Aprender kung fu es una manera fantástica de desarrollar disciplina, entrenar tu cuerpo y desarrollar una conexión más fuerte entre tu mente y cuerpo. Si bien no es tan fácil como lo pintan en las películas (no serás exactamente como Keanu Reeves o Bruce Lee cuando apenas empieces), es fácil comenzar a entrenar el cuerpo de antemano y adquirir una comprensión básica de los movimientos antes de comprometerte a tomar clases y dominar las artes marciales.

Método 1
Método 1 de 4:
Practicar posturas para principiantes

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    Aprende la postura del caballo para desarrollar fuerza y equilibrio en la parte central del cuerpo.[1] La postura del caballo es la más común en el kung fu para el equilibrio y la conexión entre la mente y el cuerpo. Si quieres realizar la postura del caballo, separa los pies de forma que estén apenas más allá de la altura de los hombros y luego haz una sentadilla profunda para que los muslos estén en paralelo a las rodillas. Luego, endereza la espalda e inclínate un poco hacia adelante con los brazos extendidos y los codos flexionados.
    • Esta postura se usa principalmente para desarrollar fuerza en la parte central del cuerpo debido a que te hundirás en la sentadilla y mantendrás tus puntos de apoyo con los pies.
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    Practica la postura hacia adelante, también conocida como la postura de pelea. Coloca el pie izquierdo hacia adelante y el derecho detrás de ti en un ángulo de 45 grados hacia donde mires. El pie derecho debe estar extendido y enderezado, en tanto que el pie izquierdo debe estar flexionado por la rodilla (de forma similar a una estocada). Forma un puño con ambas manos y colócalas pegadas a los lados, flexionadas por el codo.[2]
    • Desde esta posición, es mucho más fácil lanzar un puñetazo o un golpe controlado y regresar con rapidez a una postura defensiva con ambas manos a los lados, listo para bloquear los golpes que recibas.
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    Practica la movilidad y las patadas con la postura del gato. Coloca todo el peso sobre la pierna trasera y deja que la pierna delantera se apoye sobre la bola o la punta del pie. Mantén la pierna trasera flexionada ligeramente para mantener el equilibrio pero sin apoyar nada de peso sobre la pierna delantera.[3] La pierna trasera brinda estabilidad, en tanto que la pierna delantera se usa para dar patadas o colocarte en otra postura.
    • A esta postura se le llama así por la forma como caminan los gatos. La pierna delantera parece un gato dando un paso cuidadoso y manteniendo el equilibrio sobre las demás patas mientras tantea el suelo con la pata delantera.
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    Desarrolla un mayor sentido del equilibrio con la postura de la grulla. Realiza la postura de la grulla, la cual es excelente para desarrollar equilibrio. Párate sobre una pierna y levanta la otra un poco más arriba de la cadera, flexionando la rodilla con los dedos del pie apuntando hacia el suelo. Tradicionalmente, las manos se colocan encima de la cabeza, pero primero debes enfocarte en mantener el equilibrio por un corto periodo de tiempo.[4]
    • Esta postura se utiliza tradicionalmente para dar patadas, de forma muy similar a la postura del gato. Sin embargo, también es buena para evadir los ataques y hacer una transición a otra postura.

Método 2
Método 2 de 4:
Aprender técnicas básicas

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    Practica el puñetazo recto usando un saco de boxeo o realizando el boxeo de sombra. Forma un puño y lleva los brazos cerca de los costados, flexionados por el codo. Mantén el codo directamente detrás del puño al lanzar el puñetazo con lentitud hacia adelante y gira un poco la cintura al realizar el movimiento. Practícalo con lentitud unas cuantas veces y luego acelera los puñetazos. Exhala al golpear e inhala al regresar el puño al cuerpo.[5]
    • Es más importante dominar el movimiento que lanzar puñetazos con rapidez. Asegúrate de que el movimiento te salga bien antes de aumentar la velocidad.
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    Practica una patada delantera levantando la rodilla al pecho y pateando hacia adelante. Para empezar la patada, párate derecho y levanta la rodilla hacia el pecho lo mejor que puedas. Extiende la pierna en línea recta hacia adelante de forma que la planta del pie mire hacia adelante y los dedos apunten hacia arriba. En el kung fu, todas las patadas se realizan con la planta o el costado del pie y, por ende, no debes tratar de patear con los dedos.[6]
    • Será necesario que te equilibres sobre una pierna al patear, por lo que debes hacer algunos ejercicios de equilibrio antes de continuar con la patada. De lo contrario, podrías caerte.
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    Practica una patada lateral girando un poco el cuerpo y pateando hacia un lado. Para empezar la patada, levanta la rodilla nuevamente hacia el pecho y equilíbrate sobre la otra pierna. Gira el cuerpo en dirección contraria a la pierna levantada y patea hacia un lado por la rodilla. El pie debe terminar con los dedos apuntando hacia una pared pero con la planta del pie de todos modos mirando hacia adelante.
    • Regresa la rodilla hacia el pecho e intenta mantener el equilibrio sobre un pie en todo momento. No debes dejar que el pie con el que patees toque el suelo hasta haber terminado el movimiento.
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    Entrena tu respiración para que esté en sincronía con los puñetazos y patadas. Al lanzar puñetazos, inhala antes de golpear y exhala al extender el brazo. En el caso de las patadas, inhala al levantar la rodilla y exhala al patear. La respiración correcta es fundamental para conservar energía durante el kung fu, y no te cansarás con tanta facilidad durante un entrenamiento si sigues la técnica apropiada.
    • Lo principal que debes tener en cuenta es que controles tu respiración de la mejor manera posible y no hiperventiles ni evites respirar del todo. Ten en cuenta la forma como respires y haz el intento de respirar hondo y controladamente durante el entrenamiento, aunque estés cansado.[7]

