Un termostato es una herramienta que regula la calefacción y refrigeración, ya sea de la casa o del auto. Reemplazar lo termostatos ineficientes te puede ayudar a ahorrar dinero en las facturas de servicios públicos o con tu vehículo, además de mantenerte seguro en las carreteras. Sea cual sea tu situación, reemplazarlo uno mismo es una tarea que es sorprendentemente simple. Mira más abajo el paso 1 de tu método preferido.

Método 1
Método 1 de 2:
Reemplazar un termostato en la casa

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    Compra un termostato de reemplazo que funcione con tu sistema. Revisa las compatibilidades que aparecen en el empaque del termostato de reemplazo. La mayoría de termostatos de reemplazo son compatibles con todos los sistemas comunes.
    • Sin embargo, si tu sistema es único, encontrar un termostato de reemplazo puede ser difícil. Aquí te indicamos las opciones básicas (información que debes encontrar fácilmente en el empaque):[1]
      • “Funciona con calefacción o refrigeración de 1 etapa”: se utiliza cuando tienes unidades independientes de aire acondicionado y calefacción.
      • “Funciona con calefacción o refrigeración de 2 etapas o más”: se utiliza con unidades de calefacción o refrigeración que tienen velocidades altas y bajas designadas.
      • “Funciona con voltaje de línea continua”: se utiliza con fuentes de alimentación de corriente continua de 110 o 240 que alimentan el termostato (por lo general se ve en las casas antiguas).
      • “Funciona con 24 mV”: se utiliza con chimeneas, pisos o calefactoras de pared.
      • “Para climatización zonificada”: se utiliza cuando las unidades de calefacción y refrigeración se controlan de manera individual en zonas distintas desde el mismo sistema.
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    Revisa las instrucciones del fabricante respecto al cableado del termostato de reemplazo. La mayoría de termostatos utilizan métodos de instalación similares, sin embargo, es beneficioso leer todos los materiales y darle una vista previa a todas las imágenes incluidas sobre cómo instalar el nuevo termostato. ¡Si no lo haces correrás el riesgo de que literalmente te quedes atrapado en el frío!
    • Leer las instrucciones puede de hecho parecer completamente aburrido. Sin embargo, el termostato es algo que no querrás estropear. Léelas y estudia las imágenes. Haz que el tuyo coincida en cada detalle.
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    Corta la energía del termostato. Apaga los interruptores del cuadro eléctrico que dan energía al termostato, calefactor y aire acondicionado. Al cortar la alimentación al termostato reduces las posibilidades de lesiones por electricidad cuando retires el termostato antiguo e instales el nuevo.
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    Retira el termostato antiguo de la pared. La mayoría de los termostatos se deslizan hacia arriba de aquello a lo cual están sujetos en la pared. Afloja los tornillos que sujetan la placa de pared a la pared si es que hay.
    • Algunos termostatos tienen una base y una subbase. Tendrás que retirar todo el termostato. Lo único que debe quedar son los cables expuestos y la pared desnuda, nada más.
    • Si los cables que se exponen están corroídos y desgastados, raspa los extremos con un cuchillo hasta que estén brillantes.
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    Cuando desconectes el termostato antiguo pon atención a cómo estaban los cables. Este es el paso más importante. La mayoría de los termostatos están codificados, sin embargo, algunos (si lo instaló un novato anteriormente) pueden estar codificados incorrectamente. Para que te asegures de que haces lo correcto:
    • Con un trozo de cinta adhesiva, escribe una letra en cada cable, haciendo que la letra de la conexión coincida en la base del termostato. Si el cable azul estaba en la conexión B, entonces escribe “B” en el trozo de cinta adhesiva y ponla en el cable. También etiqueta o designa los cables que están sueltos o sin conectar al termostato.
    • Ignora los colores de los cables, excepto para tus propios fines de identificación. Los termostatos que fueron instalados por personas no profesionales normalmente no están asociados con los códigos, por lo tanto, los colores posiblemente no coincidan con los que deben.
