El teñido por inmersión es una técnica especial utilizada en el teñido de telas. Se necesita un poco más de esfuerzo que con el teñido normal porque tienes que sostener la tela en lugar de simplemente dejarla remojar. Sin embargo, los resultados valen la pena y varían desde rayas con franjas hasta degradados y sombreados suaves. Si deseas agregar un toque de color a una prenda sencilla, un mantel o una funda de almohada sin teñirla por completo, esta puede ser la técnica para ti.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la tela y el tinte

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    Elige la tela. Una tela blanca y sin adornos funciona mejor para este procedimiento. El tinte es translúcido, por lo que el color original de la tela se mostrará a través de este. La tela hecha de fibras naturales tendrá mejores resultados.
    • Este método creará una franja de color en la parte inferior de la tela. El grosor de esta dependerá de qué tan profundo sumerjas la tela en el tinte.
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    Lava la tela, pero no la seques. Elige un ajuste de temperatura adecuado para la tela que estás usando y omite el uso de suavizante. Exprime el exceso de agua hasta que la tela esté todavía húmeda, pero sin gotear.[1]
    • El prelavado es importante porque eliminará cualquier impureza que pudiese evitar que el tinte se adhiera a la tela.
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    Protégete a ti mismo y al espacio donde trabajarás. Cubre el área de trabajo con varias hojas de periódico, una bolsa de basura o un mantel de plástico barato. Ponte un conjunto de ropa vieja que ya no uses ni te importe manchar. Por último, usa un par de guantes de goma.[2]
    • Deja una ventana abierta o enciende un ventilador para garantizar una buena ventilación. El tinte puede producir escozor.
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    Vierte agua caliente en un recipiente de plástico grande. Una tina, cubo o cubeta estará bien. Ten en cuenta que el tinte manchará el plástico, así que asegúrate de que sea algo que no te importe ensuciar. Calienta primero el agua hasta aproximadamente 60 °C (140 °F) para luego verterla en el recipiente. Necesitarás aproximadamente 8 litros (2 galones) de agua por cada 500 gramos (1 libra) de tela.[3]
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    Revuelve el tinte en el agua. Puedes usar un tinte líquido o en polvo. La cantidad que usarás dependerá de la cantidad de tela que quieras teñir y de cuán oscuro desees que resulte el color. En general, puedes usar media taza (120 mililitros) de tinte líquido o 1 envase de tinte en polvo por cada 500 gramos (1 libra) de tela.[4]
    • Usa el doble de tinte si deseas que el color sea más oscuro o más profundo.
    • Si tienes un tinte de botella, agita primero la botella para mezclar los pigmentos que están dentro.[5]
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    Agrega un poco de sal o vinagre, de ser necesario. Cada marca de tinte es diferente, por lo que quizás no necesites agregar nada. Se le agrega sal o vinagre al agua con el tinte para ayudar a que se adhiera mejor a la tela. Sin embargo, es recomendable leer primero la etiqueta de la botella o envase del tinte, ya que no todos los tintes requerirán este paso. En general, haz lo siguiente:[6]
    • Agrega 1 taza (300 gramos) de sal si la tela es de algodón, lino o rayón.
    • Agrega 1 taza (250 mililitros) de vinagre blanco si la tela es de nailon o seda.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Teñir la tela por inmersión

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    Sumerge la tela en el tinte. La sumergirás dependiendo de qué tan amplia quieras que sea la franja de color. Cuanto más profundo sumerjas la tela en el tinte, más gruesa será la franja. Si lo deseas, puedes usar un alfiler para marcar hasta dónde quieres teñir la tela. Sumérgela en el tinte justo debajo del alfiler, el tinte se deslizará por la tela a medida que esta se tiña.[7]
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    Deja la tela reposar en el tinte si deseas un efecto de rayas o franjas. Coloca la tela sobre un costado del recipiente con tinte y asegúrate de que la parte que deseas teñir esté dentro del mismo. Deja la tela en el tinte por 15 minutos o hasta que obtenga el color que desees. Ten en cuenta que la tela al secarse tendrá un tono un poco más claro.[8]
    • Esto creará una línea bien definida entre la parte teñida y la parte sin teñir.
    • Coloca unas pinzas sobre la tela al borde del recipiente para que esta quede sujeta y no se deslice hacia adentro.
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    Mueve la tela arriba y abajo para un ligero efecto de degradado. Sumerge la tela en el tinte, hasta la profundidad que desees. Sube y baja la tela suavemente en el tinte hasta que obtengas el color deseado, luego reposa la tela sobre el borde del recipiente. Déjalo allí por unos 15 minutos para que el tinte sea absorbido.[9]
    • Esto creará una línea más suave entre la parte teñida y la parte no teñida. No es un sombreado absoluto, pero tampoco es una línea rigurosamente definida.
    • Coloca un alfiler donde quieras que termine la parte teñida para que te ayude a saber qué tan profundo sumergir la tela cada vez que la muevas.
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    Saca gradualmente la tela si deseas un efecto degradado más marcado. Deja la tela en el tinte durante 1 minuto, luego retira un tercio de la misma. Déjala ahí durante 2 a 3 minutos, luego sáca otro tercio. Espera de 5 a 6 minutos y luego retira el resto de la tela.[10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Enjuagar y lavar la tela

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    Enjuaga la tela con agua fría. Sostenla por la parte no teñida para que el agua corra hacia la parte teñida. Esto evitará que el tinte llegue a la parte que no quieres teñir en la tela.[11]
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    Enjuaga la tela con agua tibia para fijar el tinte. Nuevamente, mantén arriba la parte sin teñir para evitar mancharla. Sostenla mientras enjuagas la tela hasta que el agua salga clara y limpia.[12]
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    Lava la tela en la lavadora. Usa un detergente suave y una configuración de agua fría. También puedes lavar la tela a mano, si lo prefieres.
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    Deja que se seque la tela. Puedes colgar la tela para que se seque o puedes meterla en la secadora. Una vez que esté seca, puedes usarla para el proyecto que desees. Recuerda usar agua fría cada vez que laves la tela, para evitar que el tinte se desvanezca.[13]
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Consejos

  • Repite el proceso en el otro extremo de la tela para un efecto de doble franja.
  • Si deseas, puedes agregar un efecto de sombreado con un segundo color. Hazlo después de haber enjuagado el tinte.[14]
  • Tiñe el tejido un poco más oscuro del color que quieres, el tinte se secará con un tono algo más claro.
  • Si lo que buscas es teñir fibras sintéticas como el poliéster, debes usar un tinte hecho especialmente para materiales sintéticos.
  • Practica primero con un pedazo de tela. Usa el mismo tipo de tela que el proyecto final.
  • Mientras más agua uses, más claro será el color. Cuanto más tinte uses, más oscuro será el color resultante.
  • Si el color es muy claro, agrega más tinte. Si el color es demasiado oscuro, agrega más agua.
  • Si el color queda demasiado claro a pesar de usar mucho tinte, es posible que el agua no haya estado lo suficientemente caliente. La tela también puede haber sido sintética.
  • Las fibras sintéticas no se teñirán bien y quedarán pálidas. Si esto te sucede, usa un tinte especial para fibras sintéticas.
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Cosas que necesitarás

Teñido por inmersión básico

  • tela de fibra natural
  • tinte líquido o en polvo
  • agua
  • sal o vinagre blanco (de ser necesario)
  • tina de plástico, cubo o cubeta
  • utensilio agitador de plástico o madera
  • guantes de goma

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Categorías: Pasatiempos | Proyectos DIY
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