La transición de la secundaria a la universidad puede ser un desafío, ya que aprenderás a lidiar con un entorno de aprendizaje nuevo y menos programado. Si notas que te hace falta más tiempo durante el día, aprender habilidades para administrarlo podrá ayudarte a obtener esas horas adicionales y reducir el estrés. Si identificas tus necesidades de tiempo y minimizas las distracciones, podrás planificar un horario que te ayude a tener éxito en la universidad y, al mismo tiempo, divertirte.

Método 1
Método 1 de 4:
Crear un horario

  1. 1
    Busca un sistema de calendario físico o digital. Antes de empezar a crearte un horario, tendrás que encontrar un sistema de calendario que te permita planificar las actividades a corto y largo plazo. Será vital que solo tengas un calendario en el que puedas colocar toda tu información, así podrás revisarla con facilidad.
    • Los calendarios digitales pueden ser muy útiles, ya que pueden vincularse con muchos dispositivos electrónicos, lo que te permitirá acceder a ellos en cualquier lugar.
    • Si el calendario tiene una vista de todo el mes y permite visualizar cada semana, esto será de mucha utilidad para planificar a largo y corto plazo.
  2. 2
    Crea plazos límite para el semestre. Luego de conseguir los horarios para todas tus asignaturas, deberás incluir en el calendario todos los plazos límite para las asignaciones y las fechas de los exámenes y las tareas. Esto te ayudará a estar al tanto de las semanas o los meses del semestre en los que estarás muy ocupado, así podrás planificar de antemano.[1]
    • Si sabes con anticipación que tendrás 3 exámenes parciales en una semana y un amigo te invita a un viaje de fin de semana, podrás decirle que irás en otro momento.
  3. 3
    Planifica un horario semanal. Una vez que tengas el cronograma del semestre, podrás empezar a planificar un horario a fin de prepararte para dichos momentos difíciles. Elabora una lista de prioridades semanales que incluya las tareas diarias y los proyectos más grandes. Podrás dividir los proyectos grandes en partes más manejables, así no te abrumarás.[2]
    • Si tienes que presentar un trabajo de investigación al final del semestre, ¡no deberás postergarlo hasta la semana previa a la fecha de entrega! Usa tu horario semanal para incluir un tiempo en el que puedas investigar en la biblioteca, realizar un esquema y luego un borrador. Si crees que te tomará 6 semanas culminarlo, trabaja en sentido retrospectivo desde la fecha de entrega, así podrás crearte plazos límite.[3]
  4. 4
    Elabora una lista de tareas diarias. Al inicio de cada semana, deberás revisar tu calendario y elaborar una lista de tareas que te gustaría culminar en cada día de dicha semana. Esto te permitirá notar la manera en la que cumplirás tu meta semanal.
    • Dale prioridad a tus tareas diarias marcándolas con una A (Alta), M (Media) o B (Baja) según su importancia.[4]
  5. 5
    Usa recordatorios. Es muy fácil olvidar los plazos límite o las sesiones de estudio. Como estudiante universitario, ¡tendrás muchas cosas que hacer! Usa tu teléfono o un servicio en línea para establecer recordatorios diarios, semanales o especiales. Incluso podrías emplear la vieja técnica de dejar notas autoadhesivas en lugares en donde estén a la vista, como tu escritorio, la puerta o el monitor de la computadora.
  6. 6
    Divide las tareas grandes en partes manejables. Un trabajo de investigación de 20 páginas o una serie de problemas matemáticos de 10 páginas podrían parecerte una tarea imposible al verlos por primera vez. En lugar de intimidarte con los proyectos grandes, deberás dividirlos en una serie de pasos pequeños.
    • Por ejemplo, Si vas a iniciar un trabajo desde cero, deberás programar un tiempo el primer día para idear el tema. El segundo día, deberás iniciar el esquema y, en el tercero, tendrás que terminarlo. Podrás empezar a investigar en los siguientes cuatro días.
  7. 7
    Reserva tiempo para tu trabajo. Si trabajas durante tu vida universitaria, esto puede limitar tus horas de estudio, pero podrás aprender a controlar tu tiempo si eliges un trabajo flexible que te permita sobrellevar las semanas de estudio ocupadas.[5]
    • Busca un trabajo con horario flexible que pueda realizarse por internet o que tenga una gran cantidad de empleados con los que puedas rotar de turno.
    • Consulta con anticipación sobre los días libres para los momentos del semestre en los que sepas que estarás ocupado.
    • Ten en cuenta los empleos que te permitan trabajar durante las horas que normalmente no estudiarías o en las que no irías a clase. Por ejemplo, si te gusta estudiar por la mañana, podrás conseguir un turno por la tarde en un restaurante. Si prefieres estudiar a altas horas de la noche, podrías trabajar como salvavidas de una piscina local por las mañanas.
  8. 8
    Reserva un tiempo para el sueño, las comidas equilibradas, el ejercicio y los descansos. No eres una máquina, ¡así que no intentes actuar como una! Tu bienestar mental y físico determinarán el grado de éxito que alcances en torno a tus metas. Incluye un tiempo adecuado para dormir y no te sientas culpable si también reservas un poco para la diversión.[6]
    • Es más, si pasas el tiempo realizando un pasatiempo divertido, esto puede ser de utilidad para estar más pendiente de tu tiempo.
  9. 9
    Incluye premios. ¿Has tenido una dura semana de exámenes y trabajos? Deberás premiarte por todo el trabajo previo que hayas hecho en los meses anteriores a fin de alistarte para esta etapa difícil.[7]
    • También podrás usar estos premios como una motivación. Si hay una película que tengas muchas ganas de ver en el cine, podrás comprarte una entrada para una función al final de la semana difícil.
  10. 10
    Sé un poco flexible. Te ocurrirán cosas inesperadas. Te enfermarás, tendrás una emergencia familiar o tendrás que cubrir el turno de un amigo. Si incluyes un poco de flexibilidad en tu horario semanal, podrás mantenerte encaminado con tus trabajos académicos y, al mismo tiempo, afrontar lo inesperado de la vida.[8]

