Algunos jardineros te dirán que es imposible regar una rosa excesivamente. De hecho, eso no es cierto, pero estas plantas ciertamente no tolerarán bien una sequía. Comienza con el paso 1 para asegurarte de que tus rosas reciban la cantidad de agua que necesitan en el momento correcto.

Parte 1
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Identificar las necesidades de la rosa

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    Identifica el tipo de suelo de tu jardín. El tipo de suelo y el drenaje influenciarán la frecuencia con la que debas regar las rosas. El suelo arenoso se drenará fácilmente y no retendrá agua muy bien. Si el jardín tiene suelo arcilloso, retendrá mejor la humedad; sin embargo, si el suelo tiene demasiada arcilla, tienes que incorporar un poco de compost u otro material hortícola similar al momento de plantar para mejorar el suelo.
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    Considera las condiciones anuales del clima. Obviamente, las plantas necesitan regarse durante el clima caluroso y seco, pero también debes ser consciente de que el viento puede secar mucho las plantas, incluso en un clima frío. Las rosas recién plantadas pueden correr el riesgo de secarse durante un otoño o invierno seco y ventoso.
    • Como una guía general, en un clima extremadamente caluroso, debes asumir que las plantas de rosas necesitarán un riego diario. En un verano estándar con un calor razonable, necesitarás regar cada dos o tres días, y, en un clima seco y cálido, solo necesitarás regar alrededor de una vez por semana.
    • También considera cuán ventoso está el clima al decidir cómo regar las plantas; el clima ventoso significa que se requiere más agua.
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    Piensa en la edad de las rosas. Las rosas recién plantadas aún no han desarrollado la estructura de sus raíces, así que, si las has plantado en los últimos meses, es especialmente importante regarlas regularmente durante periodos secos, incluso si las plantaste justo antes del invierno. La falta de agua es la razón más común por la que fracasan las rosas recién plantadas.
    • Una vez establecidas, las plantas serán expertas en buscar agua en un área más amplia de tierra, así que puedes comenzar a disminuir el régimen de riego después de seis meses.
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    Presta atención al tamaño del arbusto. Los arbustos más grandes tienen raíces que se extienden a través de un área de tierra más amplia que los más pequeños. Esto significa que los arbustos más grandes requerirán más agua para asegurar que el agua llegue a todas las raíces.
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    Determina cuán seco es el suelo. Otra forma de evaluar si las rosas necesitan regarse es excavar unos cuantos centímetros en la tierra junto a la planta, teniendo cuidado de no dañar las raíces. Si la tierra está seca debajo de la superficie, necesitas regar la rosa inmediatamente. Si solo la superficie está seca, puedes esperar un poco más antes de regarla.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Usar las técnicas correctas de riego

