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Si tienes artritis reumatoide (AR) (una enfermedad inflamatoria autoinmune), conoces bien el dolor que provoca en las articulaciones. El sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo por error, mayormente a las membranas que recubren las articulaciones de las muñecas y los dedos. También podrías experimentar dolor alrededor del cuello, los hombros, los codos, las caderas, las rodillas, los tobillos y los pies. Pero, controlar el dolor tratando la inflamación puede reducir la incomodidad. Además, es posible aliviar los síntomas de la AR si usas aloe vera, adoptas una dieta antiinflamatoria y cambias tu estilo de vida.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Usar aloe vera para tratar la artritis reumatoide
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1Aprende sobre el jugo y el gel de aloe vera. El gel de la planta de aloe vera es un tratamiento tradicional para las heridas, las quemaduras, las infecciones y algunos tipos de dolor articular y artritis.[1] Puedes usarlo directamente en las articulaciones o tomar el jugo de aloe vera para bajar la inflamación. El aloe vera puede ser útil para la AR gracias a sus propiedades antiinflamatorias, su propiedad como un analgésico (probablemente debido a sus propiedades antiinflamatorias) y para acelerar la curación de las heridas.[2] También es un agente hidratante y antiedad seguro para ti.[3]
- El gel proviene de la parte central de la hoja de aloe, conocido como el "filete interior". Contiene mayores azúcares complejos que el jugo de aloe. Se cree que dichos azúcares complejos son responsables de los beneficios del aloe.[4] [5]
- El jugo se extrae de las hojas externas y también contiene azúcares complejos.
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2Extrae gel aloe vera de la planta. Si tienes una planta de aloe madura, corta una hoja con un par de tijeras afiladas y quita la hoja externa para revelar el gel transparente del interior. Usa los dedos para extraer el gel o corta el extremo de la hoja y exprime el gel.
- Si prefieres comprar el gel, busca en Internet o en tu tienda local de alimentos saludables. Compra aloe vera orgánico sin aditivos ni conservantes.
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3Aplica el gel de aloe vera en las articulaciones. Primero aplica el aloe en una zona pequeña para verificar la presencia de posibles reacciones. Si se desarrolla un sarpullido o cualquier otro problema, deja de usarlo. Si la piel no se irrita, extiende el gel en las zonas que más te molestan. Aplícalo como lo harías con cualquier otra loción. Esto aliviará temporalmente el dolor de la artritis reumatoide. Puedes seguir tratando el dolor con aloe vera todo lo que desees, siempre y cuando no se irrite la piel.
- La mayoría de las personas no experimentan efectos secundarios, pero el aloe podría provocar enrojecimiento, sensación de ardor y pocas veces, un sarpullido a corto plazo.[6]
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4Aprende sobre los efectos secundarios del jugo de aloe vera y las interacciones con la salud. Se ha reportado que el jugo de aloe vera disminuye las respuestas inmunes, lo cual puede ser útil para la AR. Tomar jugo de aloe vera puede producir cólicos, diarrea y gases.[7] Si esto ocurre, deja de tomarlo. Tomar jugo de aloe vera puede reducir el nivel de azúcar en sangre e interferir con los medicamentos para la diabetes, así que no lo tomes por más de 3 o 4 semanas. También puede reducir la absorción de las cremas de esteroides y los niveles de potasio. Siempre consulta con un profesional de la salud experimentado antes de combinar cualquier medicamento con los suplementos, incluyendo el aloe vera oral o de aplicación tópica.
