Recuperarte de una cirugía de pie requiere de paciencia y de disposición a seguir las órdenes del doctor. Aunque todos sanan a ritmos distintos, muchos elementos del periodo de recuperación para la cirugía de pie son universales. Si cuidas de ti mismo, estarás de pie antes de que lo puedas imaginar.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Prepararse para la recuperación

  1. 1
    Abastécete de alimentos y de otros suministros. Cuando vuelvas a casa del hospital, aún necesitarás tener en reposo tus pies lo más que puedas. Una manera de hacerlo por tu cuenta más fácilmente es abasteciéndote de cualquier cosa que puedas necesitar durante la recuperación. Algunas cosas de las que puedes abastecerte incluyen:[1]
    • alimentos y bebidas
    • artículos de aseo
    • libros
    • películas
    • medicamentos de venta libre (como un laxante suave y unos analgésicos prescritos y de venta libre)
  2. 2
    Coloca todo lo que necesitarás al alcance. Tendrás que tener en reposo los pies lo más posible cuando vuelva a casa luego de la cirugía, así que es buena idea estar preparado anticipadamente. Reúne cualquier producto que creas que necesitarás y colócalo cerca al lugar en el que esperas pasar la mayor parte del tiempo mientras te recuperas en casa, como tu cama o el reclinable.[2]
    • Piensa acerca de qué objetos querrás tener cerca cuando vuelvas a casa luego de la cirugía. Por ejemplo, quizás quieras tener una pila de libros a tu lado, el control remoto para la televisión o un rascador de espalda.
  3. 3
    Mueve los muebles a locaciones más convenientes. Además, menos obstáculos hará que desplazarte alrededor de la casa sea mucho más fácil, así que quizás quieras reorganizar algunos de tus muebles antes de dirigirte al hospital.[3]
    • Por ejemplo, puedes considerar mover una mesa de café a un lado de la habitación para que no tengas que caminar alrededor de ella. También puedes considerar mover tu cama a la planta baja para que no tengas que subir y bajar escaleras todo el tiempo.
  4. 4
    Consigue un letrero de discapacidad para tu coche. Cuando seas capaz de manejar nuevamente, aún querrás tener en reposo los pies lo más que puedas, así que un letrero de discapacidad puede ser útil. Puedes solicitar un letrero de discapacidad en el Departamento de Vehículos Motorizados local antes de tu cirugía. El letrero solo será temporal, pero asegurará que te puedas estacionar más cerca de las entradas cuando tengas que ir a algún lugar.[4]
  5. 5
    Pide ayuda a amigos y a familiares. Aunque estés bien preparado en casa, aún necesitarás tener algo de apoyo de tus amigos y de tus familiares mientras te recuperas. Por ejemplo, quizás necesites que alguien recoja tu correspondencia, presente una prescripción por ti o te lleve a la cita con el doctor.[5]
    • Asegúrate de permitir que tus familiares y tus amigos sepan que te someterás a una cirugía y pregunta si uno o más de ellos podrían ayudarte de vez en cuando durante la recuperación.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Evitar las infecciones y las complicaciones

