Las balanzas digitales de bolsillo comúnmente se utilizan para fines comerciales, envío de productos, cocina y mucho más. Debes calibrar tu balanza casi cada 4 a 5 veces que la uses a fin de asegurarte de conseguir lecturas precisas. Puedes calibrarla al limpiarla y seguir los pasos de calibración utilizando pesas, monedas u objetos domésticos.

Método 1
Método 1 de 3:
Encontrar una superficie adecuada

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    Pon la balanza en una superficie firme y nivelada. Esto dará una mejor área para calibrar la balanza. Mueve con cuidado la superficie varias veces en distintas áreas para asegurarte de que no se sacuda ni se tambalee. Si no estás seguro de si la superficie está nivelada, utiliza un nivel de carpintero para verificar o pon un lápiz o bola pequeña en la superficie para ver si rueda.[1]
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    Coloca una o dos almohadillas de ratón de computadora en la superficie de la mesa. Las almohadillas de ratón actuarán como un “amortiguador” para reducir las vibraciones que puedan interferir con la calibración de la balanza. Si no tienes estas almohadillas, puedes utilizar una almohadilla de agarre o una agarradera de goma.[2]
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    Coloca la balanza en la almohadilla de ratón y enciende la unidad. La ubicación del botón de encendido cambiará según la marca de la balanza. Normalmente, se encontrará en la parte frontal con el resto de botones, pero también podría ser un interruptor en la parte posterior o lateral de la balanza.[3]
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    Presiona el botón “Cero” o “Tara” en la balanza. Este botón se encontrará en la parte frontal de la balanza, en donde se muestra el peso. Espera pacientemente mientras la balanza borra los datos restantes de los usos anteriores. Podría tomarte un segundo, pero una vez que tu balanza esté en cero deberá mostrar un peso de “0,00”.[4]
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    Verifica que la balanza esté configurada en el modo de “calibración”. Las instrucciones para poner tu dispositivo en modo de calibración cambiarán según la marca de la balanza. Algunas veces habrá un botón o interruptor o es posible que tengas que presionar una serie de botones. Revisa el manual de la balanza o busca en línea para ver cómo debes poner tu balanza en modo de calibración.[5]
    • Con frecuencia, la página web del fabricante tendrá información sobre calibración para modelos específicos.

Método 2
Método 2 de 3:
Calibrar la balanza

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    Escoge una pesa adecuada para utilizar la calibración. Hay algunas opciones para las pesas, incluyendo las pesas de calibración hechos específicamente para este propósito, monedas de EE. UU. o artículos del hogar.
    • Una pesa de calibración es un artículo sólido que por lo general no presenta cavidades de aire y que ayuda a determinar la precisión de la lectura de tu balanza. Las pesas de calibración normalmente oscilan entre 1 mg y 30 kg (66 lb).
    • Si no tienes pesas de calibración, puedes utilizar una barra de chocolate, ya que la envoltura externa no tiene mucha masa.[6]
    • Asimismo, puedes utilizar monedas:[7]
      • Las monedas de 1 centavo hechas después de 1983 pesan exactamente 2,5 g (0,088 oz).
      • Las monedas de 5 centavos hechas después de 1866 pesan 5 g (0,18 oz).
      • Las monedas de 10 centavos hechas después de 1965 pesan 2,27 g (0,080 oz).
      • Las monedas de 25 centavos hechas después de 1965 pesan 5,67 g (0,200 oz).
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    Coloca una pesa de calibración, una moneda de EE. UU. o artículos del hogar en la balanza. Siempre y cuando sepas el peso exacto del artículo, puedes utilizarlo para calibrar la balanza. Si no sabes el peso exacto, no utilices ese artículo para calibrar la balanza, ya que puedes dañarla si el artículo es muy pesado.[8]
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    Ingresa la masa de la pesa elegida en la balanza y presiona la tecla Enter. Lo mejor es empezar con una pesa más pequeña, como 5 o 10 gramos. La balanza guardará y utilizará los datos ingresados para pesar otros artículos.[9]
    • Por ejemplo, ingresarás “5 g” si utilizas una moneda de 5 centavos de EE. UU. como pesa de calibración.
    • Si utilizas una barra de chocolate u otro artículo de supermercado, en el empaque exterior aparecerá la masa. Asegúrate de ingresar la cantidad exacta que aparezca o redondéala al dígito más cercano que tu balanza puede medir.[10]
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    Agrega pesas a la balanza hasta que te acerques al límite de peso máximo. Una vez que estés cerca de ese límite, revisa la balanza para ver si pesa lo mismo que las pesas conocidas que pusiste en la balanza. Este límite cambia entre balanzas, pero la información debe estar en el manual o estará disponible en la página web del fabricante.[11]
    • Si utilizas monedas, calcula la cantidad de monedas que necesitas para alcanzar el límite de peso máximo al dividir el límite de peso máximo entre el peso de la moneda que utilizas.
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    Ajusta la calibración hacia arriba o hacia abajo usando los botones de la parte frontal de la balanza. Si el peso en la pantalla no coincide con el peso esperado, puedes ajustar la diferencia y “decirle” a la balanza cuál es la masa real de las pesas.[12]
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    Apaga la balanza hasta que tengas que utilizarla. Una vez que la balanza esté calibrada, puedes apagarla. También puedes hacerlo para regresar la balanza al modo de pesaje normal si la tuya no utiliza un interruptor para encender la calibración.

