Ser un buen jugador implica más que tener solo habilidades. Si deseas mejorar tu juego y el juego de tus compañeros de equipo, debes aprender a cumplir el rol que tu equipo te exige. Debes hacerlo dando el ejemplo y siendo el mejor deportista que puedas ser. Los equipos necesitan buenos jugadores, ¿estás listo para el reto?

Método 1
Método 1 de 3:
Aprende tu rol

  1. 1
    Desarrolla tus fundamentos. Si quieres ser un buen jugador en equipo, deber trabajar primero en ser un buen atleta completo. Dedícate a desarrollar las habilidades fundamentales que son necesarias para tu deporte. Si quieres ser un gran jugador de baloncesto, eso significa practicar el regate, desarrollar tus habilidades defensivas y aprender a hacer pasos rápidos y precisos. Si quieres ser un jugador de fútbol, debes aprender a controlar la pelota, a patear con precisión y a desplazarte por el área.
    • Es divertido solo salir y jugar el deporte que prácticas, pero los ejercicios son una parte esencial de la práctica. En vez de solo realizar lanzamientos, realiza algunos de los ejercicios de regate que haces en las prácticas o trabaja en otros ejercicios defensivos que has aprendido de tus entrenadores. Esforzarte por desarrollar las habilidades menos divertidas te ayudará a sobresalir y en convertirte en un jugador más fuerte.
  2. 2
    Aprende las responsabilidades de tu posición. Jugar en un equipo significa cumplir un rol específico. A diferencia de un jugador de tenis o de un golfista, jugar como parte de un equipo significa cumplir un rol. No todos los jugadores de fútbol americano tienen que marcar los touchdowns (forma básica de anotación) y no todos los jugadores de fútbol tienen que anotar goles. Ser un buen jugador significa aprender las responsabilidades y las funciones específicas de tu posición y estudiar la mejor manera de cumplir tu rol.
    • Aprende dónde tienes que estar en el campo y cuál es tu función específica. Si juegas en la posición de defensa, descubre como seleccionar a un oponente para marcarlo. Si estás controlando la pelota, descubre la mejor manera de distribuirla por el campo.
    • Cuando recién estás aprendiendo a como jugar un deporte, la mayoría de nosotros desea las posiciones glamorosas: mariscal de campo, delantero y base. Un gran equipo es un equipo formado por jugadores que tienen roles y que juegan en posiciones para las que están más adecuados. Si eres un gran defensor, no pierdas el tiempo envidiando las posiciones ofensivas. Acepta tu rol y comprométete a mejorar tus habilidades.
  3. 3
    Practica arduamente. Asistir a las prácticas y dar tu mejor esfuerzo en cada ejercicio es una parte crucial para ser un buen jugador en equipo. Practica duro y mejorarás tus habilidades y tus conocimientos sobre el juego. Esto te preparará a ti y a tu equipo para el éxito.
    • Llega a tiempo a las prácticas y prepárate para trabajar. Ten tus cosas listas y mucha agua. Comienza a estirarte y prepárate para practicar.
    • Ten una buena actitud sobre las prácticas. Algunos atletas tienen mucho talento, pero parece que prefieren estar en casa jugando videojuegos en vez de desarrollar habilidades con sus compañeros de equipo. Sé un mejor jugador que eso.
    • Deja toda la determinación y esfuerzo en el campo de prácticas. Si te detienes y tomas las cosas con calma cuando se supone que tienes que estar levantando pesas, corriendo vueltas o realizando ejercicios, serás más lento, débil y menos talentoso que tus oponentes. Ponlo en práctica.
  4. 4
    Mantente sano. Aunque seas un gran atleta, no serás un buen jugador si pasas todo el tiempo sanando tus heridas y recuperándote en el banquillo. Es muy importante que cuides tu cuerpo, que te mantengas sano y en forma para competir en juegos. Esto es para que le des a tu equipo la mejor oportunidad de ganar, dentro y fuera del juego.
