Un astringente es un producto para el cuidado de la piel que se aplica después de lavar el rostro para quitar cualquier resto de maquillaje o de jabón. Tiene prácticamente las mismas funciones que la loción tonificante, como limpiar y purificar la piel; sin embargo, el astringente también tiene por objetivo eliminar el exceso de grasa.[1] Para obtener el máximo beneficio, primero debes determinar qué tipo de astringente es el adecuado para ti. Aplícatelo después de la limpieza facial e inmediatamente después continúa con una crema humectante. Puedes hacer la prueba con astringentes naturales elaborados a base de frutas, hierbas y plantas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir el astringente adecuado

  1. 1
    Utiliza un astringente que contenga ingredientes para combatir las imperfecciones si tu piel es propensa al acné. Además de eliminar el exceso de grasa de la superficie de la piel, los astringentes pueden contribuir a evitar la obstrucción de los poros y el acné. Si quieres que el mecanismo de acción contra el acné sea más potente, busca un astringente que incluya ácido salicílico o ácido glicólico entre sus principios activos.[2]
    • Si tu cutis no es graso, pero es propenso al acné, no uses el astringente. La resequedad de la piel puede provocar un incremento de los brotes.
  2. 2
    Elige un astringente libre de alcohol si tienes la piel sensible. Si tu piel tiende a enrojecerse o a irritarse, ten sumo cuidado al elegir un astringente. Aquellos que no contienen alcohol son mucho más suaves para la piel. Si después de aplicarte el astringente tu rostro empieza a enrojecer o sientes ardor y escozor, suspende su uso.[3]
    • Si tu piel es sensible, evita productos que contengan fragancias, colorantes, mentol y laurilsulfato de sodio.
  3. 3
    Toma en cuenta la posibilidad de reemplazar el astringente por una loción tonificante si tienes la piel seca. Si tienes el cutis seco, el uso de un astringente puede resecarlo aún más y empeorar el problema. En este caso, toma en cuenta la conveniencia de usar una loción tonificante en lugar de un astringente. Los tonificantes también tienen propiedades astringentes, no obstante, contribuyen a alisar y a restituir la humedad de la piel.[4]
    • Asimismo, los tonificantes preparan la piel para que la crema hidratante penetre aún más profundamente.
    • Si lo que buscas es alisar una piel seca, busca una loción tonificante que contenga ingredientes que aumentan el nivel de humedad como la glicerina, propilenglicol, butilenglicol, ácido hialurónico y lactato de sodio.[5]
  4. 4
    Prueba el avellano de bruja si no tienes claro qué elegir. El avellano de bruja es un astringente natural que se extrae de la corteza y de las hojas de una planta llamada Hamamelis virginiana. Sus propiedades astringentes derivan de unos componentes naturales conocidos como taninos. Se trata de un astringente muy suave que generalmente funciona bien en todo tipo de piel.[6]
    • En ocasiones, los productos elaborados a base de avellano de bruja tienen altas concentraciones de alcohol. Si necesitas la presentación más suave, revisa los ingredientes para asegurarte de que el producto no contenga alcohol y de que esté elaborado con “extracto de avellano de bruja” en lugar de “destilado de avellano de bruja”. [7]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Aplicarte el astringente elegido

  1. 1
    Lávate el rostro con tu limpiador facial favorito o con jabón y sécate dando pequeños toquecitos. Retírate el maquillaje, y elimina la suciedad con agua tibia y tu limpiador facial favorito. Sécate el rostro dando pequeños toquecitos suavemente con un paño.
  2. 2
    Coloca una cantidad pequeña de astringente en una bolita de algodón y aplícala sobre tu rostro con pequeños toques. Vierte un poquito de astringente en una bolita de algodón, lo suficiente como para humedecer la parte de encima y no para empaparla. Luego, frótala sobre tu rostro, no la restriegues.[8]
    • Si tienes la piel mixta, aplícate el astringente únicamente en las zonas grasas (generalmente la frente, nariz y mentón). Evita las zonas secas.
    • Algunos astringentes también vienen en atomizadores; en este caso, solo tienes que rociarlo sobre tu rostro sin necesidad de usar algodón. [9]
  3. 3
    Aplícate una crema humectante suave con factor de protección solar 30 mientras la piel aún está ligeramente húmeda. Espera a que el astringente se absorba un poco. Luego, aplícate una crema humectante que contenga factor de protección solar de 30 o más. Elige una crema humectante suave o una especialmente elaborada para piel grasa.[10]
    • Quizá piensas que el uso de una crema humectante en una piel grasa puede empeorar las cosas; sin embargo, la resequedad de la piel puede incrementar aún más la producción de sebo. Lo más recomendable es mantener el equilibrio de la piel con el uso de una crema humectante suave.[11]
    • Dado que después de usar un astringente es probable que la piel quede sensible a la luz, el uso de un protector solar puede resultar de utilidad.
  4. 4
    Aplícate el astringente una vez al día. Utiliza el astringente una vez al día después de lavarte el rostro por la mañana. Omite el astringente después de la limpieza facial nocturna.[12]
    • Si lo deseas, puedes usar un tonificante en lugar del astringente por las noches.
  5. 5
    Evita aplicar el astringente sobre cortes o abrasiones. Si aplicas un astringente, inclusive el más suave, sobre una herida abierta o un rasguño en tu rostro, puede producirse una quemadura. Lo mejor es evitar estas zonas y esperar a que la piel sane para aplicarlo.[13]
  6. 6
    Elige un astringente más suave si se presenta un enrojecimiento o irritación en tu rostro. Si después de aplicarte el astringente, se te enrojece la piel o tienes sensación de quemazón, suspende su uso. Aplícate una crema humectante para refrescar tu piel. Prueba un astringente más suave o reemplázalo por un tonificante.[14]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Probar astringentes naturales

