Se necesitan supervisores eficaces en todos los trabajos en los que los empleados requieran orientación y supervisión para culminar tareas, atender a los clientes y cumplir con las fechas límite. Un supervisor capacitado se comunica con eficacia, resuelve problemas y motiva a los empleados. Para ser un buen líder y aprovechar el máximo potencial de tus empleados, debes conocer sus fortalezas y sus necesidades de desarrollo. Asimismo, debes contar con una serie de expectativas y metas claras.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Obtener credibilidad

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    Confía en ti. Una de las peores cosas que un supervisor puede hacer es dudar de sus propias capacidades. Si supervisar a otros es una actividad nueva para ti, ten en cuenta que es probable que cometas algunos errores en el proceso; no obstante, esto no quiere decir que seas un mal líder. Sé un poco flexible, pero haz el compromiso de hacer tu mejor esfuerzo.[1]
    • ¡Recuerda que te han contratado para ser un supervisor porque tu jefe te considera capaz de llevar a cabo el trabajo! Ahora solo tienes que demostrarle que tenía razón.
    • No creas que los jefes nunca se equivocan. Nadie espera que seas perfecto, solo tú.
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    Guía con el ejemplo. Es esencial que tus empleados te consideren un modelo de comportamiento ejemplar. El simple hecho de estar al mando no significa que ya no debas seguir las reglas. Si eres trabajador y dedicado, y tienes ética, es más probable que tus empleados también sean así.[2]
    • No debes dejar que tu nueva autoridad se te suba a la cabeza. Es esencial que respetes a tus empleados si deseas que ellos te respeten.
    • Tu actitud tiene la misma importancia que tus acciones. Siempre sé amigable y profesional.[3]
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    Sé constante. Es esencial que tus empleados sepan qué es lo que deben esperar de ti. Siempre debes indicarles las reglas y las expectativas a los nuevos empleados, y hacer cumplir estas políticas de manera constante. Si las políticas cambian, debes cerciorarte de que los empleados las comprendan.[4]
    • Intenta controlar tus emociones en la medida de lo posible.
    • Siempre trata a los empleados de manera justa y no les des preferencia a algunos.
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    Debes estar dispuesto a cambiar. Los buenos supervisores no se ciñen únicamente a su manera de hacer las cosas. Ellos deben estar dispuestos a aceptar que un método determinado no funciona y que deben hacerse cambios pertinentes, incluso si esto implica admitir que estaban equivocados.[5]
    • Asimismo, tendrás que ser capaz de adaptar tu estilo de gestión a las necesidades de diversos empleados. Algunos empleados podrían desempeñarse adecuadamente con una gestión directa, pero otros podrían beneficiarse si cuentan con más libertad. Debes encargarte de identificar estas necesidades y actuar según corresponda.
    • Esto no quiere decir que debas contar con estándares diferentes para cada empleado que cuente con el mismo cargo. Puedes personalizar tu método teniendo en cuenta el estilo de trabajo de cada empleado; no obstante, debes seguir siendo constante en tus expectativas y las medidas disciplinarias.
    Respuesta de especialista
    P

    Cuando se le preguntó "¿Cómo equilibras la constancia con la disponibilidad al cambio?"

    Elizabeth Douglas

    Elizabeth Douglas

    Presidenta ejecutiva de wikiHow
    Elizabeth Douglas es la directora ejecutiva de wikiHow. Elizabeth tiene más de 15 años de experiencia trabajando en la industria tecnológica, incluyendo roles en ingeniería informática, experiencia de usuarios y gestión de productos. Recibió su licenciatura en Informática y su maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Stanford.
    Elizabeth Douglas
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Elizabeth Douglas, directora general de wikiHow, respondió: Creo que es importante para los líderes ser constantes con sus valores y con quienes son, de modo que las personas los comprendan. Como líder, siempre intento adaptarme y cambiar, no en formas que me desconecten de mis valores, sino que realmente me acerquen más a ellos. Cree que la constancia profunda importa".

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    Hazte responsable. Al ser el supervisor, asumirás la responsabilidad de todo el grupo. Si no cumples con una fecha límite o si pierdes a un cliente, no culpes a otros por el error. En lugar de ello, evalúa las funciones que hayas realizado, admite tus propios errores y elabora un plan para no cometer los mismos errores en el futuro.[6]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Aprovechar el máximo potencial de tu equipo