    • Calienta antes de practicar y enfríate después de que termines. Nunca corras por el campo sin estirarte o calentar tu cuerpo para que puedas trabajar duro. Los buenos jugadores deben tomar varios minutos para estirarse después de practicar con el fin de evitar calambres y dolores musculares.
    • Descansa lo suficiente entre cada ejercicio. Si vas a practicar mañana, no debes trasnochar jugando Xbox o conversando en Internet. Duerme lo suficiente, al menos ocho horas. Dale a tu cuerpo un tiempo abundante para que se recupere y descanse antes de ponerlo a prueba una vez más mañana.
  5. 5
    Mantente hidratado durante los ejercicios. Un estudio a los jugadores de la NFL demostró que casi el 98 % están deshidratados antes de los ejercicios, lo que puede reducir los niveles de desempeño hasta un 25 %.[1] Las bebidas deportivas y abundante agua son una parte importante para conservar los electrolitos y mantenerte hidratado, lo que te dará energía para desempeñarte en tu más alto nivel y estar saludable. Antes de ejercitarte, toma 1/2 o 1 litro de agua (15 o 20 onzas), e intenta tomar 230 ml de agua (8 onzas) cada 15 minutos durante la práctica. Toma lento para evitar que le haga daño a tu estomago durante los ejercicios intensos.
  6. 6
    Escucha a tu entrenador. Los buenos jugadores necesitan ser fáciles de entrenar, lo que significa que tendrás que aprender a aceptar las críticas y a aplicar las nuevas enseñanzas para ser mejor y para mejorar tus habilidades en el campo. Los entrenadores no estarán ahí para decirle a cada uno que están haciendo un gran trabajo y que todos terminarán siendo profesionales. Los entrenadores están ahí para hacer de ti un mejor atleta y entrenarte para ganar. Algunas veces, eso significará que tendrás que oír algunos consejos y críticas.[2]
    • Los malos jugadores se rinden y se sienten frustrados cuando reciben críticas y los buenos jugadores escucharán y aprenderán de ello. Si tu entrenador te grita por hacer mal las sentadillas durante un ejercicio, puedes ponerte malhumorado o puedes decir “sí entrenador” y sudar mucho más.
    • Nunca discutas con tu entrenador, en especial enfrente de otros jugadores. Si tuviste un problema por la estrategia o por algo que el entrenador dijo durante la práctica, ten una charla privada para que puedan conversarlo a solas. Los buenos jugadores nunca deben cuestionar la autoridad del entrenador enfrente del equipo.
  7. 7
    Comunícate en el campo. Los equipos necesitan estar organizados y coordinados para ganar. Los equipos que no se comunican pierden y los equipos que se comunican mejoran sus oportunidades de ganar. Animar a los otros jugadores, pedir la pelota y comunicarte claramente sobre los jugadores y la estrategia conforman una parte crucial para el éxito del equipo. Haz que tu meta sea más fuerte que el otro equipo en todo momento.
    • Es importante hablar con tus compañeros de equipo, pero evita hablar pestes del otro equipo. A menos que sea absolutamente necesario, di algunos insultos, como una forma de motivar a tus compañeros de equipo. Por lo tanto, hazlo pero sé amable.
  8. 8
    Aguanta el dolor. Entrenar nunca fue divertido, y los juegos pueden ser terriblemente agotadores. Sin embargo, los buenos y grandes jugadores aprenden a controlar el dolor del entrenamiento con la ayuda de sus mentes y luchan por ello. Cuando estés cansado al final del juego y si la pelota aparece libre entre tú y el gol, puedes trotar hacia la pelota cansado o puedes reunir fuerzas y correr a toda velocidad. Los buenos jugadores correrán a toda velocidad.
    • Encuentra formas de estar motivado y animado para el juego. Esto te ayudará a estar energético y entusiasta para luchar el juego completo. Escucha algo de música a todo volumen para animarte, o aliéntate a ti mismo con un video deportivo u con un ejercicio que te guste y que fomente el espíritu del equipo.

