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Cada persona de toda creencia tiene un ángel de la guarda. Su propósito aquí en la tierra es ayudarnos, guiarnos y unirnos con la energía y la inspiración del cielo. En tiempos de alegría, se regocijan con nosotros, y en tiempos de tristeza, lloran con nosotros. Sigue leyendo para descubrir una oración que puedas recitar cuando necesites a tu ángel de la guarda.
Pasos
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1Mantente conectado a la Tierra y concentrado. Debes estar relajado, sentarte en una silla cómoda y rezar en un momento en el que no estés perturbado. Concéntrate en comunicarte con tu ángel de la guarda.
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2Respira. Respira desde tu estómago si puedes hacerlo; de esta manera, te concentrarás en la respiración, y la relajación vendrá con más facilidad. Concéntrate en la oración que quieras rezar. Si hay algún pensamiento que te esté viniendo a la mente, deja que se vaya y concéntrate en la oración.
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3Visualiza. Visualiza que hay una luz blanca rodeándote, que está contigo. Ahuyenta todos los pensamientos y conductas negativas. Respira en la luz hasta que sientas que estás completamente en paz contigo mismo.
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4Relájate y medita. Relájate y medita durante unos cuantos minutos. Si tienes cualquier pensamiento, haz que se vaya y continúa con la meditación. Cuando sientas que estés listo, di: Ángel de la guarda, ven a mí. Exhala lentamente y dite a ti mismo: Con amor y alegría, que así sea.
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5Haz una pausa. Haz una pausa y repite este ejercicio de respiración todo el tiempo que quieras y después deja que se desvanezca. Continúa respirando y ábrete a tu ángel de la guarda. Independientemente de lo que veas o sientas, permanece relajado y centrado.
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6Agradece. Agradece a la divinidad por este regalo y experiencia.
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7Mira el desvanecimiento de la luz. Cuando hayas terminado, una vez más visualízate rodeado por una luz blanca y mírala dispersarse o desvanecerse en la madre tierra. Regresa lentamente al mundo físico.
Advertencias
- Debes conocer el hecho de que los demonios algunas veces se disfrazan de ángeles, así que asegúrate de contactar al espíritu correcto.