La próxima vez que se te quiebre una uña, no entres en pánico. Existen muchos trucos que puedes usar para arreglar el daño. Es doloroso que una uña se quiebre, ¡pero esto no tiene por qué afectar también tu estilo! No vuelvas a dejar que una uña quebrada te arruine un acontecimiento.

Método 1
Método 1 de 4:
Reparar la uña

  1. 1
    Lávate las manos o los pies. Antes de arreglar la uña, asegúrate de que tus manos estén limpias y sin aceites.
    • Utiliza agua tibia y jabón para lavarte las manos y pies. Sécalos bien con una toalla limpia.
    • Lávate y sécate con cuidado para evitar jalar la uña rota y empeorar las cosas.
  2. 2
    Corta una tira del material para reparar la uña.[1] Si tienes un juego especial de reparación de uñas, utiliza el papel fibroso del juego y corta una pieza que sea lo suficientemente grande para cubrir la uña y envolverla por debajo de la punta.
    • Si tienes un juego de reparación de uñas, corta un pedazo de material de una bolsita de té. Este es el reemplazo más común y funciona muy bien.
    • Si no tienes papel para reparación de uñas o bolsitas de té en tu casa, también puedes intentar con la tela de un pañuelo o filtrantes de café.
    • Como mínimo, el material debe ser lo suficientemente grande para cubrir toda la zona quebrada. Lo ideal es que el material sea lo suficientemente grande para cubrir toda la uña y que quede suficiente excedente.[2]
  3. 3
    Pega el material de reparación. Aplica una gota pequeña de pegamento para uñas o pegamento instantáneo en la uña y utiliza la punta de aplicación para mover el pegamento con cuidado hasta que cubra toda la uña. Utiliza pinzas para colocar el material cortado sobre el pegamento en la uña.
    • Si utilizas un juego de reparación de uñas, utiliza el líquido reparador de uñas del juego en lugar de pegamento y aplícalo con la brocha de aplicación que viene con el juego.
    • Utiliza pinzas para alisar cualquier bulto o arruga en el material. Este debe estar lo más liso posible.
    • De ser necesario, utiliza tijeras para uñas pequeñas o tijeras regulares para recortar el material excedente.
  4. 4
    Envuelve el material en la punta de la uña. Sujeta el material en la punta de la uña con la pinza, dóblalo y mételo de manera que se pegue en la parte interior de la uña.[3]
    • Si el material todavía no tiene ningún adhesivo, es posible que necesites aplicar una gota pequeña de pegamento o líquido reparador para hacer que se pegue al interior de la uña.
    • Esto brinda protección y equilibrio adicional a la uña quebrada.
  5. 5
    Aplica otra capa de pegamento sobre el material. Coloca otra gota de pegamento en el material que cubre la uña y úntalo con la punta de aplicación. Crea una capa que sea lo más lisa posible.
    • También se puede utilizar el líquido reparador de uñas en lugar de pegamento instantáneo o pegamento para uñas.
  6. 6
    Recórtala y púlela. Si tienes una piedra pulidora, pule la uña con cuidado luego de que el pegamento se seque. Utiliza primero el lado para limar y luego el lado para pulir.
    • Para obtener mejores resultados, frota la piedra pulidora en una sola dirección en lugar de hacerlo de un lado para otro.
  7. 7
    Aplica una capa de sellador sobre toda la uña. Aplica una capa de sellador o fortalecedor de uñas a la uña dañada para uniformizarla y darle una capa adicional de protección final.
    • Se recomienda dejar que el adhesivo se seque por una noche antes de realizar este paso para evitar que se creen burbujas o partes desniveladas.
    • Si quieres, puedes aplicar esmalte sobre la uña una vez que la capa de sellador se seque.[4]
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 4:
Utilizar una reparación temporal