Método 2
Método 2 de 3:
Practica un buen espíritu deportivo

  1. 1
    Pierde con dignidad y gana con clase. Todos los juegos se acabarán en el último minuto y descubrirás si todo tu trabajo duro ha sido suficiente para ganar, o si aún has podido dar más. Los buenos jugadores son puestos a prueba en el momento que suena el último silbato. ¿Lo vas a tomar con tranquilidad y dignidad o estarás enojado? El espíritu deportivo comienza con saber cómo ganar con elegancia o saber cómo perder dignamente.
    • Cuando ganes, es natural que celebres, pero nunca te burles del oponente. Siéntete feliz porque has ganado, pero nunca lo restriegues. Felicita y halaga a los otros jugadores por un buen desempeño y mantén una actitud positiva acerca de la experiencia.
    • Cuando pierdas, es natural estar decepcionado. A nadie le gusta perder. Sin embargo, no te enojes, inventes excusas, o agredas al equipo contrario o a tus compañeros de equipo. Toma cada derrota como una experiencia de aprendizaje. ¿Qué puedes tomar del juego para usarlo y mejorar para el siguiente? ¿Qué cosa pudiste haber hecho mejor?
  2. 2
    Sigue las reglas y juega limpio. Los buenos jugadores no toman atajos o incluso ni los buscan. Los buenos jugadores saben que los juegos no solo se tratan de ganar o perder, sino como ganes o pierdas. Necesitas recordar tu desempeño con orgullo, sin importar el resultado. Sé responsable.
    • En muchos deportes de equipo, las reglas cambian con frecuencia. Aprende y estudia las reglas. Mantente al día con las últimas y más recientes reglas.
  3. 3
    Juega con pasión. Los buenos jugadores usan la pasión y la emoción cuando están en el campo. Usan su deseo de triunfar para ayudarse. Para algunos jugadores, inventarse una buena historia o una buena perspectiva dramática con respecto al juego es una forma importante de estar entusiasmado. Decir “es solo un juego” es una buena forma de correr a media velocidad durante el resto del juego. Michel Jordan solía inventar menosprecios e insultos de sus oponentes, haciéndolo personal. Hacía de cada juego una oportunidad para mostrar y probar que sus oponentes estaban equivocados (incluso si ellos no habían dicho nada al comienzo).
    • No dejes que tus emociones tomen el control y te hagan tener un espíritu deportivo pobre. Juega con pasión y no molesto. Aprende a activar y desactivar tu pasión solo cuando estás en el campo de juego. Tan pronto como termine el juego, déjalo ir.
  4. 4
    No presumas. Demostrar tus habilidades para impresionar a otros jugadores, observadores, u oponentes es un espíritu deportivo inadecuado. A pesar de que es común obsesionarse con la competitividad del momento y querer hacerlo bien, los buenos jugadores no necesitan jactarse para probar sus habilidades o para sentirse mejor sobre sus habilidades. Debes saber que eres talentoso y que eres un buen jugador sin la necesidad de abultar el marcador, avergonzar a otros jugadores, y sobreactuar para los hinchas.
    • Una buena técnica de equipo para poder practicar es aprender a dar marcha atrás si estás ganando por muchos puntos. En el campo de fútbol, si tu equipo está ganando por más de seis goles, haz una regla de que nadie puede patear hasta que cada jugador en el campo haya tocado la pelota. Usa la oportunidad para trabajar tu manejo de la pelota. Haz el juego más desafiante para ti mismo.
  5. 5
    No discutas con las autoridades. Cuando los árbitros hacen una decisión arbitral, especialmente una decisión en contra tuya o de uno de tus compañeros de equipo, no discutas. Sigue sus instrucciones al pie de la letra y dirígete a las autoridades respetuosamente. Contestar o discutir puede hacer que los castigos sean peores. Solo demostrarías un espíritu deportivo inadecuado.[3]
    • Cuando te dirijas a las autoridades, usa la palabra “señor” o “señora” e intenta calmarte si es que estás frustrado. Tómate un segundo para respirar profundo y controlar tus emociones antes de hablar.