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    Mantén los cables desconectados colgando de la pared. Ata los cables juntos o pégalos a la pared para que así evites que retrocedan y se metan a ella. Un cable perdido provocará que este proceso sencillo sea realmente complicado.
    • ¿Consejo profesional? Enrolla todos los cables en un lápiz. El peso del lápiz será suficiente para que evites que los cables se pierdan.
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    Instala la placa de pared de reemplazo. Utiliza la placa de pared nueva como plantilla para que así marques el lugar donde estarán los agujeros y que tendrás que perforar para colocar los tornillos. Utiliza un nivel si es necesario. Luego perfora los agujeros y atornilla la placa de pared de reemplazo en su posición nueva en la pared.
    • Si el termostato nuevo tiene un tubo de mercurio (es decir, si el termostato nuevo es de los modelos antiguos), el dispositivo debe estar completamente nivelado o no hará lecturas precisas. En este caso, el uso de un nivel es muy importante y no solo por razones estéticas.
    • Asegúrate de perforar agujeros que coincidan con el tamaño de los tornillos. Una broca de 5 mm (0,19 pulgadas) es bastante estándar.
    • Tu termostato definitivamente vendrá con tornillos y probablemente con anclas. Asegúrate también de utilizarlas. Sirven para soportar el sistema en la pared.
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    Engancha el termostato a los cables. Utiliza tus notas o etiquetas para que vuelvas a conectar los cables al termostato. Puedes torcer los cables en los conectores de los termostatos o seguir las instrucciones que el manual del fabricante te indique.
    • El termostato nuevo debe tener el mismo código correspondiente en la parte posterior, a menos que en las instrucciones se indique lo contrario. Si en todo caso tienes dudas, ponte en contacto con un electricista.
    • Algunos termostatos son tan simples como un sistema de dos cables. Algunos tienen cinco. Si tienes conexiones o puertos vacíos, no te preocupes. Es más probable que el termostato esté bien.
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    Coloca el termostato en la pared. Vuelve a colocar todos los cables dentro de la pared si hay cables largos que salgan. Coloca el termostato empotrado en la pared, ligeramente hacia arriba en la placa de pared. Desliza hacia abajo para que encaje en las ranuras (o tornillos) de la placa de pared y así se siente en el lugar.
    • Si el termostato no está en una buena ubicación (está expuesto a corrientes de aire o calor, lo cual puede estropear las lecturas, o está demasiado alto o bajo para ti), tendrás que ponerte en contacto con un profesional para que mueva los cables.
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    Activa la energía al termostato, calefactor y aire acondicionado. Enciende los interruptores adecuados del cuadro eléctrico para que restaures la energía. Dale un minuto para que arranque.
    • ¡Y no te olvides de instalar las pilas! La mayoría de los sistemas requieren 2 pilas AA para que funcionen. Asegúrate de que las pilas no sean antiguas, que estén en el lugar adecuado y que las polaridades sean correctas.
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    Revisa el termostato de reemplazo para que así te asegures que funciona. Fija el termostato para que así el calefactor y el aire acondicionado se enciendan en momentos diferentes. Dale al calefactor y al aire acondicionado al menos 5 minutos cada vez para que se activen. Si el termostato no funciona correctamente, verifica los pasos anteriores para que veas dónde te equivocaste.
    • Posiblemente tengas que pulsar el botón de reinicio del termostato nuevo. Algunos no empezarán hasta que presiones el botón.
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    Programa el termostato. Cada tipo de termostato es distinto, por lo tanto, lee el manual si tienes preguntas. Solo recuerda que un termostato programable puede ahorrar bastante dinero (tiene que estar muy frío cuando no estás y más cálido cuando sí estás). Se tiene que apagar sin tu ayuda, de este modo ahorrarás dinero y energía para hacerlo arrancar.
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Método 2
Método 2 de 2:
Reemplazar un termostato en el auto

