Los poetas pasaron sus vidas soñando con la belleza etérea de las rosas. Sin embargo, estas también tienen un uso práctico y los pétalos de rosa secos en particular pueden transformarse en muchas maravillas. Liberan una fragancia embriagadora a los popurrís y bolsitas aromáticas, le dan color a los adornos de interior y pueden usarse como confeti romántico para las bodas. Además de todo ello, el proceso para secar las rosas en realidad es bastante sencillo. Ve al paso 1 para empezar.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Seleccionar los pétalos

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    Escoge rosas frescas en plena floración. Podrás cosechar las flores que quieras secar en cualquier momento durante la temporada de crecimiento, pero recuerda que cuando están en su pico más alto de tamaño y color, su aroma también lo estará. No recojas ninguna rosa con pétalos con manchas marrones, sino se tornarán completamente marrones cuando se sequen.
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    Espera el momento perfecto del día para recoger las rosas. Tendrás que hacerlo después de que haya secado el rocío, pero tendrá que ser antes de que el sol de mediodía dé sus rayos más potentes. Los pétalos de rosa con cualquier resto de humedad podrían tornarse de color marrón al secárseles, porque empezarán a pudrirse. Las horas antes del sol del mediodía son las horas en que la mayoría de rosas liberará su fragancia más intensa.[1]
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    Saca los pétalos de los tallos con tijeras para cortar alrededor de la base de los pétalos. Asegúrate de cortar toda la flor. También podrás halar los pétalos suavemente uno por uno de la base de los tallos.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Secar los pétalos

Método uno: Secar las rosas con el aire

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    Pon los pétalos en una bandeja para secar. Podrás usar sin ningún problema una pantalla de malla como una ventana antigua o un colador de metal extendido de la cocina. Asegúrate de que los pétalos estén dispuestos en una sola capa y que ninguno esté sobre otro. Si están uno encima de otro mientras se secan, se pegarán y tendrás que romperlos para separarlos.
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    Pon los pétalos en un lugar donde reciban mucho aire. El mejor lugar para ponerlos será en una superficie plana alejada de la luz solar directa y en donde circule aire constantemente. Poner los pétalos directamente bajo el sol hará que se vuelvan quebradizos, así que evita hacerlo. No pongas los pétalos en un lugar húmedo, pues la humedad del aire podría pudrirlos.
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    Voltea los pétalos varias veces. Este método por lo general toma un par de semanas. Durante esas semanas, deberás voltear los pétalos al menos una vez a la semana. Al voltearlos, garantizarás que ambos lados de los pétalos estén expuestos a la cantidad necesaria de aire.[2]
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    Sácalos de la bandeja para secar. Saca los pétalos solo después de que estén crujientes (casi como la textura de las hojuelas de maíz). Si no están completamente secos cuando los almacenes, empezarán a enmohecerse.

Método dos: Con el horno microondas

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    Forra un plato para microondas con una capa doble de papel toalla. Cuando lo hayas hecho, pon los pétalos que te gustaría secar sobre el papel toalla. Asegúrate de que estén en una sola capa y que no estén uno sobre otro. Si están uno sobre otro, se secarán pegados y se romperán cuando intentes separarlos.[3]
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    Cubre los pétalos. Cuando hayas dispuesto los pétalos en una sola capa, cúbrelos con otra capa de papel toalla. Pon otro plato encima a modo de tapa para el plato inferior.
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    Pon esta pila de platos en el microondas. Ponla a la potencia máxima hasta que los pétalos ya no estén húmedos cuando los toques, unos 40 segundos. Los hornos microondas tienden a variar, así que tendrás que experimentar para encontrar el periodo de tiempo ideal para secar pétalos de rosa.[4]
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    Prueba la sequedad de los pétalos. Después de haberlos calentado en el microondas, levanta el plato superior y la capa de papel toalla. Los pétalos deberán sentirse secos, pero no crujientes. Si todavía se sienten húmedos, ponlos de nuevo en el horno microondas y sigue “cocinándolos”.
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    Saca los pétalos del microondas. Si quieres que estén más crujientes, pon los pétalos sobre papel toalla encima de una superficie plana. Escoge un lugar para secarlos, uno en donde no haya brisas, humedad, luz ni polvo.

Método tres: Con un deshidratador

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    Pon los pétalos de rosa en el deshidratador. Asegúrate de que no estén uno encima de otro. Dependiendo del tipo de deshidratador que tengas, el proceso de secado podría tomar un par de horas (si usas un Excalibur) o todo un día (si usas un Nesco de 600 voltios). Sea cual sea el tiempo que tome, tu casa se llenará de un fragancia maravillosa a rosas.[5]
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    Pon el deshidratador a su temperatura mínima. Será importante que sea la mínima, sino podrían quemarse.
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    Deja los pétalos de rosa hasta que se sequen. Como lo hemos mencionado anteriormente, podría tomarte un par de horas o todo un día. Cuando estén listos, su textura deberá ser similar a la de las hojuelas de maíz o de papa.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Con un libro

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    Abre el libro.
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    Pon los pétalos dentro (asegúrate de que estén en una sola capa).
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    Cierra el libro (pero no dobles los pétalos.)
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    Espera unas dos semanas o más sin usar energía para secar los pétalos.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Usar y almacenar las rosas secas

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    Almacena los pétalos de rosa secos en latas de café, latas de hojalata o tarros de vidrio. Las flores preservadas podrán almacenarse de esta manera durante periodos extendidos de tiempo. Asegúrate de que el recipiente pueda taparse herméticamente para que ningún insecto entre a comerse los pétalos. No los guardes bajo la luz directa del sol.
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    Decide de qué manera quieres utilizar los pétalos de rosa. Existen infinitas opciones. Úsalos para tu boda, para crear una experiencia sensual, para agregarlos a un popurrí o para hacer algo de lo siguiente:
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    Agrega los pétalos a tu bebida favorita. Realza el sabor de un coctel de rosas, haz un ponche festivo de pétalos o mímate con un poco de agua de rosas refrescante.
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    Ponte más artístico y usa los pétalos en tus manualidades. Haz un collar con cuentas de pétalos de rosa o haz tu propia fragancia única con un perfume de pétalos.
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    Echa algunas flores en la comida. Haz sándwiches de pétalos de rosa. Ponte un poco más rústico haciendo tu propia mermelada de pétalos o pétalos congelados para agregarlos a un pastel.

Consejos

  • Recuerda revisar periódicamente los recipientes en donde almacenes los pétalos de rosa secos para ver si hay insectos. Si encuentras una plaga, tira las flores preservadas y lava bien el recipiente antes de usarlo nuevamente.
  • Recuerda que la mayoría de flores tiende a oscurecerse con el secado. Tenlo en cuenta si vas a usar las flores preservadas en adornos para un esquema de color específico.
  • Recoge más pétalos de los necesarios. Así tendrás la garantía de tener una provisión suficiente de pétalos atractivos para el fin para el que quieras emplearlos, aunque algunos se dañen durante el proceso de secado.

Cosas que necesitarás

  • Rosas frescas en plena floración
  • Tijeras
  • Plato para microondas
  • Horno microondas
  • Papel toalla
  • Periódico o platos descartables
  • Rejilla para deshidratar
  • Deshidratador
  • Libro
  • Recipiente hermético

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Categorías: Rosas