Método 3
Método 3 de 3:
Sé un líder

  1. 1
    Da el ejemplo. Ser un líder no significa necesariamente ser el más hablador al dar discursos motivacionales cursis en el medio tiempo. Callados y estoicos o habladores e inspiradores, los líderes vienen en todas las formas, pero tienen una cosa en común: los líderes dan el ejemplo. Necesitas poner en práctica lo que predicas. Para esto, debes poner bastante esfuerzo durante el partido y mejorar tu juego. Cuando tus otros compañeros de equipo vean que dejas todo en el campo, al hacer una repetición más o correr cuando ya no tengas fuerzas, esto los motivará a hacer lo mismo. Da el 100% todo el tiempo.
    • Como líder de un equipo, recuerda que no eres un entrenador. No es tu trabajo decirles a los otros jugadores lo que tienen que hacer. Tu trabajo es ser un buen jugador. Si otros se motivan por tu desempeño, mucho mejor. Si no es así, solo concéntrate en tus propias habilidades y haz el mejor trabajo que puedas hacer.
  2. 2
    Aprende a motivar a tus compañeros de equipo. Los equipos son tan rápidos como el jugador más lento, una cadena es tan fuerte como el eslabón más débil. Intenta identificar a tus compañeros de equipo que necesiten una ayuda adicional y ayúdalos durante los ejercicios en pareja o aliéntalos durante las prácticas. Si eres un jugador fuerte, te sentirás atraído automáticamente hacia otros jugadores fuertes, pero intenta pasar un tiempo con tus compañeros de equipo más jóvenes que necesiten aprender más. Eso significará mucho para ellos y te hará sobresalir como un líder.
    • Anima a tus compañeros de equipo. Aplaude y alienta a los jugadores cuando las cosas vayan bien y cuando veas a otros jugadores frustrados por algo. Toma el control de la moral de tu equipo y guíalos hacia el éxito.
    • Distintos equipos tienen diferentes dinámicas, lo que significa que no hay una sola forma de motivar a otros jugadores. Algunos buenos jugadores necesitan motivarse con algo de psicología inversa: “Simplemente puedes quedarte sentado si te sientes cansado” o “Tal vez sería mejor dejar que un hombre fresco juegue en vez de ti”. Asimismo, algunos jugadores inseguros pueden necesitar ánimos para mejorar su juego: “Te ves como un estudiante del último año ahí afuera” o “Sigue así chico”.
  3. 3
    Nunca pongas excusas o culpes a tus compañeros de equipo por los fracasos. La moral puede hundirse rápidamente con una derrota, pero si culpas a los demás, la moral se puede hundir mucho más. Nunca culpes a otros jugadores por los fracasos o pongas excusas por tu propio juego. Tu equipo no perdió por las autoridades, ni por el tiempo, ni porque fallaron las substituciones. Tu equipo perdió por su propia culpa.
    • Si fue muy obvio que un jugador tuvo un juego particularmente malo, no es necesario hablar sobre ello. Si el jugador está deprimido, llévalo hacia otro lado y dale una palmada de aliento en la espalda. Tranquilízalo porque no fue su culpa.
    • Si uno de tus compañeros de equipo es castigado por haber roto una regla, acepta la responsabilidad para cumplir el castigo con el resto del equipo. Si un jugador obtiene una tarjeta amarilla y tiene que correr vueltas para la siguiente práctica, corre las vueltas con tu compañero. Haz que los otros jugadores hagan lo mismo. Sé más fuerte como equipo y actúa como uno.
  4. 4
    Sé fuerte en la banca. Los líderes deben estar gritando y alentando. Da todo en cada juego como si fuera el Supertazón. Anima a tus compañeros de equipo y aliéntalos incluso cuando no estés en el campo dando todo de ti. Haz que tus otros compañeros de equipo se involucren en el resultado del juego, incluso si no están jugando. Apoya a todos y sé fuerte.
  5. 5
    Deja todo en el campo. Cada vez que salgas a jugar, inspira a tus compañeros de equipo al dejar todo lo que tienes que dar en el campo. Da el 110 % cada vez que juegues. Aguanta el dolor, confía en tu entrenamiento y asegúrate de nunca terminar un juego preguntándote si hubieras podido jugar mejor. Suda y da todo de ti para que le des a tu equipo la mejor oportunidad de ganar.

Consejos

  • Trata de practicar buenos trucos en casa para que impresiones a tu entrenador y compañeros de equipo.
  • Para obtener más experiencia, mira videos de tácticas de fútbol y practícalas regularmente para mejorarlas y dominarlas.

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, autores voluntarios han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 5711 veces.
Categorías: Deportes de equipo