Método 3
Método 3 de 3:
Guardar y limpiar la balanza

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    Mantén fuera del alcance tu balanza guardada. Cuando no utilices la balanza, guárdala en un lugar apartado para evitar accidentes que puedan malograr su calibración. Algunos buenos lugares para guardarla son los estantes altos o despensas o armarios cerrados.
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    Cepilla la superficie de la balanza con un cepillo pequeño antes de pesar. Esto ayudará a sacar cualquier residuo que haya en la superficie de pesaje. Asegúrate de que sea suave y no presiones en la balanza en ninguna parte, ya que puedes dañar el medidor de tensión que ayuda a dar medidas precisas.[13]
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    Limpia la balanza con un paño suave y que esté ligeramente húmedo. Limpiar con mucho cuidado la superficie de pesaje eliminará todo residuo que el cepillo haya dejado. Asegúrate de que el paño esté ligeramente húmedo, ya que el agua que entre a la balanza puede causarle daños.[14]
    • Si necesitas una superficie higiénica, puedes utilizar en el paño una o dos gotas de detergente para lavar platos a fin de limpiar la superficie de pesaje.
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    Revisa el compartimento de la batería. Si utilizas una balanza que funciona con batería, abre el compartimiento, retira las baterías y limpia con cuidado el interior de tal compartimiento. Es posible que desees cambiar las baterías mientras tengas abierto el compartimento, ya que la poca carga de la batería puede afectar el rendimiento de la balanza de una forma negativa.[15]
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    Utiliza un cuchillo, navaja o alfiler para sacar la suciedad adherida. En el caso de las balanzas que utilices en la cocina, a menudo tendrán algunos restos secos en la superficie de pesaje que no los podrás sacar con un paño. Si raspas suavemente el área con un objeto afilado, sacarás la suciedad y tendrás una superficie de pesaje limpia.[16]

Consejos

  • Consulta el manual del propietario de tu balanza de bolsillo antes de limpiarla y calibrarla a fin de identificar las instrucciones especiales o advertencias. El manual puede darte consejos útiles que son relevantes y específicos para la marca y modelo de tu balanza de bolsillo.
  • Debes limpiar la balanza después de cada uso.

Advertencias

  • Nunca sumerjas la balanza digital de bolsillo en agua ni utilices agua corriente para limpiarla. Puedes dañar de forma permanente los componentes de lectura digital que hay dentro de ella.

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