Si acabas de dar a luz, estás tratando de concebir o simplemente quieres aliviar el malestar abdominal, el masaje uterino, también conocido como “masaje uterino posnatal”, puede ser una opción perfecta. Esta práctica ayuda a reposicionar el útero y mejorar la circulación, e incluso puede ayudar a que el útero recupere su forma después del parto, y aumentar la fertilidad. Practica el masaje uterino en casa al masajear suavemente el área entre el ombligo y el hueso púbico. También puedes programar una cita para que te hagan un masaje abdominal maya, el cual incorpora el masaje uterino como parte del tratamiento.

Método 1
Método 1 de 2:
Masajear el útero después de dar a luz

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    Orina antes de empezar con el masaje. Asegúrate de orinar antes de masajearte el útero. Una vejiga llena hará presión contra el útero, haciendo que se relaje y sangre más extensamente. Vaciar la vejiga también hará que sea más fácil concentrarte en el masaje.[1]
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    Recuéstate en algún lugar cómodo. Elige un lugar cómodo para acostarte y realizar el masaje (por ejemplo, tu cama o una colchoneta de yoga). Si es posible, elige una habitación silenciosa con pocas distracciones. Recuéstate completamente sobre la espalda.[2]
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    Presiona y frota el abdomen. Coloca la palma de tu mano sobre el abdomen y usa toda su longitud para presionarlo, empezando justo debajo del ombligo. A medida que haces presión, frota el abdomen haciendo un movimiento suave y circular. Prepárate para los cólicos o el sangrado extra, ya que es probable que ocurran durante los primeros momentos del masaje.[3]
    • Si el médico ha aprobado el uso de analgésicos, toma ibuprofeno antes de masajear el útero para reducir el dolor de los cólicos.
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    Busca la ayuda de una obstetra, enfermera o partera. Para asegurarte de realizar el masaje uterino posnatal correctamente, pídele a una obstetra, enfermera o partera que haga una demostración antes de intentarlo por tu cuenta. Si te preocupa que el masaje no salga como lo esperas o que algo malo ocurra, ponte en contacto con un médico de inmediato. Las señales de un problema podrían incluir:[4]
    • dolor abdominal grave
    • dolor al orinar
    • mareos o desmayos
    • sangrado vaginal que se vuelve más abundante con el tiempo (en lugar de volverse progresivamente más ligero)
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Método 2
Método 2 de 2:
Hacer el masaje uterino para mejorar la fertilidad

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    Cronometra el masaje de fertilidad. El masaje uterino se debe realizar en ciertos momentos del ciclo menstrual y se debe evitar en otros. Hazte el masaje uterino durante el periodo de preovulación y ovulación, cuando las condiciones sean ideales para la inseminación.[5]
    • Evita hacerte un masaje uterino si estás embarazada o sospechas que podrías estarlo, sobre todo durante el primer trimestre.
    • Durante los días menstruales, se recomienda realizar masajes abdominales más ligeros.
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    Masajea suavemente la parte inferior del abdomen. El masaje uterino para la fertilidad se debe realizar en gran parte de la misma manera que el masaje posnatal del útero, e incluso con un poco más de intensidad debido a la falta de dolor y sensibilidad. Usa la palma de la mano y los dedos para presionar y frotar suavemente el abdomen con movimientos circulares.[6] Presiona suavemente el abdomen, justo por encima del hueso púbico, y empuja hacia arriba suave pero firmemente, como si movieras el útero hacia arriba. Repite este movimiento 15 veces.[7]
    • El masaje debe durar un tiempo aproximado de 5 minutos.[8]
    • Si vas a hacerte un masaje uterino durante los días menstruales, realiza un ligero masaje circular con las yemas de los dedos alrededor de la zona inferior del abdomen.[9] Este masaje puede ayudar a aliviar el dolor menstrual.[10]
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    Haz que la experiencia sea relajante. Para mejorar el masaje uterino, reproduce música tranquila y usa un aceite perfumado calmante (por ejemplo, aceite de lavanda) al masajear el abdomen. El estrés puede contribuir con los problemas de fertilidad y afectar negativamente tu salud, por lo que cualquier relajación es beneficiosa para ayudarte a concebir. Acompaña el masaje uterino junto con otras actividades relajantes como el yoga, el ejercicio ligero o la redacción de diarios para obtener beneficios adicionales.[11]
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    Hazte un masaje uterino durante 1 a 3 meses. Para obtener mejores resultados, hazte masajes uterinos con regularidad durante un periodo de 1 a 3 meses. Hacerte estos masajes diariamente ayudará a reposicionar el útero y eliminar los bloqueos que impiden la concepción dentro de este marco de tiempo. El masaje regular también mejorará la circulación, lo que tendrá beneficios para tu fertilidad y salud en general.[12]
    • Durante los días menstruales, opta por un masaje abdominal más suave en lugar de un masaje uterino.
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    Hazte un masaje abdominal maya. El masaje abdominal maya se ha utilizado para aumentar la fertilidad, mejorar la digestión, aliviar los cólicos menstruales y mejorar los síntomas de la menopausia. Busca en línea masajistas terapéuticos cerca de ti que practiquen el masaje abdominal maya, el cual está ganando popularidad. Programa una cita entre el final de tu periodo menstrual y el inicio de tu ovulación, ya que muchos practicantes del masaje abdominal maya se negarán a realizar el masaje si estás menstruando o si es posible que estés embarazada.[13]
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    Consulta con un médico o con especialistas en fertilidad. Antes de tomar cualquier medida de estímulo de fertilidad, consulta con un médico para garantizar tu seguridad. El médico puede darte una referencia de un especialista en fertilidad que pueda ofrecerte una ayuda más completa en tus intentos para concebir. Si vives en Estados Unidos, puedes ponerte en contacto con una organización, como la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva para obtener más información sobre especialistas en fertilidad de buena reputación en el área donde vives.[14]
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Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 18 509 veces.
Categorías: Salud urinaria
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