Saltar de un pie a otro es una de las actividades más complicadas de hacer entre los ejercicios locomotores básicos. Aprender a saltar de un pie a otro te ayudará a practicar la coordinación y es un pilar fundamental para hacer movimientos más complejos. Muchos niños aprenden a hacer este salto a la edad de seis años, aunque hay algunos que aprenden después. A pesar de que saltar de un pie a otro tenga sus propios desafíos, no es difícil dominar la acción con la técnica y la práctica correctas.

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Parte 1
Parte 1 de 2:
Practicar las habilidades locomotoras

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    Marcha con las rodillas en alto. Las habilidades locomotoras son una de las tres habilidades motoras esenciales; las otras dos son las habilidades de estabilidad y las manipulativas.[1] Si saltar de un pie a otro te es difícil, entonces comienza con algunas de las habilidades locomotoras más básicas y luego ve avanzando.[2] Marchar con las rodillas bien altas refleja un poco el movimiento de saltar de un pie a otro. Levanta un pie y flexiona la rodilla para crear un ángulo de 90 grados. A medida que avances, levanta la otra pierna con un movimiento rápido.
    • Mantén la vista hacia adelante y balancea los brazos en dirección opuesta a tus pies. Si el pie izquierdo está arriba, el brazo derecho debe moverse hacia adelante y viceversa.
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    Salta con ambos pies. Párate con los pies juntos e impúlsate con ambos pies. Trata de levantar los pies del suelo al mismo tiempo. Practica la caída de forma tranquila cayendo con la punta de los dedos y dejando que los tobillos y las rodillas se flexionen. Fíjate qué tan alto puedes saltar.
    • Incluye una cuerda de saltar y trata de saltar rítmicamente. Extiende las rodillas, tobillos y las caderas mientras saltas. El rebote principal se produce en el tobillo. Activa la elasticidad de los tendones de Aquiles mientras saltas y caes.[3]
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    Salta con un pie a la vez. Aprender a saltar con un pie es una habilidad necesaria para saltar de un pie a otro. Levanta un pie, flexionando la rodilla, y mantenlo arriba. Mantén el balance con la pierna parada y trata de estabilizarte al tensar los músculos de esa pierna. Una vez que estés firme, levanta el talón e impúlsate desde el suelo con la bola del pie. Trata de caer a dos o cinco centímetros (una o dos pulgadas) hacia adelante con la bola del pie.
    • Mantente equilibrado llevando los brazos hacia los costados en forma de una A amplia.
    • Cambia de pie y trata de equilibrarte con el otro pie.
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    Practica el galope. Levanta el pie y dobla la rodilla. Da un paso hacia adelante con el pie levantado y desplaza el peso de tu cuerpo al pie que está frente a ti. Cierra rápidamente el espacio entre tus pies moviendo el pie de atrás hacia adelante para que el otro quede detrás del pie delantero. Continúa este movimiento con el mismo pie.
    • Asegúrate de que cambiar de lado y galopar con el otro pie.
    • Hacer un galopeo es casi igual de difícil que saltar de un pie a otro. Una vez que domines el galopeo, puedes pasar a intentar saltar de un pie a otro.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Saltar de pierna en pierna

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    Da un paso hacia adelante y haz un pequeño salto con ese pie. El movimiento básico para saltar de un pie a otro es paso, salto, paso, salto.[4] Comienza dando un paso hacia adelante con un solo pie y luego dando un salto con ese mismo pie. Esto te ayuda a pisar solo con las bolas de tus pies, manteniendo tus talones levantados. Impulsa la bola del pie e inclínate hacia adelante unos cuantos centímetros (pulgadas) mientras saltas. Cae suavemente con las rodillas flexionadas.[5]
    • Apunta los dedos en la dirección a la que quieras saltar.
    • Mantén la cabeza en alto y la mirada hacia adelante. Puede que mires tus piernas mientras te estés acostumbrando al movimiento, pero en algún momento debes empezar a mirar hacia el frente con la cabeza en alto.
    • Sostén con firmeza los abdominales y el pecho. Mantener una buena postura les brindará altura y distancia a tus saltos.
    • Cuando caigas, no hagas mucho ruido. Si el suelo hace un ruido muy alto cuando caigas, significa que estás gastando mucha energía. Mantén el control del salto con el tendón de Aquiles y las rodillas.
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    Repite el movimiento con la otra pierna. Luego de caer, da un paso hacia adelante con la otra pierna y repite el movimiento anterior. Pisa con la bola del pie, da un salto y luego cae con una rodilla flexionada.
    • Otra forma de saltar de un pie a otro es agregando saltos mientras se marcha. Practica marchar con las rodillas en alto. Cuando levantes una pierna con la rodilla flexionada, la pierna parada debe dar un salto. Repite el movimiento con la otra pierna. Continúa el movimiento de marcha y salto en series.
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    Levanta y flexiona el pie que no está en movimiento. Deja que el pie que no está saltando se mueva solo con el impulso hacia adelante y dejando que se eleve a un ángulo de 45 grados. Para aumentar la energía de los saltos, puedes levantar la rodilla hasta un ángulo de 90 grados.
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    Balancea los brazos en direcciones alternas. Hacer que tus brazos se muevan correctamente es algo pequeño pero importante para mejorar el desempeño de tu salto.[6] Mantén tus brazos relajados y deja que se balanceen con el impulso.
    • Balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás, no de lado a lado, al igual que lo haces cuando caminas.
    • Mientras tu rodilla izquierda se eleve, mueve el brazo derecho hacia adelante y viceversa.
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    Aumenta la velocidad cuando te empieces a sentir cómodo con el movimiento. Trata de saltar más rápido, aumentando la distancia entre cada salto, y de saltar más alto.
    • Si tienes problemas, trata de ir más lento y hacerlo con un pie a la vez. Puedes saltar en el lugar pisando con un solo pie y dando saltos hacia arriba y bajando. Luego pasa el peso de tu cuerpo hacia el otro pie y vuelve a dar saltos. Una vez que estés cómodo con estos movimientos, trata de saltar de un pie a otro en movimiento de nuevo.

Consejos

  • Si se te dificulta saltar en ambos lados, practica otra vez dando saltos con un pie a la vez. Trata de dominar el equilibrio en cada pie a través del movimiento.
  • Debes caer suavemente con las bolas de los pies. Si ves que caes con toda la planta del pie, inclínate un poco hacia adelante y concéntrate en balancear los brazos para ayudar a impulsarte.
  • Algunas veces puede que hagas un doble salto accidentalmente. Trata de poner algo de música y saltar al compás para ayudarte a acostumbrarte al ritmo.
  • Si te cansas o te frustras, descansa y luego vuelve a intentarlo.

Advertencias

  • Asegúrate de que los cordones de tus zapatillas estén bien atados para que no te caigas ni te lastimes.
  • No te olvides de mantenerte hidratado. Ten a mano una botella de agua y toma un sorbo cuando tengas sed.

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