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Desde Kelsey Grammar a Kelly Clarkson, mucha gente empezó su carrera como camarero. Trabajar en un ambiente de restaurante es un trabajo intenso, pero muy lucrativo si lo enfocas correctamente y desarrollas las destrezas adecuadas. Si eres amable, confiable y puedes cumplir varias tareas a la vez, entonces servir comida en un restaurante podría ser una oportunidad provechosa a corto o largo plazo. Sigue nuestros consejos generales a continuación o busca ayuda más específica en las secciones mencionadas a continuación.
Pasos
- Sé encantador. Los que van a comer a un restaurante lo hacen por algo más que la comida en sí. Comer fuera es una experiencia y el personal de camareros es la parte más visible de ello. ¿Puedes conversar con la gente más seria y menos comunicativa en una fiesta? ¿Te identificas fácilmente con la gente? ¿Eres rápido con las bromas y sonríes? Si la respuesta es sí, tienes uno de las características necesarias para trabajar en un restaurante.
- No tienes que ser un comediante profesional, pero sí necesitarás ser un buen comunicador. Los camareros callados son generalmente igual de buenos que los conversadores, solo necesitan asegurarse de tener un lenguaje corporal comunicativo, hacer su trabajo eficientemente y escuchar lo más posible.
- Sé rápido. ¿Eres bueno haciendo varias tareas a la vez? ¿Puedes recordar varias listas de tareas fácilmente? ¿Te adaptas rápidamente a los cambios y a las situaciones nuevas? Un miembro del equipo de camareros necesita ser capaz de tomar los pedidos, comunicárselos a los trabajadores de la parte trasera del restaurante y comportarse como la imagen del restaurante para los clientes. Es una tarea muy difícil, pero deberá hacerse con rapidez y eficiencia para que el restaurante pueda funcionar adecuadamente.
- Sé fuerte. Cargar una bandeja de bebidas tambaleantes y platos calientes llenos de alitas picantes ya es bastante difícil de por sí, pero ¿después de un turno largo de servir a un grupo de fanáticos de fútbol ruidosos? Podría ser totalmente agotador. Si estás en forma y sano, ser miembro del personal de camareros será una transición mucho más cómoda. No tienes necesariamente que ser un fisicoculturista, pero te ayudará a estar cómodo al lidiar con una habitación abarrotada mientras sostienes objetos pesados de manera segura y rápida.
- Escribe claramente y usa también las computadoras. Si la cocina no puede leer tus comandas, habrá una confusión rápidamente. Mantenerte al tanto de la información y registrar de manera legible las comandas es parte crítica del proceso del restaurante. Todo el proceso empieza contigo.
- En el restaurante, te darán detalles específicos y aprenderás el funcionamiento del sistema, pero en general deberás estar familiarizado con los aspectos esenciales.
Conseguir un trabajo de camarero
- Solicita trabajo en los restaurantes que te capacitarán. El bistró de categoría del centro de la ciudad probablemente no contrate camareros sin experiencia. Si nunca has trabajado como camarero, las cadenas de restaurantes, como Chili´s o McDonald´s, serán un buen lugar para comenzar, te capacitarán y tendrás la experiencia que necesitas para conseguir un trabajo en donde las propinas sean buenas. Aprenderás mucho sobre cómo funciona un restaurante y cómo ser un buen camarero.
- Prepara tu currículum. Si no tienes ya uno preparado, enfócate en articular las destrezas necesarias para servir comida en un restaurante. Necesitarás ser bueno lidiando con los clientes, trabajando en equipo y de manera rápida. Resalta experiencias laborales similares que ilustren estos rasgos.
- Si nunca antes has trabajado y esperas conseguir un trabajo como camarero, es posible que te enfoques en los logros académicos y los ambientes de trabajo en equipo, tales como los deportes en los que te hayas destacado. Sé positivo y véndete. Ese es el trabajo.
- Habla con el gerente. Cuando encuentres un lugar en el que se esté buscando personal, pide hablar con el gerente. Si le dejas el currículum al barman, podría terminar perdiéndose y, de todos modos, el barman no es el encargado de contratar personal.