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    Asegúrate de que tu auto está frío. No será un buen día si te chamuscas las cejas y consigues quemaduras de tercer grado en tus manos, por lo tanto, apaga el auto y deja que se enfríe antes de que abras el capó y te pongas a trabajar. Déjalo reposar durante al menos una hora antes de que empieces a analizar minuciosamente las partes.
    • Tampoco es una idea tonta que te protejas con gafas o guantes. Si quieres que nada entre a tus ojos y que tus manos no se cubran de mugre, entonces utiliza un equipo de protección. Y, por supuesto, una camisa que no te importe manchar con grasa o aceite.
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    Drena el anticongelante del auto. El termostato y manguera del radiador están unidos al sistema de enfriamiento del auto. Si no drenas el líquido refrigerante, harás que el agua salga por todas partes cuando empieces el desmontaje. Aquí te indicamos cómo:
    • Coloca un balde (o algún tipo de contenedor) por debajo del radiador. Tendrás entre 4 a 8 vasos de líquido saliendo, así que no escatimes en el tamaño del contenedor.
    • En la parte inferior del radiador, debe haber un tornillo o tapón (técnicamente, es una válvula de vaciado del radiador). Gírala hacia la izquierda para que la abras.
    • Deja que todo el flujo de agua y líquido refrigerante salga. Mantén la tapa en algún lugar donde no la pierdas.
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    Ubica el termostato. Cada modelo de auto es diferente. Algunos termostatos podrían ubicarse desde 1 kilómetro de distancia, otros podrían ser un problema, incluso para los ojos más entrenados. Si miras el motor de tu auto es como leer un texto sin sentido, por ello, mejor encuentra la manguera del radiador y síguelo hasta el final. Ahí debe encontrarse el termostato.
    • El cuerpo del termostato probablemente sea de metal con un poco de oro en el centro y posiblemente un anillo de goma alrededor de los bordes. Se asemejará a la punta de una perinola en tamaño y forma.
    • Si no estás muy seguro de lo que haces, consulta el manual o búscalo en línea. Es mejor que sepas lo que buscas en vez de hurgar por ahí y posiblemente lesionarte.
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    Retira la manguera del radiador y desmonta la caja del termostato. La manguera es muy probable que esté sujeta a la caja del termostato. Desaflójala y déjala a un lado. Pasa a la caja del termostato, dejando al descubierto el termostato. Para que sepas, definitivamente necesitarás un destornillador y posiblemente unos alicates.
    • La mayoría de los autos tienen un sistema de dos pernos o tres pernos en la caja del termostato.
    • Si se acumuló bastante corrosión y suciedad, limpia esa parte antes de que coloques el termostato nuevo.
    • Cuando retires la manguera probablemente salga un poco de agua. Esto es normal.
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    Si deseas, prueba el termostato. ¿Es posible que el termostato sí funcione y que solo una parte esté cerrada o que una parte distinta del auto que empieza a malograrse, afecte la capacidad del termostato de hacer lecturas precisas? Si es así, es muy fácil probar el termostato. Aquí te indicamos cómo:
    • Consigue una olla de agua hirviendo.
    • Inserta tu termostato. El termostato se debe abrir a casi 88 °C (190 °F). Dado que el agua hierve a 100 °C (212 °F), esto es más que suficiente.
    • Si el termostato no se abre en el agua (y se cierra cuando se enfría), necesitas uno nuevo.
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    Cambia el termostato antiguo por el nuevo. De aquí en adelante, es principalmente un problema de reensamblaje: la parte fácil. Coloca el termostato como estaba colocado el antiguo. Si corresponde, reemplaza también el aro de goma, sellando los bordes.
    • Si se acumuló polvo y suciedad en esa parte, límpiala primero con un poco de limpiador. Debes maximizar la vida del termostato y no tener que lidiar con eso de nuevo muy pronto.
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    Reemplaza el sistema. Te acuerdas cómo lucía todo, ¿no? Aquí te damos una lista de verificación breve:
    • Asegúrate de que el termostato esté ajustado y en su lugar.
    • Entornilla la caja del termostato sobre su parte superior. Empieza con los dedos y después saca los alicates o la llave de tubo para que lo ajustes. Ten cuidado de no dañar los pernos.
    • Reemplaza la manguera del radiador y la abrazadera. El radiador debe estar ajustado en la parte externa de la caja del termostato y la abrazadera debe estar en buen estado y ajustada.
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    Reemplaza el líquido refrigerante y verifica si hay fugas. Si el líquido refrigerante que acabas de drenar era nuevo, simplemente utiliza el mismo y échalo de nuevo al auto. Si es antiguo, posiblemente sea mejor que tires el contenido del balde y utilices refrigerante nuevo. De cualquier manera, reemplaza el líquido refrigerante y asegúrate de que la válvula de vaciado del radiador esté ajustada.
    • Una vez que lo cambiaste, verifica si hay fugas. Tu auto necesita líquido refrigerante para que funcione de manera segura. Si el tuyo tiene fugas, literalmente no llegarás muy lejos.
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    Vuelve a las pistas. ¡Terminaste! Ahora todo lo que tienes que hacer es observar el indicador de temperatura. Si no funciona bien, verifica de nuevo para que te asegures de que todo está adecuadamente asegurado. De lo contrario, posiblemente tengas que consultar a un mecánico. El problema tal vez esté en otra parte.
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Cosas que necesitarás

En la casa

  • Termostato nuevo
  • Destornillador plano y Phillips
  • Taladro (lo más probable con una broca de 5 mm o 0,19 pulgadas)
  • Martillo
  • Pila 2 AA (lo más probable)

Para el auto

  • Alicates
  • Llave
  • Contenedor grande
  • Termostato nuevo
  • Toalla, gafas, guantes (opcional)
  • Líquido refrigerante nuevo (opcional)

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