  1. 1
    Sigue las órdenes del doctor. Dependiendo del tipo de cirugía de pie que te hayan realizado, tus restricciones pueden ser extremas o pueden ser relativamente leves.
    • Tu doctor tiene un gran interés en ver que te mejores, así que haz caso de las limitaciones que te imponga.
    • El doctor puede asignarte tareas específicas para ayudar a la curación de la cirugía (como la congelación y la elevación) o formas específicas para limpiar el sitio de la cirugía.
    • Llama a tu doctor si tienes alguna pregunta o inquietud acerca de las instrucciones que te ha dado.
  2. 2
    Toma medicamentos para controlar el dolor. El doctor te prescribirá medicamentos para ayudarte a controlar el dolor que experimentarás después de la cirugía de pie.[6]
    • Los analgésicos no opiáceos y no narcóticos se suelen prescribir para el dolor de nivel leve a medio y son las formas más seguras del manejo prescrito del dolor.[7] Los ejemplos comunes son el ibuprofeno, el naproxeno y el acetaminofeno.
    • Los analgésicos opiáceos se prescriben para el dolor de medio a intenso. Sigue las instrucciones del doctor específicamente al tomar medicamentos opiáceos, ya que pueden ser extremadamente adictivos. Algunos ejemplos de analgésicos opiáceos incluyen la oxicodona y la hidrocodona.[8]
  3. 3
    Controla la hinchazón. Es normal que el sitio de la cirugía o incluso todo tu pie se hinche en los días posteriores a la cirugía, pero hay cosas que puedas hacer para reducir la hinchazón.
    • Usa una compresa o una bolsa de hielo para reducir la inflamación. Asegúrate de colocar una toalla entre tu pie y el hielo y de chequear la piel que está debajo del hielo regularmente. No dejes puesto el hielo por más de diez minutos a la vez.[9]
    • No coloques el hielo directamente en la parte superior de la herida hasta que esté completamente curada.
    • Eleva tu pie para combatir la hinchazón. Trata de mantener tu pie a alrededor de 15 centímetros (6 pulgadas) más arriba de tu corazón.[10]
  4. 4
    Cuida del área de la cirugía. Es importante que mantengas el área que rodea la incisión quirúrgica limpia, seca y protegida.
    • No quites el vendaje hasta que el doctor te haya dado permiso de hacerlo.
    • Mantén los vendajes secos. Debes envolver tu pie en plástico para ducharte o bañarte con el pie fuera del agua. Pregunta al cirujano o al podólogo cuando podrás lavar el sitio de la cirugía.
    • No pongas ni cremas ni lociones ni ninguna otra cosa en la herida a menos que el doctor te diga que lo hagas.[11]
  5. 5
    Combate los efectos secundarios comunes de los analgésicos. No es poco común para los pacientes lidiar con el estreñimiento u otros problemas al usar el baño algunos días después de la cirugía.[12]
    • Asegúrate de permanecer hidratado para ayudar a tu cuerpo a que se mantenga estable.
    • Come alimentos con alto contenido de fibra para combatir el estreñimiento que producen los analgésicos opiáceos.
    • Habla del problema con tu doctor si continúa por más de dos días.[13]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Recuperarse de la cirugía

  1. 1
    Asiste a las citas de seguimiento quirúrgico. Tu doctor querrá verte regularmente en los meses posteriores a la cirugía para asegurarse de que te cures correctamente.[14]
    • No te saltees las citas postquirúrgicas, ya que son importantes para asegurar que tu pie se cure según se planeó.
    • Formula cualquier pregunta o inquietud que tengas a tu doctor con respecto al progreso de tu pie.
  2. 2
    Aprende a desplazarte. Después de la cirugía, es probable que debas usar muletas, un yeso o un calzado especial. Dependiendo de la cirugía, tu movilidad puede verse limitada significativamente.
    • Tu doctor te dirá si estás listo para llevar algo de peso.[15]
    • Sé paciente, apresurarte a colocar peso en tu pie después de la cirugía puede volver a lesionarte.
  3. 3
    Mantente atento a los problemas. Hay varias complicaciones posibles que pueden derivarse de la cirugía de pie. Si notas síntomas de estos problemas, ponte en contacto con tu doctor inmediatamente.
    • La infección puede ser un riesgo al inicio de la recuperación. Si notas un enrojecimiento y una hinchazón caliente alrededor del sitio de la cirugía o experimentas fiebre, es probable que tengas una infección.
    • A menudo, el daño a los nervios no es permanente, pero puedes experimentar un adormecimiento o un hormigueo en la región circundante a la incisión quirúrgica. Aunque generalmente esto pasa, debes hablar al respecto con tu doctor.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Volver a ponerse de pie

