Recibir mensajes de texto amenazantes puede ser una experiencia inquietante y aterradora. Las amenazas son una forma de acoso, y ya sea que sepas o no quién te envía esos mensajes, el acoso puede hacer tambalear tu sensación de seguridad y bienestar. Estamos aquí para ayudarte a tomar medidas para ponerle fin a este acoso lo antes posible y garantizar tu seguridad. En esta guía te explicamos cómo responder a los mensajes de texto amenazantes.

Método 1
Método 1 de 11:
Decirle a la persona que te está acosando

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    Adviértele que su comportamiento es potencialmente ilegal. Envíale una nota breve en la que califiques su comportamiento amenazante como acoso y hazle saber que estás dispuesto a tomar las medidas que sean necesarias para detenerlo. Si al final quieres tomar acciones legales, este mensaje demostrará que has intentado cortar el contacto. Escribe algo como:[1]
    • “Este mensaje es un acoso. Voy a cortar la comunicación con usted. Si sigue intentando acosarme, emprenderé acciones legales”.
    • “Es inaceptable que me amenace mediante un mensaje de texto. Voy a bloquear este número; si vuelve a tratar de comunicarse conmigo, avisaré a las autoridades”.

Método 2
Método 2 de 11:
Bloquear el número

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    Una vez que le hayas advertido, pon fin a todo contacto. Si alguien te amenazó por mensaje de texto, no hay ninguna razón para continuar la comunicación normal. Por tu propia seguridad, corta esta vía de contacto. Si la persona sigue encontrando formas de comunicarse contigo, tendrás más pruebas para demostrar ante un tribunal u otras autoridades que te está acosando.[2]

Método 3
Método 3 de 11:
Poner en privado tus otras redes sociales

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    Evita que te acosen en otras plataformas. Si bloqueas a alguien por mensaje de texto, es posible que trate de comunicarse contigo a través de las redes sociales para seguir acosándote. Sé proactivo y elimina a la persona de tu lista de amigos y bloquéala en tus diferentes plataformas de redes sociales. Una buena idea también es cambiar tu configuración de privacidad a privada de modo que no pueda interactuar contigo a través de ningún perfil público.[3]

Método 4
Método 4 de 11:
Tomar capturas de pantalla a todos los mensajes de texto y otros mensajes

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    Documenta las interacciones en caso de que tengas que tomar acciones legales. Toma capturas de pantalla a todos los mensajes amenazantes y asegúrate de incluir las marcas de tiempo de cada una de esas interacciones. La mejor manera de protegerte es tener pruebas claras de las amenazas que te han hecho, de modo que puedas demostrar ante las autoridades competentes que sufriste acoso.[4]

Método 5
Método 5 de 11:
Recopilar otras pruebas de acoso

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    Como prueba legal, empieza un registro de todos los intentos realizados para ponerse en contacto contigo. En ese registro debes incluir la fecha y hora en que se produjo cualquier comportamiento amenazante. Si tienes testigos que puedan dar fe de otros incidentes en los que la persona que te acosa haya actuado de forma amenazante, registra también sus datos de contacto. Así podrás crear una línea de tiempo de este comportamiento para que los tribunales u otras autoridades lo utilicen como prueba.[5]

Método 6
Método 6 de 11:
Identificar quién te amenaza a través de tu compañía telefónica

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    Si no sabes quién te está amenazando, tu compañía telefónica puede ayudarte. Si has estado recibiendo frecuentes mensajes de texto amenazantes o si las amenazas de daño corporal se hicieron contra ti o tu familia, tu compañía telefónica actuará de inmediato. Llámales para ver si pueden preparar una “trampa” para identificar al responsable de enviar los mensajes.[6]
    • Algunas compañías telefónicas te exigirán que primero presentes una denuncia ante la policía. Ponte en contacto con tu compañía para que te den más información.

