El primer paso para tomar el control de tu vida financiera y hacer que tu dinero te funcione es crear un buen presupuesto. Esto puede ayudarte a deshacerte de tus deudas pendientes, adjudicar dinero a tus ahorros y sentirte más relajado y menos estresado. Hacer un presupuesto no siempre tiene que significar gastar menos. Es posible que tan solo signifique adjudicar tu dinero primero a lo importante antes de darte un gusto. Si haces seguimiento a tus ingresos y gastos todos los meses, podrás convertirte en un maestro de tu dinero y cumplir con tus objetivos de manera oportuna.

Método 1
Método 1 de 3:
Crear un presupuesto

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    Crea una hoja de cálculo para hacer un presupuesto. Puedes crear una hoja de cálculo simple en Google Sheets o Excel. Debido a que tu objetivo es trazar todos tus gastos e ingresos en el transcurso de un año, debes hacer una hoja de cálculo en donde figure toda tu información con claridad, permitiéndote identificar con rapidez las áreas en las que puedes ser más inteligente al gastar.[1]
    • Etiqueta la fila superior con los 12 meses del año.
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    Obtén tu ingreso mensual después de impuestos. Tu ingreso neto, o el ingreso que puedes gastar, es tu ingreso mensual después de descontarle los impuestos. En caso de que recibas un sueldo, esto será un monto fijo todos los meses que puedes encontrar en tu talón de pago. En caso de que tu puesto sea por hora, es posible que tus ingresos varíen de un mes al otro, aunque puedes obtener un monto promedio si observas tus últimos 3 o 4 talones de pago.[2]
    • En caso de que seas un trabajador autónomo o trabajes por cuenta propia, es posible que recibas todo tu sueldo sin deducirle impuestos. Haz el intento de separar alrededor del 20 % de tus ingresos para pagar tus impuestos al final del año.
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    Haz una lista de todos tus gastos fijos. Los gastos fijos son las cosas por las que pagas el mismo precio todos los meses. Podría abarcar el alquiler, la hipoteca, algunos servicios públicos, los pagos de préstamos estudiantiles o el pago de un auto. Coloca una etiqueta para cada gasto en la columna en el extremo izquierdo de la hoja de cálculo y luego escribe la cantidad monetaria que gastes en cada recuadro debajo del mes correspondiente. Por ejemplo:[3]
    • alquiler: $1,000
    • electricidad: $100
    • pago del auto: $250
    • préstamos estudiantiles: $400
    • pago de la tarjeta de crédito: $100
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    Toma nota de tus gastos variables. Los gastos variables son aquellos en los que la cantidad monetaria podría variar de un mes al otro. Por lo general, son áreas en las que es fácil reducir gastos en caso de que estés tratando de ahorrar dinero. Coloca estas etiquetas debajo de tus gastos fijos y luego añádelas para cada mes que puedas. Por ejemplo, esto podría decir en el mes de marzo:[4]
    • supermercado: $350
    • combustible: $120
    • entretenimiento: $300
    • artículos personales (cuidado del cabello, maquillaje, ropa, etc.): $200
    • fondo para vacaciones: $50
    • ahorros: $200
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    Compara tus gastos con tus ingresos. Para obtener un presupuesto mensual, debes sumar el monto total de dinero que pagues al mes en gastos fijos y variables. Luego, resta ese monto a tus ingresos mensuales. Lo que quede son tus ingresos disponibles o el dinero que te sobra al final del mes. En caso de que no te quede nada de dinero o de que el número sea negativo, es probable que gastes más de lo que ganes al mes.[5]
    • Por ejemplo: $600 (gastos fijos) + $550 (gastos variables) = $1150 al mes. $2000 (ingresos mensuales) - $1150 (gastos totales) = $850 de ingresos disponibles.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar tu presupuesto

