Los nódulos linfáticos son glándulas pequeñas y redondas que forman parte del sistema linfático. Estos son muy importantes para la respuesta inmune del cuerpo y se inflaman fácilmente como reacción a infecciones u otras causas. Revisar los nódulos linfáticos por ti mismo puedo ayudar a detectar un problema de salud a tiempo. Si notas los nódulos inflamados y permanecen así por más de una semana, es mejor acudir al doctor para que los revise. Si los nódulos duelen, están inflamados y presentas otros síntomas de enfermedad, acude al doctor de inmediato.

Parte 1
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Revisar nódulos linfáticos inflamados

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    Localiza los nódulos linfáticos. La mayor concentración de nódulos linfáticos se encuentra en el cuello, la clavícula, las axilas y la ingle. Una vez que sepas en dónde están, podrás revisar que no duelan o estén inflamados.[1]
    • Hay otros grupos de nódulos linfáticos en el cuerpo, incluyendo el interior de los codos y las rodillas, pero estos no se revisan por inflamación.
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    Revisa un área sin nódulos linfáticos para que puedas comparar. Presiona 3 dedos sobre el antebrazo. Siente bajo la piel y presta atención a cómo se siente el tejido debajo. Esto te dará una idea de cómo debe sentirse un área del cuerpo normal y sin inflamación.
    • Los nódulos linfáticos que no están inflamados solo tienen una densidad ligeramente más firme en el tejido alrededor. Solamente cuando se irritan y se inflaman puedes sentirlos.
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    Revisa los nódulos linfáticos en el cuello y la clavícula. Usa los primeros 3 dedos de ambas manos al mismo tiempo para formar un círculo alrededor de las orejas, a los dos lados del cuello y bajo la línea de la mandíbula. Si tienes bultos sensibles, podría significar que los nódulos linfáticos están inflamados.[2]
    • Si no puedes sentir los nódulos linfáticos del cuello, no te preocupes. Es completamente normal.
    • Presiona suavemente y mueve los dedos lentamente para sentir tejido firme bajo la piel. Los nódulos linfáticos normalmente se encuentran en grupos y son del tamaño de un guisante o un frijol. Los nódulos sanos deben ser más firmes que el tejido alrededor, pero no tan duros como una roca.
    • Si no puedes sentir los nódulos linfáticos en el cuello, inclina la cabeza hacia el lado donde tienes problemas para checar. Esto relajará los músculos y te permitirá sentirlos más fácilmente.
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    Revisa los nódulos linfáticos en las axilas. Coloca los 3 primeros dedos en el centro de la axila. Después deslízalos lentamente hacia el torso unos centímetros hasta que estén justo bajo el costado del seno. Los nódulos linfáticos en esta área se encuentran hacia el final de la axila, cerca de la caja torácica.[3]
    • Recorre los dedos por toda esta área presionando suavemente. Muévelos unos centímetros hacia la parte de enfrente del cuerpo, la parte de atrás, arriba y abajo.
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    Busca los nódulos linfáticos en la ingle. Mueve los 3 primeros dedos hacia el pliegue en donde los muslos se encuentran con la pelvis. Presiona moderadamente los dedos en el pliegue y podrás sentir el musculo, el hueso y la grasa debajo. Si sientes un bulto distintivo en esta área, podría ser un nódulo linfático inflamado.[4]
    • Los nódulos en esta área están normalmente justo debajo de un gran ligamento, así que pueden ser difíciles de encontrar a menos que estén inflamados.
    • Asegúrate de revisar ambas ingles. Esto te permitirá comparar cómo se sienten e identificar si los nódulos de alguno de los lados esta inflamado.
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    Determina si los nódulos linfáticos están inflamados. ¿Sientes algo diferente al presionar el antebrazo? Debes sentir los huesos y los músculos bajo la piel, pero un nódulo linfático inflamado se sentirá diferente y casi fuera de lugar. Si sientes un bulto sensible, podría ser un nódulo inflamado.[5]

