¡Las características de tu orina pueden brindarte mucha información sobre lo saludable que esté tu cuerpo! El pH de la orina es la medida del nivel de acidez que esta posee; un pH bajo indicará que es más ácida, mientras que uno más elevado señalará que es más alcalina. Este componente puede influir en la probabilidad de que sufras algunos problemas de salud, como los cálculos renales y la gota. La dieta occidental promedio suele reducir el nivel de pH del cuerpo, pero deberás aumentarlo si deseas correr un menor riesgo de sufrir algunas enfermedades.[1] Modifica tu dieta para incluir más frutas y vegetales, y contempla el uso de medicamentos en los casos extremos si el doctor lo recomienda.

Método 1
Método 1 de 3:
Informarte sobre el pH de la orina

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    Acude al doctor si tienes síntomas urinarios. Hay diversas enfermedades y problemas de salud que afectarán tu orina y tus hábitos de micción. Tendrás que acudir al doctor siempre que tengas dolor en el abdomen, los lados que se encuentran debajo de las costillas o la ingle. Deberás acudir a un profesional de la salud si presentas síntomas urinarios. En ocasiones, el aumento del pH de la orina puede ser de utilidad, pero en otros casos, se podría requerir antibióticos y otro tratamiento para así aliviar la afección. Obtén un diagnóstico adecuado, conversa con el doctor sobre las opciones de tratamiento y pregúntale si el aumento del pH de la orina sería de utilidad si presentas alguno de los siguientes signos:
    • Miccionas más o menos de lo habitual, o solo puedes hacerlo en cantidades pequeñas.
    • Sientes dolor o quemazón al miccionar.
    • La orina tiene un color muy oscuro.
    • La orina tiene mal olor.
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    Aumenta el pH de la orina si tienes cálculos renales. Algunos tipos de cálculos renales surgen cuando el cuerpo tiene un exceso de ácido y otros compuestos; por lo tanto, podrás disolverlos si alcalinizas la orina (aumentas el pH). También podrías requerir otro tratamiento, y deberás tener en cuenta que no todos los tipos de cálculos renales podrán curarse de esta forma, por lo que deberás consultar con el doctor sobre las opciones de tratamiento.[2] Los signos y los síntomas de los cálculos renales pueden comprender a algunos de los siguientes:[3]
    • dolor en uno de los lados del torso, debajo de las costillas;
    • dolor que se extiende al abdomen o la ingle;
    • dolor en ondas y que cambia de intensidad;
    • sangre en la orina (la orina podría lucir rosada, roja o marrón);
    • orina turbia o con mal olor;
    • dolor al miccionar;
    • miccionar con más frecuencia o tener la necesidad urgente de hacerlo;
    • náuseas y vómitos;
    • fiebre y escalofríos.
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    Alcaliniza la orina si sufres de gota. Puedes sufrir de gota si tienes un exceso de un determinado tipo de ácido (ácido úrico) en el cuerpo. La gota puede provocar dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón en las articulaciones pequeñas (por lo general, en el dedo gordo del pie). Si sientes un dolor intenso en el dedo gordo del pie y este no se debe a una lesión, tendrás que acudir al doctor para recibir un diagnóstico. Si sufres de gota, puedes elevar el pH de la orina para así reducir los niveles de ácido úrico, lo que podrá ayudar a evitar los brotes de esta enfermedad en el futuro.[4]
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    Revisa el pH de tu orina en casa. Si vas a tratar de elevar el pH de tu orina, deberás registrar los cambios midiéndolo una vez al día. Si la orina es demasiado alcalina, esta puede generar los mismos problemas que la ácida. Podrás conseguir tiras de medición de pH en la farmacia de tu localidad. Para medirla, tendrás que tomar una muestra en una taza limpia y usar las tiras según las indicaciones. Introduce la tira en la orina por el tiempo indicado y luego compara su color con los mostrados en el cuadro del recipiente para así identificar los niveles de pH.
    • Alcaliniza la orina hasta alcanzar un pH menor a 7 si tu objetivo es disolver los cálculos renales.[5]
    • Toma una muestra de orina limpia. Empieza a miccionar por varios segundos y toma una muestra en un recipiente limpio al recolectar la orina en pleno chorro.
    • Podrás conseguir tiras reactivas urinarias a través de compañías como AimStrip. Estas también pueden usarse para medir el pH urinario, pero podrías tener que conseguirlas directamente de la compañía.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Elevar el pH de la orina con métodos naturales

