El matrimonio implica convertir toda tu vida para incluir a otra persona. Antes de asumir un compromiso tan significativo, es importante tener la seguridad de que es la persona correcta. Rechazar una propuesta puede ser doloroso e incluso peligroso para las personas involucradas. Toma medidas cuidadosas para minimizar las posibles repercusiones.

Método 1
Método 1 de 3:
Rechazar una propuesta con educación

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    Pide un tiempo para pensar. Si la persona que te propone matrimonio es alguien que realmente te importa y no tienes la seguridad de estar preparado para este gran paso, pídele un tiempo para pensar.
    • Rechazar una propuesta es sorprendemente común, así que no sientas que te comportas de forma extraña o que eres cruel.[1]
    • Pedir un tiempo para pensarlo puede herir los sentimientos de tu pareja, pero te ayudará a reflexionar. Además, tendrás la posibilidad de aceptar si cambias de opinión o de explicar cuidadosamente por qué rechazas la propuesta.
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    Evalúa por qué estás con tu pareja. Si finalmente decides que el matrimonio no es tu objetivo, pero tu pareja no está de acuerdo, quizás sea momento de romper. Si crees que el matrimonio es una posibilidad, maneja el tema con cuidado para no provocar sentimientos dolorosos duraderos.
    • Este es un asunto de introspección. No tomes una decisión apresurada o imprudente, dado que es posible que haya consecuencias trascendentales para tu relación, sin importar qué hagas.
    • Piensa qué constituye un matrimonio saludable, y cuáles serían tus motivaciones para aceptar. El matrimonio posiblemente no salve una relación en dificultades, pero puede enriquecer un vínculo saludable.
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    Adopta una postura firme y honesta si decides rechazar la propuesta. Proponer matrimonio es muy estresante, y seguramente tu pareja te importe mucho. La amabilidad, sensibilidad y honestidad hacen una gran diferencia a la hora de hacer que el rechazo no sea tan doloroso para la otra persona.
    • En caso de ser posible, responde en persona. Es lo justo.
    • Si tú o tu pareja son muy sensibles como para un rechazo en persona, una conversación telefónica o una carta escrita a mano podrían ser las mejores opciones. No utilices un método muy impersonal para rechazar la propuesta, como un mensaje de texto.
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    Pídele que te espere, si realmente no tienes la seguridad. Quizás hieras sus sentimientos, pero pueden superarlos con el tiempo. Si tu pareja realmente te ama, darte un poco de tiempo no cambiará sus sentimientos hacia ti.[2]
    • El tiempo que te espere depende por completo de ti y tu pareja. No te apresures al tomar una decisión con respecto al matrimonio si no tienes la seguridad. Por otro lado, tu pareja merece una respuesta en algún momento.
    • Ten empatía por tu pareja mientras evalúas las cosas. Es probable que tu pareja esté en vilo esperando tu respuesta y, en definitiva, el matrimonio es un proyecto cooperativo. Tenlo como prioridad en tus pensamientos mientras decides qué hacer. Cuando estés listo, infórmale a tu pareja de inmediato.
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    Recuerda que “quizás” también es una respuesta. No todas las relaciones tienen el matrimonio como objetivo, y rechazar una propuesta no necesariamente representa un fracaso total para todos. Muchas personas crean una relación gratificante y duradera sin casarse de manera formal.
    • El hecho de que no estés listo para casarte hoy no significa que nunca lo desees. Explícale a tu pareja que aún no estás preparado para dar este paso.
    • Si sabes que nunca querrás casarte, díselo a tu pareja. Quizás lo acepte, quizás no, pero merece que seas honesto.[3]
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    Mantenlo en secreto. Si rechazas su propuesta, es tu obligación guardarte las noticias para ti. La educación implica ahorrarle a tu pareja la posible vergüenza y humillación de que los demás mencionen el rechazo.
    • Si quieres contarle a alguien, lo correcto será que primero le preguntes a tu pareja si no le molesta que lo hagas.
    • Cuéntale únicamente a quien sepas que no lo compartirá con los demás. El rechazo de una propuesta de matrimonio puede ser un cotilleo emocionante, así que asegúrate de que no se difunda de manera innecesaria.
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Método 2
Método 2 de 3:
Rechazar una propuesta indeseable

