Es fácil recordar proteger tu rostro contra los rayos del sol, pero no debes olvidar resguardar también tu cuello. Sin embargo, existen muchas medidas que puedes tomar para mantener tu piel y tu cuello a salvo. Como enfermera profesional, Marsha Durkin aconseja lo siguiente: "Protege tu cuello del sol usando filtro solar con un factor de protección solar (FPS) alto y volviéndolo a aplicar cada dos horas, así como utilizando bufandas, sombreros, camisetas con cuellos altos y prendas confeccionadas con telas que tengan un factor de protección ultravioleta (FPU) de 50+. Asimismo, empieza a limitar tu exposición al sol". Mantener tu piel saludable requiere esfuerzo, pero vale la pena a largo plazo.

Método 1
Método 1 de 3:
Usa filtro solar como una medida de protección

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    Aplica un filtro solar de amplio espectro y con un FPS alto. Ningún filtro solar puede garantizarte una protección completa, pero uno con un FPS de 100 bloquearás aproximadamente 99 % de los dañinos rayos UBV del sol. Asegúrate de que la etiqueta mencione que el producto tiene un amplio espectro, ya que así te protegerá también de los de los rayos UVA.[1]
    • Busca un filtro solar a prueba de agua o de sudor. No olvides verificar si el filtro protegerá tu cuello por 40 u 80 minutos incluso si entra en contacto con el agua.
    • Para obtener una mayor protección, frota una capa de filtro solar en loción sobre tu piel. Luego, agrega filtro solar en aerosol.
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    Frota 30 ml (1 onza) de filtro solar en la parte superior de tu cuerpo, incluido el cuello. La mayoría de personas cometen el error de aplicar muy poco filtro solar como para obtener una protección adecuada. Sé generoso al frotar el producto sobre tu piel. Utiliza tus dedos para asegurarte de que tu cuello esté completamente cubierto.[2]
    • Por lo general, es mejor aplicar el filtro solar al menos 15 minutos antes de exponerte al sol. Esta ventana de tiempo permitirá que el filtro solar forme una barrera protectora sobre tu piel.
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    Vuelve a aplicar el filtro solar en tu cuello cada dos horas. Tarde o temprano, el filtro solar se desvanecerá y dejará de surtir efecto en condiciones normales. Si estás nadando o te frotas el cuello con una toalla, entonces podrías necesitar volver a aplicarlo en menos tiempo. Debes tener en claro que un FPS más alto no significa que el filtro durará más tiempo.[3]

Método 2
Método 2 de 3:
Protege tu cuello con prendas de vestir

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    Usa un sombrero con una visera de entre 5 y 7 cm (2 o 3 pulgadas). Una gorra estándar de béisbol podría dejar a tu cuello y orejas vulnerables al sol. Usar un sombrero con una visera extendida te garantiza que tu cuello quedará parcialmente protegido contra el sol. Un sombrero de paja puede brindarle algo de protección, pero es mejor usar un sombrero confeccionado con puntos tupidos.[4]
    • Algunos sombreros vienen con una cara inferior que realmente repele los rayos del sol.
    • Se estima que el riesgo de padecer de cáncer de piel se reduce en un 10 % por cada 5 cm (2 pulgadas) añadidos a la visera del sombrero.[5]
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    Utiliza un sombrero cubre nuca. Este sombrero cubre una parte de tu cabeza, como una gorra de béisbol, pero también tiene una tela gruesa que cuelga de los lados y de la parte trasera. Esta tela cubre tus orejas y tu cuello, protegiéndolos del sol. Puedes conseguir un sombrero cubre nuca en cualquier tienda deportiva o de deportes al aire libre de tu localidad.[6]
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    Envuelve una bandana alrededor de tu cuello. Las bandanas son pedazos cuadrados y ligeros de tela que pueden doblarse fácilmente y envolverse alrededor del cuello. Puedes atar los extremos al frente o al costado de tu cuello. Ajusta la caída de la tela hasta que cubra tu cuello por todos lados.[7]
    • Si hace calor extremo, remoja tu bandana en agua fría antes de colocarla sobre tu cuello para obtener un alivio mayor.
    • Si no tienes una bandana, puedes utilizar cualquier pedazo cuadrado de tela de la misma manera.
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    Usa una camiseta de cuello alto. Si irás a la playa o a nadar, busca una camiseta de neopreno de mangas largas cuyo cuello se extienda unos centímetros por encima de tus hombros. Esto bloqueará el sol sin sobrecalentar tu cuerpo en el proceso. Muchas compañías que venden accesorios para deportes al aire libre también ofrecen camisetas ligeras con piezas extendidas y a veces removibles para el cuello.[8]
    • Verifica que la parte superior sea relativamente ceñida a tu cuerpo o podría soltarse y exponer parte de tu cuello al sol.
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    Selecciona prendas con FPU. Busca camisetas con cuellos altos, bandanas o sobreros con FPU. La escala del FPU oscila entre 15 y 50+, siendo los números más altos aquellos que ofrecen mayor protección contra los rayos UVA y UVB. Sin embargo, la escala del FPU solo surte efecto si las prendas permanecen secas.[9]
    • Por ejemplo, si te expondrás al sol por largos periodos de tiempo, opta por un FPU de 40+, ya que este puede bloquear aproximadamente 98 % de rayos UV. Un factor de entre 25 y 35 es una buena opción para periodos cortos de exposición al sol.
    • Busca una pañoleta que te proteja contra el sol. Una pañoleta es un pedazo de tela que sobresale por debajo de tu sombrero y que cubre tus hombros. Esta es una buena opción para proteger tu cuello.

