El rubor (o colorete) es una forma común de maquillaje que se utiliza para alterar la forma del rostro y añadirle color. Aunque el proceso parece difícil al inicio, aplicar el rubor es muy fácil una vez que conoces las técnicas generales implicadas en esta tarea y, sobre todo, a qué partes del rostro debes añadirlo.

Parte 1
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Elegir un tipo de rubor

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    Utiliza el rubor en polvo en caso de tener la piel grasosa. Las formas de rubor en líquido y crema no se sostienen bien en la piel grasosa. En cambio, el rubor en polvo lidia bastante bien con el aceite natural, lo que le permite durar más tiempo sin necesidad de una aplicación constante.[1]
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    Elige un tono de rubor que combine con tu tono de piel. Si optas por un aspecto natural, debes elegir un color de rubor que complemente tu tono de piel. En general, el rubor rosado claro se ve bien en las personas con piel clara, los tonos durazno y bronce funcionan mejor en las de piel media y los tonos vino tinto y malva oscuros lucen más naturales en las personas con piel oscura.[2]
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    Elige una fórmula de rubor que combine con tu tipo de piel. Si tu piel es demasiado grasosa, opta por un rubor en polvo suelto para asegurarte de que el maquillaje no se vea pastoso. En el caso de la piel seca, un polvo compacto puede ocultar las arrugas o escamas indeseables. Si tienes la piel sensible, busca un rubor a base de minerales.[3]
    • Los rubores compactos y sueltos contienen variantes minerales.
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    Elige un acabado que resalte el aspecto que buscas. Opta por un rubor mate para la mayoría de las actividades cotidianas, puesto que añade color al rostro sin alterar el aspecto general de forma drástica. Para que el rostro se vea más suave, busca un rubor en polvo satinado. Si quieres atraer mucho la atención a tu maquillaje, prueba un rubor con brillo.[4]
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Parte 2
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Elegir dónde aplicar el rubor

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    Aplica el rubor en las manzanitas de las mejillas para un aspecto adorable y joven. Las manzanitas son las partes pequeñas y circulares de la mejilla que sobresalen al sonreír. Si las cubres con una capa fina de rubor, resaltarás tu sonrisa y crearás el aspecto alegre e infantil que la mayoría de las personas relacionan con el rubor.[5]
    • Este estilo de maquillaje funciona sobre todo para las personas con rostros ovalados.
    • Evita utilizar este estilo si tienes un rostro redondo.
    • A menos que quieras disfrazarte de payaso, aplica solo una cantidad pequeña de rubor en las manzanitas.
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    Haz énfasis en la forma del rostro colocando rubor en la parte alta de los pómulos. Para encontrar los pómulos, busca una línea imaginaria que conecte el centro de la oreja con la fosa nasal. Aunque la mayoría de las personas aplican el rubor directamente por debajo de esta línea, puedes añadirlo en la parte superior para darles mucho énfasis a los pómulos y la estructura facial en general.[6]
    • Este estilo de maquillaje evoca la alta moda y te hace ver más elegante.
    • El rubor en la parte superior de los pómulos funciona muy bien para las personas con rostros largos. No es tan eficaz en las personas con rostros cortos.
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    Aplica el rubor en los pómulos y las sienes para favorecer un rostro ancho. Si tienes un rostro cuadrado o redondo, los pómulos largos y enfatizados no son la mejor opción para ti. En vez de eso, aplica el maquillaje en el centro del pómulo y curvéalo hacia la ceja, creando una forma de “C”. Esto adelgazará el rostro al mismo tiempo que favorece tus curvas naturales y las manzanitas de las mejillas.[7]
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    Cepilla el rubor hacia afuera de las manzanitas para favorecer un rostro largo. Si tienes un rostro oblongo, ovalado o en forma de corazón, coloca el rubor en las manzanitas de las mejillas o justo por debajo de ellas. Luego, difumínalo hacia las orejas, inclinando el rubor hacia la sien mientras avanzas. Así resaltarás los pómulos, lo que hará que el rostro se vea más ancho al mismo tiempo que te dará un aspecto más atrevido y seguro.[8]
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    Aplica el rubor alrededor de las cejas para definir mejor el rostro. Muchas personas creen que solo puedes utilizar rubor en las mejillas. Sin embargo, también es posible aplicarlo en la frente para darle al rostro una mayor definición. Para un aspecto levantado y ligeramente bronceado, aplica el rubor en las sienes y púlelo. Para hacer énfasis en la forma general del rostro, aplica una cantidad pequeña de maquillaje junto a la línea de crecimiento del cabello.
    • Cuando apliques el rubor en la frente, coloca una servilleta pequeña sobre la línea de crecimiento del cabello para evitar que se ensucie.
    • Este estilo funciona con cualquier forma de rostro y puedes combinarlo con cualquier opción de aplicación de rubor anterior.
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Parte 3
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Aplicar el rubor con una brocha