- Presenta el currículum y tu entusiasmo. Di que estás realmente emocionado de hablar más sobre el puesto y que estás listo para empezar de inmediato. Debido a que el trabajo de camarero consiste en dar una primera buena impresión la mayor parte del tiempo, trata el proceso de conseguir trabajo como si fuera el trabajo en sí. Da una primera buena impresión.
- Anticipa las preguntas de la entrevista. Al preparar las respuestas para las posibles preguntas de la entrevista te estarás asegurando de que no te sorprenderás estando frente al gerente y demostrará que has reflexionado sobre las responsabilidades del trabajo.[1]
- Algunos gerentes podrían preguntar: “¿Qué es lo que más te gusta de nuestro menú?” o “Si la cocina se queda sin pescado, ¿qué recomendarías como alternativa? Échale un vistazo al menú de antemano en el sitio web del restaurante o visitando Yelp.
- Prepárate para reaccionar ante los escenarios desastrosos. Algunos gerentes podrían preguntar cosas como “Alguien te da una identificación falsa para comprar alcohol, ¿qué haces?” o, de una manera más directa, “Un cliente está enfadado por su comida, ¿qué debes hacer?”. Piensa en estos escenarios y responde de manera clara.
- Ten preguntas preparadas. Normalmente, una buena pregunta, como: “¿Qué es lo que se necesita para ser realmente exitoso aquí?” podría dar una excelente primera impresión al gerente. Casi siempre te darán la oportunidad de hacer preguntas, lo cual, si no se aprovecha, podría ser una gran oportunidad perdida.
Trabajar como camarero
- Acércate a tu mesa con una sonrisa y saluda. Preséntate y di tu nombre claramente: “Hola, encantado de conocerlos. Mi nombre es ___. Aquí tienen nuestro menú. ¿Les gustaría empezar con una bebida refrescante de nuestro bar?”. Saluda a los clientes con una sonrisa cuando entren.
- Mantén un contacto visual equilibrado, pero evita mirar demasiado. Algunos clientes son incómodos y vendrán al restaurante con una gran variedad de estados de ánimos. Responde apropiadamente. Mientras los sientas en su mesa, tal vez hazles un poco de conversación mientras tomas sus pedidos de bebidas. Si no les interesa charlar, déjalo.
- Toma los pedidos de las bebidas en el orden de las agujas del reloj comenzando por tu izquierda. Si hay niños, pregunta por sus bebidas primero, seguido de las mujeres y luego los caballeros siguiendo siempre el orden de izquierda a derecha.
- Este es el momento de ofrecer los especiales de la casa y las promociones disponibles.
- Cuando les sirvas sus bebidas, pregunta si tienen alguna duda sobre el menú. No los apresures a menos que ellos estén retrasados y, aun así, hazlo con delicadeza. Si están listos para hacer sus pedidos, tómalos siguiendo el orden de las agujas del reloj, comenzando por el que esté más cercano a ti por la izquierda. Si no están listos, ve a la próxima mesa.
- Cuando sirvas el plato principal, siempre pregunta “¿Desean que les traiga algo más?” y dales unos segundos para que lo piensen. Vuelve a la mesa cinco minutos después y pregúntales: “¿Todo se encuentra bien?” o al menos refiérete específicamente al plato del anfitrión: “¿Cómo está su filete?”. Escucha su respuesta y observa su lenguaje corporal: mucha gente es tímida a la hora de hablar sobre problemas y es posible que te culpen a la hora de dar la propina.
- Saca los pedidos completos. Nunca saques el plato de un cliente sin el de los demás miembros del grupo a menos que te lo hayan pedido de esa manera (esto podría pasar si uno o más comensales necesita marcharse antes). Normalmente, no debería haber ninguna circunstancia que cause que el pedido de una persona se tarde mucho más que el de los demás. Si ves que va a ocurrir algo así y ocasionará un problema, explícales brevemente la situación a los clientes y pregunta cómo les gustaría ocuparse de ello.