- Si bien no existen estudios a largo plazo de los efectos internos del aloe vera, un estudio descubrió una relación entre el jugo y el cáncer de colon.[8]
- El Centro para la ciencia en el interés público (CSPI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos no recomienda tomar el aloe vera. Pero, sí recomienda firmemente usar el aloe vera por vía tópica.[9]
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5Toma el jugo de aloe vera. Busca jugo de aloe vera orgánico (por ejemplo, Lily of the Desert o Nature's Way) sin aditivos ni conservantes. Empieza con pequeñas cantidades (como 59 a 89 ml o 2 a 3 onzas al día) para observar cómo reaccionas al jugo. Luego aumenta gradualmente hasta 59 a 89 ml (2 a 3 onzas) 3 veces al día. Su sabor es un poco amargo y podría llevarte tiempo acostumbrarte a él. Si deseas, agrega 1 cucharadita de miel al jugo o mézclalo con un jugo de frutas hasta que te guste el sabor.
- Nunca tomes el gel debido a que contiene un poderoso laxante y puede provocarte diarrea.[10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:Cambiar tu dieta y estilo de vida
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1Elige alimentos de alta calidad para tu dieta. Trata de comer alimentos principalmente orgánicos. Estos no contienen pesticidas u otros químicos como las hormonas y los antibióticos, lo cual podría relacionarse con un aumento del riesgo de inflamación. También debes limitar la cantidad de alimentos procesados y preenvasados que ingieres. Esto limitará los aditivos y los conservantes que podrían ocasionar el aumento de la inflamación en algunos personas.[11] También garantizará que comas carbohidratos complejos, no los simples que pueden aumentar los niveles de inflamación.
- Trata de cocinar desde cero, usando alimentos enteros. De este modo conservarás la mayor parte de las vitaminas, los minerales y los nutrientes.
- Una regla general es que si la comida es muy blanca (como el pan blanco, el arroz blanco y las pastas blancas), significa que ha sido procesada. Mejor, come pan de granos enteros, arroz marrón y pasta de granos enteros.[12]
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2Consume más frutas y verduras. Trata de que los 2/3 de tu dieta total provengan de las frutas, las verduras y los granos enteros.[13] Las frutas y las verduras tienen altos niveles de antioxidantes, lo cual puede disminuir la inflamación. Trata de elegir productos agrícolas frescos. También puedes usar alimentos congelados, pero debes evitar consumir verduras en cualquier tipo de salsa cremosa que engorde. Evita las frutas que tienen azúcar o jarabe concentrado. Mejor, elige frutas y verduras de colores claros con muchos antioxidantes. Estas son:
- bayas (arándanos y frambuesas)
- manzanas
- ciruelas
- naranjas
- cítricos
- verduras de hoja verde
- calabacín de invierno y de verano
- pimentones
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3Come más fibra. La fibra puede reducir la inflamación.[14] Asegúrate de obtener al menos 20 a 35 g de fibra al día. Los alimentos ricos en fibra incluyen: granos enteros, frutas, verduras, frijoles, legumbres y semillas. Los siguientes son fuentes excelentes de fibra:[15]
- arroz marrón, trigo bulgur, trigo sarraceno, avena, mijo, quinua
- manzanas, peras, higos, dátiles, uvas, bayas de todos los tipos
- verduras de hoja verde (espinaca, mostaza, repollo, acelga, col rizada), zanahorias, brócoli, coles de Bruselas, bok choy, remolachas
- arvejas, lentejas, todos los frjoles (rojos, negros, blancos, de lima)
- semillas de calabaza, semillas de ajonjolí, semillas de girasol u frutos secos, incluyendo almendras, pecanas, nueces y pistachos
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4Limita la cantidad de carne roja que ingieres. Si comes carne, asegúrate de que la carne de res sea magra (de preferencia alimentada con pasto, ya que tiene la proporción natural de grasas omega 3 y omega 6) y que las aves de corral sean sin piel. Cualquier carne que comas debe ser criada sin hormonas o antibióticos y debes quitarle la grasa. Limitar la carne permitirá reducir tu consumo de grasas saturadas. La Asociación estadounidense del corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda que te limites a menos de 7 % de tus calorías diarias totales.[16]
- Puedes evitar las grasas saturadas si no usas mantequilla, margarina y manteca en la cocina. Mejor, usa aceite de oliva o de canola.