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    Responde “no” con firmeza y educación. Si alguien con quien no tienes una relación cercana te propone matrimonio o alguien te propone de forma repetida a pesar de tu rechazo, la ambigüedad ha pasado. No tienes ninguna obligación de preocuparte por herir los sentimientos de alguien que te acosa u hostiga.
    • En esta situación, no es necesario que des explicaciones. La otra persona debe respetar tus deseos, punto.[4]
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    Mantén la distancia. Si bien no siempre es posible, alejarte de la fuente de los acercamientos indeseados puede evitar los problemas antes de que ocurran.
    • En este caso, un rechazo por mensaje de texto no solo es apropiado, sino recomendable.
    • Sin embargo, no te veas forzado a cambiar tu vida y rutina por esto. Si la presencia de la otra persona dificulta o pone en peligro que hagas tus cosas, es probable que se trate de acoso, y debes tomar las medidas necesarias.
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    Pídele a un amigo que esté contigo para apoyarte. Además de proporcionarte ayuda emocional, un amigo estará disponible como testigo de los hechos, y puede tener un efecto disuasorio, en el caso de que las cosas salgan mal.
    • Permite que esté totalmente consciente de la situación. Es importante que sepa en qué se mete.
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    Prepárate para llamar a la policía. En algunas culturas, rechazar una propuesta de matrimonio puede ser muy peligroso, en especial para las mujeres. Si crees que existe la posibilidad de que la persona se vuelva violenta o presente otro comportamiento peligroso, asegúrate de estar preparado para llamar a la policía.
    • Si temes por tu seguridad, mantente en un lugar público y bien iluminado. Si crees que te encuentras en una situación de peligro inminente, llama a la línea de emergencias y mantente en línea con el operador hasta que llegue la ayuda.
    • Si las leyes locales lo permiten, puedes tener una herramienta pequeña de defensa personal, como un aerosol de pimienta.
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Método 3
Método 3 de 3:
Rechazar una propuesta sorpresa en público

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    Envía señales sutiles de que no te gustaría recibir una propuesta pública. El momento de evitar una propuesta en pantalla gigante en un estadio de béisbol es antes de que ocurra.[5]
    • Si observan una propuesta pública juntos en un programa de televisión o una película, puedes decir algo así como “¡Guau! Definitivamente odiaría que alguien me hiciera eso. Es tan vulgar”.
    • Si tu pareja necesita un ejemplo más obvio de por qué piensas que una propuesta en público es una mala idea, miren muchos videos de propuestas en público que hayan salido mal. Puedes encontrar muchos en línea. El miedo a la humillación puede ser un motivador poderoso.
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    Esfuérzate por recuperarte rápido de la sorpresa. Si recibes una propuesta en un lugar muy público (como un estado de béisbol), es muy probable que muchos ojos e incluso cámaras observen cada uno de tus movimientos. Cada segundo que tomes para recuperarte del impacto agregará tensión.[6]
    • Concéntrate en tu respiración para recuperar rápidamente parte de la compostura.
    • Identifica una salida. Busca una puerta, un vestíbulo e incluso una barrera natural (como árboles o arbustos). Tener una ruta de escape disponible reduce los sentimientos de pánico.[7]
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    Pídele rápido que vayan a otro sitio privado a hablar. Es importante que salgan rápido del ojo público para poder hablar con menos presión.[8]
    • Esfuérzate por controlar tu lenguaje corporal y expresiones faciales, y sugiérele a tu pareja algo así como “Prefiero hablar de esto en privado” o “Quiero responderte, pero siento muchos nervios frente a todas estas personas”.
    • No des la impresión de que la respuesta será “no” hasta estar fuera de la vista de manera segura. Cualquier respuesta que no sea un “sí” inmediato hará que la otra persona se preocupe y estrese, así que evítalo, en caso de ser posible.
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    Di “no” rápidamente si sigues siendo el centro de la atención. Puedes darle un abrazo mientras lo haces y esforzarte por mantener una sonrisa en el rostro. Recuerda que todos te estarán mirando.
    • Protege su orgullo y sentimientos, en caso de ser posible. Si se torna imposible, entonces lo mejor será terminar las cosas tan rápido como puedas.
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    Márchate. Independientemente de qué tan bien (o desastroso) haya sido el rechazo, todas las personas que se encuentren cerca te reconocerán e incluso podrían preguntarte qué ha ocurrido. No les des la oportunidad.
    • Algo modesto que te ayude a ocultarte puede ser útil. Ponte o quítate un sombrero o gafas de sol, o haz algún cambio rápido y menor en tu aspecto. Las personas que solo te han echado un vistazo podrían no reconocerte.
    • Encuentra la puerta trasera u otra salida del área que no esté llena de personas. No querrás soportar una salida entre la multitud mientras te escapas.
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Consejos

  • Tómate todo el tiempo que necesites. Existe un motivo, llámalo intuición o como desees, detrás de tus dudas o recelos acerca de aceptar esta propuesta de matrimonio.
  • Cree en ti mismo y en tu decisión.
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Categorías: Matrimonio
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