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Si tienes un sobre sellado que te ruega que lo abras y le eches un vistazo a su contenido, existen dos maneras de abrirlo y volverlo a cerrar sin que nadie note la diferencia. El método más popular es utilizar vapor para disolver el pegamento y luego volver a cerrar el sobre con pegamento fresco. Recientemente, otro método ha salido a la luz: puedes congelar el sobre hasta que sea fácil de abrir; luego, ciérralo nuevamente cuando el pegamento se derrita. Antes de que pongas manos a la obra, recuerda que es ilegal manipular la correspondencia de otra persona.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Abrir un sobre con vapor
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1Coloca una tetera en la estufa. Hierve el agua hasta que empiece a salir vapor por la boca de la tetera. El vapor es lo que te permitirá disolver el pegamento del sobre que quieres abrir. Ten en mente que el método del vapor puede complicarse un poco y potencialmente deformar el papel. Es necesario que el sobre luzca como nuevo, por lo que quizás debas utilizar un sobre nuevo.
- Si el flujo de vapor es fuerte y constante, coloca una cuchara en la boca de la tetera para dispersarlo. De esta manera, será menos probable que el sobre se deforme debido a un fuerte flujo de calor húmedo.
- Si no tienes una tetera, simplemente hierve agua en una olla pequeña hasta que produzca vapor.
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2Coloca la parte cerrada del sobre contra el vapor. El vapor está caliente, de modo que debes utilizar un par de tenacillas o guantes de cocina para sostener el sobre y no quemarte la mano. Sostén el sobre durante aproximadamente 20 segundos para que el vapor derrita el pegamento.[1]
- Si el sobre es de tamaño comercial, haz que el flujo de vapor lo recorra por completo para asegurarte de que todo el pegamento se suelte.
- No sostengas el sobre contra el vapor por más de 20 segundos. De lo contrario, el papel empezará a deformarse.
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3Utiliza un abridor de cartas para levantar la solapa. Coloca el sobre en la mesa y, con cuidado, utiliza el abridor de cartas para soltar la solapa. Abre la solapa para poder acceder al contenido del sobre. Debes abrirlo lentamente para evitar romperlo por accidente y, al mismo tiempo, lo suficientemente rápido para que el sobre no se vuelva a cerrar.
- Si la solapa no cede y se rompe ligeramente en lugar abrirse con facilidad, vuelve a colocarla al vapor para evitar romperla.
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4Deja que el sobre se seque. Luego de acceder al contenido del sobre y colocarlo nuevamente en su lugar, déjalo secar por completo. Luego, vuélvelo a cerrar. Con el fin de prevenir que el sobre se arrugue, coloca una hoja de papel impermeable por encima del sobre y coloca un libro pesado en la parte superior. Presionar el sobre mientras se seca, de modo que quede plano, lo mantendrá como nuevo.
- También podrías planchar el sobre para evitar que se arrugue. Si decides hacerlo, asegúrate de no dejar la plancha encima del papel por más de unos cuantos segundos, ya que, si no tienes cuidado, la concentración de calor podría ocasionar que el papel se vuelva amarillo o se queme.
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5Vuelve a cerrar el sobre. El pegamento dejará de ser pegajoso al entrar en contacto con el vapor, de modo que deberás utilizar un método distinto para volver a cerrar el sobre. Para que el sobre luzca como si nunca lo hubieran abierto, prueba una de las siguientes técnicas:
- Utiliza pegamento en barra. Ya que el pegamento en barra es relativamente seco, puedes utilizarlo para volver a cerrar el sobre con mucha discreción. Aplica el pegamento en el borde de la solapa y cierra el sobre. Así quedará como nuevo.
- Utiliza pegamento húmedo. Se recomienda utilizar pegamento blanco escolar, extra fuerte o de cualquier otro tipo en caso de no contar con pegamento en barra. Solo asegúrate de utilizar la menor cantidad posible para que el sobre no se arrugue por la humedad.
Método 2
Método 2 de 2:Abrir un sobre al congelarlo
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1Coloca el sobre dentro de una bolsa plástica para congelador. Es esencial proteger el sobre del hielo y de la humedad, ya que estos elementos pueden causar que se deforme. Cuando un sobre se arruga, resulta evidente que alguien lo ha manipulado.
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2Coloca el sobre en un congelador por varias horas. La temperatura helada del congelador ocasionará que el pegamento deje de ser pegajoso. Puedes mantener el sobre en el congelador cuanto tiempo sea necesario. Asegúrate de que permanezca allí por lo menos por un par de horas o el pegamento mantendrá el sobre cerrado cuando intentes abrirlo.[2]
- Para que este método funcione, debes utilizar el congelador y no la refrigeradora. La temperatura de la refrigeradora no es lo suficientemente fría como para hacer que el pegamento deje de ser pegajoso.
- Si no tienes un congelador disponible, intenta colocar el sobre en una bolsa de plástico y luego sumergirlo en un recipiente lleno de agua helada. Esto es un poco riesgoso, ya que un agujero en la bosa podría ocasionar que el agua ingrese y arruine el sobre y su contenido.
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3Abre el sobre. Luego de dejarlo en el congelador por un par de horas, quizás sea posible abrir el sobre solo con los dedos. Si el sobre no se abre fácilmente, utiliza un abridor de cartas o un cuchillo y abre la solapa con mucho cuidado. Si la solapa no cede después de intentar esto, coloca el sobre nuevamente en el congelador y vuelve a intentarlo al día siguiente.[3]
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4Vuelve a cerrar el sobre. Cuando utilizas el método de congelamiento, el pegamento congelado deja de ser pegajoso, pero recupera dicha calidad cuando el pegamento se derrite. Para volver a cerrar el sobre, solo espera unos cuantos minutos hasta que este alcance una temperatura ambiente y luego presiona la solapa. El sobre se cerrará y no presentará ninguna señal de haber sido abierto.
- Si la solapa no se pega al sobre cuando intentas cerrarlo, utiliza pegamento en barra para mantenerlo cerrado.
- Si no tienes pegamento en barra, utiliza pegamento blanco escolar o extra fuerte que tenga un aplicador muy fino para cerrarlo.
Consejos
- Manipula el sobre lo menos que te sea posible. Cualquier doblez, rasgadura o marca evidenciarán que el sobre ha sido manipulado.