- La AHA también recomienda evitar todas las grasas trans. Lee las etiquetas de los alimentos y evita cualquiera que tenga "grasas parcialmente hidrogenadas". Esto significa que el producto contiene grasas trans, incluso si la etiqueta dice "0 grasas trans".[17]
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5Incluye más pescado en tu dieta. El pescado es proteína de buena calidad y tiene buenas cantidades de las grasas omega 3. Una mayor ingesta de grasas omega 3 se relaciona con la disminución del nivel de inflamación. El pescado rico en omega 3 incluye: salmón, atún, trucha, sardinas y caballa.
- No olvides tomar mucha agua y mantenerte hidratado.
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6Incorpora especias y hierbas antiinflamatorias a tu comida. Ciertas especias y hierbas pueden reducir el dolor que se relaciona con la inflamación de la artritis reumatoide. Varias de ellas están disponibles en suplementos (ajo, cúrcuma, ácidos grasos omega 3 y vitamina C y E), pero debes hablar con tu doctor antes de tomarlos. Es mejor obtenerlas a través de la dieta, en vez de los suplementos. Entre dichas hierbas y especias figuran:[18] [19]
- ajo
- cúrcuma
- albahaca
- orégano
- clavo de olor
- canela
- jengibre
- chiles
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7Realiza ejercicio moderado. El ejercicio ayuda a mantener la salud general, además de mantener los músculos y huesos fuertes. El fisioterapeuta te ayudará a determinar el ejercicio más beneficioso para ti. Pero, no olvides que el ejercicio puede implicar actividades de bajo impacto como aeróbicos, levantamiento de pesas, caminar, hacer senderismo, tai chi o yoga. Todas estas actividades te mantendrán fuerte y flexible.[20]
- Asegúrate de equilibrar el descanso con el ejercicio. Si tienes un brote de artritis reumatoide, es más útil hacer una pausa breve en vez del reposo prolongado en cama.[21]
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8Toma fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Estos incluyen agentes antiinflamatorios. El doctor también podría prescribirte anticuerpos fabricados contra el factor de necrosis tumoral. No está claro la forma de actuar de estos fármacos en la artritis reumatoide, pero por lo general se usan junto con los fármacos antiinflamatorios.[22] También podrían prescribirte nuevos agentes biológicos (proteínas humanas genéticamente diseñadas) en combinación con los agentes antiinflamatorios.[23] Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos y los analgésicos se usan junto con otros medicamentos.
- Los FARME como el metotrexato pueden provocar una grave lesión hepática y reacciones de hipersensibilidad. Otros efectos secundarios son: fiebre, fatiga, tos y dificultades para respirar.[24]
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Parte 3
Parte 3 de 3:Entender la artritis reumatoide
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1Presta atención a los síntomas de la artritis reumatoide. Los primeros signos y síntomas son articulaciones sensibles e hinchadas que con frecuencia se sienten calientes al tacto. Muchas personas con artritis reumatoide tienen dolor relativamente leve y rigidez, pero experimentan “brotes” periódicos, en los cuales los signos y síntomas empeoran. Otras personas manifiestan síntomas crónicos y constantes. A medida que progresa la enfermedad, las articulaciones y los huesos pueden dañarse, lo cual aumenta la pérdida de la función, aunque el tratamiento oportuno puede limitar el daño.[25] Otros síntomas podrían ser:
- fatiga, dolor muscular y rigidez general que dura al menos 1 hora después de despertarte o tras un periodo de descanso prolongado (a diferencia del dolor y la rigidez de la osteoartritis, lo cuales se disipan más rápido)[26]
- sufrir de otros trastornos con más frecuencia que aquellos que no tienen la enfermedad. Esto puede incluir otras enfermedades autoinmunes (como el síndrome de Sjögren), vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos), anemia (cantidades inferiores a lo normal de glóbulos rojos que llevan oxígeno a los tejidos) y enfermedad pulmonar.
