Todas las personas a veces necesitan ayuda para lidiar con los problemas de la vida. Los terapeutas están capacitados para ayudar a sus clientes con una amplia variedad de problemas y para actuar como guías en el camino al bienestar emocional. Aún así, empezar a acudir a un terapeuta puede ser intimidante. ¿Qué debes esperar del proceso? ¿Tendrás que explorar algunas partes de ti mismo que has ocultado por mucho tiempo? ¿Qué le dirás al terapeuta? Hay muchas cosas que puedes hacer para abordar estas inquietudes y prepararte para aprovechar al máximo tu sesión. La terapia es un proceso sumamente enriquecedor que requiere un gran esfuerzo tanto del terapeuta como del cliente.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Encargarte de la logística de la sesión

  1. 1
    Comprende el acuerdo financiero. Es muy importante que sepas qué tipo de cobertura ofrece tu seguro para la psicoterapia o cómo piensas pagarla.[1] Revisa tu descripción de beneficios del plan para encontrar información sobre servicios de la salud conductual o cobertura para la salud mental. Cuando tengas dudas, pregúntale a un representante de RRHH sobre tu compañía de seguros directamente.[2] Asimismo, pregúntale al terapeuta si acepta tu seguro antes de sacar tu primera cita. De lo contrario, tal vez tengas que pagar de tu bolsillo cuando podrías ver a un terapeuta en la red de tu seguro.
    • Cuando se reúnan, recuerda preguntar sobre el pago, la programación y el seguro al inicio de la sesión. De esta manera, podrás terminar la sesión compartiendo sin la perturbación de asuntos logísticos como la verificación del calendario y el pago.[3]
    • Debes saber que si acudes a un terapeuta en una consulta privada, podría darte un recibo que deberás enviar a tu compañía de seguros para el reembolso. Podrías ser responsable del costo total de la consulta por adelantado y luego recibir un reembolso a través de tu compañía de seguros.
  2. 2
    Revisa la formación del terapeuta. Los terapeutas tienen diferente formación y distintas formas de educación, especialización, certificación y acreditación. "Psicoterapeuta" es un término general, más que un título específico o un indicador de educación, capacitación o licencia. [4] Las siguientes son señales de alarma, que indican que el terapeuta puede no estar debidamente calificado:
    • No te proporciona información sobre tus derechos como cliente, confidencialidad, políticas del consultorio y tarifas (todo lo cual te permitiría autorizar la terapia).
    • No cuenta con una licencia emitida por el estado o jurisdicción donde se desempeña.
    • Un título de una institución no acreditada.
    • Reclamos sin resolver archivados en su junta de licencias.
  3. 3
    Prepara cualquier documento relevante. [5] Cuanta más información tenga el terapeuta sobre ti, mejor podrá hacer su trabajo. Los documentos útiles pueden ser los informes de pruebas psicológicas anteriores o resúmenes del alta hospitalaria reciente. Si eres un estudiante, es posible que también quieras traer tus últimas calificaciones u otros marcadores de progreso recientes.
    • Esto será útil durante tu entrevista de ingreso, cuando el terapeuta podría pedirte que llenes formularios sobre tu salud física y emocional actuales y pasadas. [6] Al simplificar esta parte de su visita, tú y el terapeuta tendrán más oportunidades de conocerse mutuamente a nivel personal.
  4. 4
    Reúne una lista de los medicamentos que tomas o que hayas tomado recientemente.[7] Si ya tomas algún medicamento para la salud mental o física, o si acabas de dejar de tomar un medicamento, querrás ir preparado con la siguiente información:
    • nombre del medicamento
    • tu dosis
    • efectos secundarios que presentes
    • información de contacto de los médicos
  5. 5
    Escribe notas recordatorias.[8] Cuando se reúnan por primera vez, podrías tener muchas preguntas e inquietudes. Para abordar todo lo que quieres saber, escribe algunas notas que te recuerden reunir toda la información necesaria. Llevarlas a tu primera sesión te ayudará a sentirte menos confundido y más tranquilo.
    • Las notas podrían incluir las siguientes preguntas para el terapeuta:
      • ¿Qué enfoque terapéutico usa?
      • ¿Cómo definiremos nuestros objetivos?
      • ¿Esperará que complete tareas entre sesiones?
      • ¿Con cuánta frecuencia nos reuniremos?
      • ¿Nuestro trabajo será a corto o a largo plazo?
      • ¿Está dispuesto a colaborar con otros profesionales de la salud para tratarme con más eficacia?
  6. 6
    Lleva un registro del horario de tus citas.[9] Como la terapia pretende brindarte un espacio seguro para trabajar en ti mismo, debes administrar el tiempo con sabiduría. Una vez que estés en la sesión, el terapeuta debe encargarse de llevar un registro del tiempo, lo que te permitirá concentrarte en responder preguntas y adaptarte a la sensación de la terapia. Sin embargo, depende de ti llegar a ese punto. Ten en cuenta que algunos terapeutas privados cobran por las citas perdidas, y estas tarifas no están cubiertas por el seguro.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Prepararte para abrirte

