Mantener encendidas las luces piloto cuando no están en uso puede provocar que tus facturas de gas sean altas y que haya gas de monóxido de carbono innecesario en tu casa. También es un peligro grave para la seguridad si apagas la luz piloto de tu cocina de forma incorrecta, ya que el gas que sale de ahí puede provocar intoxicación por monóxido de carbono y podría ser mortal. Sigue siempre las instrucciones del fabricante de la cocina cuando manipules la luz piloto o la válvula de gas a fin de evitar lesiones o exposición al gas de monóxido de carbono.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Identificar la luz piloto

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    Abre las ventanas de tu cocina. Antes de que puedas revisar con detenimiento la luz piloto, es importante que abras varias ventanas en la misma habitación donde está la cocina para que no haya posibilidad de que el gas de monóxido de carbono quede atrapado ahí.[1]
    • El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro e inodoro que puede ser tóxico a altos niveles de exposición. Una cocina de gas contiene monóxido de carbono, por lo que resulta importante que la apagues de forma correcta y que mantengas un buen flujo de aire cuando revises la luz piloto.[2]
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    Expón los quemadores de la cocina de gas. Una cocina de gas, o estufa, por lo general tiene dos o más luces piloto. Hay uno o dos luces piloto que calientan los quemadores de la superficie en la parte superior de la cocina y una luz piloto que enciende los quemadores para calentar el horno.[3]
    • Para exponer las luces piloto de tu cocina a fin de que puedas verlas, asegúrate de que todos los quemadores de la cocina y el horno estén apagados. Si recientemente usaste la cocina, espera al menos 1 hora para que los quemadores se enfríen. Después saca las tapas de metal de los quemadores y ponlas a un lado.
    • Pasa tus manos por la parte frontal inferior de la cocina y por la cocina hacia arriba. Debe haber un pestillo debajo de la cocina para mantenerla en funcionamiento. Asegúrate de que el pestillo esté en su lugar y de que la cocina esté firmemente puesta.
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    Identifica las luces piloto. Una vez que los quemadores de la cocina estén expuestos, debes ver cuatro cilindros redondos para cada quemador de la cocina, o dos cilindros redondos si tienes una cocina con dos quemadores. A la izquierda y derecha de la cocina habrá una línea de gas principal, la cual irá desde los quemadores superiores e inferiores.[4]
    • Al medio de ambos quemadores, debe haber dos aberturas pequeñas. Estas aberturas son el lugar donde estaría la llama para la luz piloto si la cocina estuviera encendida. No debe haber ninguna llama, ya que la cocina estará apagada.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Apagar la luz piloto

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    Revisa el manual de instrucciones para saber dónde está el interruptor de la luz piloto de la cocina. Por lo general, el interruptor de la luz piloto de tu cocina se encontrará a lo largo de la línea de gas en su parte interior. Debes ver un pequeño interruptor o válvula que podrás activar o desactivar.
    • Siempre revisa bien el manual de instrucciones de tu cocina para asegurarte de haber identificado el interruptor correcto. Al manipular la línea de gas debes hacerlo con precaución. Si no estás seguro de dónde está el interruptor de la luz piloto de la cocina, llama a tu compañía de energía o al fabricante de la cocina para confirmar.
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    No fumes ni tengas llamas abiertas en la habitación. A fin de evitar un incendio o una explosión de gas, no fumes ni tengas llamas abiertas (por ejemplo, velas) en la habitación cuando apagues la luz piloto. Verifica que la ventana de la habitación esté abierta y que no haya llamas abiertas.
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    Cierra la válvula de gas. Habrá un interruptor que podrás girar de ON (activado) a OFF (desactivado) para apagar la luz piloto de la cocina. Así ya no habrá gas que va hacia la luz piloto de la cocina o del horno.
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    Confirma que la válvula de gas se haya cerrado de forma correcta. Puede ser difícil oler el gas de monóxido de carbono para confirmar que la válvula esté cerrada de forma correcta. Si tu casa tiene un detector de monóxido de carbono, es probable que suene si hay monóxido de carbono en la casa. Si cierras bien la válvula de gas y se apaga correctamente la luz piloto, no debe haber monóxido de carbono en tu casa.[5]
    • Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono incluyen dolor de cabeza, fatiga, falta de aliento, náuseas y mareos. Si estás expuesto a altos niveles de gas de monóxido de carbono, es posible que experimentes síntomas más graves como confusión mental, vómitos, pérdida de coordinación muscular y pérdida de conciencia, así como posiblemente la muerte.[6]
    • Si experimentas alguno de estos síntomas, debes salir de tu casa y tomar aire fresco afuera de inmediato. No te quedes en tu casa, ya que podrías perder la conciencia por la exposición al monóxido de carbono. Llama al departamento de bomberos e informe sobre tus síntomas. También debes hablar con tu médico lo más pronto que sea posible y hacerle saber que tienes la sospecha de haber estado expuesto a gas de monóxido de carbono.
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Advertencias

  • Nunca uses tu cocina de gas para calentar tu casa. Tu cocina no está diseñada para calentar un espacio y hacerlo puede provocar un incendio o una acumulación del mortal gas de monóxido de carbono.[7]
  • Mantén limpios tu cocina y tu horno a fin de evitar incendios por grasa y otros peligros cuando manipules la luz piloto.[8]
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