Calendario romano general

El calendario litúrgico comprende las celebraciones que conmemoran la historia de la salvación a lo largo del año -lo que se denomina año litúrgico- como las que recuerdan y veneran a los santos -es decir, los santos y mártires incluidos en el martirologio romano. Estas celebraciones tienen una fecha fija anual, y en algunos casos pueden ocurrir en días distintos año tras año (como el Bautismo de Cristo, que se celebra en enero, o la fiesta de Cristo Rey, en noviembre). En muchos casos esos cambios se relacionan con la Pascua, sobre la que se articula todo el año litúrgico, lo que afecta a la Semana Santa, la cuaresma o el Miércoles de Ceniza, y a otras celebraciones que se toman con base a ella: Corpus Christi, Sagrado Corazón de Jesús, el Buen Pastor, etc..

El calendario establece tres tipos de celebraciones eclesiásticasː memoria, fiesta y solemnidad.[1] Esta distinción introduce una gradación en las celebraciones que, entre otros efectos, se tiene en cuenta para resuelve los conflictos que suponen que en un mismo día coincidan dos celebraciones: una correspondiente al año litúrgico y otra a la conmemoración de un santo. En estos casos se aplica también la tabla de precedencia de los días litúrgicos.[2]

Las solemnidades figuran entre los días litúrgicos más importantes, cuya celebración comienza el día anterior con las primeras vísperas del día anterior, y que en algunos casos están dotadas de su propia Misa de Vigilia. Las fiestas se celebran dentro de los límites del día natural y por eso tienen primeras vísperas solo en el caso de una fiesta del Señor que cae en un domingo del tiempo ordinario o del tiempo de Navidad y que reemplaza el oficio del domingo. Las memorias son obligatorias o libres (facultativas u opcionales). Su observancia se combina con el día de la semana (feria) correspondiente.[3]

Es excepcional la celebración del 2 de noviembre, la conmemoración de todos los fieles difuntos, en la que, si cae un domingo, se celebra la misa no del domingo sino la de la conmemoración de los difuntos, mientras la Liturgia de las horas es la del domingo.

La última revisión fundamental al calendario general se hizo en 1969 y fue promulgada por el papa Pablo VI, a través del documento Mysterii Paschalis.[4]

Las relativas normas y el contenido del calendario general fueron publicados en el libro Calendarium Romanum el mismo año de 1969.[5]

El calendario romano general prevé que los calendarios particulares de las diócesis puedan modificar las celebraciones de algunos días, de acuerdo al país (por cuestiones del santo patrón nacional), a la diócesis (incluso la de Roma), al lugar, a la iglesia, al instituto religioso (que da prevalencia a los santos miembros de su instituto).

La forma concreta anual del Calendario romano general no depende únicamente de las fechas fijas asignadas a celebraciones de santos y de misterios (por ejemplo, la Navidad) sino también de la combinación con estas del ciclo semanal: se omiten, con pocas excepciones, las celebraciones de fecha fija que caen un domingo, y ciertas celebraciones son ligadas, no a una fecha fija sino a un día de la semana (por ejemplo, la solemnidad de Cristo Rey).[6]

Además hay celebraciones cuyas fechas varían según la de Pascua, es decir, las de Cuaresma y del Tiempo de Pascua. Como la Pascua siempre se celebra un domingo, las fechas de estas también están estrechamente relacionadas con el ciclo semanal: por ejemplo, la solemnidad de la Santísima Trinidad, 56 días después de Pascua, corresponde siempre al domingo siguiente a la solemnidad de Pentecostés, y la del Sagrado Corazón de Jesús, 68 días después de Pascua, siempre tiene lugar el viernes siguiente a la solemnidad de Corpus Christi.[7]

Es posible que los diversos ciclos atribuyan diversas celebraciones al mismo día. Se prefiere entonces la celebración de más alto rango según la Tabla de los días litúrgicos dispuesta según el orden de preferencia (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario, 53).

Los datos aquí indicados son los promulgados por el papa Pablo VI por medio del motu proprio Mysterii Paschalis del 14 de febrero de 1969 y contenidos en el libro Calendarium Romanum publicado en el mismo año por la Santa Sede,[5] con las modificaciones posteriores emitidas por la Santa Sede, como el decreto de elevación de la celebración de María Magdalena al rango de "fiesta".[8][9] Informaciones actualizadas a las fechas de publicación se encuentran en las ediciones en latín del Missale Romanum, como la de 2002.[10] Las ediciones vernáculas dan algunas veces en lugar del Calendario romano general el calendario particular de la región para la cual son preparadas.

Se muestran aquí únicamente los santos incluidos en el Calendario romano general, sin añadir los de los calendarios particulares (incluso los de naciones enteras) y los (mucho más numerosos) santos mencionados para cada día en el Martirologio Romano.

Las celebraciones sin indicación del rango son memorias facultativas, libres en la terminología habitual..

• Santoral católico
• Martirologio romano
• Misal romano
• Liturgia de las Horas
• Año litúrgico

• El Calendario (Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 1999 ISBN 84-7467-435-2)
• Calendarium Romanum ex decreto sacrosancti oecumenici Concilii Vaticani II instauratum auctoritate Pauli PP. VI promulgatum (Typis Polyglottis Vaticanis 1969)
• Calendarium Romanum Generale, en Missale Romanum ex decreto Sacrosancti oecumenici Concilii Vaticani II instauratum auctoritate Pauli pp. VI promulgatum Ioannis Pauli pp. II recognitum. Editio typica tertia (2002)
• Calendario Litúrgico Pastoral 2015-2016, "elaborado por el Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española de acuerdo con el Calendarium Romanum, las Normas Universales sobre el Año litúrgico y sobre el Calendario, y el Calendario Propio de España."