Método 2
Método 2 de 4:
Minimizar las distracciones

  1. 1
    Conoce las horas en las que estudies mejor. Un método eficaz para minimizar las distracciones consiste en programar un tiempo de estudio durante las horas del día en las que estés más concentrado. ¿Te desempeñas mejor durante la noche o temprano por la mañana? Dedica tus horas más productivas al estudio.
    • Si tienes una clase para la cual no te guste estudiar, deberás darle prioridad durante las horas del día en las que estés más concentrado.[9]
  2. 2
    Crea un espacio de trabajo productivo. Si estudias con eficacia escuchando música, deberás reproducirla como fondo en lugar de usar audífonos. Si no puedes lidiar con ningún ruido de fondo, podrás comprar audífonos que lo cancelen o buscar un ambiente tranquilo, como una biblioteca. No uses aromas fuertes, luces bajas, temperaturas extremas ni sillas demasiado o poco cómodas. Si las redes sociales te distraen demasiado, guarda tu teléfono en tu mochila.[10]
    • Prueba diferentes espacios para así encontrar el que te dé los mejores resultados.
  3. 3
    Concéntrate en una tarea a la vez. Si haces varias tareas a la vez, esto te agotará a nivel físico y mental. Perderás tiempo al tratar de hacerlo y no te concentrarás de forma profunda en la asignatura.[11]
  4. 4
    Usa la técnica Pomodoro. Esta es una estrategia para controlar el tiempo y evitar las distracciones, y consiste en esforzarte por intervalos de 25 minutos (denominados pomodoro) y luego tomar un descanso corto. Deberás seguir estudiando en dichos intervalos hasta haber completado la tarea. ¿Cuál será tu recompensa? Luego de haberte esforzado por 4 pomodoro, podrás tomar un descanso más largo de 20 a 30 minutos.[12]
    • ¡Tendrás que evitar las distracciones durante cada pomodoro! Ten en cuenta que solo serán 25 minutos. Definitivamente, podrás mantenerte alejado de tu teléfono durante dicho tiempo.
  5. 5
    Emplea los momentos libres entre las actividades. ¿Tienes 20 minutos libres entre las clases? En lugar de usar tu teléfono o tomar una siesta, revisa tus apuntes de la semana anterior.
  6. 6
    No navegues en internet durante tu horario de estudio. No uses Instagram, Reddit, Pinterest, Twitter ni Facebook. Estas redes sociales te distraerán y extenderán tu tiempo de estudio.
    • En lugar de ello, visita estas páginas durante tus descansos programados o, incluso mejor, ¡reserva un tiempo para reunirte con las personas que sigas en internet!
    • Si tal parece que no puedes evitar las redes sociales, modifica tu configuración de notificaciones o haz que un amigo cambie tu contraseña.[13]
  7. 7
    Designa un área para estudiar. Será una mala idea estudiar en un lugar en el que te sientas relajado y somnoliento (como tu cama). En su lugar, deberás encontrar un área que tenga un escritorio, buena iluminación y la menor cantidad posible de distracciones.[14]
    • Si tienes un compañero de habitación conversador, ve a la biblioteca del campus o un área de estudio de la residencia universitaria.

