Un mucocele salival es un trastorno poco común en el que una glándula salival tiene una filtración de saliva, que luego se acumula debajo de la piel o debajo de la lengua. Es importante que reconozcas los signos a tiempo, pues eso hace que el tratamiento sea más sencillo y más exitoso. Busca signos y trata a tu mascota para que no tenga ningún problema a causa de este trastorno.

Método 1
Método 1 de 2:
Reconocer un mucocele salival

  1. 1
    Busca una hinchazón en el mentón. Una de los signos principales de que un perro tiene un mucocele salival es la hinchazón debajo del mentón. La hinchazón aparece en el ángulo de la mandíbula. En las etapas iniciales, la hinchazón se asienta en el lado izquierdo o derecho. Cuanto más tiempo haya estado presente el mucocele, más se habrá difundido, lo cual hará que sea más difícil saber en qué lado apareció.[1]
    • Si notas que algo no está bien con el mentón del perro, trata de recordar qué lado se hinchó primero. Esto ayudará al veterinario a averiguar qué glándula está dañada. Si tienes dudas con respecto a qué lado está afectado, párate enfrente del perro y compara un lado con el otro para ver cuál está más hinchado.
    • Probablemente sientas que la hinchazón es un poco blanda cuando la aprietas, como si fuera un globo lleno de líquido.
  2. 2
    Observa si hay alguna hinchazón debajo de la lengua. Esta hinchazón puede ser más difícil de detectar. Algunas veces, es sutil y puede haber estado ahí mucho tiempo antes de que se volviera lo suficientemente grande como para que la notes. Tendrá el aspecto de burbujas o quistes grandes de color rosa debajo de la lengua. Además, puede crecer tanto como para cambiar la posición de la lengua y empujarla a un lado. La hinchazón debajo de la lengua también puede causar problemas para masticar o producir saliva sanguinolenta.[2]
    • Para ver si hay alguna hinchazón debajo de la lengua, observa al perro con mucho cuidado cuando bostece. De manera alternativa, abre su boca y mueve suavemente la lengua a un lado para que puedas echar un vistazo a lo que hay debajo.
  3. 3
    Fíjate si hay mucoceles salivales en otros lugares. En casos raros, un mucocele salival puede aparecer en la parte posterior de la garganta o en los párpados.[3] [4] [5] Un mucocele salival en la garganta puede causar problemas para tragar o para respirar.[6] Uno en el ojo puede causar presión y dolor ocular.[7] Fíjate si hay inflamación a lo largo de los párpados o en la región de la garganta.
  4. 4
    Verifica si el perro tiene problemas para comer. Debido a que los mucoceles salivales generalmente no son dolorosos, el perro no mostrará signos de dolor. Un mucocele salival en la boca puede hacer que comer sea difícil para la mascota, pues la lengua no se encuentra en su lugar. Esto puede hacer que se muerda la lengua o que se le haga difícil comer.[8]
    • También puede tener problemas para masticar juguetes.
  5. 5
    Fíjate si tiene la saliva sanguinolenta. Algunas veces, la saliva en la boca puede ser sanguinolenta. Esta es la consecuencia del traumatismo en la glándula salival.[9] The saliva will likely be pink tinged or light red.
  6. 6
    Fíjate si tiene problemas para respirar o tragar. Si el perro tiene un mucocele salival en la garganta, quizás no se pueda detectar desde afuera. En cambio, busca signos de dificultad para respirar o problemas para tragar. Un médico debe revisar inmediatamente estos síntomas, pues el mucocele puede hacer que exploten las vías respiratorias.[10]
  7. 7
    Fíjate si tiene alguna infección. En algunos casos, especialmente cuando el trastorno no se trata, los mucoceles pueden crecer mucho e infectarse. Esto puede causar dolor y puede dañar el tejido. Observa si hay bolsas grandes de hinchazón acompañadas de dolor.[11]
  8. 8
    Determina si el perro es de una raza de riesgo más alto. Cualquier perro puede tener un mucocele salival independientemente de la raza o la edad. Sin embargo, algunas razas tienen un riesgo más alto que otras. El teckel, el pastor alemán, el caniche y el terrier de seda australiano tienen un riesgo más alto de tener mucoceles salivales.[12]
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 2:
Tratar un mucocele salival

  1. 1
    Lleva al perro al veterinario. Si tiene signos de un mucocele salival, debes llevarlo al veterinario. Este puede derivar al perro a un especialista, dependiendo de la extensión del daño o de las glándulas infectadas.[13]
  2. 2
    Drena el mucocele. El veterinario puede drenar o perforar el mucocele salival. Sin embargo, esta es una solución temporal. Por lo general, el mucocele volverá después del drenaje.[14]
  3. 3
    Dale antibióticos al perro. Si el perro tiene una infección a causa del mucocele salival, el veterinario puede prescribir antibióticos para liberarlo de la infección antes de cualquier tratamiento quirúrgico. También se pueden prescribir antibióticos para ayudar a reducir la inflamación.[15]
  4. 4
    Extirpa quirúrgicamente el mucocele salival. La mayoría de las veces, el tratamiento para este trastorno es quirúrgico. Esto ayuda a reducir cualquier inflamación recurrente. El veterinario hará el diagnóstico y determinará cuál es el mejor tipo de tratamiento para el caso del perro.
    • Esta es la razón por la que es importante saber en qué lado empezó la hinchazón. Un veterinario necesitará saber en qué lado está la glándula infectada para que pueda extirparla.
    • Algunas veces, si la hinchazón está debajo de la lengua, se deben extirpar las glándulas salivales que se encuentran ahí mismo, lo cual es un procedimiento muy complejo. Esto significa que el médico debe hacer una incisión en el bulto para drenarlo, luego suturar los bordes de la lengua para que el bulto se mantenga permanentemente abierto y la saliva no se acumule de nuevo. En vez de eso, se drena en la boca.[16] [17] Sin embargo, algunos cirujanos creen que este método es poco efectivo.[18]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 28 913 veces.
Categorías: Mascotas y animales
Anuncio