  1. 1
    Aplícate agua de rosas si lo que buscas es un astringente sumamente suave. El agua de rosas no solo es un astringente muy suave, sino que posee propiedades antiinflamatorias, por lo que ayuda a mitigar la irritación y el enrojecimiento. Pon a hervir 240 ml (1 taza) de agua y agrégale un puñado de pétalos de rosa. Deja que hierva hasta que los pétalos hayan perdido su color. Para potenciar el efecto astringente agrega unas cuantas gotas de aceite esencial de limón.[15]
    • El agua de rosas se mantiene fresca en el refrigerador durante 2 semanas aproximadamente.[16]
    • Para ayudar a liberar sus nutrientes, parte los pétalos de rosa antes de agregarlos al agua hirviendo.
    • También puedes comprar agua de rosas preparada.
  2. 2
    Diluye vinagre de sidra de manzana para aprovechar sus poderosas propiedades astringentes. El vinagre de sidra de manzana es un astringente natural potente, por lo que es necesario diluirlo antes de usarlo. Añade 25 ml (5 cucharaditas) de vinagre de sidra de manzana a 120 ml (1/2 taza) de agua destilada. Para disminuir el olor a vinagre agrega unas cuantas gotas de aceite esencial de limón o de rosas.[17]
    • La proporción de sidra de vinagre de manzana con relación al agua puede adecuarse según tu tipo de piel. Si tienes la piel sensible o es la primera vez que usas un astringente, prueba una proporción de 1:4. Si aun así la piel se siente grasosa, puedes probar una disolución de 1:3, 1:2 o incluso de 1:1.
    • Guarda la disolución a temperatura ambiente.
  3. 3
    Prueba el poder astringente de hierbas como la manzanilla y la menta. La manzanilla elimina las impurezas de la piel y controla la producción de sebo. Además, refresca y proporciona alivio a la piel sensible. La menta también es un astringente suave que le proporcionará un aroma revitalizante a la mezcla. Para prepararlo, hierve 500 ml (2 tazas) de agua con un puñado de flores de manzanilla y menta deshidratada.[18]
    • Puedes guardar el astringente de manzanilla en el refrigerador hasta por dos semanas.
  4. 4
    Aclara tu piel y elimina el exceso de grasa utilizando pepino. No solo es un astringente natural, sino que puede ayudar a atenuar las machas. Simplemente toma unas rodajas de pepino recién cortadas y aplícatelas sobre el rostro. Luego, enjuágate con agua. [19]
  5. 5
    Ilumina tu piel y combate el acné con limón. Gracias a su contenido de ácido ascórbico, el limón se convierte en un excelente astringente natural. Además de brindarle luminosidad a la piel, disminuye la aparición de marcas. Únicamente tienes que añadir un chorrito de jugo de limón a 60 ml (1/4 de taza) de agua y aplicarlo sobre el rostro limpio con una bolita de algodón.[20]
    • El astringente de limón se mantiene fresco en el refrigerador hasta por dos semanas.

Consejos

  • Para comenzar, utiliza un astringente suave o uno libre de alcohol. Si esto no basta para controlar el exceso de grasa, prueba con uno más potente o que contenga alcohol. Asimismo, puedes probar usándolo todos los días, pero con más frecuencia. Al comienzo, aplícatelo solo una vez al día, luego puedes usarlo hasta 3 veces cada día.[21]

Advertencias

  • Sin importar qué tipo de astringente uses, hazlo con moderación. Los astringentes eliminan el exceso de grasa de la piel, pero si exageras tu cutis podría resecarse.[22]

Acerca de este wikiHow

Asmi Sanghvi, DO
Coescrito por:
Dermatóloga certificada
Este artículo fue coescrito por Asmi Sanghvi, DO. La Dra. Asmi Sanghvi es dermatóloga certificada que reside en Nueva York. Se especializa en dermatología general y cosmética, y tiene una pasión por educar a los demás. Ha publicado en varias revistas revisadas por pares, como Journal of the American Academy of Dermatology and Cutis. Además, tiene una licenciatura en ciencias de la comunicación humana de la Northwestern University y un doctorado del Lake Erie College of Osteopathic Medicine. Este artículo ha sido visto 13 888 veces.
Categorías: Cuidado de la piel