  1. 1
    Recorta al tamaño adecuado una pieza pequeña de cinta adhesiva transparente. Utiliza tijeras para cortar con cuidado una pieza pequeña de cinta adhesiva que sea ligeramente más grande que el tamaño de la parte quebrada.
    • Para que te sea más fácil cortar la cinta adhesiva sin tener que pelarla de las cuchillas de la tijera, utiliza una tijera pequeña de manicura o tijeras para coser. Si utilizas una tijera más grande, recorta la cinta con la punta de las cuchillas.
    • Elige una cinta adhesiva de una cara que tenga un adhesivo suave. Considera la cinta adhesiva “mágica”, la cinta adhesiva para envolver regalos, la multiuso u otras cintas adhesivas transparentes de oficina. Evita las cintas adhesivas fuertes como las aislantes.
  2. 2
    Cubre toda la zona quebrada con la cinta adhesiva.[5] Pega el centro de la cinta sobre el centro de la zona quebrada. Presiónala firmemente para adherirla. Luego, desliza la punta de una de las uñas que no están quebradas a lo largo de la cinta adhesiva en cualquier lado de manera que cubra la zona quebrada de principio a fin.
    • Asegúrate de que ambos lados de la rasgadura estén alineados de manera uniforme antes de colocar la cinta adhesiva.
    • Presiona de manera firme y uniforme para asegurar la cinta adhesiva en su lugar.
    • Frota la cinta adhesiva en la dirección de la rasgadura y nunca en dirección opuesta, hacerlo podría ocasionar que la uña se quiebre aún más.
  3. 3
    Recorta cualquier excedente de la cinta adhesiva. Si la pieza de la cinta que aplicaste a la uña es muy grande, utiliza tijeras de manicura o de coser para recortar cualquier excedente.
    • Asegúrate de que los extremos de la cinta adhesiva estén planos sobre la uña.
    • También puedes utilizar las puntas de una tijera de tamaño estándar para cortar la cinta adhesiva si no tienes tijeras pequeñas.[6]
  4. 4
    Arregla la uña lo más pronto que puedas. Aunque esta reparación te ayudará como cuidado de uñas de emergencia, de ninguna manera es una solución permanente. Tendrás que pegar la uña con un adhesivo más fuerte y una aplicación más meticulosa.
    • Mientras tanto, sé especialmente precavido para evitar enganchar en algo la cinta adhesiva o la uña debajo de esta.
  5. 5
    Procede con cuidado al retirar la cinta adhesiva. Cuando peles la cinta, hazlo en la dirección de la rasgadura y no al contrario.
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 4:
Aplicar pegamento para uñas

  1. 1
    Lávate las manos o los pies. Antes de arreglar la uña, tienes que asegurarte de que tus manos estén limpias y sin aceites.
    • Utiliza agua tibia y jabón para lavarte las manos y los pies. Sécalos bien con una toalla limpia.
    • Lávate y sécate con cuidado para evitar jalar la uña rota y empeorar las cosas.
  2. 2
    Remoja la uña quebrada en agua tibia. Si la punta de la uña se rompió por completo y quieres volver a pegarla, remoja la punta rota en agua tibia hasta que se sienta flexible nuevamente.
    • Si la uña todavía está unida o todavía es flexible, omite este paso.
  3. 3
    Aplica el pegamento para uñas en la uña rota. Presiona ligeramente el tubo del pegamento para uñas hasta que salga una gota pequeña de pegamento. Toma esta gota con un palillo de dientes y espárcela sobre un lado de la uña rota para crear una capa delgada de adhesivo.
    • Si no tienes pegamento para uñas, utiliza pegamento instantáneo. En general, un pegamento que contenga cianoacrilato creará la unión más fuerte.
    • Por ningún motivo toques el pegamento con los dedos.
  4. 4
    Presiona la uña en su lugar. Utiliza la punta de un palillo de dientes para recolocar la parte rota en su lugar. Presiona la uña de manera firme y uniforme con un lado del palillo de dientes.
    • Nuevamente, es importante evitar tocar el pegamento directamente con los dedos.
    • Presiona por 1 minuto como mínimo para garantizar que la uña se adhiera de manera adecuada.
  5. 5
    Limpia el exceso de pegamento. Antes de que el pegamento se seque por completo, moja un hisopo de algodón o una bolita de algodón con acetona y pásalo por los lados del lecho ungueal. Esto eliminará cualquier pegamento excedente de tu piel.
    • Es posible que necesites frotar un poco para quitar el pegamento.
    • Asegúrate de aplicar la acetona en cualquier parte de la piel que esté manchada con pegamento.
  6. 6
    Alisa la zona reparada. Después de que el pegamento termine de secar, lima la uña para que se vea más uniforme. Utiliza el lado áspero de una lima de uñas para limar el borde áspero expuesto de la rasgadura.
    • Mueve la lima en una sola dirección y no de un lado para el otro. Para minimizar el riesgo de aumentar el daño, muévela en la dirección de la rasgadura y no al contrario.
    • Trabaja despacio para evitar causar más daño.
  7. 7
    Aplica una capa de sellador cuando se seque. Una vez que la uña quebrada se vea lisa nuevamente, protégela por medio de aplicar una capa de fortalecedor de uñas o sellador protector sobre toda la uña. Déjala secar completamente.
    Anuncio

