administras. Puedes decir algo como “El doctor ordenó el medicamento xyz, ¿esto es lo que estabas esperando?”.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Administrar la inyección

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    Posiciona al paciente. Si vas a aplicar la inyección en el antebrazo interno del paciente, entonces coloca su brazo con la palma hacia arriba. Su brazo debe estar relajado y debe tener el codo flexionado.[7]
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    Limpia el sitio de la inyección. Usando un movimiento firme y circular, limpia el sitio de la inyección con el bastoncillo antiséptico o con alcohol. Deja que se seque completamente antes de proceder.[8]
    • Al dejar que la piel se seque completamente antes de insertar la aguja, puedes impedir que el alcohol y otros patógenos entren a la piel cuando insertes la aguja.
    • Debido a que las inyecciones intradérmicas no implican la penetración de vasos sanguíneos principales, no necesitas aspirar la jeringa.
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    Tensa la piel. Usa tu mano no dominante para hacerlo. Coloca el pulgar debajo del sitio de la inyección y el dedo medio encima. Usa estos dedos para tensar suavemente la piel a fin de asegurarte de que la aguja penetre de forma sencilla.[9]
    • Evita mover la piel a un lado o tirar demasiado de ella.
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    Mantén la aguja en un ángulo de 5 a 15 grados. Usa tu mano dominante para mantener la jeringa en paralelo al brazo del paciente. El bisel debe estar hacia arriba. Inclina ligeramente la aguja para que esté en un ángulo de 5 a 15 grados con relación a la piel.[10]
    • Asegúrate de colocar los dedos y el pulgar a los lados del cilindro. Si están debajo del cilindro, esto puede hacer que el ángulo de inserción exceda los 15 grados.
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    Inserta la aguja en la piel. Inserta lentamente la aguja en la piel del paciente hasta que esté 6,35 mm (1/4 de pulgada) dentro o que el bisel entero esté debajo de la piel. Cuando la jeringa esté en su lugar, saca tu mano no dominante para liberar la tensión que rodea al sitio de la inyección. Usa esta mano para empujar el émbolo a fin de administrar el medicamento.[11]
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    Fíjate si se forma una roncha o una ampolla. Hazlo a medida que administres el medicamento. Una roncha o una ampolla es un área de la piel que se levanta como una burbuja. La presencia de una roncha indica que el medicamento se ha administrado apropiadamente en la dermis.[12]
    • Si no se forma una roncha o una ampolla, entonces quita la aguja y repite el procedimiento en otro sitio.
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    Saca la aguja. Hazlo cuando se haya administrado el medicamento. Saca lentamente la aguja en el mismo ángulo que el ángulo de inserción. Esto ayudará a reducir el daño a los tejidos en el sitio de la inyección y el malestar en el paciente.[13]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Finalizar el procedimiento

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    Coloca una gasa. Coloca una gasa y un vendaje (si es necesario) en el sitio de la inyección. No masajees el sitio de la inyección. Al masajear el área, puedes hacer que el medicamento se difunda a los tejidos subcutáneos subyacentes.[14]
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    Desecha la aguja. Coloca la tapa de seguridad en la aguja. Luego tírala en un contenedor para objetos punzantes. De manera adicional, bota apropiadamente cualquier suministro contaminado.[15]
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    Lávate las manos. Quítate los guantes médicos y tíralos. Lávate las manos cuidadosamente con agua tibia y jabón. Sécalas con toallas de papel limpias.[16]
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    Toma nota del sitio de la inyección. Es una buena idea anotar el lugar del cuerpo en el que has administrado el medicamento. Esto es especialmente útil si el paciente recibe inyecciones a menudo, pues hará que el personal médico sepa que debe rotar el sitio de la inyección a fin de que no se use un área constantemente.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 41 465 veces.