Muchos practicantes de magia la dividen en dos categorías principales: magia blanca (a veces llamado el camino de la mano derecha) y magia negra (a veces llamado el camino de la mano izquierda). De cualquier manera, la definición exacta de cada una está en debate. La diferencia más comúnmente aceptada es que la magia blanca está asociada con lo positivo y la sanación, mientras que la magia negra trata de negatividad y daño. Otros creyentes sostienen que la magia blanca está hecha para beneficiar a otros, mientras que la magia negra se realiza para beneficio personal del practicante.[1] Otros afirman que la magia negra es cualquier tipo de magia que rompa costumbres sociales predominantes y tabúes.[2] En cualquier caso, la práctica real de la magia blanca varía significativamente entre sistemas de creencias, escuelas de pensamiento e incluso individualmente entre practicantes.

Método 1
Método 1 de 2:
Construir un altar

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    Elige la base para el altar. Tu altar puede ser cualquier superficie plana y suficientemente elevada para colocar tu Libro de las sombras y objetos elegidos para los rituales. Puede ser una mesa de centro, una mesa de noche, un estante, o un baúl grande. Algunos practicantes prefieren usar un altar redondo, ya que es más fácil moverse en un círculo ritual. Otros prefieren altares rectangulares o cuadrados por razones prácticas, como la facilidad de almacenamiento.
    • Para la magia blanca en especial, querrás elegir un altar de madera mara estar más en sintonía con la naturaleza.[3] Podrías incluso elegir un tipo de madera asociado con algún tipo de hechizos en particular.[4]
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    Elige un lugar en tu casa. Asegúrate de elegir un lugar que sea silencioso para que puedas concentrarte mejor. Algunas tradiciones sostienen que el altar debe colocarse hacia el norte o hacia el este, dependiendo la escuela de pensamiento.[5]
    • Para la magia blanca, puedes optar por colocar el altar en un lugar con mucha luz natural. Incluso podrías ponerlo en un lugar simbólicamente positivo asociado con la creación, como en tu cocina.
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    Organiza los símbolos de tus dioses. Estos símbolos deberán colocarse uno a lado del otro y en el centro del altar. Tus elementos simbólicos pueden representar al Dios cornudo y a la Diosa madre, o a una elección personal de deidades extraídas de un panteón en particular. Algunos eligen velas de diferentes colores para representar a sus deidades. Otros adquieren estatuillas semejantes a sus dioses. Sin embargo, otros eligen artículos significativos para sus deidades, normalmente derivados de mitos y tradiciones.[6]
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    Representa los cuatro elementos. Muchas tradiciones incluyen símbolos de los cuatro elementos acomodados alrededor del altar correspondiendo a los puntos cardinales. Para realizar magia blanca, usa versiones blancas o de colores claros de dichos elementos (por ejemplo, usa vino blanco en lugar de tinto) si lo deseas.
    • Tierra para el norte: representada por un pentagrama, piedras, sal, comida o plantas. Coloca una vela amarilla o verde en la periferia.
    • Fuego para el sur: representado por aceite, cuchillos rituales o un apagavelas. Coloca una vela roja en la periferia.
    • Aire para el este: representado por incienso, plumas, una campana o tu vara. Coloca una vela amarilla o azul en la periferia.
    • Agua para el oeste: representada por un traste con agua, conchas marinas, un cáliz o vaso con vino, o un caldero. Coloca una vela azul o verde en la periferia.[7]

Método 2
Método 2 de 2:
Lanzar un hechizo

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    Determina tu intención. Siempre ten clara la meta cuando lances un hechizo. Recuerda que la magia blanca generalmente es positiva y para el bien de otros. La magia blanca fortalece la sanación, el crecimiento, la felicidad, la paz, etc.
    • Muchos creen que el mayor aspecto de la magia blanca es que no puede subvertir la voluntad de otra persona. Siguiendo este principio, no debes lanzar un hechizo de amor a una persona en particular para forzarla a amarte. En cambio, un hechizo de amor de magia blanca implicaría atraer a una persona desconocida, posiblemente con ciertas cualidades deseadas, hacia ti o hacia la persona que te pida que hagas el hechizo.[8]
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    Selecciona objetos adicionales para tu altar relacionados con el hechizo. Los detalles de los objetos se consideran secundarios al significado que tengan para ti, el practicante. Pueden ser dibujos de tu cultura o de las tradiciones y símbolos de tu cofradía. Hierbas y figurillas específicas son elecciones populares. Puedes agregar cuantos objetos quieras siempre y cuando no abarroten tu altar.[9]
    • Continuando con el ejemplo del hechizo de amor, coloca representaciones de las cualidades que quieras en un amante. Si quieres a alguien apasionado, agrega pimienta o una pizca de especias. La inteligencia puede representarse con la estatuilla de un búho. Un frasco de azafrán puede ser para un pretendiente feliz o estable.[10]
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    Comienza haciendo un círculo. Crea un circulo alrededor del altar y párate dentro antes de comenzar un hechizo. El circulo puede hacerse de tiza, cuerda, piedras, ramas, sal, o cualquier otro objeto. Párate de frente al altar. Si estás practicando con otras personas, unan sus manos viendo hacia el centro del círculo.[11]
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    Medita en el altar. Usa los objetos en el altar para aclarar tu mente y concentrarte en tu meta. Puedes utilizar una vara o cuchillo ceremonial para canalizar tu concentración apuntando a cada objeto simbólico. Piensa cómo se relaciona cada uno con el hechizo que estés lanzando. Reza a las deidades elegidas por su guía y asistencia.
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    Realiza cualquier ritual o recita cualquier encantamiento apropiado para tu hechizo. Estos no siempre son necesarios para un hechizo, pero muchos practicantes los usan. Puedes aprenderlos investigando o directamente de otro creyente. Incluso puedes crear tu propio hechizo escribiéndolo en tu Libro de las sombras. Es bueno memorizar todo lo necesario antes de comenzar, pero también podrás leerlo directamente de tu libro.[12]
    • Para la magia blanca, no realices ninguna acción violenta o que simbolice la violencia. Del mismo modo, no hables de manera negativa o utilices palabras de odio.

Consejos

  • Si eres Wicca, considera unirte a una cofradía local y pide a los otros miembros que te guíen. Puedes pedir prestado o leer un Libro de las sombras que pertenezca a alguien más de la cofradía. Con eso, podrás copiar hechizos en un cuaderno en blanco, creando tu propio libro de las sombras.[13]
  • Muchos Wiccas y algunos otros paganos y neopaganos creen en la Regla de tres o Regla de la tercia. Esto es la creencia de que experimentarás de vuelta tres veces el bien (o el daño) que hagas a través de la magia[14]
  • La mayoría de los practicantes de la magia están de acuerdo que la fe y voluntad de quien lanza el hechizo es más importante para un hechizo que los aspectos específicos del ritual.[15] Muchos argumentan que herramientas específicas, palabras, e ingredientes son innecesarios y son simplemente métodos para canalizar la concentración de uno.[16]
  • Ponte en contacto con otros creyentes a través de sitios web y foros en línea. Muchos Wiccas y otros neopaganos publican sus hechizos personales para que otros los lean y tengan la posibilidad de integrarse en sus rituales.
  • Algunos Wiccas consideran que cualquier colección de artículos con importancia personal son "altares naturales" adecuados para usarse en rituales. Algunos ejemplos típicos de esto pueden ser tu mesa de noche, tu mesa de trabajo o una repisa.[17]

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