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    Proporciona a los arbustos mucha agua con menos frecuencia. Es mejor proporcionarles a los arbustos una gran cantidad de agua con menos frecuencia que una pequeña cantidad de agua con mucha frecuencia. Por ejemplo, echarles una regadera completa de agua una vez a la semana en lugar de un cuarto de regadera un día sí y uno no.
    • Esto se debe a que es mejor para la planta desarrollar raíces profundas en busca de agua, y también es mejor si la tierra no está permanentemente anegada.
    • Esta es una consideración importante, sobre todo en suelos arcillosos u otros suelos que se drenan mal, en donde el aniego es más probable.
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    Usa el tipo correcto de regadera. Por ejemplo, en una regadera grande, si es posible, es mejor usar una roseta, la cual es el cuello con el extremo en forma de alcachofa que evita que el agua salga en un solo chorro.
    • Si usas un solo chorro, este puede erosionar la tierra alrededor de las raíces. A la larga, la exposición dañará las raíces. Las rosas siempre preferirán el agua de lluvia, pero esto no es esencial.
    • Si vas a usar una manguera, evita usar un chorro de alta presión, ya que esto también puede erosionar la tierra de las raíces. Alternativamente, puedes instalar un sistema de irrigación, pero ten cuidado de monitorearlo para asegurarte de que esté regando las rosas con la cantidad correcta y esté funcionando adecuadamente.
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    Riega la tierra a una profundidad de 45 cm (18 pulgadas). Riega el suelo en la base de la planta con bastante lentitud, haciendo pausas para dejar que se absorba el agua. Tu objetivo es mojar la tierra a una profundidad de alrededor de 45 cm (18 pulgadas). Después de periodos muy secos, la tierra puede endurecerse y puede tomarle más tiempo absorber el agua. ¡Sé paciente!
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    Riega las rosas a primera hora de la mañana. Generalmente, es mejor evitar regar los arbustos durante el calor del día. Trata de adoptar el hábito de regarlos a primera hora de la mañana, antes de que el sol esté demasiado alto.
    • Esto deja que el follaje se seque para cuando el aire más frío de la tarde llegue a él. Si una rosa tiene el follaje mojado, puede correr un mayor riesgo de mildiú y sarna. Esto no será un problema si usas un sistema de irrigación colocado en la superficie del suelo, ya que el follaje no se mojará.
    • Incluso si tienes instalado un sistema de irrigación, algunos jardineros recomiendan un riego ocasional desde arriba usando una manguera o regadera a fin de desalojar a las arañas rojas antes de que se conviertan en un problema.
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    Aplica una capa gruesa de mantillo para mantener la humedad en la tierra. Una capa gruesa de mantillo aplicada alrededor de las rosas ayudará mucho a mantener la humedad en la tierra y reducir la necesidad de regar con tanta frecuencia.
    • El estiércol de caballo bien podrido funciona bien para las rosas; aplícalo después de abonarlas, idealmente a finales de la primavera y sobre la tierra húmeda. Aplica un mantillo de una profundidad de 7,5 cm (3 pulgadas) alrededor de la rosa cuando el suelo no esté frío o congelado.
    • Cada año, retira el mantillo gastado y reemplázalo con una nueva capa. El comienzo de la temporada de crecimiento (la primavera) es un buen momento para abonar a las rosas y reemplazar el mantillo.
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    Reduce el riego incorporando en la tierra un material que retenga el agua. También puedes ayudar a reducir el riego incorporando un material que retenga el agua al momento de plantar. Estos están disponibles en tiendas de jardinería y están diseñados para mezclarse con la tierra o el compost al plantar.
    • Adicionalmente, algunas variedades de rosa son más tolerantes a la sequía, o incluso toleran la sombra, así que considera elegir una de estas variedades para reducir los requerimientos de agua.
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    Sé consciente de que las rosas que se cultivan en recipientes requieren más agua. Las rosas que se cultivan en recipientes tienden a secarse un poco más rápido que las que se plantan en el suelo, así que estas necesitarán más riego. Con altas temperaturas, debes estar preparado para regarlas todos los días.
    • Puedes ayudar a reducir los requerimientos de agua aplicando mantillo. Los mantillos inorgánicos, como los guijarros o la grava, pueden funcionar bien en recipientes y verse atractivos.
    • También considera usar un dispositivo de riego, como un pincho de riego, diseñado para regar gradualmente las plantas en macetas a lo largo del tiempo. Estos pueden comprarse en tiendas de jardinería, o puedes hacer uno tú mismo con una botella vieja de plástico usando un tutorial en línea.
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    Riega las rosas inmediatamente si comienzan a verse caídas. Si las rosas comienzan a marchitarse y caerse, es probable que necesites regarlas.
    • A largo plazo, las hojas se secarán y marchitarán, y las flores florecerán menos y posiblemente morirán.
    • Menos floraciones o floraciones más pequeñas son una señal de que la rosa está estresada, probablemente debido a la falta de agua.
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    No riegues en exceso las rosas, ya que esto ocasiona la podredumbre de las raíces. El riego excesivo puede ocasionar la podredumbre de las raíces, sobre todo en suelos con mal drenaje. Las señales a las que hay que estar alerta incluyen hojas amarillas y caídas, y nuevos brotes que se marchitan y mueren.
    • Ten cuidado de que las rosas plantadas en recipientes nunca se asienten en agua. Evita colocar los recipientes en bandejas, tazones o platillos.
    • Demasiada agua también puede hacer que el follaje se vuelva clorótico (amarillento y moteado).
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Categorías: Rosas
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