Método 3
Método 3 de 4:
Tomar clases y entrenar más

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    Edúcate sobre los diversos estilos de kung fu y elige uno en el que entrenar.[8] Existen muchos estilos de kung fu, hasta algunos que no se desarrollaron hasta la era moderna, incluyendo el conocido estilo Shaolin, el estilo tai chi, el estilo wing chun y el estilo de la mantis religiosa. Cada uno abarca su propio conjunto particular de posturas y técnicas y, por ende, debes elegir uno que sea adecuado para tu nivel de habilidad y de forma física.[9]
    • El Shaolin y el tai chi son los estilos más famosos, y es relativamente fácil empezar y conseguir un instructor para ellos. El Shaolin se enfoca en la destreza al saltar, rodar y caer, en tanto que el tai chi es una forma lenta pero deliberada del kung fu.[10]
    • El wing chun se conoce por su simplicidad y se enfoca en el combate y los duelos. Como todo el mundo lo sabe, lo usaron Bruce Lee y su enigmático profesor Yip Man.
    • El estilo de la mantis religiosa, como su nombre lo indica, imita los movimientos de este insecto, tratando las manos como "ganchos" e incorporando movimientos ágiles pero precisos. Debes probar con este estilo después de familiarizarte con otros estilos más directos.
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    Busca un profesor o dojo de kung fu cerca de ti para aprender en persona. Si bien puedes aprender mucho y desarrollar tus habilidades por tu cuenta, debes buscar un profesor en tu ciudad o unirte a un dojo de artes marciales con entrenadores para empezar verdaderamente a entrenar de forma deliberada y aprender técnicas más específicas.
    • En su mayoría, los estudios generalizados de artes marciales ofrecen clases de kung fu. Sin embargo, si quieres concentrarte en un estilo en particular, quizás debas conseguir un entrenador personal.
    • En general, se espera que acudas a una sesión de entrenamiento o clase como mínimo una vez por semana. Allí desarrollarás técnicas y también disciplina. Esta constituye una parte importante de todas las artes marciales.[11]
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    Pelea y ejercítate con un compañero para perfeccionar tus técnicas. Cuando no puedas estar en una clase aprendiendo de tu profesor, busca a alguien de la clase con quien practicar el resto de la semana. Es gratificante tener a otra persona con quien ejercitarte, y practicar las técnicas y los movimientos de pelea te resultará mucho más eficaz con una persona de verdad frente a ti.[12]
    • Ten cuidado de no usar toda tu fuerza con tu compañero de pelea a menos que sepas que puede soportarlo. Enfócate en movimientos y posturas y no en la fuerza. Guarda tu energía para las peleas en clase.
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    Edúcate a través de la capacitación en línea y los libros de artes marciales.[13] Cuando no estés en clase, tómate el tiempo de aprender sobre la historia de las artes marciales y el kung fu y aprender más en línea sobre el estilo que hayas elegido. Existen muchos artistas marciales que ofrecen capacitación personal en línea y pueden ayudar a guiarte en la dirección correcta aunque tengas un profesor físico.

