Hay muchas formas de hacerse una quemadura, desde tocar una olla caliente o tomar sol hasta salpicarte con un químico. Las quemaduras de tercer grado son las más graves y siempre debe tratarlas un profesional de la salud. Pero las de primer grado y algunas de segundo grado, puedes tratarlas en casa, según el tamaño y la ubicación.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Determinar la gravedad de la quemadura

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    Busca los signos de una quemadura de primer grado. Por lo general, la quemadura de primer grado es una quemadura térmica que se produce a causa del contacto con un objeto o ambiente caliente.[1] Puede deberse a la exposición al sol (quemadura de sol), una salpicadura de aceite de una sartén caliente o tocar por accidente una rejilla de horno caliente. La quemadura de primer grado es dolorosa y deja un color rojo profundo en la capa superior de la piel (epidermis). Pero a pesar del enrojecimiento y el ardor, este tipo de quemadura no presenta ninguna ampolla. La piel se mantiene seca e intacta.[2]
    • Las quemaduras de primer grado son muy comunes y muy pocas veces requieren tratamiento médico.
    • La quemadura se cura en tres a cinco días.
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    Presta atención a las ampollas en una quemadura de segundo grado superficial.[3] La quemadura de segundo grado superficial se presenta con un enrojecimiento, al igual que la quemadura de primer grado. Pero el daño de la piel va más allá de la capa superior (epidermis) hasta la parte superior de la segunda capa (dermis). Y a diferencia de la quemadura de primer grado, sí hay ampollas en este tipo de quemadura. El dolor y el sangrado son buenas señales porque sugieren que no existe un daño significativo en los nervios o vasos sanguíneos.
    • Las quemaduras de segundo grado superficiales normalmente sanan sin cicatrices en 2 semanas y no requieren atención médica.[4]
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    Examina la quemadura de segundo grado en búsqueda de síntomas que requieran atención médica. La quemadura de segundo grado superficial puede sanar por sí sola, pero la de segundo grado profunda necesita la evaluación de un doctor. Busca zonas de piel pálida intercaladas entre las ampollas que sangrarán con facilidad y pueden secretar un material de color paja. Si se dejan sin tratar, las quemaduras de segundo grado profundas pueden convertirse en quemaduras de tercer grado tan solo en unos días.[5] Siempre busca tratamiento para una quemadura de segundo grado si:
    • no sabes qué nivel de quemadura tienes;
    • tienes diabetes o un sistema inmunológico debilitado;
    • te hiciste una quemadura química, sobre todo si es una quemadura alcalina como la de un limpiador de drenaje.
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    Considera el tamaño de las quemaduras de segundo grado. La quemadura de primer grado siempre puede curarse por sí sola en casa, pero las quemaduras de segundo grado grandes deben ser evaluadas por un doctor. Sin importar que sea superficial o profunda, la quemadura de segundo grado que afecta más del 10 al 15 % de la piel necesita atención médica. El doctor evaluará la quemadura y tratará la posible deshidratación. Si tienes quemaduras grandes, pierdes mucho líquido a través de la piel dañada. Dile al doctor si te da sed, te sientes débil, mareado o tienes dificultades para orinar. Si él sospecha de deshidratación, podría administrarte líquidos vía intravenosa.[6]
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    Busca atención médica de inmediato en caso de una quemadura de tercer grado.[7] Las quemaduras de tercer grado afectan la epidermis y las capas profundas de la dermis. Si las dejas sin tratar, pueden volverse sépticas y provocar la muerte. Se distinguen de las quemaduras de segundo grado por la presencia de daño en los nervios, las venas y los músculos.
    • Debido al daño de los nervios, el sitio de la quemadura se sentirá adormecido en vez de doloroso, aunque los bordes podrían dolerte.
    • La piel se verá y se sentirá seca, además de gruesa y curtida. Es probable que experimentes hinchazón.
    • En vez de enrojecimiento, la piel podría verse blanca, amarilla, marrón, morada o incluso negra.
