Los devocionales son excelentes para acercarse más a Dios. Un devocional es un tiempo de reflexión donde se ora, se lee la Palabra de Dios y se reflexiona en la relación que se tiene con Él. También puedes optar por cantar himnos, meditar o escribir en un diario durante el devocional. Si separas un poco de tiempo todos los días para abrir tu corazón a la Palabra de Dios, verás que se volverá un componente esencial de tu caminar espiritual.

Método 1
Método 1 de 2:
Sacar el mejor provecho de los devocionales

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    Empieza el devocional en oración. Los devocionales son tiempos donde tienes que escuchar la guía de Dios en tu vida, así que es importante tomarlo con una actitud honesta y humilde. Antes de si quiera empezar, arranca con una oración pidiéndole a Dios que comparta su sabiduría contigo.[1]
    • La Biblia dice en Santiago 4:8: “Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes”. Al acercarse a Dios al inicio del devocional, será más probable que sientas su presencia.
    • Por ejemplo, puedes orar lo siguiente: “Amado Dios, por favor, ayúdame a entender Tu mensaje el día de hoy. Envíame las Escrituras que necesito para que me ayuden a tomar las mejores decisiones durante el día”.
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    Lee un pasaje de la Biblia durante el devocional. La mejor manera de oír el mensaje de Dios para ti es a través de su Palabra. No hay un método correcto ni incorrecto de leer la Biblia, aunque leer un pasaje o capítulo completo puede servir para tener la certeza de leer cada verso en su contexto original. Sin embargo, no hay problema si quieres leerla toda de corrido, saltarte a diferentes libros o, si quieres, puedes seguir un plan guiado de lectura.[2]
    • Puedes resaltar o subrayar los versos que te parezcan importantes al leerlos. Luego, cuando releas ese pasaje, será un recordatorio del tiempo en que Dios te habló de manera especial.
    • Si quieres tener un poco más de guía durante tus devocionales, puedes buscar un libro de devocionales especial para ti. Por ejemplo, puedes comprar un libro de devocionales enfocado para estudiantes, madres o esposos. También puedes encontrar devocionales diarios por internet.

    ¿Buscas una recomendación para empezar? Puedes leer un capítulo del libro de Proverbios. Este libro contiene instrucciones para comportarse en la vida diaria de manera piadosa y con frecuencia puede parecer sorprendentemente relevante en la actualidad.

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    Medita en lo que lees y la manera en que puedes aplicarlo en tu vida. Cuando termines de leer el pasaje bíblico, tómate unos minutos para absorber de verdad el significado de las palabras. Busca una manera de conectarlas con tu vida personal y ponte a pensar en cómo se relaciona con tu relación con Dios.[3]
    • Por ejemplo, si vas a leer la historia de Jonás, no te limites solamente a imaginar un hombre dentro del vientre de una ballena. Imagina lo que se siente enfrentar una situación completamente imposible y ponte a pensar en la vez donde quizá te hayas sentido de esa manera. Ponte a pensar en cómo Dios te sacó de esa situación, de la misma manera en que sacó a Jonás a tierra seca.
    • No tienes que dejar de meditar en la Palabra de Dios solo porque tu devocional ha concluido. Deja que su sabiduría te guíe durante todo el día.
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    Lleva un diario para que puedas recordar tu viaje espiritual. Si bien no tienes que llevar un diario para tener un devocional personal, puede servir para ayudarte a organizar tus pensamientos y puede ser una manera emotiva para llevar un registro de tu crecimiento espiritual con el tiempo. Puedes escribir lo que piensas de lo leído, oraciones sobre ti y los demás o algunos de tus versos bíblicos favoritos.[4]
    • Así como con cualquier otro diario, la manera de organizar el diario devocional es extremadamente personal, así que no creas que tienes que seguir cierto formato en particular.
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    Canta un himno si te gusta adorar de esa manera. Si sientes que cantar himnos te ayuda a sentirte más cerca de Dios, puedes incorporarlos a tu rutina devocional. La Biblia exhorta a los seguidores de Dios a alabarlo con canciones, como el Salmo 105:2: “Cántenle, entónenle salmos, hablen de todas sus maravillas”. El canto puede ayudar a tranquilizar tu espíritu mientras expresas tu amor por Dios.[5]
    • Es normal sentirse un poco cohibido al principio. Solo recuerda que tu canto es una expresión de adoración y no para impresionar a nadie.
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    Concluye tu devocional en oración. Culminar el devocional en oración es bueno para asegurarse de sentirse cerca de Dios durante el día. Puedes orar sobre lo que quieras: puedes alabar a Dios, pedirle que te ayude con un problema o incluso orar por otras personas.[6]
    • En 1 Tesalonicenses 5:15, la Biblia nos dice que debemos “orar sin cesar”. Esto quiere decir que siempre debes pensar en Dios y puedes hablarle cuando quieras. Sin embargo, igual ayuda mucho separar un tiempo para orar de manera más intencional y específica.