  1. 1
    Tómalo con calma. Tu pie necesitará mucho tiempo para recuperarse. Sé paciente y sigue las instrucciones del doctor.
    • Si experimentas dolor al hacer algo que el doctor ha autorizado, quizás debas ponerte en contacto con él para asegurarte de que no estés estorbando el proceso de curación.
    • Descansa cuando estés cansado. La curación requiere de una cantidad significativa de descanso, así que si te sientes exhausto, lo mejor que puedes hacer es relajarte por un momento.
  2. 2
    Ve a terapia física. Tu doctor puede prescribir que hagas terapia física para que puedas ponerte de pie nuevamente.[16]
    • La terapia física puede ayudar a que te recuperes más rápido y con más eficacia.
    • Los terapeutas físicos están capacitados para entender las limitaciones causadas por tu lesión y para idear ejercicios que puedan ayudarte a recuperar la movilidad.[17]
    • La terapia física también puede ayudarte a controlar el dolor que proviene de la cirugía.
  3. 3
    Sé cuidadoso mientras manejas. Es probable que tengas problemas al volver a conducir después de la cirugía. Debes hablar de cualquier limitación que puedas tener con tu doctor.[18]
    • No conduzcas mientras tomes analgésicos opiáceos, ya que pueden interferir con tu capacidad para conducir de manera similar al alcohol.
    • Sé cuidadoso al usar el pie que ha sido sometido a cirugía para presionar los pedales. Tu doctor podrá decirte si tu pie puede tolerar el peso de presionar el embrague o el acelerador.[19]
  4. 4
    Vuelve al trabajo seguramente. El momento en el que puedas volver al trabajo estará determinado por la naturaleza de la cirugía y por lo que haces para vivir. Sin embargo, independientemente del marco de tiempo, ten cuidado de no interferir con el proceso de curación.
    • Considera si debes permanecer de pie durante una porción significativa del día y si tu pie se ha curado lo suficiente para ello.[20]
    • Habla de tu regreso al trabajo con el doctor y con tu jefe para asegurarte de que todos estén en la misma página.
    • Fíjate si tu trabajo puede proveerte los arreglos temporales para las limitaciones que experimentas mientras te recuperas.[21]

Advertencias

  • Llama a tu doctor si experimentas una fiebre de 38° C (101° F) o más, un enrojecimiento o una hinchazón en el pie o un drenaje excesivo de la incisión. También ponte en contacto con tu doctor si sientes el pie frío o adormecido y si las uñas del pie lucen azuladas después de las primeras 24 horas, los cuales pueden ser signos de un problema de circulación.
  • Los antibióticos pueden reducir la efectividad de las pastillas anticonceptivas, así que debes usar otro método anticonceptivo durante el curso de los medicamentos.

Acerca de este wikiHow

Neal Blitz, DPM, FACFAS
Coescrito por:
Podólogo certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Neal Blitz, DPM, FACFAS. El Dr. Neal Blitz es un podólogo y cirujano de pie y tobillo que dirige consultorios privados en la ciudad de Nueva York y en Beverly Hills, California. El Dr. Blitz es conocido como The Bunion King® y es el creador del procedimiento Bunionplasty® (cirugía plástica para juanetes) que ha revolucionado la cirugía de juanetes. Tiene más de 17 años de experiencia en podología y se especializa en cirugía mínimamente invasiva de pie y tobillo. El Dr. Blitz recibió un diploma en Medicina Psicológica de la Facultad de Medicina Podiátrica de Nueva York, luego completó una residencia enfocada en la cirugía electiva y reconstructiva de pie y tobillo en el Centro Médico Sueco, y recibió una beca de investigación de AO Trauma en Dresden, Alemania, enfocada en traumatismo y técnicas reconstructivas. Está certificado por el colegio oficial en cirugía del pie y cirugía reconstructiva del pie y tobillo, y también es ciplomado de la Junta Estadounidense de Cirugía del Pie y Tobillo y miembro del Colegio Estadounidense de Cirujanos de Pie y Tobillo (FACFAS, por sus siglas en inglés). Este artículo ha sido visto 33 396 veces.
Categorías: Salud