    • Podrías tener sed, mareos o sentirte débil. La deshidratación podría traerte dificultad para orinar.
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    Busca atención médica si es necesario.[8] Las quemaduras de primer grado y la mayoría de las quemaduras de segundo grado superficiales pueden tratarse en casa y sanan muy rápido. Sin embargo, debes consultar con un doctor si la quemadura no sana en varias semanas o si surgen nuevos síntomas inexplicables. Cualquier aumento del dolor, hinchazón, enrojecimiento o secreción que se vuelva incontrolable también debe examinarse. Busca atención de emergencia de inmediato si manifiestas los siguientes:
    • quemaduras en las manos, los pies, el rostro, la ingle, las nalgas o las principales articulaciones
    • quemaduras químicas o eléctricas
    • quemaduras de tercer grado
    • dificultad para respirar o quemaduras en las vías respiratorias
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Remojar o enjuagar las quemaduras

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    Enjuaga los químicos de tus ojos para evitar quemaduras.[9] Las quemaduras químicas oculares pueden ser muy graves, así que debes actuar de inmediato. Si un químico te cae en los ojos, enjuágalos con agua al menos por 5 minutos. Siempre debes consultar con un doctor para que te examine después de sufrir una potencial quemadura química en los ojos. Él podría agregar una solución de gluconato de calcio al 1 % a tu rutina de lavado de ojos. El doctor también puede prescribirte gotas anestésicas para los ojos para controlar tu dolor.
    • Si usas lentes de contacto, quítatelos con cuidado al momento de enjuagarte los ojos.
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    Remoja las quemaduras químicas en agua. Los químicos suficientemente fuertes para quemar la piel pueden seguir avanzando hasta las capas más profundas si se dejan sin tratamiento. Por lo tanto, todas las quemaduras químicas requieren atención médica. Sin embargo, mientras esperas acudir al doctor, lo mejor que puedes hacer es pasar la quemadura por un chorro de agua fresca (no fría) del grifo o remójala en un baño de agua.
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    Remoja las quemaduras termales en agua fría.[10] Recuerda que las quemaduras termales surgen a causa del calor (no de los químicos), ya sea del sol, el vapor o un objeto caliente. Lo primero que debes hacer en una quemadura de primer grado o una quemadura de segundo grado superficial es disminuir la temperatura de la piel en el sitio de la quemadura. Coloca la piel quemada en agua fresca (no fría) por 10 minutos. Si no quieres desperdiciar el agua del grifo, llena un lavabo o una tina para sumergir la piel. Llénalo con agua fría a medida que el agua se calienta o usa cubitos de hielo para mantener baja la temperatura del agua.
    • Solo asegúrate de que toda la piel quemada esté sumergida o debajo del chorro de agua fría del grifo.
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    Considera aplicar hielo si el agua fría no da resultado. Ten en cuenta que muchos expertos recomiendan no aplicar hielo en una quemadura, ya que el cambio drástico de temperatura puede provocar congelación.[11] Siempre enfría la piel en agua al menos por 20 minutos si quieres aplicar hielo en ella. Simplemente sella el hielo en una bolsa con cierre hermético con un poco de agua y envuelve un trapo o papel toalla alrededor de él para crear una barrera entre la piel y el frío extremo. De manera opcional, también puedes usar una bolsa de verduras congeladas de tu congelador. Aplica el hielo por 10 minutos, rotándolo alrededor del sitio de la quemadura si se enfría mucho.
    • Siempre asegúrate de usar una barrera de trapo o papel toalla.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Minimizar el dolor con medicamentos

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    No apliques ungüentos para quemaduras durante las primeras 24 horas. Los ungüentos sellan la quemadura y pueden impedir la curación si los aplicas muy pronto. En el caso de las quemaduras de primer grado, espera 24 horas antes de aplicar cualquier tratamiento u otros ungüentos para las quemaduras.[12]
    • Si no estás cerca de un centro médico y tienes una quemadura de segundo grado, aplica el ungüento de bacitracina (un antibiótico) en la quemadura para evitar la infección mientras esperas recibir tratamiento. Esta es la única situación en la que debes aplicar bacitracina en la piel quemada.
