El dengue es una enfermedad que causa un virus que transmiten los mosquitos infectados. La enfermedad es común en el Caribe, en América Central y en Asia Sudcentral. Los síntomas del dengue incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos (dolor retroorbital), dolor articular y muscular, y erupción. Algunas veces, el dengue es una enfermedad leve, pero puede ser grave e incluso causar fiebre hemorrágica (sangrado) por dengue, la cual puede ser letal si se deja sin tratamiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aprender acerca del dengue

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    Reconoce los síntomas comunes del dengue. El dengue puede no causar ningún síntoma evidente si es un caso leve. En los casos más graves, los síntomas empezarán aproximadamente entre 4 y 10 días después de que un mosquito infectado te haya picado. Los síntomas más comunes del dengue incluyen los siguientes:[1]
    • fiebre alta (hasta de 41 °C o 106 °F)
    • dolor de cabeza
    • dolor muscular, óseo y articular
    • dolor detrás de los ojos
    • erupción
    • náuseas y vómitos
    • sangrado de la nariz y de las encías (en casos raros)
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    Comprende cómo se transmite el dengue. El insecto Aedes aegypti es el tipo principal de mosquito que propaga el dengue. Los mosquitos se infectan al picar a una persona infectada. La fiebre se transmite luego a alguien más cuando el mosquito infectado pica a esa persona.[2]
    • El virus está activo en la sangre de la persona infectada desde el primer día hasta el séptimo día de la fase de la fiebre; por tanto, cualquiera que pueda entrar en contacto con la sangre del paciente infectado (como un médico u otro trabajador de atención médica) puede estar expuesto.
    • El dengue puede transmitirse de una mujer embarazada infectada al feto, así que las mujeres embarazadas deben tomar precauciones adicionales en las zonas en las que el virus pueda estar presente.[3]
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    Toma en cuenta tus factores de riesgo. Si vives en una región tropical o subtropical o si viajas a estos sitios a menudo, tienes un riesgo mayor de contraer el dengue. También tienes un riesgo mayor si has sido infectado anteriormente. Un ataque previo de dengue también te pone en riesgo de desarrollar síntomas graves si te infectas por segunda vez.[4]
    • El dengue es común en muchos países tropicales del Sudeste Asiático, del subcontinente indio, del Pacífico Sur, del Caribe, de Sudamérica, de Centroamérica, del noreste de Australia y de África. Después de 56 años de ausencia, el dengue también ha resurgido en Hawaii.
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Parte 2
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Reducir tu exposición a los mosquitos infectados del dengue

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    Permanece dentro de tu casa o debajo de un mosquitero durante las horas de mayor incidencia de mosquitos. El mosquito del dengue tiene dos periodos en los que pican más, por la mañana durante varias horas después del amanecer y por la tarde durante varias horas antes de que oscurezca. Sin embargo, el mosquito puede alimentarse en cualquier momento del día, sobre todo en espacios interiores, en zonas con sombra o cuando está nublado.
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    Usa repelente de insectos cuando estés al aire libre. Es importante que te protejas de las picaduras cuando vayas a pasar tiempo al aire libre en zonas infestadas de mosquitos. Ponte el repelente en todas las áreas expuestas de la piel antes de salir.[7]
    • En el caso de los adultos y de los niños de más de dos meses de edad, usa un repelente que contenga 10 % de DEET (N, N-dietil-meta-toluamida).[8]
    • Protege a los bebés de menos de dos meses de edad usando un portabebés cubierto con un mosquitero que tenga borde elástico de manera que se cierre herméticamente.
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    Cúbrete la piel. Puedes reducir la probabilidad de que te piquen si te cubres la mayor parte posible de la piel. Usa camisetas de manga larga, calcetines y pantalones largos holgados cuando viajes a zonas infestadas de mosquitos.[9]
    • También puedes rociar en tu ropa un repelente que contenga permetrina u otro repelente registrado por la Agencia de Protección Ambiental para una mayor protección (recuerda no usar permetrina en la piel).[10]
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    Elimina el agua estancada en la zona en la que vives. Los mosquitos se reproducen en aguas estancadas. Los sitios de reproducción de mosquitos incluyen contenedores artificiales de agua como llantas desechadas, barriles de almacenamiento de agua descubiertos, cubetas, floreros, macetas, latas y cisternas. Ayuda a reducir la población de mosquitos en la zona en la que vives eliminando el agua estancada que se ha acumulado alrededor de tu casa o de tu campamento.[11]
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Parte 3
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Tratar el dengue

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    Visita a un médico lo más pronto posible si sospechas que tienes el dengue. Si desarrollar una fiebre luego de visitar una región en la que el dengue es común, busca atención médica inmediatamente para aumentar tus probabilidades de sobrevivir. Si los síntomas se vuelven graves, es probable que requieras control de la presión arterial, transfusiones de sangre y otras intervenciones que deben administrar profesionales médicos.[12]
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    Debes saber que no hay cura para el dengue. Aunque se investigan varias vacunas, no hay cura para el dengue. Si sobrevives a la enfermedad, serás inmune a la cepa con la que te infectaste; sin embargo, aún podrás contraer una de las otras tres cepas.[13]
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    Mantente hidratado. El dengue puede causar diarrea y vómitos, lo cual puede producir deshidratación. Por tanto, es importante que tomes abundante agua si contraes el dengue. El médico también puede administrar líquidos por vía intravenosa para mantenerte hidratado.[14]
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    Reduce el dolor. Se recomienda el acetaminofeno para el dolor asociado al dengue, pues también puede ayudar a reducir la fiebre. Además, el acetaminofeno tiene menos propensión a aumentar el sangrado que los analgésicos AINE. El sangrado puede darse si desarrollas síntomas graves de dengue.[15]
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Consejos

  • Recuerda que no hay ninguna vacuna disponible para prevenir el dengue y que no existe ningún medicamento específico para curar a las personas que tienen este trastorno, así que es importante que te protejas de las picaduras de mosquitos si vives en una zona en la que el dengue sea común o si vas a viajar a una.
  • Cualquier persona que esté enferma después de viajar debe asegurarse de decírselo a un médico para que este pueda identificar enfermedades que puedan ser endémicas en la zona a la que recientemente viajó, incluyendo el dengue.
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Acerca de este wikiHow

Janice Litza, MD
Coescrito por:
Médica de medicina familiar certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médica certificada en medicina familiar en Wisconsin. Es una médica activa y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison en 1998. Este artículo ha sido visto 8326 veces.
Categorías: Salud
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