Método 3
Método 3 de 3:
Minimiza los efectos del sol

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    Limita tu exposición al sol entre las 10 am y las 4 pm. Estos son los periodos en el que los rayos UV son más potentes y podrían quemar tu piel. Si puedes ver que el sol está arriba en el cielo y tu sombra es muy pequeña, es muy probable que el calor sea intenso. Trata de permanecer bajo un techo durante estas horas o de permanecer algún tiempo debajo de la sombra.[10]
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    Lleva una sombrilla o siéntate debajo de una. Crea tu propia sombra al usar una sombrilla en la playa o al llevar una contigo si vas a salir caminar. Busca una sombrilla con un FPU alto. Para cubrir tu cuello por completo, apoya el brazo que sostiene la sombrilla sobre tu hombro, de modo que la sombrilla esté inclinada hacia atrás.[11]
    • Algunas sombrillas tienen orificios de ventilación que permiten un mayor flujo de aire.
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    Presta atención a cómo se siente tu piel. Si te expones al sol y sientes dolor en la parte trasera de tu cuello, entonces es momento de buscar sombra. También podrías sentir que tu piel está más caliente de lo usual al tocarla. Otra señal de una posible quemadura de sol es que la piel se siente tiesa, pegajosa o estirada.
    • Para verificar si tienes una quemadura de sol, presiona uno de tus dedos contra tu piel. Si tu piel cambia de color blanco a rojo, podrías estar desarrollando una quemadura de sol.
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    Trata tu cuello quemado con una loción de aloe vera, soya o calamina. Si tu cuello está rojo o sientes dolor en él, frota un poco de loción sobre la piel de esa área. También puedes tomar medicamentos sin receta médica, tal como ibuprofeno, para reducir el dolor y la hinchazón. Aléjate del sol hasta que tu cuello, así como otras áreas quemadas, se hayan recuperado por completo.[12]
    • No uses lociones que contengan petróleo, benzocaína o lidocaína sobre una quemadura de sol.
    • Asegúrate de respetar la dosis o las instrucciones de aplicación consignadas en los medicamentos o lociones que se venden sin receta médica.
    • Para obtener alivio, coloca una tela fresca y húmeda alrededor de tu cuello una o dos veces al día hasta que las quemaduras sanen.
    • Cubre la piel quemada por el sol mientras sana, de modo que la quemadura no empeore.
    • Si aparecen ampollas, no las revientes ni las pellizques. No las toques hasta que sanen.
    • Si te sientes mareado, débil, con frío, con fiebre o con el estómago revuelto, acude a un doctor.

Advertencias

  • Verifica que el filtro solar que utilizas en tu cuello no haya vencido o podría no ser tan eficaz.[13]
  • Tomar ciertos medicamentos, tal como la doxiciclina, puede volverte más propenso a sufrir quemaduras de sol. Toma medidas adicionales para proteger tu cuello si este es tu caso.[14]

Acerca de este wikiHow

Mohiba Tareen, MD
Coescrito por:
Dermatóloga FAAD certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Mohiba Tareen, MD. Mohiba Tareen es una dermatóloga certificada y fundadora de Tareen Dermatology ubicado en Roseville, Maplewood y Faribault, Minnesota. La Dra. Tareen completó la escuela de medicina en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, donde fue incluida en la prestigiosa sociedad de honor Alpha Omega Alpha. Mientras era residente en dermatología en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, ganó el premio Conrad Stritzler de la Sociedad Dermatológica de Nueva York y su trabajo fue publicado en The New England Journal of Medicine. Luego, la Dra. Tareen completó una beca de procedimiento que se centró en cirugía dermatológica, láser y dermatología cosmética. Este artículo ha sido visto 5461 veces.