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    Busca productos de benzocaína de venta libre.[13] La benzocaína es un anestésico local que adormece las terminaciones nerviosas en la piel, para aliviar el dolor de la quemadura. La farmacia podría tener cualquiera de las diversas marcas de benzocaína como Anacaine, Chiggerex, Mandelay, Medicone, Outgro o Solarcaine. Además, dichos productos están disponibles en una gran variedad de formas: crema, espray, líquido, gel, ungüento o cera. Lee las instrucciones del paquete para aprender la dosis y el método de aplicación adecuado.
    • Asegúrate de no usar en exceso la benzocaína, ya que penetra en la piel con más facilidad que algunos otros anestésicos locales.
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    Toma un analgésico de venta libre para aliviar parte del dolor de una quemadura leve. Un AINE (fármaco antiinflamatorio no esteroideo) oral como ibuprofeno o naproxeno te ayudará a aliviar el dolor y la inflamación de la quemadura.[14]
    • Sigue todas las instrucciones de dosificación que figuran en el paquete. Toma la dosis mínima que sea eficaz para aliviar el dolor.
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    Esparce crema de afeitar sobre el sitio de la quemadura. Si el agua fría no disminuye el dolor, la crema de afeitar es una solución increíblemente eficaz. Las cremas de afeitar como Barbasol contienen un químico llamado trietanolamina. Dicha sustancia es un ingrediente activo de Biafine, una crema con prescripción médica que se usa para tratar quemaduras de primer y segundo grado.[15] Solo espárcela sobre la piel afectada y déjala hasta que el dolor desaparezca.
    • Evita las cremas de afeitar mentoladas, ya que pueden irritar más la piel.[16]
    • Esto solo debes considerarlo si se trata de una quemadura de primer grado. No pruebes este método con quemaduras más graves que una quemadura de sol.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Aliviar el dolor con remedios naturales

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    Ten en cuenta las limitaciones de los remedios naturales. Aunque tal vez prefieras la idea de remedios caseros o naturales, muchos de estos métodos no han sido probados y se apoyan en pruebas anecdóticas y no científicas. Sin el respaldo médico, dichos métodos pueden ser riesgosos y probablemente no los recomiende el doctor. Si deseas usar un remedio natural, primero consulta con tu doctor.
    • Si decides usarlos, aun así, lo primero es enfriar y limpiar la quemadura. También debes buscar atención médica de inmediato para las quemaduras más graves que una quemadura de primer grado o de segundo grado superficial.
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    Aplica aloe vera en las quemaduras leves y las quemaduras de sol.[17] En el pasillo de cuidado de la piel de cualquier supermercado o farmacia encontrarás muchos productos con aloe. Los químicos de las hojas de la planta de aloe vera hacen algo más que solo minimizar el dolor y la inflamación. Estos aceleran la curación y el crecimiento de piel fresca y saludable. Trata la quemadura con una loción de aloe varias veces al día, si es necesario.
    • Nunca apliques productos de aloe vera en una herida abierta.
    • Puedes usar aloe puro de una planta de aloe. Otra alternativa es buscar un gel de aloe vera 100 % puro en las tiendas.
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    Busca cremas con hierba de San Juan.[18] Al igual que la planta de aloe vera, la hierba de San Juan tiene propiedades antiinflamatorias. Sin embargo, las lociones con la hierba de San Juan podrían ser un poco más difíciles de encontrar que las lociones de aloe. Aunque están disponibles en Internet o en muchas tiendas de alimentos saludables.
    • No apliques aceite esencial de esta hierba en las quemaduras o impedirás que la piel se enfríe.
