Un cráneo animal limpio puede ser un adorno hermoso y único para una amplia gama de productos artísticos. Asimismo, puede enseñarnos mucho sobre los animales. La edad, los hábitos e incluso la manera en que murieron se pueden determinar mediante los cráneos y huesos. Un cráneo animal debe estar completamente limpio antes de preservarlo y existen varios métodos que se pueden emplear. En este artículo encontrarás los pasos a seguir para aprender a limpiar y preservar un cráneo.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Quitar la carne

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    Toma precauciones para prevenir la zoonosis. Muchas enfermedades que los animales transportan, como la rabia, se pueden transmitir a los humanos. Estas enfermedades se conocen como zoonóticas, y pueden permanecer intactas incluso después de la muerte del animal. Toma precauciones con esto en cuenta.[1]
    • Utiliza guantes y lávate bien las manos, brazos u otra parte de tu cuerpo que entre en contacto con el cráneo.
    • Es posible que también quieras usar una máscara quirúrgica durante el proceso de eliminación de la carne.
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    Macera el cráneo. La maceración se refiere a la eliminación de la carne de un animal muerto. Tendrás que retirar la carne tanto de adentro como de afuera del cráneo al colocarlo en una cubeta o un recipiente de plástico grande con un detergente de lavandería a base de enzimas. Existen varios métodos disponibles.
    • La maceración con agua fría es un proceso largo que consiste en dejar remojar el cráneo en agua a temperatura ambiente con una pequeña cantidad de detergente de lavandería para agua fría. Estos detergentes tienen encimas que descomponen la materia orgánica. Esta es la manera más segura de limpiar el cráneo y dejarlo intacto. Sin embargo, puede tomar desde unos cuantos días hasta unas cuentas semanas, dependiendo del tamaño del cráneo.[2]
    • La maceración con agua caliente, también conocida como “cocinar” el cráneo, consiste en colocar el cráneo en agua caliente con el detergente con enzimas y hervirlo a fuego lento (no debe alcanzar el punto de ebullición). Puedes utilizar una estufa o un plato caliente. Debes vigilar con detenimiento el cráneo del animal, ya que hervirlo por demasiado tiempo lo dañará por la cocción de grasa.[3]
    • Otro método para retirar la carne del hueso es colocar el cráneo en la parte superior de un hormiguero. Sin embargo, debes asegurarte de ponerlo en una jaula pequeña o protegerlo de alguna otra manera para que otros animales no lo dañen. Las hormigas limpiarán cada pedacito de carne del cráneo sin dañar la integridad de su estructura.[4]
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    Retira la grasa. Retira la grasa del cráneo al dejarlo remojar durante unos cuantos días en una mezcla de agua y un poco de detergente para que corte la grasa. Este proceso es importante porque si queda grasa en el cráneo empezará a emanar olores desagradables o se acumulará en la superficie del mismo.[5]
    • Utiliza guantes de látex cuando trabajes con la carne.
    • Cambia el agua cada día o cuando se ponga turbia.
    • Este paso se debe realizar cuando el agua esté clara después de un día.
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    Seca el cráneo. Asegúrate de que el cráneo se seque bien antes de empezar el proceso de blanqueamiento. Deja que se seque al aire durante varios días.
    • Deja el cráneo sobre una toalla y varias hojas de papel toalla. Mantenlo dentro de tu casa de modo que no atraiga animales carroñeros o bichos.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Blanquear el cráneo

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    Remoja el cráneo en peróxido de hidrógeno. Sumerge el cráneo en un recipiente grande lleno de agua. Incluye solo entre 300 y 445 ml (10 a 15 onzas) de peróxido de hidrógeno al 35 % por cada 5 litros de agua aproximadamente.[6]
    • No utilices blanqueador de cloro, ya que este puede dañar los huesos y los dientes.
    • Este proceso le dará al cráneo un color blanco brillante. Los cráneos, naturalmente, son de color blanco a amarillento.
    • Deja el cráneo reposar en el agua durante al menos 24 horas.
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    Coloca los dientes de nuevo en sus alvéolos dentarios. Si utilizas uno de los métodos de agua para limpiar un cráneo animal, los dientes se caerán de los alvéolos dentarios. Guarda los dientes y vuelve a colocarlos utilizando una pequeña cantidad de pegamento fuerte.[7]
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    Utiliza algodón para las dentaduras carnívoras. La mayoría de los animales cuyos cráneos se utilizan para la preservación son carnívoros y tienen un conjunto de dientes caninos. Estos dientes tienen la tendencia a ser mucho más pequeños que los alvéolos dentarios en los que caben.[8]
    • Utiliza algunas bolas de algodón remojadas en pegamento. Envuelve un poco de algodón alrededor del diente e insértalo en los alvéolos dentarios.
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    Seca el cráneo. Deja el cráneo afuera durante 24 horas para que se seque con el sol y el pegamento se asiente. Debido a que el cráneo no tendrá materia orgánica adherida a él, no tendrás que preocuparte acerca de los animales o insectos.
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    Preserva el cráneo con poliuretano. Rocía el cráneo con varias capas de poliuretano, dejando que cada capa seque antes de aplicar la siguiente. Esto lo dejará con un acabado suave y brillante.
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Cosas que necesitarás

  • el cráneo de un animal muerto
  • un recipiente grande
  • agua
  • detergente de lavandería con enzimas (dirá “para agua fría” en el paquete)
  • peróxido de hidrógeno
  • una lata de poliuretano en spray
  • guantes de látex
  • una mascarilla para la cara

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Categorías: Coleccionismo
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