¡Oh, no! Tu gato encontró una trampa para ratones y ahora tiene pegamento pegado en su pelaje. Si todavía sigue pegado a la trampa, tendrás que cortarle el pelaje pegado para liberarlo. Échale un aceite de cocina en su pelaje para quitarle el pegamento. Cuando salga todo, limpia su pelaje.

Método 1
Método 1 de 2:
Quitar el pegamento

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    Libera al gato de la trampa. Si todavía sigue pegado a la trampa, usa unas tijeras para cortar el pelaje pegado. Solo córtale el pelaje pegado a la trampa. Procura no cortar demasiado cerca de la piel.[1]
    • Si la trampa está demasiada cerca de su piel, llévalo al veterinario para que se la quiten y retiren el pegamento.
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    Envuelve al gato con una toalla. Cárgalo y ponlo sobre tu regazo o un lugar nivelado, como una mesa o cama. El pegamento de algunas trampas para ratones contiene toxinas que pueden ser venenosas para los gatos. La toalla impedirá que la mascota lama la zona afectada y se envenene por accidente.[2]
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    Echa un poco (del tamaño de una moneda) de aceite de cocina sobre la zona afectada. Puedes usar aceite vegetal, de canola, de oliva, de girasol o de maíz para quitar el pegamento. Usa tus dedos para masajear el aceite en el pelaje del animal. Asegúrate de que el pegamento esté completamente cubierto con aceite.[3]
    • Otra opción es echar mantequilla de maní sobre su pelaje para quitar el pegamento.
    • Evita usar aceites de eucalipto, de árbol de té o alguno cítrico para quitar el pegamento, ya que son tóxicos para los gatos.
    • También evita usar solventes como diluyentes de pintura o acetona para quitarle el pegamento.
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    Deja que el aceite penetre durante 5 minutos. El aceite suavizará el pegamento a medida que penetre. Entre más tiempo dejes el aceite penetrando, más fácil será quitar el pegamento.[4]
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    Usa un paño limpio y seco para quitar el pegamento. Con cuidado, pasa el paño por la zona afectada. Pásalo hasta que quites todo el pegamento.[5]
    • Si todavía le queda pegamento en el pelaje, entonces repite los pasos 3 al 5 hasta que salga por completo.

Método 2
Método 2 de 2:
Limpiar su pelaje

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    Llena una bañera con 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de agua tibia. Toca el agua de la bañera con la muñeca. Si sientes que está ligeramente más tibia que tu temperatura corporal, pero no demasiado caliente, entonces estará tibia.[6]
    • El agua tibia normalmente es de 35 to 38 °C (95 to 100 °F).
    • Otra opción es usar el fregadero para bañar al gato.
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    Pon una toalla en el fondo de la bañera. La toalla evitará que el gato se resbale en ella. Otra opción es usar una alfombrilla de baño.[7]
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    Usa ambas manos para poner al gato en la bañera. Sostén al gato firmemente, pero con suavidad al ponerlo en la bañera. Si se pone ansioso, mantén la calma. Háblale con una voz suave y masajéalo para tranquilizarlo.[8]
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    Usa una taza para echar agua sobre la zona afectada. Moja bien la zona afectada con agua. También puedes usar el cabezal de la ducha para mojarla.[9]
    • Evita que le caiga agua en los ojos, orejas y nariz.
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    Echa un poco (del tamaño de una moneda) de champú sobre la zona afectada. Masajea su pelaje suavemente con el champú hasta que se forme bastante espuma. Lava la zona hasta que salga todo el aceite.[10]
    • Evita usar champú humano para bañarlo. Usa uno específicamente diseñado para gatos.
    • También evita usar un champú insecticida para bañarlo, ya que el insecticida podría reaccionar con el pegamento de la trampa para ratones.
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    Enjuaga la zona afectada con agua tibia. Usa una taza para verter agua tibia sobre la zona jabonosa. Enjuaga su pelaje hasta quitar todo el jabón.[11]
    • Asegúrate de quitar todo el jabón antes de sacar al gato de la bañera.
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    Saca al gato de la bañera y envuélvelo con una toalla. Usa una toalla limpia y seca. Frota suavemente la zona mojada con la toalla para secarla. Ponlo en una habitación tibia o cerca de una fuente de calor, como una ventana soleada o un calentador de ambiente, para que se seque por completo. Prémialo con un bocadillo y felicítalo por su buen comportamiento.[12]
    • Si tiene pelo largo, también se recomienda peinarlo con un peine de dientes anchos.

Consejos

  • Asegúrate de cerrar la puerta del baño para evitar que tu mascota escape mientras la bañas.
  • Si tu gato odia los baños y cabe la posibilidad de que tú o él salgan lastimados, entonces acude a un peluquero de mascotas profesional o tu veterinario.

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Categorías: Gatos