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    Comunícate con eficacia. La comunicación es esencial para ser un buen líder. Tendrás que expresar tus expectativas con claridad, ya sea explicando un solo proyecto o recalcándole a todo tu equipo cuáles son las políticas de la compañía.[7]
    • Debes tomarte un tiempo para conocer a todos tus empleados e indicarles que pueden acercarse a ti siempre que necesiten hablarte.[8]
    • La comunicación no solo implica hablar, también debes escuchar; por ello, debes estar dispuesto a escuchar todo comentario que tus empleados deseen expresarte. Si les brindas toda tu atención a los empleados, ellos sentirán que los respetas y estarán más dispuestos a escuchar tus indicaciones. Si das órdenes estrictas sin escuchar, esto puede deteriorar el compromiso y el entusiasmo del empleado.
    • No les des sermones a los empleados ni les envíes indicaciones en correos electrónicos extensos. Determina cuáles son los mensajes más importantes que desees expresar y comunícaselos en persona o por teléfono. Reflexiona sobre lo que colocarás en tus correos electrónicos, así te cerciorarás de que sean claros, concisos y respetuosos.
    • Si organizas reuniones frecuentes con los empleados, esto permitirá que tengas la oportunidad de hacerles preguntas sobre los proyectos en los que trabajen, escuchar sobre sus quejas y sus triunfos, conversar sobre los logros del equipo y concebir soluciones para los nuevos problemas.
    • Siempre sé receptivo. Para ello, responde los correos electrónicos de tus empleados y devuélveles las llamadas de inmediato.[9]
    • Realizar varias tareas a la vez es muy conveniente en el ajetreado mundo en el que vivimos, pero en ocasiones esto no sirve. Si alejas toda distracción cuando te reúnes con tus empleados, harás que sepan que valoras su tiempo.
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    Establece expectativas razonables. No puedes esperar que tu equipo sea perfecto; por ello, debes procurar no criticar en exceso ni establecer metas inalcanzables. Esto solo desanimará a tus empleados.[10]
    • Aun así, puedes esperar la excelencia por parte de tus empleados, siempre y cuando esta pueda conseguirse.[11]
    • Dedica un tiempo a conversar con tus empleados sobre tus expectativas y a escuchar sus comentarios. Si fomentas una conversación sincera, es más probable que tus empleados te indiquen si tus expectativas parecen poco razonables.
    • Antes de establecer una fecha límite, debes conocer bien el volumen de trabajo con el que tus empleados ya cuentan y el tiempo que requerirán para culminar un proyecto determinado. Si no cuentas con la información adecuada, corres el riesgo de hacer que tu equipo se comprometa demasiado.
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    Delega las responsabilidades. Al ser el supervisor, es imposible que puedas hacer todo por tu cuenta; por ello, debes ser capaz de confiar en tus empleados, para que se encarguen de las tareas sin ti. Es probable que tengas que ceder un poco de control; sin embargo, contarás con más tiempo para centrarte en tus propias responsabilidades y permitirás que tus empleados tengan la oportunidad de desarrollarse.[12]
    • Ten en cuenta que, básicamente, el trabajo de tus empleados seguirá siendo tu responsabilidad, incluso si delegas tareas específicas a otros. Si no confías por completo en que tus empleados puedan realizar el trabajo por su cuenta, implementa algún tipo de proceso de revisión, hasta que consideres que puedan encargarse de ello.
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    Premia los logros. Si un empleado hace un buen trabajo, ¡es esencial que lo reconozcas! Dale el crédito a todos tus empleados cuando hagan un buen trabajo y exprésales que aprecias su esfuerzo.[13]
    • Algunos supervisores sienten que los empleados exitosos son una amenaza para ellos; no obstante, esto solo perjudicará a tu capacidad para ser un supervisor eficaz. Debes sentirte orgulloso de tus empleados con un alto rendimiento, no debes sentir celos.[14]
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    Fomenta el desarrollo. Una de tus responsabilidades como supervisor consiste en liberar el potencial de todos tus empleados. Para ello, puedes brindar críticas constructivas y buscar maneras de otorgarles responsabilidades y funciones nuevas dentro de la organización.[15]
    • Identifica los talentos y las habilidades únicos de cada empleado, y emplea esas fortalezas para el beneficio del proyecto o la compañía. Por ejemplo, un empleado podría ser excelente encargándose del teléfono, pero podría escribir a máquina con lentitud. Busca oportunidades en las que el empleado pueda usar sus habilidades al teléfono, para lograr que la compañía entable conexiones, para vender productos o para atender a los clientes.
    • Bríndale capacitación a los empleados siempre que sea posible, ya que esto los ayudará a aprender nuevas habilidades. Por ejemplo, si un empleado escribe a máquina con lentitud, puedes incentivarlo a asistir a una clase de escritura a máquina o puedes asignarle tareas adicionales en las que deba realizar esa actividad, así mejorará sus habilidades.
    • No centres la atención en las debilidades de manera innecesaria. Si te centras en exceso en las debilidades del empleado, esto puede hacer que pierda el incentivo y que tenga poca confianza.
    • Emplea las revisiones de los empleados como una oportunidad para elogiar sus fortalezas y brindar críticas constructivas sobre lo que deben mejorar. Para ser un supervisor eficaz, es necesario que ayudes a los empleados a convertir sus debilidades en competencias. La primera medida a adoptar consiste en informar al empleado sobre toda área que requiera mejora.
    • ¡No esperes a la próxima revisión anual de tu empleado si puedes brindarle algunas críticas constructivas ahora!
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    Afronta los conflictos. Los supervisores deben afrontar muchas situaciones incómodas, desde peleas entre empleados hasta despidos. Podrías sentir la tentación de querer evitar estas situaciones en la medida de lo posible; sin embargo, lo mejor es afrontarlas sin rodeos.[16]
    • Si tus empleados consideran que escapas de los conflictos, ellos no te respetarán.
    • Si tienes una conversación difícil con un empleado, siempre realiza observaciones objetivas y no hagas acusaciones.[17]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cumplir con las demandas