Método 7
Método 7 de 11:
Ponerte en contacto con una figura de autoridad

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    Tu departamento de Recursos Humanos o la administración de tu escuela pueden ayudarte. Si la persona que te envía mensajes de texto está afiliada a tu lugar de trabajo o escuela, comunicarte con las autoridades competentes puede ayudarte a poner fin a las amenazas y a ponerte en contacto con los recursos que te ayuden. No trates de hacer frente a estas amenazas tú solo. Si logras que participen más personas, podrás mantenerte a salvo.[7]
    • Si avisas a tu departamento de Recursos Humanos o a tu escuela sobre las amenazas, puedes conseguir que le prohíban el ingreso al acosador a tu lugar de trabajo o a escuela.

Método 8
Método 8 de 11:
Comunicarte con la policía si ya no te sientes seguro

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    Presenta una denuncia a la policía si te preocupa que estés en peligro. Llama o acude a la comisaría de policía de tu localidad para denunciar que te están acosando. Presentar las capturas de pantalla y otras pruebas de tu acoso a la policía puede ayudarles a procesar tu denuncia lo más fácilmente posible.[8]
    • Si recibes amenazas de daño corporal inmediato a través de un mensaje de texto, llama al 911 lo antes posible. Tómate las amenazas en serio, ya que tu seguridad depende de ello.

Método 9
Método 9 de 11:
Presentar una orden de restricción

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    Si te sientes amenazado más de una vez, una orden de restricción puede protegerte. Presentar una orden de restricción le permite a un juez ordenarle a tu acosador que deje de comunicarse contigo, y además le indica que habrá sanciones legales si lo hace. Una vez que presentes una orden de restricción, un secretario judicial hará que la policía le entregue a tu acosador los documentos que exigen su comparecencia ante el tribunal.[9]
    • Para conseguir una orden de restricción, tendrás que demostrar que esa persona te ha acosado varias veces por medio de mensajes de texto o de forma verbal, o que ha violado gravemente tus límites al seguirte, rondar tu casa o lugar de trabajo, o dañar tu propiedad.

Método 10
Método 10 de 11:
Mantenerte seguro físicamente

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    El acoso puede llevarte a explorar formas de defenderte. Con suerte, nunca te verás en una situación en la que tengas que utilizar habilidades de defensa personal. Sin embargo, tomar una clase de defensa personal podría ayudarte a sentirte más seguro y protegido después de un incidente. Mantener seguras tu casa y propiedad al cambiar tus cerraduras y cualquier sistema de seguridad electrónico que tengas también puede mantener tu mente tranquila.[10]

Método 11
Método 11 de 11:
Hablar con un consejero

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    Un terapeuta puede ayudarte a desentrañar esta experiencia. Recibir amenazas de cualquier tipo puede ser inquietante y estresante, y una buena idea es hablar con un profesional de la salud mental para analizar lo que pasó.[11] Puede ofrecerte consejo y orientación a medida que trabajas para recuperar tu sensación de seguridad y protección.[12]
    • Tu lugar de trabajo o escuela pueden ponerte en contacto con un terapeuta si tienes problemas para encontrar uno. También puedes utilizar este sitio web de la American Psychological Association para encontrar uno en tu zona https://locator.apa.org/?_ga=2.152634425.142319692.1643333542-2064004528.1635971872
    • Si fuiste objeto de amenazas en tu lugar de trabajo, tu departamento de Recursos Humanos puede ponerte en contacto con recursos de consejería gratuitos. Pregunta si esto es posible; y así no tendrás que recurrir a los fondos de tu seguro u otros recursos financieros para la terapia.

Acerca de este wikiHow

Catherine Boswell, PhD
Coescrito por:
Psicólogo titulado
Este artículo fue coescrito por Catherine Boswell, PhD. La Dra. Catherine Boswell es una psicóloga licenciada y cofundadora de Psynergy Psychological Associates, un consultorio de terapia privado con sede en Houston, Texas. Con más de 15 años de experiencia, la Dra. Boswell se especializa en tratar a personas, grupos, parejas y familias que tienen problemas con traumas, relaciones, duelo y dolor crónico. Tiene un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Houston. Además, ha impartido cursos a estudiantes de nivel de maestría en la Universidad de Houston. También es autora, oradora y coach.