Es una afección prolongada (crónica) en la cual una persona tiene síntomas físicos que son causados por problemas psicológicos y no se puede encontrar ningún problema físico.

El trastorno generalmente comienza antes de los 30 años y tiende a ser más frecuente en las mujeres que en los hombres. El trastorno es más común en personas con síndrome del intestino irritable y dolor crónico.

Los médicos a menudo desestiman a los pacientes con histeria clásica con el argumento de que todos los problemas "están en sus cabezas". Sin embargo, a medida que los investigadores estudian las conexiones entre el cerebro, el aparato digestivo y el sistema inmunitario, estos trastornos se están comprendiendo mejor y no se deben ver como afecciones "simuladas".

Las personas con este trastorno tienen muchas quejas físicas que pueden involucrar a cualquier sistema corporal y duran por años. Con mucha frecuencia, las quejas implican dolor y problemas crónicos con el aparato digestivo, el sistema nervioso y el aparato reproductor.

Los síntomas generalmente son tan severos que interfieren con el trabajo y las relaciones interpersonales y llevan a la persona a consultar a un médico y a tomar medicamentos. A menudo, la persona tiene antecedentes de toda una vida de "enfermedad". Sin embargo, incluso después de una evaluación completa, no se encuentra ninguna causa física que explique los síntomas. Los síntomas a menudo empeoran con el estrés.

Algunos de los numerosos síntomas que se pueden presentar con la histeria clásica abarcan:

• Dolor abdominal
• Amnesia
• Dolor de espalda
• Distensión
• Dolor torácico
• Diarrea
• Dificultad para deglutir
• Mareos
• Sangrado menstrual excesivo
• Dolores de cabeza
• Impotencia
• Menstruaciones irregulares
• Dolor articular
• Náuseas
• Relaciones sexuales dolorosas
• Micción dolorosa
• Menstruación dolorosa
• Dolor en las piernas o en los brazos
• Palpitaciones
• Parálisis o debilidad muscular
• Apatía sexual
• Dificultad respiratoria
• Cambios en la visión
• Vómitos

Es importante tener en cuenta que muchos de estos síntomas también ocurren en otros trastornos psiquiátricos y médicos. Si usted experimenta alguno de estos síntomas, trabaje con su médico para encontrar posibles causas antes de hacer un diagnóstico de histeria clásica.

• Se realizan un examen físico completo y exámenes de diagnóstico para identificar causas físicas. El tipo de exámenes que se hacen depende de los síntomas que uno tenga.
• Se lleva a cabo una evaluación psicológica para identificar trastornos conexos.

Una vez que se hayan investigado otras causas y exista la probabilidad de que se presente histeria clásica, el objetivo del tratamiento es ayudarlo a uno a aprender a controlar los síntomas. Con frecuencia, existe un trastorno del estado de ánimo que puede responder a medicamentos antidepresivos.

El aspecto más importante del tratamiento es tener una relación de apoyo con un médico comprensivo. Deben programarse citas médicas regulares para revisar los síntomas y los mecanismos para hacerles frente. El médico debe explicar los resultados de los exámenes.

No se debe decir que los síntomas son imaginarios. Con la comprensión actual de las interacciones complejas entre el cerebro y otras partes del cuerpo, los científicos reconocen que los síntomas físicos verdaderos pueden resultar del estrés psicológico.

• Complicaciones a raíz de exámenes invasivos y evaluaciones múltiples mientras se busca la causa de los síntomas.
• Volverse dependiente de analgésicos o sedantes.
• Empeoramiento de la afección debido a la mala relación con el médico y a la evaluación por parte de muchos médicos.

Tener una buena relación con el médico de cabecera ayuda. Solicite una cita si nota un cambio mayor en sus síntomas.

La asesoría u otras intervenciones sicológicas pueden ayudar a personas que son propensas a la somatización a aprender otras maneras de manejar el estrés. Esto puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas.

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