Parte 2
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Hacer que un doctor te revise los nódulos linfáticos

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    Observa los nódulos linfáticos inflamados. A veces estos se inflaman debido a una reacción alérgica o a una enfermedad de corta duración causada por una bacteria o un virus. Si ese es el caso, casi siempre regresan a la normalidad en unos días. Sin embargo, si los nódulos permanecen inflamados, duros o duelen por más de una semana, es importante ver a un doctor para determinar la causa.[6]
    • Incluso si no presentas otros síntomas, debes ver a un doctor si los nódulos linfáticos continúan inflamados.
    • Si los nódulos están duros, no duelen y miden más de 2,5 cm (1 pulgada), visita al doctor lo antes posible.
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    Ve a un doctor de inmediato si presentas algunos síntomas. Los nódulos linfáticos inflamados pueden ser una señal de que tu sistema inmune está luchando contra una enfermedad seria. Si presentas nódulos linfáticos inflamados junto con cualquiera de estos síntomas, ve a un doctor de inmediato:[7]
    • pérdida de peso inexplicable
    • sudor durante la noche
    • fiebre
    • problemas para tragar o respirar
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    Habla con el doctor si se presentan otros síntomas. Si bien no todos los síntomas son señales de una enfermedad seria, informarle al doctor sobre todos tus síntomas le ayudará a darte un diagnóstico. Algunos síntomas comunes que casi siempre se presentan al mismo tiempo que la inflamación de los nódulos linfáticos son:[8]
    • goteo nasal
    • fiebre
    • dolor de garganta
    • inflamación de varios nódulos linfáticos al mismo tiempo
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    Evalúa si la inflamación se debe a una infección. Si llegas al consultorio del doctor con los nódulos linfáticos inflamados, él los tocará para asegurarse de que lo están. Después necesitará hacerte algunas pruebas para asegurarse de que no tienes infecciones por bacteria o virus que hayan causado la inflamación, ya sea que haga pruebas de sangre o tome un cultivo de un área del cuerpo, como la garganta.[9]
    • Es casi seguro que el doctor te hará pruebas para las enfermedades más comunes causantes de que los nódulos linfáticos se inflamen, incluyendo virus como faringitis estreptocócica.
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    Hazte pruebas para enfermedades del sistema inmune. Tu doctor seguro evaluará la salud del sistema inmune sobre todo lo demás. Él podría ordenar una serie de pruebas, incluyendo un análisis de sangre general, lo que medirá la actividad del sistema inmune. Esto le ayudará a determinar si tienes una enfermedad del sistema inmune, como lupus o artritis, que cause que los nódulos linfáticos se inflamen.[10]
    • Las pruebas de diagnóstico le permitirán al doctor evaluar cómo está funcionando el sistema inmune, si el conteo sanguíneo es bajo o si algo anormal está pasando con los nódulos linfáticos en sí.
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    Hazte una prueba para cáncer. En algunos casos raros, los nódulos linfáticos inflamados pueden ser síntoma de cáncer en los nódulos en sí o en otras partes del cuerpo. Las pruebas preliminares se hacen para detectar cáncer y pueden incluir un análisis de sangre, rayos X, una mamografía, un ultrasonido o una tomografía. Si existe sospecha de cáncer, el doctor puede sugerir hacer una biopsia del nódulo linfático para encontrar células cancerígenas.[11]
    • Una biopsia normalmente es un procedimiento ambulatorio, pero requiere una incisión o un pinchazo profundo con una aguja para tomar una muestra de las células en el nódulo linfático.
    • La prueba que el doctor elija dependerá de cuáles nódulos linfáticos esté evaluando y lo que crea que podría ocasionar el problema.

Consejos

  • Es común que los nódulos linfáticos se inflamen y, generalmente, se desinflaman después de algunos días.

Advertencias

  • Los nódulos linfáticos se pueden irritar si los tocas mucho, así que no los toques muy fuerte o muy seguido porque podrías provocar tú mismo la inflamación.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 137 076 veces.
Categorías: Salud