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    Aplica un polvo de fijación si utilizas maquillaje que no sea en forma de polvo. Si colocas rubor sobre un tipo de maquillaje líquido o en crema, como la base, asegúrate de aplicar primero una capa de polvo de fijación translúcido. Sin el polvo de fijación, el rubor creará rayas de color que no podrás difuminar de forma adecuada.[9]
    • No es necesario aplicar el polvo de fijación si utilizaste maquillaje en polvo.
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    Recógete el cabello hacia atrás. Cuando aplicas rubor, el objetivo por lo general es hacer una línea lisa y limpia que se difumine de forma natural con el rostro. Aplicar polvo en el cabello arruinará la ilusión, así que recógelo hacia atrás con un coletero o una horquilla antes de aplicar el maquillaje. Las personas con frecuencia aplican el rubor cerca de sus orejas, así que también debes sujetar los mechones que cuelgan por los costados.
    • Si el cabello se mancha de rubor, frota la zona con toallitas desmaquillantes.
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    Mete la punta de la brocha en el rubor. Abre el recipiente de rubor y coloca la punta de una brocha para rubor o una brocha para hacer puntitos en el rubor. Utilizando movimientos suaves, haz girar la brocha en el rubor por unos segundos, dándole al polvo la oportunidad de impregnarse en cada cerda de la brocha. Luego, sacude la brocha o da golpecitos a un lado para retirar el polvo suelto.
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    Sonríe si aplicas rubor en las mejillas. Cuando el rostro está relajado, es difícil saber dónde se encuentras los pómulos y las manzanitas de las mejillas. Sonreír focalizará estos elementos, lo que te facilitará mucho el proceso de aplicación.
    • Si lo prefieres, puedes meter las mejillas para crear un rostro de pescado.
    • Una vez que hayas adquirido experiencia, puedes aplicar el rubor sin sonreír.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    “Aplica el rubor en las manzanitas de las mejillas, la parte que sobresale al sonreír. También puedes aplicarlo a lo largo de la parte superior de los pómulos”.

    Laura Martin

    Laura Martin

    Cosmetóloga con licencia
    Laura Martin es una cosmetóloga con licencia en Georgia. Es estilista desde 2007 y profesora de cosmetología desde 2013.
    Laura Martin
    Laura Martin
    Cosmetóloga con licencia
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    Aplica el maquillaje en la piel con puntitos. Para aplicar el rubor, golpetea la cabeza de la brocha en la piel realizando movimientos punteados pequeños. El polvo debe ir en el centro de cada zona en la que desees aplicarlo. Este método se conoce como punteado y evitará que añadas demasiado maquillaje.[10]
    • Mientras más maquillaje utilices, más brillante se verá tu rostro. El exceso de rubor puede ser perfecto para una estética de alta moda, pero debes evitarlo para las actividades cotidianas.
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    Difumina el rubor en la piel utilizando movimientos circulares. Con la punta de la brocha para rubor o la brocha para hacer puntitos, extiende suavemente el polvo en círculos pequeños. Esto ayudará a difuminar el maquillaje en la piel, lo que le dará un aspecto más limpio y más natural. Según el aspecto específico que buscas, podría ser necesario jalar el rubor alrededor del rostro mientras lo difuminas.[11]
    • Algunas personas prefieren difuminar el rubor con trazos largos y únicos, así que experimenta para encontrar la técnica que más te convenga.
    • Al terminar, el rostro no debe tener líneas continuas.
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    Fija el maquillaje con un polvo de acabado. Después de aplicarte el rubor, aplica una capa fina de polvo de acabado translúcido sobre toda la zona afectada. Esto ayudará a fijar el maquillaje y lo mantendrá en su sitio durante todo el día. Sin este polvo, es muy probable que el maquilla se corra o se caiga.[12]
    • Si añades otro tipo de maquillaje en polvo, puedes reservar el polvo de acabado hasta después de aplicarlo.
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Consejos

  • No olvides lavar la brocha de maquillaje después de utilizarla para mantener las cerdas limpias.
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Cosas que necesitarás

  • rubor en polvo
  • una brocha para rubor o una brocha para hacer puntitos
  • polvo de acabado translúcido
  • polvo de fijación (si es necesario)
  • un coletero o una horquilla
  • una servilleta
  • toallitas desmaquillantes (si es necesario)

Acerca de este wikiHow

Devorah Kuperland
Coescrito por:
Maquilladora
Este artículo fue coescrito por Devorah Kuperland. Devorah Kuperland es maquilladora y fundadora de Glam By Dev, una empresa con sede en la ciudad de Nueva York especializada en bodas, eventos especiales y campañas editoriales. Devorah tiene más de cinco años de experiencia profesional en consultoría de maquillaje y su trabajo ha sido destacado en la Semana de la Moda Nupcial de Nueva York. Este artículo ha sido visto 2028 veces.
Categorías: Maquillaje de rostro
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