Las quemaduras de segundo grado, también conocidas como quemaduras de espesor parcial, son quemaduras que afectan las dos capas superiores de la piel y normalmente son causadas por la exposición directa de la piel al calor o las llamas, los productos químicos fuertes, el sol y lo cables eléctricos o los tomacorrientes dañados. Este tipo de quemaduras por lo general se puede tratar de forma eficaz en el hogar o con medicamentos y cirugía.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Enjuagar la quemadura

  1. 1
    Verifica que tus quemaduras sean de segundo grado. Las quemaduras de tercer grado, las cuales son mucho más graves, requieren tratamiento médico de emergencia inmediato. Los síntomas de las quemaduras de segundo grado son los siguientes:
    • enrojecimiento intenso
    • piel hinchada
    • ampollas que se pueden abrir y verse húmedas y brillantes
    • piel que se siente dolorosa al tacto
    • color de piel rojo y con manchas
    • parte quemada de color blanco o descolorido de forma irregular
    • dolor fuerte
  2. 2
    Enjuágate la parte quemada de la piel en agua fría hasta que ya no sientas dolor. El agua fría ayuda a reducir la temperatura de la piel y evita que la quemadura se agrave más. También puedes poner la parte quemada de la piel en una bañera o un recipiente con agua fría o aplicar compresas frías en la parte afectada.
    • No utilices hielo o agua helada para tratar la quemadura, ya que esto puede provocar daños en los tejidos.
  3. 3
    Sácate las joyas y ropa de la parte quemada. Así evitarás que las joyas o ropa se ajusten demasiado y que sean difíciles de sacar en caso de que la parte quemada se hinche.[1]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 4:
Limpiar la quemadura

  1. 1
    Lávate bien las manos con agua y jabón suave. Esto ayuda a evitar que las bacterias infecten la quemadura, en especial si se han formado ampollas abiertas.
  2. 2
    Utiliza con cuidado un paño suave o tus manos para limpiar la quemadura con agua y jabón suave. Ten en cuenta que al momento de lavar la piel algunos pedazos de piel quemada se pueden desprender.
  3. 3
    Seca la parte quemada con palmadas ligeras usando un pedazo de gasa o paño suave. Esto sirve para reducir el dolor y evita que la parte quemada se irrite mucho más.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 4:
Vendar la quemadura

  1. 1
    Revisa la quemadura para determinar si es necesario que la vendes. Es posible que la piel quemada o las ampollas cerradas no necesiten vendajes; sin embargo, las ampollas abiertas o la piel quemada en riesgo de ensuciarse o irritarse con la ropa podrían necesitar un vendaje.
  2. 2
    Aplica a la quemadura una crema, ungüento o producto natural que promueva la cicatrización. Compra cremas y ungüentos para quemaduras en tu farmacia local o aplícale aloe vera, miel o una mezcla de cúrcuma en polvo y yogur completamente natural.[2]
  3. 3
    Envuelve la quemadura sin apretar con una gasa o un vendaje. Esto evitará que apliques presión adicional a la parte quemada.
    • Evita poner vendajes en un círculo alrededor de una extremidad, ya que esto puede aumentar la hinchazón.
  4. 4
    Aplica presión suave sobre la herida si hay sangrado. Esto ayudará a reducir y detener el sangrado.[3]
  5. 5
    Pon una venda nueva y limpia cuando por cualquier motivo se moje o ensucie la primera que pusiste. Así reducirás el riesgo de infección bacteriana.
    • Si el vendaje se adhiere a la quemadura, sumerge la parte afectada en agua tibia para que el vendaje te lo puedas quitar más fácilmente.
    Anuncio

Parte 4
Parte 4 de 4:
Utilizar medicamentos y tratamiento profesional

  1. 1
    Consulta con tu proveedor de atención médica para recibir tratamiento profesional y recomendaciones de productos. Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre o medicamentos recetados que pueden ayudar a reducir el dolor y a acelerar la curación de la quemadura.
  2. 2
    Pregúntale a tu proveedor de atención médica sobre la posibilidad de someterte a una cirugía. La cirugía puede ayudar a evitar infecciones, disminuir la inflamación y eliminar el tejido dañado. También puede reemplazar la piel perdida, mejorar el flujo de sangre a la parte quemada y reducir las cicatrices.
    Anuncio

Consejos

  • Si te quemaste el brazo o la pierna, mantén levantada la extremidad tanto como sea posible durante las primeras 48 horas a fin de limitar la hinchazón lo más que sea posible. Sigue moviendo la extremidad de forma normal para evitar que la piel se tense demasiado a medida que cicatriza.
Anuncio

Advertencias

  • Busca tratamiento médico de emergencia si experimentas latidos cardíacos rápidos, problemas para respirar u orinar, fiebre, sequedad de boca, sed extrema o mareos. Estas señales indican que podrías tener una infección o que las quemaduras son más graves de lo que inicialmente pensaste y que requieren atención médica profesional.
  • No abras ninguna ampolla cerrada. Abrir las ampollas por tu cuenta aumentará el riesgo de infección y prolongará el proceso de curación.
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • jabón suave
  • paño suave
  • gasas o vendas
  • cremas y ungüentos tópicos para quemaduras (opcional)
  • aloe vera, miel, yogur, cúrcuma en polvo (opcional)

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, autores voluntarios han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 9956 veces.
Anuncio