Método 4
Método 4 de 4:
Desarrollar tu forma física para el kung fu

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    Entrena tu resistencia física mediante estallidos cortos de rutinas de ejercicios intensas. La resistencia física es un componente clave del kung fu. Si no la tienes, no podrás usar estallidos de energía para hacer movimientos complicados más adelante y recuperarte con rapidez después de la rutina. Entrena tu resistencia física mediante rutinas de ejercicios vertiginosas y de alta intensidad (por ejemplo, saltar la cuerda, hacer carreras de velocidad y levantar pesas).[15]
    • Salta la cuerda con rapidez por 30 segundos, descansa por 15 segundos y luego hazlo por 30 segundos más. Repítelo como mínimo 12 veces y luego toma un descanso más largo para después pasar al siguiente ejercicio.
    • Corre lo más rápido posible en la caminadora de banda por 30 segundos, tómate un descanso de 30 segundos caminando y luego corre a toda velocidad por otros 30 segundos. Hazlo por 20 minutos. Si no puedes hacerlo por 20 minutos completos, opta por un menor límite de tiempo e intenta hacer más carreras de velocidad cada vez que te ejercites.
    • Busca el límite superior de tu capacidad para levantar pesas y luego usa pesas un nivel más abajo para hacer una sesión de alta intensidad. Una forma en la que puedes hacerlo es que hagas 10 repeticiones de levantamientos de pesas militares (levantar la barra por encima de la cabeza con los brazos rectos) y luego te tomes un descanso de 20 segundos antes de repetirlo. Si empiezas a sentir dolor, detén el ejercicio y guarda tu energía para otro día.
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    Corre por 30 minutos para desarrollar aguante. El aguante es la capacidad para continuar después de un periodo largo de ejercicio y es clave para entrenar en el kung fu debido a que el entrenamiento y las sesiones de práctica suelen durar mucho tiempo. Corre como mínimo 30 minutos al día a una velocidad que te resulte cómoda.[16]
    • Considera la diferencia entre los corredores de fondo y los corredores de velocidad en los Juegos Olímpicos, por ejemplo. Los corredores de velocidad pueden cubrir una distancia corta a una velocidad extremadamente alta, pero los corredores de fondo guardan su energía corriendo a un ritmo más lento y cómodo.
    • Busca un ritmo que sea entre imposible y demasiado fácil para ti.
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    Desarrolla fuerza levantando pesas y usando máquinas de entrenamiento de fuerza. No es necesario ser fuerte para las artes marciales (ya que tienen una mayor relación con usar los movimientos correctos que con la potencia), pero desarrollar fuerza puede serte de ayuda para aprender habilidades con mayor facilidad.
    • Practica la fuerza haciendo ejercicios diarios de levantamiento de pesas (por ejemplo, levantamientos militares, curls con mancuernas y pesas para las piernas).[17]
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    Entrena tu flexibilidad mediante los estiramientos de muslos, estiramientos de los músculos isquiotibiales y estiramientos de brazos. La flexibilidad lo es todo en el kung fu debido a que constituye una parte clave de evadir, bloquear y golpear cuando surge la oportunidad en un duelo. Entrena tu flexibilidad mediante diversos estiramientos de piernas y brazos.
    • Los estiramientos de brazos incluyen un estiramiento del hombro en el que levantas el brazo a través del cuerpo, un estiramiento de tríceps en el que flexionas el brazo detrás de la espalda para sentir que se estira la parte superior del brazo, y el estiramiento del músculo trapecio en el que inclinas la barbilla hacia el pecho y tiras de la cabeza con suavidad en ambas direcciones.[18]
    • Los estiramientos de piernas incluyen las estocadas, en donde llevas un pie hacia atrás para apoyarlo sobre los dedos en tanto apoyas el otro en un ángulo recto frente a ti; los estiramientos de los músculos isquiotibiales, en los que flexionas la rodilla para levantar la pierna detrás de la espalda; y los estiramientos de pantorrillas, en donde te inclinas hacia adelante contra una silla o una pared e intentas tocar el suelo con el talón.[19]
    • Asimismo, es posible que te des cuenta de que las rutinas normales de yoga mejoran tu flexibilidad. Podrías inscribirte en una clase de yoga para aprender posturas y estiramientos que trabajen todo el cuerpo.
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    Alterna las rutinas de ejercicios de manera constante y nunca hagas lo mismo dos veces en un día. La clave para desarrollar el cuerpo en todo tipo de ejercicio es que modifiques tus rutinas de ejercicios de manera constante. Enfócate un día en la fuerza y la flexibilidad y otro día en la resistencia física y el aguante, y así sucesivamente. Nunca debes hacer el mismo ejercicio dos veces en un día. De lo contrario, te sentirás adolorido y no querrás seguir haciendo ejercicio al día siguiente.[20]
    • No hay problema con que hagas varias repeticiones del mismo ejercicio. Sin embargo, hazlas en una sucesión rápida en lugar de espaciarlas para lograr el efecto más notorio.

Consejos

  • Dominar de verdad el kung fu de cualquier estilo es un compromiso que toma años lograr. Evita preocuparte si no te salen bien las cosas de inmediato, ya que las artes marciales tienen relación con desarrollar tu propia disciplina y nunca rendirte ante la adversidad, de adentro o de afuera.
  • Empieza con lentitud enfocándote en movimientos precisos antes de acelerar las patadas y puñetazos. Golpear con fuerza no es tan importante como el que la técnica te salga bien.

Acerca de este wikiHow

Yvonne Mo
Coescrito por:
Coach de acondicionamiento físico y salud, e instructora de kung fu
Este artículo fue coescrito por Yvonne Mo. Yvonne Mo es coach de acondicionamiento físico y salud, además de instructora de kung fu. Con más de 21 años de experiencia en la industria de la adecuación física y las artes marciales, se especializa en combinar y enseñar modalidades de ejercicios y salud tanto orientales como occidentales que incluyen tai chi, acupuntura deportiva, medicina china y ventosas de fuego. Yvonne obtuvo sus certificaciones como entrenadora personal a través de la Asociación Nacional de Fuerza y Acondicionamiento Físico y del Colegio Americano de Medicina Deportiva. Este artículo ha sido visto 2052 veces.
Categorías: Artes marciales