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    Paga primero todos tus gastos. Antes de pasar a ahorrar dinero o adjudicar dinero para un objetivo, debes tener la certeza de pagar todas tus cuentas. Asegúrate de adjudicar la mayor parte de tus ingresos todos los meses a las cuentas que debas pagar para tener un hogar y comida.[6]
    • No tiene sentido ahorrar dinero si aún tienes cuentas pendientes por pagar.
    • Debes hacer el intento de adjudicar el 50 % de tus ingresos a tus gastos o necesidades vitales.
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    Adjudica tu exceso de dinero a un objetivo específico. Ahora que sabes cuánto dinero te queda al final del mes, puedes empezar a adjudicar ese dinero a tus objetivos. Puedes adjudicarlo a tus ahorros, pagar tus deudas o añadirlo a un fondo universitario para tus hijos. Asegúrate de saber qué es lo que quieres hacer con tu dinero adicional de forma que puedas hacer un plan.[7]
    • Por ejemplo, podrías dividir tu dinero adicional entre pagar una deuda y depositarlo en una cuenta de ahorros todos los meses.
    • Asimismo, podrías darte una asignación para gastar o invertir el dinero que te sobre todos los meses.
    • Haz el intento de adjudicar el 20 % de tus ingresos a tus ahorros o a un objetivo específico.
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    Haz ajustes a tus hábitos en caso de que gastes en exceso. Si calculaste la cantidad de dinero que te queda al final del mes y no es mucho, es posible que debas hacer ajustes a tus hábitos de gasto. Haz el intento de gastar menos en artículos opcionales (por ejemplo, ropa, entretenimiento y salidas a comer).[8]
    • No todos se encuentran en una posición para reducir gastos ahora mismo, y eso está bien. Comer, pagar tus cuentas y comprar ropa son necesarios para vivir la vida, y no debes sentirte mal por ello.
    • Intenta ser realista en cuanto a aquello en lo que puedas reducir gastos. Si bien es fácil decir que puedes reducir a la mitad tu presupuesto para el entretenimiento, quizás no sea divertido rechazar una salida con tus amigos cada vez que te inviten.
    • Debes gastar alrededor del 30 % de tus ingresos en cosas que quieras pero que no necesites.
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    Establece objetivos de corto plazo que puedas alcanzar en el espacio de 1 año. Ahora que sabes la cantidad de dinero que recibes y gastas al mes, puedes establecer objetivos para tus hábitos de gasto. Los objetivos de corto plazo son cosas que es posible lograr en el espacio de 12 meses y deben ser específicos y factibles. Por ejemplo:[9]
    • depositar el 5 % de cada sueldo en una cuenta de ahorros
    • pagar los saldos de tus tarjetas de crédito en 12 meses
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    Establece objetivos de largo plazo que puedas lograr en el espacio de unos años. Los objetivos de largo plazo constituyen los objetivos de presupuesto que podría tomar un poco más de 1 año lograr. También deben ser específicos y factibles, y puedes pensar más adelante en el futuro. Por ejemplo:[10]
    • ahorrar $8000 en un fondo de ahorros de emergencia
    • pagar los préstamos estudiantiles en 3 a 5 años
    • ahorrar $10 000 para la cuota inicial de una casa
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    Anota lo que gastes cada vez que compres algo. La mejor forma de hacer seguimiento a qué tan bien te va es tomar nota cada vez que gastes dinero. Puedes hacerlo en un trozo de papel, tomar nota en tu teléfono celular o en una hoja de cálculo en tu computadora, lo que te sea más fácil. Esto permitirá que veas a dónde va tu dinero y aquello en lo que quizás puedas reducir gastos en el futuro.[11]
    • Debes ser muy específico al anotar aquello en lo que gastes dinero de forma que no lo olvides. Por ejemplo, puedes escribir "$22,95 en un reloj de pulsera nuevo para el cumpleaños de Mamá".
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    Compra artículos más baratos para reducir gastos. En caso de que te des cuenta de que gastas demasiado, quizás puedas hacer pequeños cambios en tus hábitos que no tengan un gran efecto sobre tu vida. Por ejemplo, haz el intento de comprar al por mayor en el supermercado en lugar de optar por artículos de marca. Como otra opción, puedes preparar el café en casa en lugar de comprarlo en una cafetería. Los cambios pequeños como estos pueden acumularse con el tiempo, así que ¡sigue adelante![12]
    • Podrías llevar el almuerzo en lugar de comprarlo, hacer ejercicio al aire libre en lugar de en un gimnasio, suscribirte a un periódico en línea en lugar de comprarlo o conseguir libros en la biblioteca en lugar de comprar nuevos.