- nódulos reumatoides, los cuales se desarrollan en hasta el 35 % de las personas con artritis reumatoide. Los nódulos se presentan como bultos debajo de la piel cercana a la articulación afectada, mayormente cerca de los codos. Normalmente no son dolorosos, son de libre movimiento bajo la piel y pueden variar en tamaño desde una arveja hasta un limón.[27]
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2Entiende el factor de riesgo para desarrollar la artritis reumatoide. Si bien no se conoce la causa de la artritis reumatoide, al parecer se relaciona con factores genéticos. Es probable que heredar un grupo de genes (no un solo gen) aumente el riesgo de sufrir de artritis reumatoide. Los factores hormonales y ambientales también desempeñan un papel en el desarrollo de la enfermedad.[28]
- Los hombres y las mujeres de cualquier raza u origen étnico pueden sufrir de artritis reumatoide, pero se presenta con más frecuencia en las mujeres que en los hombres. Las mujeres son 2 a 3 veces más propensas a contraer dicha enfermedad, la cual tiende a aparecer en la mediana edad.
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3Aprende cómo se diagnostica la artritis reumatoide. La artritis reumatoide se diagnostica usando tus signos, síntomas, antecedentes médicos y familiares junto con un examen físico. Luego, el doctor usará el diagnóstico para elaborar un plan de tratamiento, con el objetivo principal de disminuir el dolor reduciendo la inflamación y minimizando el daño en las articulaciones.[29] Para diagnosticar la artritis reumatoide, el doctor llevará a cabo:
- pruebas de laboratorio, incluyendo radiografías u otros exámenes por imágenes de las articulaciones afectadas
- muestras de sangre, en especial una para examinar la sangre en búsqueda del factor reumatoide (FR) y otras pruebas no específicas. La prueba del FR permite diagnosticar la artritis reumatoide, mientras que las no específicas indican si hay alguna inflamación oculta.[30]
- pruebas de diagnóstico para descartar otras condiciones que se asemejan a la artritis reumatoide como artropatías infecciosas (dolor en las articulaciones debido a una infección), lupus eritematoso sistemático (LES), espondilitis anquilosante (el cual afecta principalmente la columna vertebral y las articulaciones más grandes) y fibromialgia[31]
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Advertencias
- No es recomendable la ingesta de aloe vera en niños o mujeres embarazadas o que dan de lactar.
Referencias
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/
- ↑ Edwards, SE., Phytopharmacy: An Evidence-Based Guide to Herbal Medicinal Products. 1ra edición (2015), Wiley&Sons, NYC.
- ↑ Surjushe, A., Vasani, R., Saple, DG., Aloe Vera: A Short Review. Indian J Dermatol. 2008; 53(4): 163–166.
- ↑ https://nccih.nih.gov/health/aloevera
- ↑ Hart LA, Nibbering PH, van den Barselaar MT, van Dijk H, van den Burg AJ, Labadie RP. Effects of low molecular constituents from aloe vera gel on oxidative metabolism and cytotoxic and bactericidal activities of human neutrophils. Int J Immunopharmacol. 1990;12:427–34.
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- ↑ http://www.cspinet.org/new/201308211.html
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- ↑ http://www.arthritis.org/living-with-arthritis/arthritis-diet/anti-inflammatory/rheumatoid-arthritis-diet.php
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- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/high-fiber-foods/art-20050948
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/heart-disease/in-depth/heart-healthy-diet/art-20047702
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/heart-disease/in-depth/heart-healthy-diet/art-20047702
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3011108/
- ↑ http://www.arthritis.org/living-with-arthritis/arthritis-diet/anti-inflammatory/anti-inflammatory-diet.php
- ↑ http://www.arthritis.org/about-arthritis/types/rheumatoid-arthritis/self-care.php
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