- Retira los platos de la mesa cuando veas que es obvio que el cliente quiere que te los lleves. Siempre retira completamente los platos del platillo anterior antes de traer los platos nuevos del siguiente platillo a la mesa.
- Antes de llevarte los platos, asegúrate de preguntar cortésmente si ya están listos para que los retires. Emplea un modo y tono coherente con la atmósfera y con el cliente. Generalmente un “¿Puedo recoger?” suele ser suficiente. Sin embargo, no preguntes si todavía están comiendo. Si alguien está conversando y tiene comida en su plato, no interrumpas su charla para preguntarle si ya terminó. Espera y vuelve después.
- Una vez que hayas recogido el platillo principal, pregunta: “¿Les gustaría ver el menú de postres?”. Al preguntarles les estarás dando la oportunidad de que hagan su pedido sin necesidad de que sea una petición especial. Será más probable que hagan su pedido de postre si les preguntas.
- Recoge los panes o la sopa del platillo principal que estaban tomando antes de que ordenen, aunque no estén terminados.
- Recibe su pago. Informa al cliente que procesarás su pago, por ejemplo, le traerás su vuelto si han pagado en efectivo o procesarás su tarjeta de crédito. Nunca le preguntes si desea el cambio o des por sentado que el cambio es tu propina, simplemente lleva el dinero de vuelta rápidamente junto con el recibo.
- Cuando vuelvas, dales las gracias y di algo amable como: “Gracias por su visita”, “Espero verlos pronto” o si ves que están prolongando su permanencia, solo di “Gracias”, ya que es posible que deseen tomar algo más.
Ganar buenas propinas
- Asegúrate de estar presentable antes de ir al restaurante. Llega siempre por lo menos 15 minutos antes de tu turno de trabajo, siempre bien peinado y con la ropa limpia. Lleva calzado y calcetines limpios. Debes llevar el pelo bien limpio y peinado, las uñas limpias y el uniforme planchado y presentable. Aplícate una cantidad moderada de maquillaje para lucir una apariencia fresca y natural.
- Observa las señales. Si alguna persona de una mesa quiere algo, te buscará con la mirada. Aprende a mantenerte alerta mientras caminas por el salón, no observes directamente a los clientes. La mayoría de los clientes hará contacto visual como señal de que quiere algo. Los clientes tendrán la sensación de que les estás prestando atención sin acosarlos.
- Cuando se les acabe la buena comida y la conversación, los clientes empezarán a mirar a los otros comensales a su alrededor o a las paredes. Esto te indicará cuándo recoger los platos; ofréceles los postres o dales la cuenta.
- Habla menos. Evita entrar en modo águila o ser demasiado insistente. A los clientes no les gusta ser observados ni que se les interrumpa constantemente sus conversaciones mientras comen, aunque será necesario hacerlo un poco de vez en cuando. Es un balance delicado.
- Aprende a analizar a tus clientes con rapidez. Si una pareja parece estar tensa, como si estuviera discutiendo, quizá no sea el mejor momento para preguntar “¿Están celebrando algo esta noche?” o hacer otro tipo de preguntas que rompen el hielo. Si los clientes de una mesa dan la impresión de estar divirtiéndose tanto que no quieren irse, ofréceles bebidas o café. Si tienen ganas de charlar, tómate un momento para conversar con ellos. De lo contrario, déjalos conversar.
- No asumas que el hombre pagará. Si te hicieron saber con anticipación quién pagará, entonces deja la cuenta sobre la mesa, junto a él o ella. De lo contrario, deja la cuenta en el centro de la mesa. La cuenta siempre va boca abajo y, si va dentro de un sobre, déjalo extendido sobre la mesa.
- Mantén la calma. Cuando los clientes se pongan desagradables o groseros, escucha y comunícate con ellos abiertamente. Recuerda: es un trabajo, no es algo personal. Si son claramente conflictivos, lo cual molesta a los demás clientes, o están evidentemente ebrios, ve con el gerente y deja que el jefe se encargue de ello.