Método 3
Método 3 de 3:
Practicar buenos hábitos de presupuestación

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    Revisa tu presupuesto todos los meses. Es posible que tus ingresos o gastos cambien de un mes al otro, y es importante que tu presupuesto se mantengan actualizado. Asegúrate de hacer seguimiento a tus gastos y ahorros totales y haz ajustes a tus gastos de ser necesario.[13]
    • Al inicio de cada mes, observa el presupuesto del mes anterior y fíjate cómo te fue. Esto puede servirte para hacer ajustes para el futuro.
    • En caso de que hayas obtenido un aumento de sueldo o pagado una deuda, esto también puede tener un efecto sobre tu presupuesto.
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    Facilítate el presupuesto utilizando una herramienta de elaboración de presupuestos. Si bien las hojas de cálculo son excelentes, puede ser difícil hacer seguimiento a tu información por tu cuenta. En caso de que quieras que tu presupuesto marche con un poco más de fluidez, haz el intento de actualizar tu información en una aplicación o sitio web de elaboración de presupuestos. Esto permitirá que ya tengas una plantilla de presupuesto y programes recordatorios en el sitio web para subir allí tus hábitos de gasto de forma que no los olvides.[14]
    • Mint, YNAB, Quicken, AceMoney y BudgetPlus ofrecen servicios de elaboración de presupuestos.
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    Date un gusto de manera periódica pero dentro de lo razonable. Tu dinero debe servirte a ti y no viceversa. No debes sentir que eres un esclavo de tu presupuesto ni del dinero en general, por lo que es importante que te permitas un gusto pequeño todos los meses que no descoloque tu presupuesto.[15]
    • Considera tu presupuesto y determina qué es en lo que puedes permitirte derrochar. Algunos meses quizás puedas comprarte un nuevo par de zapatos y, en otros, podrías comprarte un café con leche o un cuaderno nuevo.
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    Paga tus deudas todos los meses, de ser posible. En caso de que uses tarjetas de crédito o tengas deudas por préstamos estudiantiles, debes hacer el intento de pagar por lo menos el monto mínimo todos los meses para así evitar las tasas de interés elevadas. Si no te es posible pagar los saldos actuales, prioriza pagarlos dentro de un periodo de tiempo razonable de forma que puedas llegar a un saldo en cero.[16]
    • Si puedes costear adjudicar más de tu dinero a tus deudas todos los meses, debes priorizarlo. Pagar el monto mínimo todos los meses puede hacer que te tome mucho tiempo pagar tus deudas y es posible que pagues mucho dinero en tasas de interés.
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    Conserva dinero en ahorros para emergencias. Nunca puedes planificar para las emergencias y, si te atrapan desprevenido, pueden destruir tu presupuesto. Haz el intento de separar algo de dinero todos los meses por si acaso tu auto se averíe, necesites atención médica o te quedes sin empleo. Esto permitirá que tengas un "colchón" para ayudarte.[17]
    • Es mejor planificar de antemano para lo inesperado en este momento que dejar que te atrape desprevenido.
    • En caso de que llegue a ocurrir algo inesperado, ponte en contacto con la compañía de tu tarjeta de crédito y la empresa de tus préstamos estudiantiles para averiguar si pueden perdonarte algunos pagos tardíos o postergar el cobro por unos meses.
    • La regla general es que ahorres una cantidad suficiente de dinero como para cubrir 6 meses de gastos. Por ejemplo, en caso de que gastes $1500 al mes, haz el intento de ahorrar $9000 para emergencias.

Consejos

  • Guarda tus monedas sueltas en un frasco y luego llévalas al banco para que te las enrollen. Te sorprenderá a cuánto pueden ascender las monedas sueltas.[18]

Advertencias

  • Las tarjetas de crédito de intereses altos pueden acumularse con rapidez y, a la larga, puedes pagar mucho más de lo que debías en un principio.[19]

Acerca de este wikiHow

Samantha Gorelick, CFP®
Coescrito por:
Planificadora financiera
Este artículo fue coescrito por Samantha Gorelick, CFP®. Samantha Gorelick es una de las principales planificadoras financieras en Brunch & Budget, una organización de planificación y coaching financiero. Samantha tiene más de 6 años de experiencia en la industria de servicios financieros y ha tenido la designación de planificadora financiera certificada por la Junta de Normas de Planificadores Financieros Certificados desde 2017. Samantha se especializa en finanzas personales y trabaja con los clientes para comprender su personalidad monetaria a la vez que les enseña cómo construir su crédito, administrar el movimiento de efectivo y lograr sus objetivos. Este artículo ha sido visto 23 912 veces.
Categorías: Finanzas y negocios