Método 2
Método 2 de 2:
Hacer del devocional parte de tu rutina diaria

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    Separa el mismo tiempo todos los días. Para que los devocionales realmente impacten tu vida diaria, es importante ser constante. Si quieres tener un devocional diario, te ayudará mucho tenerlo a la misma hora todos los días. Escoge un horario y tómalo como una cita importante. Procura no programar otra cosa durante ese tiempo.[7]
    • Muchas personas prefieren tener sus devocionales temprano por la mañana para empezar el día enfocadas en su relación con Dios. Sin embargo, otros prefieren tenerlos por la noche antes de acostarse para meditar en todo lo sucedido durante el día. Busca el momento que resulte más práctico para ti.
    • Un devocional no tiene que ser muy largo. Empieza separando unos 10 a 15 minutos al día.
    • Está bien ser flexible. Si tienes que hacer algo importante a la hora en que normalmente tienes tu devocional, puedes separar otro momento durante el día para tenerlo. Sin embargo, aunque no lo hagas un día, puedes retomar donde te quedaste al día siguiente.

    Consejo: ¿Te cuesta recordar tu devocional? Pon una alarma en tu celular para recordarte a qué hora es todos los días.

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    Busca un lugar tranquilo y sin distracciones. Para estar verdaderamente concentrado en la Palabra de Dios, es importante que no haya muchos ruidos ni caos alrededor. Escoge un lugar tranquilo donde te sientas cómodo y asegúrate de apagar la televisión, radio o cualquier cosa que pueda distraerte.[8]
    • En Salmos 46:10, la Biblia dice: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios”. Si te quedas quieto y te relajas, será más probable que sientas su presencia a tu alrededor.
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    Pídeles a tus familiares que respeten tu tiempo de reflexión. Si vives con otras personas, quizá te interrumpan sin querer cuando trates de tener tu devocional. Puedes decirles que te gustaría tener un poco de tiempo a solas todos los días para leer tu Biblia y orar, y diles la hora en que te gustaría hacerlo. Así, por lo menos estarán conscientes de lo que estás haciendo y será más probable que esperen a que termines antes de que vengan a hablarte.
    • Por ejemplo, puedes decir “Mamá, me gustaría mucho empezar a tener un devocional todos los días al despertarme. ¿Crees que podrías evitar que mi hermanito entre al dormitorio hasta después de las 7:15?”.
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    No sientas que tienes que seguir una serie de pautas para tu devocional. Un devocional no es una serie de reglas y rutinas, sino una oportunidad para tener una relación más íntima con Dios. Tu devocional quizá no sea exactamente igual al de los demás y no tiene nada de malo. Dios te creó único y te ama así como eres.[9]
    • Procura no verlo como una tarea, sino como una oportunidad para ahondar en tu relación con Él.

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Categorías: Filosofía y religión