  1. 1
    Escribe en un diario sobre tus últimos sentimientos y experiencias.[10] Antes de ir a la terapia, pasa un poco de tiempo pensando realmente en las cosas sobre las que quieres hablar y las razones por las que quieres empezar la terapia en primer lugar. Anota las cosas específicas que quieres que alguien te ayude a saber de ti mismo, por ejemplo, lo que te hace sentir molesto o amenazado. El terapeuta estará preparado para formularte preguntas para fomentar la conversación, pero es más útil que ambos pasen tiempo pensando de antemano. Si estás atascado y no sabes qué hacer, hazte las siguientes preguntas antes de la sesión:
    • ¿Por qué estoy aquí?
    • ¿Estoy molesto, triste, angustiado, asustado...?
    • ¿Cómo otras personas de mi vida influyen en la situación en la que me encuentro ahora?
    • ¿Cómo me siento normalmente un día cualquiera de mi vida? ¿Triste, frustrado, asustado, atrapado...?
    • ¿Qué cambios quiero ver en mi futuro?
  2. 2
    Practica expresando tus pensamientos y sentimientos sin censura. Como cliente, la mejor manera de garantizar una terapia eficaz es quebrantar tus propias reglas sobre lo que es apropiado decir y lo que debes mantener en secreto.[11] En privado, habla en voz alta para ti mismo los pensamientos extraños que normalmente no te permitirías expresar. La libertad de explorar tus impulsos, pensamientos y sentimientos a medida que surjan es una de las principales fuentes de cambio en la psicoterapia. El hecho de acostumbrarte a expresar estos pensamientos facilitará mucho más el acceso a esta parte de ti mismo en una sesión.
    • Tus pensamientos sin censura también pueden incluir preguntas. Quizás te interese la opinión profesional del terapeuta sobre tu situación o sobre la manera en que operará tu terapia. El terapeuta se encargará de proporcionarte esta información en la medida de lo posible.
  3. 3
    Aprovecha tu curiosidad interior. Puedes practicar la expresión de tus pensamientos, sentimientos e inquietudes más profundas preguntando "¿Por qué?". A medida que avanzas en tu vida cotidiana antes de la sesión, pregúntate por qué te sientes de cierta manera o si tienes ciertos pensamientos.
    • Por ejemplo, si un amigo o compañero de trabajo te pide un favor para el que te sientes reacio, pregúntate por qué te resistes a ayudar. Aunque la respuesta sea un directo "No tengo tiempo", ve más allá y pregúntate por qué consideras que no puedes o no debes sacar tiempo. El objetivo es no sacar una conclusión sobre la situación, sino hacer una pausa y tratar de comprenderte más a fondo.
  4. 4
    Recuerda que este terapeuta no es el único terapeuta. Es fundamental que haya compatibilidad entre el cliente y el terapeuta para lograr el éxito en la terapia. [12] Si inviertes demasiado en tu primera reunión sin tomar esto en cuenta, es posible que te sientas obligado a continuar con un terapeuta que no esté completamente capacitado para ayudarte.
    • ¿Saliste de la primera sesión sintiéndote incomprendido? ¿La personalidad del terapeuta te hace sentir un poco incómodo? ¿Quizás el terapeuta te recuerda a alguien que te hace sentir algo negativo? Si la respuesta es afirmativa a alguna de estas preguntas, tal vez quieras considerar la posibilidad de encontrar un nuevo terapeuta.
    • Ten en cuenta que es normal que te sientas nervioso en la primera sesión. Te sentirás más cómodo a medida que avance el proceso.

Consejos

  • Recuerda que habrá otra sesión el siguiente día o la próxima semana. No entres en pánico si sientes que no has expresado todo. Como todo cambio real, el proceso lleva tiempo.
  • Confía en que todo lo que le digas al terapeuta es confidencial. A menos que crea que estás poniendo en peligro a ti mismo o a otra persona, se le exige profesionalmente mantener todo lo que sucede en una sesión en total confidencialidad.

Advertencias

  • Si bien la preparación es muy importante, no es necesario planificar exactamente lo que vas a decir. Tener objetivos claros y algo de práctica para acceder a tus sentimientos más profundos ayudará a que las sesiones se desarrollen de manera orgánica.

Acerca de este wikiHow

Catherine Boswell, PhD
Coescrito por:
Psicólogo titulado
Este artículo fue coescrito por Catherine Boswell, PhD. La Dra. Catherine Boswell es una psicóloga licenciada y cofundadora de Psynergy Psychological Associates, un consultorio de terapia privado con sede en Houston, Texas. Con más de 15 años de experiencia, la Dra. Boswell se especializa en tratar a personas, grupos, parejas y familias que tienen problemas con traumas, relaciones, duelo y dolor crónico. Tiene un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Houston. Además, ha impartido cursos a estudiantes de nivel de maestría en la Universidad de Houston. También es autora, oradora y coach. Este artículo ha sido visto 4122 veces.
Categorías: Salud