La población de gatos puede alcanzar proporciones poco saludables y peligrosas si no se regulan. Debido a esto, la ASPCA promueve una política llamada “atrapar, castrar y devolver” (TNR, por sus siglas en inglés) para ayudar a controlar esta población. Si eres un amante de los animales y tienes mascotas, es posible que quieras ayudar a esterilizar o castrar a los gatos de tu vecindario, brindando así un servicio a la comunidad y a las mascotas que viven en ella. Para aprender a atraerlos y atraparlos de forma segura, empieza con el paso 1.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Atrayendo a un gato salvaje

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    Establece una rutina regular de alimentación. Si tu propiedad tiene muchos gatos silvestres y quieres esterilizarlos o castrarlos para ayudar a mantenerlos saludables y controlar la población, puedes empezar una rutina de alimentación controlada. Pon comida afuera a la misma hora y en el mismo lugar todos los días.
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    Deja que el gato se acostumbre a tu presencia. No trates de coger al gato, ni siquiera de tocarlo, ya que la mayoría de gatos silvestres son bastante asustadizos y detestan que los humanos los toquen. En vez de eso, quédate afuera y siéntate tranquilamente en una silla cercana después de sacar la comida. Quédate muy tranquilo por un tiempo mientras el gato se alimenta.
    • Deja que el gato controle la situación. Sería genial que se acerque y se frote contra ti. Si no, simplemente siéntate y quédate quieto. Aún se está acostumbrando a estar cerca de ti.[1]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Preparándose para atrapar a un gato salvaje

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    Consigue una trampa. El modo más seguro de atrapar un gato silvestre o un animal salvaje de cualquier tipo es usar una trampa como las de la marca Havahart. Una trampa mediana estará bien para la mayoría de gatos silvestres y animales del tamaño de mapaches. La mayoría de marcas de trampas funcionan básicamente del mismo modo, así que sigue las instrucciones específicas del modelo que consigas.
    • Una trampa tiene aberturas en ambos extremos y un gatillo básico en el centro donde se pone la comida. Cuando el gato entra en la jaula y activa el gatillo, la puerta se cierra, atrapándolo adentro. Es fácil de transportar y cómodo para el gato.
    • En algunas ciudades, las organizaciones de esterilización y castración le prestan trampas a la gente con la esperanza de que atrapen gatos. Investiga tus opciones en la localidad si no quieres comprar una por tu cuenta.[2]
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    Saca una cita para esterilizar o castrar al animal. Programa la cita uno días antes de intentar atrapar al gato para darle al animal un tiempo para acostumbrarse a la trampa y para que tengas la oportunidad de atraparlo.
    • Dile al veterinario todo lo que sepas sobre el gato, como su sexo, cualquier problema de salud que hayas notado y si tienes alguna idea o no de cuántos años tiene.
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    Considera alimentar al gato en la trampa por unos días antes de la cita. Puedes abrir las puertas de la mayoría de trampas sin configurarlas para que se cierren, lo cual le permite al animal entrar y salir con libertad de la trampa sin quedarse atrapado. Es posible colocar la comida a una hora específica para que el animal se acostumbre a la jaula y dejar que esta se impregne con su esencia y feromonas para que sea más cómoda.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Configurando la trampa