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    Come mucha fruta. Incluye muchas frutas y vegetales frescos en tu dieta para así aumentar el pH de la orina.[7] La mayoría de las frutas tienen un efecto alcalinizante (elevan el pH), pero algunas son más eficaces que otras. Estas son algunas de las mejores para dicho fin:[8]
    • moras, fresas, frambuesa y arándanos;
    • nectarinas, caquis, manzanas, albaricoques, peras y duraznos;
    • mandarinas, limas, limones y naranjas;
    • papaya, piña, sandía, melón común y chino, y bananas;
    • uvas, pasas y cerezas;
    • aguacate y aceitunas verdes.
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    Consume más vegetales. Procura comer vegetales frescos en cada comida. Aumenta las porciones de vegetales y disminuye las de las carnes, así aumentarás el pH de la orina.[9] Estos son algunos de los mejores vegetales que puedes incluir con frecuencia en tu dieta:[10]
    • espárrago, apio y alcachofa;
    • cebollas, endibias y colinabo;
    • col berza, mostaza parda y col rizada;
    • calabazas de invierno y de verano, y calabacín;
    • berenjena, beterraga y pimentón;
    • pastinaca, camotes y papas horneadas;
    • brócoli, col y quimbombó.
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    Reemplaza la carne de tus comidas. Reemplaza la carne de tu comida con legumbres como los frejoles o las arvejas.[11] Estas aumentarán el pH de la orina y serán una buena fuente de proteínas. Las lentejas también son buenos para alcalinizar la orina y serán un reemplazo saludable para la carne.[12]
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    Come nueces y semillas. Un puñado de nueces y semillas será un bocado grandioso para el transcurso del día, y serán una manera adecuada de incluir grasas saludables en tu dieta si consumes menos carne.[13] Algunas nueces tienen un efecto alcalinizante mucho mayor, como las castañas, las semillas de calabaza y los anacardos.
    • Las almendras, las semillas de sésamo y las de girasol también aumentan el pH de la orina, pero no con la misma eficacia que los anteriores.[14]
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    Adereza la comida con hierbas y especias alcalinizantes. En lugar de cocinar con sal de mesa común, agrégale sabor a tu comida con hierbas y especias sabrosas que aumenten el pH de la orina. Cocina con sal marina y pimienta negra, e incluye estos otros alimentos en tus comidas:[15]
    • raíz de jengibre
    • cebada
    • albahaca
    • ajo
    • culantro
    • hojas de laurel
    • pimienta roja
    • salsa de soya
    • canela
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    Consume menos alimentos que causen la formación de ácido. Además de consumir alimentos alcalinizantes, tendrás que reducir el consumo de aquellos que aumenten la cantidad de ácido en la orina. La carne de res y la de ave, los huevos, el pescado, y los lácteos son los principales alimentos de muchas dietas que generan la formación de ácido. Minimiza su consumo al supervisar las porciones que ingieras y prepara tus comidas principalmente con frutas y vegetales (y solo incluye porciones pequeñas de las proteínas antes mencionadas).[16]
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    Deja de beber alcohol. El alcohol hace que la orina se vuelva más ácida. En su lugar, bebe agua mineral, té de jengibre o jugo de piña o toronja; ya que todas estas bebidas aumentarán el pH de la orina.[17]
    • Conversa con el doctor si crees que necesitas ayuda para dejar el alcohol.
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    Consume un suplemento vegetal para elevar el pH. Consume un producto alimenticio vegetal, o un extracto hecho con alimentos vegetales. Consúmelo por una semana siguiendo las indicaciones de la etiqueta. Este podría elevar el pH de la orina con eficacia y aumentar la alcalinidad de tu cuerpo.[18]
    • Un ejemplo de un producto estudiado es Greens+, el cual es fabricado por Genuine Health en Toronto, Canadá.
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Método 3
Método 3 de 3:
Solicitar atención médica

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    Consume bicarbonato de sodio. Este es un medicamento que podrás tomar para elevar el pH de la orina.[19] Este tipo de medicamentos solo son adecuados para determinadas afecciones, y pueden provocar problemas de salud graves si se toman de forma inapropiada, por lo que solo deberás usarlos siguiendo las indicaciones del doctor. Por lo general, el medicamento se administrará en el consultorio del doctor como inyección.
    • No consumas este medicamento si sufres de vómitos, tienes alcalosis (muy poco ácido en el cuerpo) o sufres de una insuficiencia de calcio o cloruro.[20]
    • Indícale al doctor si tomas algún otro medicamento o suplemento, si sufres de alergias, estás embarazada o das de lactar, o si tienes una enfermedad cardiaca, renal o hepática.
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    Consulta sobre el citrato de potasio si tienes cálculos renales. Algunos medicamentos serán adecuados para enfermedades específicas provocadas por la orina ácida. Consulta con el doctor sobre el citrato de potasio (Urocit-K), el cual es un medicamento que se emplea en el tratamiento de la enfermedad renal y los cálculos renales.[21]
    • Este medicamento puede tener muchos efectos secundarios y no se consume para tratar todas las causas de los cálculos renales.
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    Consulta sobre el citrato de calcio como una opción de tratamiento. Este medicamento podría ser útil y eficaz para el aumento del pH de la orina. Esto dependerá de la enfermedad, los síntomas y la causa de los problemas urinarios.[22] Pregúntale al doctor si este medicamento será adecuado para ti.
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Consejos

  • Sigue una dieta rica en alcalinos si eres un adulto con más de 45 años de edad. Esto podría ser de utilidad para retener la masa muscular conforme envejezcas.[23]
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Advertencias

  • Algunos medicamentos pueden modificar los resultados de una medición de pH en la orina, incluidos la acetazolamida, el cloruro amónico, el mandelato de metenamina, el citrato de potasio, el bicarbonato de sodio y los diuréticos del tipo tiazida.[24] Si estás tomando alguno de ellos, tendrás que consultar con el doctor sobre la medición de la orina. No dejes de consumir ningún medicamento sin su supervisión.
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Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 26 537 veces.
Categorías: Salud urinaria
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