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    Usa aceites esenciales para tratar quemaduras leves.[19] Los aceites esenciales conocidos por aliviar el dolor y evitar la formación de ampollas incluyen la lavanda, manzanilla romana y alemana y milenrama. Si presentas una quemadura grande (por ejemplo, de una quemadura de sol), puedes agregar unas gotas del aceite a tu baño y sumergirte en él. Las zonas más pequeñas pueden beneficiarse de tratamientos más enfocados.
    • Asegúrate de enfriar la piel quemada con agua fría al menos por 10 minutos.
    • Moja una gasa limpia o un trapo en agua fría helada.
    • A esta gasa o trapo, agrégale una gota de aceite esencial por cada 6 centímetros cuadrados (1 pulgada cuadrada) de piel quemada.
    • Aplica el trapo en la zona quemada.
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    Trata las quemaduras leves con miel.[20] La medicina natural ha elogiado a la miel desde hace siglos y la ciencia moderna no es la excepción. La miel tiene propiedades antibacterianas que aceleran la curación en una gran variedad de lesiones.[21] Sin embargo, en vez de recurrir a tu despensa, busca miel de grado medicinal para mejores resultados. Normalmente no está disponible en los supermercados regulares, así que busca tiendas de alimentos saludables o proveedores de medicina ayurvédica. También puedes encontrar miel de grado medicinal en Internet.
    • No apliques miel en la piel con heridas o en quemaduras más graves que las de primer grado.
    • La única excepción es si estás lejos de un centro médico. Si no puedes recibir tratamiento de inmediato, usa un ungüento antibiótico o miel en la quemadura para evitar una infección mientras esperas a que llegue el tratamiento.[22]
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    Prepara té de caléndula.[23] La caléndula (o margarita) es un tratamiento herbal útil para las quemaduras leves de primer grado. Simplemente deja remojar 1 cucharadita de flores de caléndula en una taza de agua hirviendo por 15 minutos. Una vez que esté colada y enfriada, puedes remojar la zona quemada en la taza o aplica en la piel un trapo mojado en el té. Si tienes aceite de caléndula en vez de las hojas, diluye 1/2 a 1 cucharadita en 1/4 taza de agua. Es posible que encuentres cremas de caléndula en las tiendas naturopáticas. Aplica la caléndula cuatro veces al día hasta que la quemadura haya sanado.
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    Alivia una quemadura con jugo de cebolla cruda. Aunque el olor es desagradable y podría hacerte llorar, se ha descubierto que las cebollas alivian las quemaduras.[25] Simplemente pica un poco de cebolla y frótala suavemente contra la quemadura, presionando para que entre en la herida sin provocar dolor. Hazlo varias veces al día hasta que sane la herida, asegurándote de usar cebollas frescas cada vez.
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    Protege la zona quemada. Cuando no uses dichos tratamientos, debes proteger la piel dañada para que no se infecte. Seca la zona quemada con toquecitos y luego cúbrela con gasa limpia. Asegúrala con cinta o envuélvela, luego cambia el vendaje cada día hasta que la piel se vea normal. Verifica a diario si hay signos de infección: fiebre, aumento del enrojecimiento y pus.[26] Si ves estos síntomas, infórmale a tu doctor de inmediato.
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Advertencias

  • Si no sabes la gravedad de la quemadura, siempre debes acudir a un doctor, por precaución.
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Acerca de este wikiHow

Mohiba Tareen, MD
Coescrito por:
Dermatóloga FAAD certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Mohiba Tareen, MD. Mohiba Tareen es una dermatóloga certificada y fundadora de Tareen Dermatology ubicado en Roseville, Maplewood y Faribault, Minnesota. La Dra. Tareen completó la escuela de medicina en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, donde fue incluida en la prestigiosa sociedad de honor Alpha Omega Alpha. Mientras era residente en dermatología en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, ganó el premio Conrad Stritzler de la Sociedad Dermatológica de Nueva York y su trabajo fue publicado en The New England Journal of Medicine. Luego, la Dra. Tareen completó una beca de procedimiento que se centró en cirugía dermatológica, láser y dermatología cosmética. Este artículo ha sido visto 91 425 veces.
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