Método 3
Método 3 de 4:
Pedir ayuda

  1. 1
    Crea un grupo de estudio. Al principio de cada semestre, deberás conversar con algunos compañeros de clase a fin de crear un grupo de estudio semanal. Si estudias en grupo, esto puede convertirse en un ambiente de aprendizaje muy útil, y también hará que el estudio sea más divertido.[15]
  2. 2
    Busca un compañero con el cual escribir un ensayo. Si tienes un ensayo escrito importante que presentar, deberás buscar a un amigo que también tenga que escribir algo extenso, y acuerden una hora constante en la cual reunirse y escribir juntos. Incluso si no se encuentran en la misma especialidad, podrás beneficiarte con un horario designado para escribir y un compañero con el cual comparar borradores.[16]
  3. 3
    Fija límites para tus amigos y compañeros de habitación. Indícales las horas que hayas reservado para el estudio y pídeles que te dejen solo durante dichos periodos.
    • Busca una forma sencilla de indicarles a tus amigos que estás ocupado, como colocar un cartel que diga “No molestar” en tu puerta.[17]

Método 4
Método 4 de 4:
Evaluar tu tiempo

  1. 1
    Observa la manera en la que uses el tiempo durante una semana. Ten un diario en el que escribas el tiempo que dediques a cada actividad de tu vida cotidiana. Si supervisas tu tiempo por una semana completa, podrás identificar las actividades que predominen en tu rutina diaria.
  2. 2
    Clasifica tus actividades en grupos. Luego de haber identificado los tipos de actividades a las que suelas dedicarles tiempo, tendrás que clasificarlas en categorías más grandes.
    • Por ejemplo, podrás crear categorías para las actividades académicas, recreativas, laborales o sociales.
  3. 3
    Dale prioridad a tus necesidades. Una vez que hayas clasificado tus actividades en grupos, tendrás que determinar qué categorías deberás priorizar en tu vida. Para controlar el tiempo, deberás mantener un equilibrio; por ello, dedícale más tiempo a las actividades que sean más importantes para alcanzar tus metas.[18]
    • Si tienes que trabajar para pagar el alquiler y quieres mantener un buen promedio general, deberás darle prioridad al tiempo que le dediques a estas actividades.

Acerca de este wikiHow

Alexander Ruiz, M.Ed.
Coescrito por:
Consultor educativo
Este artículo fue coescrito por Alexander Ruiz, M.Ed.. Alexander Ruiz es consultor educativo y director educativo del Educational Director of Link Educational Institute, una empresa de tutoría con sede en Claremont, California, la cual brinda planes educativos personalizables, tutoría en preparación de exámenes y asignaturas, así como asesoría en postulaciones universitarias. Con más de una década y media de experiencia en la industria de la educación, Alexander capacita a estudiantes para que aumenten su autoconciencia e inteligencia emocional al mismo tiempo que consiguen metas, y logran habilidades y una educación superior. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad Internacional de Florida y una maestría en educación de la Universidad del Sur de Georgia. Este artículo ha sido visto 24 174 veces.
Categorías: Universidad