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    No postergues las cosas. Es inapropiado que los empleados posterguen las cosas, pero es incluso peor si un supervisor lo hace. Al ser el líder, tendrás que elaborar un plan para encargarte de un proyecto lo más pronto posible.[18]
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    Busca soluciones. En lugar de desperdiciar el tiempo quejándote sobre los problemas que afrontan tu organización o tu área, dedica ese tiempo a elaborar un plan de acción.[19]
    • Recuerda que las soluciones a largo plazo siempre son mejores que aquellas a corto plazo, incluso si su implementación es más complicada.[20]
    • Para resolver los problemas con eficacia, debes mantenerte centrado en los hechos objetivos de la situación y concebir soluciones ingeniosas. Nunca te enfoques en las emociones ni eches la culpa. Reflexiona sobre las medidas que serán necesarias para ayudar a los empleados a recuperar la compostura y retomar la tarea en cuestión.
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    Desafíate. Los buenos líderes siempre están en busca de nuevas maneras de desafiarse y de desafiar a sus equipos.
    • Esto no significa que debes abrumar a tu equipo ni aceptar más tareas de las que puedes encargarte, esto quiere decir que debes salir de tu zona de confort de vez en cuando. Puedes incentivar a tus empleados a hacer lo mismo; para ello, bríndales la oportunidad de trabajar en proyectos con los que no estén familiarizados.
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    Establece metas. Es esencial que un líder conozca bien las metas y los objetivos de su área; por ello, tómate un tiempo de vez en cuando para revisar los proyectos en los que tu equipo esté trabajando. Establece fechas límite y objetivos determinados para tus empleados, así los mantendrás encaminados y motivados.[21]
    • Si los miembros de tu equipo te dicen que tus metas no son alcanzables, debes escucharlos. No existe ninguna razón que prohíba modificar una meta.
    • Si tu noción de lo que tu equipo debe lograr en un determinado tiempo es más acertada, tendrás una idea más clara de la cantidad de trabajo adicional que podrán aceptar.
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    Brinda tu apoyo. El supervisor debe ser capaz de involucrarse y brindarle su ayuda al equipo para resolver un problema siempre que sea necesario. Cerciórate de que tu equipo sepa que si alguna vez tienen un problema relacionado con un proyecto, pueden acudir a ti para que los ayudes a resolverlo.[22]
    • Nunca está de más resaltar la importancia de la retroalimentación. Tus empleados deben saber cómo va su desempeño, ya sea bueno o malo.
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    Optimiza los procesos. Desarrolla sistemas que permitan que los empleados ahorren tiempo en una tarea o que los errores puedan eliminarse. Elabora documentos que indiquen las responsabilidades de los empleados y que designen quiénes se encargarán de cada tarea.
    • Automatiza las tareas menores siempre que sea posible, lo que incentivará a los empleados a concentrarse más en proyectos productivos e interesantes.
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    Mantén una actitud fuerte. No todo irá según lo planeado y, como supervisor, debes aceptar este hecho. Intenta no tomarte los fracasos como algo demasiado personal. En lugar de ello, aprende de ellos y emplea ese conocimiento en tu próximo proyecto, así no cometerás los mismos errores.
    • Ten en cuenta que esa energía negativa se dirigirá a todo tu equipo; por ello, debes establecer un ambiente adecuado.

Consejos

  • ¡No te tomes las cosas con demasiada seriedad! Puedes seguir disfrutando tu trabajo y fomentar un ambiente laboral divertido.
  • Es esencial contar con la confianza de tus empleados, pero no la obtendrás si no les demuestras que también confías en ellos.[23]
  • Es esencial que elijas bien tus batallas. Los supervisores deben lidiar con muchos conflictos todos los días.

Acerca de este wikiHow

Elizabeth Douglas
Coescrito por:
Presidenta ejecutiva de wikiHow
Este artículo fue coescrito por Elizabeth Douglas. Elizabeth Douglas es la directora ejecutiva de wikiHow. Elizabeth tiene más de 15 años de experiencia trabajando en la industria tecnológica, incluyendo roles en ingeniería informática, experiencia de usuarios y gestión de productos. Recibió su licenciatura en Informática y su maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Stanford. Este artículo ha sido visto 101 780 veces.
Categorías: Ocupaciones