Método 4
Método 4 de 4:
Reparar una uña desprendida

  1. 1
    Retira la uña desprendida. Cuando una uña o una parte de la uña se rompe completamente del lecho ungueal, es posible que tengas que retirarla para tratar la lesión. Utiliza tijeras para uñas para cortar con cuidado cualquier parte que esté parcialmente conectada y levanta la uña con una pinza.
    • Al retirar la uña, tendrás un mejor acceso al lecho ungueal lesionado. Como resultado, es posible que puedas reducir el riesgo de infección al tratar mejor la zona.
    • Como una alternativa, puedes dejar la uña desprendida en su lugar y limpiar rodeándola. Hacerlo de esta manera es más difícil, pero es posible. La uña desprendida saldrá por sí misma una vez que crezca la uña nueva.
  2. 2
    Detén el sangrado. Dependiendo de cuán grave haya sido el desprendimiento, es posible que el lecho ungueal sangre mucho. Antes de que puedas continuar con el tratamiento, aplica presión en la lesión para detener el sangrado.
    • Cuando sea posible, utiliza gasa médica o almohadillas de algodón estériles. Coloca la tela o almohadilla directamente sobre la lesión y presiona firmemente por varios minutos. Utiliza una presión uniforme.
  3. 3
    Recorta cualquier resto de la uña. Utiliza un cortaúñas o unas tijeras afiladas para uñas para cortar cualquier borde filoso o dentado. Debes hacerlo sin importar si retiraste la uña desprendida o la dejaste en su lugar, para evitar que se siga atascando y desgarrando.
    • Comunícate con un médico y pídele que te corte la uña si es demasiado doloroso o si no te sientes cómodo con hacerlo tú mismo.
  4. 4
    Remoja tu pie o mano en agua fría. Inmediatamente después de cortar la uña, remoja el lecho ungueal dañado en un tazón con agua fría durante 20 minutos.
    • El agua debe estar lo suficientemente fría como para aliviar y adormecer la zona.
    • Remojar el dedo de tu pie o mano en agua fría ayuda a regular el flujo sanguíneo de esa zona del cuerpo.
  5. 5
    Remoja tu pie o mano en agua salada. Después tratarlo con agua fría, cambia a un tratamiento con agua tibia y sal.
    • Mezcla 1 cucharadita de sal en 4 tazas de agua tibia.
    • Remoja el dedo dañado de tu pie o mano en el agua salada durante 20 minutos. El agua salada ayuda a prevenir infecciones.
    • Repite este procedimiento dos o tres veces al día durante los tres primeros días.
    • Seca a golpecitos con una tela de algodón suave y limpia.
  6. 6
    Aplica un ungüento antibiótico. Para acelerar más el proceso de curación y reducir el riesgo de infección, utiliza los dedos o un hisopo de algodón limpio para untar con cuidado una capa de ungüento antibiótico sobre toda la zona.[7]
    • Asegúrate de que tus manos estén limpias cuando manipules la lesión.
  7. 7
    Cubre el lecho ungueal hasta que crezca una uña nueva. Envuelve un vendaje adhesivo sobre la uña dañada para evitar otros imprevistos y reducir el riesgo de infección.
    • Mantén el vendaje sobre el lecho ungueal hasta que la uña nueva haya crecido lo suficiente para cubrir todo el lecho ungueal.
    • Cambia el vendaje cada vez que mojes o limpies la herida. Asegúrate de que la herida esté seca cada vez que cambies el vendaje. Si este se moja, también tienes que cambiarlo.
  8. 8
    Supervisa la lesión. Observa si hay señales de infección cada vez que cambies el vendaje. Esto es importante especialmente durante las primeras 72 horas, pero debes continuar revisándola hasta que la uña crezca lo suficiente para cubrir el lecho ungueal expuesto.
    • Entre las señales de posible infección se encuentran: fiebre, enrojecimiento, incremento de calor en la lesión, dolor, sensibilidad, inflamación o pus.
    • Si sospechas que se ha infectado, pide una cita con el médico.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, autores voluntarios han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 351 953 veces.
Categorías: Cuidado de las uñas
Resumen del artículoX

Si necesitas arreglar una uña quebrada rápidamente, corta un trozo de cinta adhesiva transparente del tamaño suficiente para cubrir la rasgadura. Coloca la cinta sobre la rasgadura y presiónala con firmeza para que se adhiera. Luego, recorta la parte sobrante de la cinta. Si tienes un pegamento para uñas, puedes crear una solución más duradera pegando un trozo de una bolsita de té o un filtro de café sobre la rasgadura. Cuando el pegamento se haya secado, aplícate una capa de esmalte transparente en toda la uña, incluyendo el parche. Si necesitas reparar una uña desprendida, ¡sigue leyendo!

Anuncio