Ya sea que estés preparando pollo para una cena con tu familia política y andes corto de tiempo, tengas ganas de comer pollo pero no quieres esperar a que se hornee, o simplemente quieras probar algo nuevo, el asador te salvará la vida. Asar pollo es rápido y fácil. Sigue estos pasos para convertirte en un profesional del asado.

Método 1
Método 1 de 2:
Parte uno: Preparando el pollo para asar

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    Descongela el pollo si estaba congelado. La mejor manera para hacerlo es pasando el pollo envuelto del congelador al refrigerador 24 horas antes de cocinarlo. Si no tienes tiempo de hacerlo, hay otros métodos de descongelar el pollo que llevan menos tiempo.
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    Lava el pollo. Mantén el pollo bajo el grifo de agua fría. Asegúrate de no usar agua caliente o templada ya que el agua caliente pude desencadenar el crecimiento de bacterias.
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    Dale a tu pollo un sabor extra. Hay infinidad de formas en que puedes darle sabor a tu pollo. Sé creativo y prueba nuevas combinaciones de condimentos y marinadas. Si estás siguiendo una receta específica, añade ahora los condimentos. ¡No te olvides de la sal y la pimienta![1]
    • Engrasa y sazona tu pollo. Unta el pollo con aceite para cocinar como aceite de oliva para obtener una textura exterior crujiente. Añade condimentos como tomillo, orégano, limón, ajo u otra hierba o condimento que quieras añadir para darle un poco de vida a tu pollo. También puedes usar marinadas ya hechas como cajún o chili picante. Para cubrir completamente el pollo, echa el aceite y los condimentos en una bolsa de plástico resellable, pon el pollo dentro, sella la bolsa y agítala.
    • Deja marinar el pollo. Pon tu marinada en un bol y deja que el pollo se empape de la marinada de 2 a 8 horas. Asegúrate de que el pollo y la marinada están en el refrigerador durante este tiempo. Si lo dejas durante 8 o más horas te asegurarás de que tenga un sabor más rico.
    • Pon el pollo en salmuera. La salmuera le da a tu pollo un sabor extra salado que puede combinarse con muchos condimentos. Mezcla sal gruesa con agua templada y añade los condimentos que quieras. Hay gente que le añade azúcar a la salmuera. Deja el pollo en remojo en el escabeche de 2 a 8 horas (déjalo en el refrigerador mientras está en remojo).
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    Aplana el pollo. Aplana el pollo cuanto puedas antes de asarlo para ayudar a que se cocine por igual. Corta el pollo a la mitad si vas a usar una pechuga entera o un pollo entero. [2]

Método 2
Método 2 de 2:
Parte dos: Asando el pollo al horno

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    Cubre la parte de abajo de la bandeja para asar bajo la parrilla con papel de aluminio. Hazlo antes de poner el pollo. El papel cogerá las lo que gotee del pollo y hará que limpiar sea más fácil. No cubras la parrilla en sí con papel de aluminio ya que evitará que la grasa gotee del pollo.
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    Precalienta el asador a 82 °C (180 °F).
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    Pon la bandeja de asar directamente debajo de la parrilla. Hazlo si el asador está en la parte de arriba de tu horno. Pon la bandeja del horno aproximadamente a 12 - 15 cm (5-6”) debajo del asador para que el pollo quede justo debajo si usas un horno asador.
    • Si no tienes una parrilla para asar, puedes usar una bandeja de horno.
    • Si tienes un asador deslizante debajo del horno, pon la parrilla para asar directamente en la rejilla del fondo.
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    Asa el pollo. Asa los cortes más delgados durante 10 minutos y los más gruesos durante 15 minutos.
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    Saca el pollo cuando esté dorado por un lado. Dale la vuelta y úntalo con un poco de aceite de cocinar (como aceite de oliva) en el lado que no está dorado. Haciendo esto te aseguras de que el pollo se dore y quede un poco crujiente.
    • Usa una espátula para darle la vuelta al pollo en vez de un tenedor. Esto evitará que los jugos se escapen de la carne antes de que esté hecha.
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    Continúa asando el pollo durante 5 o 10 minutos más. Ten en cuenta que si el pollo se asa demasiado se puede secar mucho. Deja el pollo hasta que esté dorado.
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    Comprueba la temperatura interna del pollo. Usa un termómetro de carne para determinar si el pollo está hecho o no. La temperatura interna debe ser de 82 ºC (180 ºF) para los muslos, 76 ºC (170 ºF) para la pechuga y 73 ºC (165 ºF) para hamburguesas.[3]
    • Si no tienes un termómetro de carne, saca el pollo del horno y haz un pequeño corte. Si la carne del pollo está rosa o brillante y grisácea, no está hecho. El pollo tiene que estar blanco y opaco.
    • También tienes que observar el color de los jugos. Los jugos del pollo serán transparentes cuando esté bien hecho.
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    Apaga el asador. Saca el pollo cuando esté bien hecho.
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    Unta más salsa en el pollo (opcional). Después de haber sacado el pollo del asador, puedes darle un sabor extra añadiendo salsa. Aplica la salsa al pollo con un pincel de cocina, cuchillo de untar o cuchara.

Consejos

  • Deja la piel del pollo cuando lo estés asando para ayudar a mantener la humedad; quítala una vez hayas terminado de cocinar el pollo.

Advertencias

  • Los cortes con más grasa del pollo son más propensos a prenderse fuego bajo el calor del asador. Nunca dejes el horno desatendido cuando lo estés usando.

Cosas que necesitarás

  • Tabla para cortar
  • Bandeja de asador
  • Termómetro de carne
  • Pollo
  • Condimentos o marinadas

Acerca de este wikiHow

Jillian Fae Downing
Coescrito por:
Chef de eventos privados e instructora de chefs
Este artículo fue coescrito por Jillian Fae Downing. Jillian Fae Downing es una chef de eventos privados, instructora de chefs y la propietaria de Jillian Fae Chef Services con sede en Temecula, California. Con 12 años de experiencia, Jillian se especializa en planificación, investigación y desarrollo de menús. Tiene un título de asociada de ciencias en artes culinarias de Orange Coast College, así como una licenciatura en comunicación de masas y estudios de medios de comunicación en la Universidad Estatal de Arizona. También es miembro de la American Culinary Federation y de la American Personal and Private Chef Association Este artículo ha sido visto 69 757 veces.