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    Prepara el área antes de colocar la trampa. Necesitas un lugar tranquilo y protegido para mantener al gato atrapado antes de la cita en la clínica y después de la cirugía. Debe ser un lugar con una temperatura intermedia (la anestesia evita que regulen su temperatura corporal), que les ofrezca protección de otros animales y que sea tranquilo y sin ruidos.
    • Cualquier dormitorio extra o lugar oscuro de tu casa puede ser adecuado. Los armarios o sótanos terminados también podrían ser buenos lugares.
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    Evita darle comida 24 horas antes de la cita. Para asegurarte de que el gato se entusiasme por la comida que le das, así como para no sobrealimentarlo antes de someterlo a la cirugía, no le des una comida. Puede ser difícil, pero resiste hasta que estés listo para atraparlo.[3]
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    Ten lista la trampa. A la hora de la comida (normalmente 12 o 24 horas antes de la cita), dobla un trapo liviano según el largo de la trampa e insértalo para que cubra la parte inferior de alambre de la misma y el plato de viaje. Pon unas dos cucharadas de comida enlatada para gatos (o atún para humanos o algo de comida con un olor tentador) justo en la parte de atrás de la trampa. Configura la trampa y ponla sobre una superficie plana donde no se eleve ni se incline de forma prematura.
    • Puedes echar un poco de jugo o de aceite de la comida en un patrón de zigzag desde la parte de atrás de la trampa hasta la parte frontal si quieres un poco de atracción adicional. Otra opción es rociar unos cuantos granos de comida seca que lleguen hasta la parte trasera de la trampa, pero no demasiado.
    • Considera poner una tapa vacía o una taza en la jaula para llenarla con agua después de que el gato haya quedado atrapado. Puedes usar una jeringa de cocina para rellenar la tapa desde una distancia considerable.
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    Espera y observa. No tienes que forzar la acción inmediatamente después de que la trampa esté preparada, pero sí puedes calmar bastante al gato si cubres la trampa de inmediato con una sábana o una lona después de ver que la trampa ha funcionado correctamente.
    • De cualquier manera, lleva la trampa dentro del espacio de contención en cuanto notes que has atrapado al gato. Podría moverse de forma agresiva, así que ten cuidado de no meter los dedos en las aberturas.
    • El gato podría gemir y emitir sonidos infernales que pueden ser desgarradores. No olvides que haces lo correcto.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Trasladando al gato

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    Mantén la trampa cubierta todo el tiempo. Deja que el gato se relaje y se calme en el área de contención hasta la cita. Ponle agua y trata de mantener el ambiente calmado y silencioso en la medida de lo posible.
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    Prepara tu automóvil. Es posible poner una lona o una sábana sobre el asiento trasero, solo en caso de que el gato se orine o rocíe su orina en el auto mientras los transportas. Recuerda que esta es una experiencia extremadamente extraña para el gato, así que debes estar preparado para sus reacciones.
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    Traslada al gato lenta y gentilmente. Cuando llegue la hora de la cita, lleva al gato con mucho cuidado y muy despacio, haciendo movimientos suaves y manteniendo las manos lejos de las aberturas y espacios en la jaula. Lleva al gato a la cita y deja que el veterinario tome el control de la situación. Asegúrate de que sepa que el gato es silvestre.
    • Háblale con delicadeza al gato, con una voz relajante y mantén la calma. No escuches música fuerte ni manejes con las ventanas abiertas.
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    Sigue las instrucciones post quirúrgicas para los gatos silvestres hasta que sea hora de liberarlo. Tu veterinario te recomendará los procedimientos básicos y tú podrás mantener al gato por unas horas durante la noche en tu área de contención antes de liberarlo o de llevarlo al lugar que deseas.
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    Discute las opciones de reubicación con un refugio local. En términos generales, no es recomendable reubicar a los gatos a menos que no haya otra opción o que el hábitat normal sea peligroso de alguna manera para el animal. Si esto es algo necesario, comunícate con tu refugio local de animales para que te den consejos sobre opciones alternativas o investiga si existen refugios que no asesinen animales en tu localidad.
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Consejos

  • Es mejor intentar atrapar solamente a un gato a la vez. Podría ser tentador atrapar a todos los gatos de tu vecindario de una sola vez y solo tener que hacer un viaje a la veterinaria, pero te abrumarás con el trabajo.
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Advertencias

  • Ten mucho cuidado con los gatos silvestres. Podrían ser agresivos y no están habituados a la interacción con los humanos.
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Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 8892 veces.
Categorías: Gatos
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